Por: Faustino Rodríguez Bauza El Porteñazo constituyó la Jornada de lucha popular por la Liberación Nacional de mayor trascendencia e impacto en la política revolucionaria que se dió en Caracas en la década de los sesenta. Estuvo ligada con el alzamiento de Puerto Cabello y se mantuvo por una semana.- El movimiento revolucionario, y principalmente el Partido Comunista de Venezuela, estaba en pleno proceso de reforzamiento de su estructura orgánica en función de una lucha más dura, de hecho, de pase a la clandestinidad, desde la semiclandestinidad en la calle que se manejaba hasta ese momento, en arreciamiento de las acciones de calle con autodefensa debido a los ataques policiales continuos, en la organización del aparato armado, y de las unidades de autodefensa en los barrios, de la inteligencia del proceso armado popular, de la preparación de las bases de lo que constituyó posteriormente las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), de la estructuración de todo el entramado organizativo para la lucha en situación de ilegalidad.- Para inicios de Junio se había producido la suspensión de Tribuna Popular, ocupación de los locales del Partido y taller de Tribuna Popular, y el Decreto de ilegalización y la persecusión de los comunistas en general, consecuencia del Carupanazo. El Ministro de la Defensa para entonces Briceño Linares ya hablaba de que se trataba de "una guerra". - Para la organización del Partido, el reto lo constituía el mantener la actividad de calle a la vez que garantizaba la organización clandestina interna con el mínimo de pérdidas. Esto fué posible por la previsión que se había tenido, trabajando desde bastante antes en las preparaciones respectivas, entre otras la inteligencia para obtener la información necesaria que previniese de golpes policiales,la garantía de conchas, cambios de cuadros, manejos operativos. y otros preparativos necesarios.- Y todo, sin rebajar las actividades de calle, que se mantuvieron con éxito, provistas de autodefensa, las acciones de propaganda, las acciones de tomas de barrios y sectores, de manera alternativa en toda la ciudad, la edición y distribución del Diario Trinchera. la actividad en las fábricas y concentraciones de trabajadores.- El pase a la clandestinidad definitiva se hizo sin disminuir la actividad de calle, con riesgo, pero con todas las previsiones, resguardando al Partido. Generalmente veníamos actuando con Planes mensuales de Operaciones Políticas y de actividades de masas en general. Se logró mantener esta continuidad.- Eso fue lo que permitió que para el momento en que estalla el Porteñazo, en Caracas se cumplió con el Plan previamente determinado.- Se volvió a la misma planificación ya aplicada en acciones generales anteriores: toma total de los barrios y urbanizaciones populares, de tal forma que en las noches era total, hasta se izaban banderas rojas, y se desarrollaba un control territorial.- Los despliegues de la Policía se aventuraba solo en las entradas de las grandes Avenidas.De todas formas, para ese momento el Ministerio de la Defensa colocó a la Guardia Nacional y el Ejército acuartelado, no en las calles.- Tal situación se mantuvo mientras hubo los combates en Puerto Cabello, y había la expectativa de suma de otros componentes militares en Caracas lo que al final no ocurrió, quedando entonces la acción popular civil de Caracas, de una semana, en el aire, debiendo pasar al repliegue después, lo que se hizo de manera ordenada y de hecho sin pérdidas.- Fue la primera vez que actuaron en conjunto los distintos niveles de componentes del Aparato armado, fuerza de autodefensa del Partido Comunista y los aliados del Mir y los componentes de los grupos populares de luchas en los Barrios. Todo en conjunto con actividades masivas de protestas en los barrios, con distribución de propaganda, pintas, ataques y repliegues según el caso a fuerzas policiales, toma de posiciones etc. que constituyeron un todo operativo orgánico.- Esa acción, bajo la Planificación, dirección y ejecución del Comité Regional del Partido Comunista de Venezuela de Caracas, de los Distritos, Radios y Células, en coordinación estrecha con la Juventud Comunista, con los aliados del Mir, con la Comandancia de las Brigadas Uno y Dos de las en formación FALN, con los componentes de las autodefensas, con los sindicalistas revolucionarios, con las organizaciones de los barrios, constituye un ejemplo.- Fue una acción típica de demostración de lo que se conoce como Caracas la Roja, y la del grito famoso de Viva Caracas la Roja. Todo ello por supuesto silenciado por los medios de entonces, si acaso citados como desórdenes en las calles y ataques a Policías.- Lo importante de esta acción es el aprendizaje que se puede sacar de élla. Estamos ante Planes imperialistas de posibles ataques, de uso de paramilitares, de calentamiento de orejas a militares, de iniciativas golpistas y separatistas, de movilización de la IV Flota, de todas esas amenazas.La experiencia nos indica que en la situación de Venezuela la guerra urbana y la preparación para ella es decisiva.- Que hay ventajas ahora. Que la organización y preparación de la Reserva será un componente muy importante. Pero que si no se une su acción con el enlace y la preparación general de todo el pueblo, con la preparación de la inteligencia popular, de las comunicaciones,de los instrumentos de propaganda y agitación, del transporte, de los planes de logística, de abastecimiento alimentario, de conocimiento de rutas y recovecos,con la toma de medidas, adecuada y a tiempo, con antelación, todo ligado a la acción del Poder Comunal, de la autodefensa de los barrios, de la ubicación de todos estos y otros componentes no citados en un Plan General por sector, barrio etc., no estaremos aprovechando las posibilidades de lucha que ofrece Caracas.- Esa experiencia nos ofrece tal lección. Que está presente en los barrios de San Juan, de La Vega, de Antímano, del Valle, San Agustin, La Pastora, San José, Lídice, Sarría, Simón Rodríguez, Petare, 23 de Enero, Catia en general, de lo cual merece cita especial la combatividad de Lomas de Urdaneta y Lomas de Pro Patria, siempre los últimos en bajar las banderas rojas.- Una acción que afinca sus raíces en el avance de la conciencia revolucionaria, del trabajo consciente en la clase obrera y en las fábricas, en la formación política, el crecimiento y aceramiento del PCV, la actividad a fondo del Poder Popular y los Consejos Comunales.- El avance de la Revolución, con la Clase Obrera a la cabeza, en camino al Socialismo, traerá un arreciamiento de las luchas, y las acciones posibles de todo tipo por parte del imperialismo, lo cual nos obliga a estar preparados para repeler todas esas acciones de todo tipo que lance el imperialismo y sus lacayos internos.- Ofensiva imperialista que nos obliga a dominar y estar preparados para manejar y aplicar, para combinar todas las formas de lucha, de acuerdo a como plantee sus ataques el imperialismo y las fuerzas que le sirven en el país, formas de lucha de las que la lucha armada de masas en las ciudades, con todas sus variantes y combinaciones, constituye un componente fundamental en las ciudades venezolanas y especialmente Caracas, con todas sus características, y esa es una experiencia que se debe extraer de las acciones del Carupanazo y del Porteñazo.- Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/ Comentarios a: pcvmirandasrp@gmail.com |
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lunes, 2 de junio de 2008
CARACAS LA ROJA, EL PORTEÑAZO Y PERTINENCIA DE LA LUCHA ARMADA ENTRE LAS FORMAS DE LUCHA
EL SOCIALISMO SIGUE SIENDO LA ESPERANZA DE LOS PUEBLOS
Se han cumplido los 88 años de la Revolución de Octubre. El 7 de noviembre de 1917 destacamentos de soldados y obreros rusos asaltaron y tomaron posesión del Palacio de Invierno de San Petersburgo, residencia de los zares y capital del inmenso Imperio, iniciando el más formidable movimiento revolucionario de la historia moderna
El poder del Estado recayó en los «soviets» (consejos) que habían sido creados desde mucho antes por las masas populares y varios partidos y organizaciones políticas revolucionarias, entre las cuales pasó a jugar un papel principal la fracción «bolchevique» del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, encabezado por Lenin.
La Primera Guerra Mundial
Todo se desencadenó con la I Guerra Mundial. Al lado de la Entente (alianza estratégico-militar de Inglaterra y Francia) contra Alemania y Austria-Hungría, también participaba la Rusia zarista. Los partidos socialdemócratas de los países europeos justificaron la guerra de rapiña de sus respectivos gobiernos. También los mencheviques y eseristas rusos se aliaron con la burguesía, encubriéndose con la bandera de la defensa de la patria. Los únicos que actuaron como auténticos revolucionarios internacionalistas fueron los bolcheviques.
En los primeros meses de la contienda Rusia perdió la batalla por la Prusia oriental, aunque venció en Galicia. Pero ya en el siguiente año perdió casi toda Galicia, Polonia y parte de las provincias del Báltico y de Bielorrusia.
En el tercer verano de la guerra las tropas rusas mandadas por el general Alexei Brusilov expulsaron a las fuerzas austro-húngaras de Bukovina y Galicia Occidental, obligándolas a replegarse hasta los puertos de los montes de los Cárpatos; en el frente del Cáucaso se lograron grandes victorias sobre las tropas turcas.
Sin embargo, eso no incidió mucho en la marcha de la guerra. Se avecinaban grandes batallas, y la Rusia zarista se preparaba para ellas no sólo en el teatro de operaciones, sino también en la retaguardia. Para mediados de 1916 la producción de material bélico alcanzó máximo nivel, en detrimento, naturalmente, de las industrias civiles y del transporte. Se agravó la crisis de abastecimientos, que era la más evidente manifestación de la desorganización y el quebranto de toda la vida económica del país.
El descontento iba extendiéndose a capas cada vez más amplias de la población trabajadora. En octubre de 1916 en Petrogrado en las huelgas participaron 250.000 obreros. En el verano de ese año estalló una insurrección popular en el Asia Central y Kazajstán, y crecieron las agitaciones campesinas. El movimiento de masas contra la guerra y la autocracia se extendió al ejército: unidades enteras se negaban a atacar, se hicieron más frecuentes los casos de confraternización de los soldados rusos y alemanes.
El inicio de la revolución de febrero 1917
El país estaba en vísperas de la revolución. Ésta empezó el 23 de febrero (8 de marzo) de 1917. La huelga que estalló en la mayor empresa industrial de la capital -la fábrica de Putilov- fue apoyada por millares de obreros de otras empresas. A primeras horas de la tarde en la arteria principal de la ciudad, la avenida Nevski, aparecieron manifestantes, a los que se unieron los estudiantes y empleados.
El 25 de febrero se generalizó la huelga política y, al día siguiente, al lado de los obreros empezaron a pasarse unidades militares. El 27 de febrero casi toda la ciudad estaba ya en manos de los insurrectos. La insurrección armada triunfó. Ese mismo día en el Palacio de Tauride se reunió el Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado.
Debido a que muchos de los dirigentes del Partido bolchevique estaban entonces en la emigración, encarcelados o deportados, los representantes de los partidos pequeñoburgueses lograron imponerse en la dirección del Soviet. Su línea política respondía al viejo esquema de que al zarismo sólo podría sustituirle el poder de la burguesía.
En la noche del 28 de febrero se crea el Comité Provisional de la Duma de Estado. En él entraron, a excepción de la ultraderecha, representantes de todos los grupos de la Duma, incluidos los eseristas y mencheviques. La directiva menchevique-eserista del Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado dejó al Comité Provisional de la Duma la iniciativa de formar gobierno, reservándose sólo el derecho de controlar su política.
El 2 de marzo se formó el Gobierno provisional burgués. En la noche del 3, bajo la presión de los acontecimientos, Nicolás II firmó el manifiesto abdicativo. La revolución popular había triunfado.
El 27 de marzo de 1917 Lenin salía de Suiza, donde había permanecido desde 1914 debido a la persecución de las autoridades zaristas, y regresó a la Rusia para encabezar personalmente la lucha revolucionaria.
La dualidad de poderes
Como resultado del triunfo sobre el zarismo en febrero de 1917 se dio una situación muy poco frecuente en la historia, que Lenin definió, con el término de dualidad de poderes: nominalmente el poder estatal había pasado a manos del Gobierno provisional burgués, pero las masas populares, que habían realizado la revolución, crearon sus propios órganos de poder, los Soviets de diputados obreros y soldados.
Los eseristas y mencheviques consideraban que la revolución burguesa había terminado y que el país no estaba preparado para la revolución socialista. Por eso seguían una política de entendimiento con la burguesía, detener el desarrollo de la revolución y disolver los Soviets. Por su parte, los bolcheviques demostraban que el Gobierno provisional era contrarrevolucionario, advertían que la burguesía no daría a las masas populares ni paz, ni tierra, ni un régimen estatal democrático y exhortaban al proletariado y a su aliado, el campesinado, a seguir desarrollando la revolución.
Fuente: Tribuna Popular TP/PrensaPopular Comunistas Miranda
http://prensapopuylar-comunistasmiranda.blogspot.com/
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
El poder del Estado recayó en los «soviets» (consejos) que habían sido creados desde mucho antes por las masas populares y varios partidos y organizaciones políticas revolucionarias, entre las cuales pasó a jugar un papel principal la fracción «bolchevique» del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, encabezado por Lenin.
La Primera Guerra Mundial
Todo se desencadenó con la I Guerra Mundial. Al lado de la Entente (alianza estratégico-militar de Inglaterra y Francia) contra Alemania y Austria-Hungría, también participaba la Rusia zarista. Los partidos socialdemócratas de los países europeos justificaron la guerra de rapiña de sus respectivos gobiernos. También los mencheviques y eseristas rusos se aliaron con la burguesía, encubriéndose con la bandera de la defensa de la patria. Los únicos que actuaron como auténticos revolucionarios internacionalistas fueron los bolcheviques.
En los primeros meses de la contienda Rusia perdió la batalla por la Prusia oriental, aunque venció en Galicia. Pero ya en el siguiente año perdió casi toda Galicia, Polonia y parte de las provincias del Báltico y de Bielorrusia.
En el tercer verano de la guerra las tropas rusas mandadas por el general Alexei Brusilov expulsaron a las fuerzas austro-húngaras de Bukovina y Galicia Occidental, obligándolas a replegarse hasta los puertos de los montes de los Cárpatos; en el frente del Cáucaso se lograron grandes victorias sobre las tropas turcas.
Sin embargo, eso no incidió mucho en la marcha de la guerra. Se avecinaban grandes batallas, y la Rusia zarista se preparaba para ellas no sólo en el teatro de operaciones, sino también en la retaguardia. Para mediados de 1916 la producción de material bélico alcanzó máximo nivel, en detrimento, naturalmente, de las industrias civiles y del transporte. Se agravó la crisis de abastecimientos, que era la más evidente manifestación de la desorganización y el quebranto de toda la vida económica del país.
El descontento iba extendiéndose a capas cada vez más amplias de la población trabajadora. En octubre de 1916 en Petrogrado en las huelgas participaron 250.000 obreros. En el verano de ese año estalló una insurrección popular en el Asia Central y Kazajstán, y crecieron las agitaciones campesinas. El movimiento de masas contra la guerra y la autocracia se extendió al ejército: unidades enteras se negaban a atacar, se hicieron más frecuentes los casos de confraternización de los soldados rusos y alemanes.
El inicio de la revolución de febrero 1917
El país estaba en vísperas de la revolución. Ésta empezó el 23 de febrero (8 de marzo) de 1917. La huelga que estalló en la mayor empresa industrial de la capital -la fábrica de Putilov- fue apoyada por millares de obreros de otras empresas. A primeras horas de la tarde en la arteria principal de la ciudad, la avenida Nevski, aparecieron manifestantes, a los que se unieron los estudiantes y empleados.
El 25 de febrero se generalizó la huelga política y, al día siguiente, al lado de los obreros empezaron a pasarse unidades militares. El 27 de febrero casi toda la ciudad estaba ya en manos de los insurrectos. La insurrección armada triunfó. Ese mismo día en el Palacio de Tauride se reunió el Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado.
Debido a que muchos de los dirigentes del Partido bolchevique estaban entonces en la emigración, encarcelados o deportados, los representantes de los partidos pequeñoburgueses lograron imponerse en la dirección del Soviet. Su línea política respondía al viejo esquema de que al zarismo sólo podría sustituirle el poder de la burguesía.
En la noche del 28 de febrero se crea el Comité Provisional de la Duma de Estado. En él entraron, a excepción de la ultraderecha, representantes de todos los grupos de la Duma, incluidos los eseristas y mencheviques. La directiva menchevique-eserista del Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado dejó al Comité Provisional de la Duma la iniciativa de formar gobierno, reservándose sólo el derecho de controlar su política.
El 2 de marzo se formó el Gobierno provisional burgués. En la noche del 3, bajo la presión de los acontecimientos, Nicolás II firmó el manifiesto abdicativo. La revolución popular había triunfado.
El 27 de marzo de 1917 Lenin salía de Suiza, donde había permanecido desde 1914 debido a la persecución de las autoridades zaristas, y regresó a la Rusia para encabezar personalmente la lucha revolucionaria.
La dualidad de poderes
Como resultado del triunfo sobre el zarismo en febrero de 1917 se dio una situación muy poco frecuente en la historia, que Lenin definió, con el término de dualidad de poderes: nominalmente el poder estatal había pasado a manos del Gobierno provisional burgués, pero las masas populares, que habían realizado la revolución, crearon sus propios órganos de poder, los Soviets de diputados obreros y soldados.
Los eseristas y mencheviques consideraban que la revolución burguesa había terminado y que el país no estaba preparado para la revolución socialista. Por eso seguían una política de entendimiento con la burguesía, detener el desarrollo de la revolución y disolver los Soviets. Por su parte, los bolcheviques demostraban que el Gobierno provisional era contrarrevolucionario, advertían que la burguesía no daría a las masas populares ni paz, ni tierra, ni un régimen estatal democrático y exhortaban al proletariado y a su aliado, el campesinado, a seguir desarrollando la revolución.
Fuente: Tribuna Popular TP/PrensaPopular Comunistas Miranda
http://prensapopuylar-comunistasmiranda.blogspot.com/
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
LA LLAMA ETERNA
Por: Fidel Castro Ruz (*)
Esta es una reflexión política. Para decirlo más exactamente: es otra proclama. Hoy se cumple un año exacto de la primera, el 31 de julio del 2006. Pero el año transcurrido vale por 10 en cuanto a la posibilidad de vivir una experiencia única que me aportó información y conocimientos sobre cuestiones vitales para la humanidad, que he transmitido con toda honradez al pueblo de Cuba.
Ahora me acosan con preguntas sobre el momento en que volveré a ocupar lo que algunos llaman el poder, como si tal poder fuera posible sin independencia. Hay un poder real y destructivo en el mundo, emanado de un imperio decadente que a todos amenaza.
El propio Raúl se ha encargado de responder que cada decisión importante a medida que me iba recuperando era consultada conmigo. ¿Qué haré? Luchar sin descanso como lo hice toda la vida.
Al cumplirse un aniversario de la Proclama, comparto con el pueblo la satisfacción de observar que lo prometido se ajusta a la inconmovible realidad: Raúl, el Partido, el Gobierno, la Asamblea Nacional, la Juventud Comunista y las organizaciones de masas y sociales, encabezadas por los trabajadores, marchan adelante guiados por el principio inviolable de la unidad.
Con la misma convicción, seguimos batallando sin tregua por liberar de cruel y despiadada prisión a los Cinco Héroes que brindaban información sobre los planes terroristas anticubanos de Estados Unidos.
La lucha debe ser implacable, contra nuestras propias deficiencias y contra el enemigo insolente que intenta apoderarse de Cuba.
Este punto me obliga a insistir en algo que no puede ser jamás olvidado por los dirigentes de la Revolución: es deber sagrado reforzar sin tregua nuestra capacidad y preparación defensiva, preservando el principio de cobrar a los invasores en cualquier circunstancia un precio impagable.
Nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba. Por mucho que le digamos al pueblo de Estados Unidos que nuestra lucha no es contra él ―algo muy correcto―, este no está en condiciones de frenar el espíritu apocalíptico de su gobierno ni la turbia y maniática idea de lo que llaman “una Cuba democrática”, como si aquí cada dirigente se postulara y eligiera a sí mismo, sin pasar por el riguroso tamiz de la abrumadora mayoría de un pueblo educado y culto que lo apoye.
En reflexión anterior mencioné nombres históricos: Martí, Maceo, Agramonte, Céspedes. Para el recuerdo permanente de la interminable lista de caídos en combate, o de los que lucharon y se sacrificaron por la Patria, Raúl encendió una llama que arderá eternamente, al cumplirse 50 años de la caída de Frank País, el joven héroe de 22 años cuyo ejemplo nos conmovió a todos. La vida sin ideas de nada vale. No hay felicidad mayor que la de luchar por ellas.
¿PORQUE ATACAR Y SEÑALAR AL PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA?
Por: Luis R Delgado J.
Hoy nuevamente el presidente Chávez señaló los “errores históricos” del PCV al recordar la posible venida del Che a mediados de los 60 para sumarse a la lucha armada, y el posterior apoyo electoral dado a Caldera en el 93 hasta mediados del 94 (sería bueno estudiar los Tribuna Popular para seguir la línea de actuación del PCV en ese periodo), “errores” que él achaca al dogmatismo de los comunistas venezolanos.
Y esto no es todo en la pasada juramentación de los voceros del PSUV, el Comandante metiéndonos en el mismo saco del PPT (afortunadamente no nos mezclo con Podemos como lo hizo en el pasado) afirmó que los comunistas iban a pedir puestecitos en las próximas elecciones a alcaldes y gobernadores, además que los mismos le pedirían encarecidamente que le respeten sus espacios, es decir, metió a los comunistas en el saco del oportunismo pragmático que sólo está pendiente de los cargos (1 alcalde a partir del 2004, 2 alcaldes se incorporaron al PSUV, 5 diputados en la AN electos en el 2005, 3 diputados se fueron al PSUV, un ministro por tres meses, ya que también se incorporó al PSUV), aunque hasta el 2004 los comunistas no tenían puesto de gobierno de importancia y estaban plenamente comprometidos con el Proceso Bolivariano.
Es poco lo que los comunistas tienen que perder, ya que los espacios que tenemos son bastante limitados y humildes, como lo fue nuestra contribución de 350.000 votos en la victoria electoral del pasado 3 de diciembre. No voy a traer a discusión si el PCV ha cometido errores o no, seguramente que si lo hemos cometido, pero la historia está ahí y nos juzga día a día. Algo si es indiscutible el compromiso del PCV con la Revolución es a toda prueba, porque la apoyamos sin pedir nada, reconocemos el liderazgo histórico de Chávez sin jalar bolas, y para muestra sólo basta estudiar nuestro accionar diario, con sus limitaciones con sus fallas pero es permanente al servicio de esta revolución.
Pienso que ese señalamiento de los errores pasados del PCV, tiene que ver mucho con la actual coyuntura del PSUV, porque no se explica el ataque frecuente dirigido a una humilde fuerza política como lo es el Partido Comunista, pareciese que no hay conformidad por parte del Comandante con la decisión tomada democráticamente en el pasado XIII congreso extraordinario, hay una suerte de campaña para deslegitimar la existencia de una organización que es comprobadamente revolucionaria pero no seguidista. No son casuales los comentarios emitidos en el último Aló Presidente, estos van dirigidos a golpear la imagen del PCV para sustraerle su pequeña pero combativa influencia e incorporarla al PSUV, esto no sería negativo si se tratara de cualquier fuerza política, pero se trata de una fuerza transparentemente aliada y hermana.
Los errores de los comunistas son varios, unos los hemos reconocidos y otros los hemos sufrido, ¿pero qué actores políticos no han cometido errores? Sólo los que no hacen nada ¿No creía Chávez en el capitalismo con rostro humano, o la tercera vía? ¿No fue Miquilena un importante personaje del chavismo en los primeros años de revolución? ¿No nos decían los compañeros del MVR actualmente del PSUV que los comunistas éramos dogmáticos y utópicos al seguir levantando las banderas del Socialismo antes del 2005? ¿Acaso nos olvidamos que hasta el 2005 los únicos que hablaban de Socialismo en Venezuela eran el PCV, la Liga Socialista, los Trotskistas y algunos intelectuales? ¿El PCV no le denunció a Chávez en su 11 Congreso (marzo de 2002) de la amenaza inminente del Golpe de Estado, y este respondió que conocía las fuerzas armadas como la palma de su mano? ¿Es democrático que un Partido antes de constituirse, tener estatutos, documentos ya tenga una Comisión Disciplinaria? ¿Es muy revolucionario hacer acuerdos internacionales con el paramilitar Uribe o es táctica? Al fin y al cabo el apoyo a Caldera sólo en las elecciones no en el gobierno fue un apoyo basado en una táctica tendiente a acelerar la putrefacción del bipartidismo ¿o era Andrés Velázquez la alternativa revolucionaria? ¿Son plenamente revolucionarios todos los inscritos en el PSUV?
Estos son sólo algunos aspectos en los cuales pudiésemos discutir. Pero esa discusión en los actuales momentos sirve de poco, es estéril, porque lo que se requiere es de una amplia unidad para combatir al imperialismo y sus agentes internos, recordemos que el enemigo de clase falta mucho para vencerlo y es necio enfrascarnos en discusiones maliciosas entre hermanos.
Comandante siga adelante, siga sentado bases sólidas para el proyecto socialista, que cuenta en los comunistas con un apoyo firme, crítico constructivo y leal.
Nosotros ya decidimos no incorporarnos al PSUV, pero no implica que más adelante las posibilidades de la unidad se incrementen y nos incorporemos en un proceso de construcción partidaria conjunta. Hoy seguimos creyendo en la necesidad de conformar un frente patriótico antiimperialista continental, donde estemos todos los revolucionarios, los del PSUV y los que estamos afuera para sentar las bases de una dirección colectiva.
Finalmente Comandante dirija sus baterías a quien tiene que atacar con más fuerza al imperialismo, a la oligarquía local, a los corruptos y a los burócratas, eso es bastante trabajo y cuenta con nuestra humilde ayuda.
Hoy nuevamente el presidente Chávez señaló los “errores históricos” del PCV al recordar la posible venida del Che a mediados de los 60 para sumarse a la lucha armada, y el posterior apoyo electoral dado a Caldera en el 93 hasta mediados del 94 (sería bueno estudiar los Tribuna Popular para seguir la línea de actuación del PCV en ese periodo), “errores” que él achaca al dogmatismo de los comunistas venezolanos.
Y esto no es todo en la pasada juramentación de los voceros del PSUV, el Comandante metiéndonos en el mismo saco del PPT (afortunadamente no nos mezclo con Podemos como lo hizo en el pasado) afirmó que los comunistas iban a pedir puestecitos en las próximas elecciones a alcaldes y gobernadores, además que los mismos le pedirían encarecidamente que le respeten sus espacios, es decir, metió a los comunistas en el saco del oportunismo pragmático que sólo está pendiente de los cargos (1 alcalde a partir del 2004, 2 alcaldes se incorporaron al PSUV, 5 diputados en la AN electos en el 2005, 3 diputados se fueron al PSUV, un ministro por tres meses, ya que también se incorporó al PSUV), aunque hasta el 2004 los comunistas no tenían puesto de gobierno de importancia y estaban plenamente comprometidos con el Proceso Bolivariano.
Es poco lo que los comunistas tienen que perder, ya que los espacios que tenemos son bastante limitados y humildes, como lo fue nuestra contribución de 350.000 votos en la victoria electoral del pasado 3 de diciembre. No voy a traer a discusión si el PCV ha cometido errores o no, seguramente que si lo hemos cometido, pero la historia está ahí y nos juzga día a día. Algo si es indiscutible el compromiso del PCV con la Revolución es a toda prueba, porque la apoyamos sin pedir nada, reconocemos el liderazgo histórico de Chávez sin jalar bolas, y para muestra sólo basta estudiar nuestro accionar diario, con sus limitaciones con sus fallas pero es permanente al servicio de esta revolución.
Pienso que ese señalamiento de los errores pasados del PCV, tiene que ver mucho con la actual coyuntura del PSUV, porque no se explica el ataque frecuente dirigido a una humilde fuerza política como lo es el Partido Comunista, pareciese que no hay conformidad por parte del Comandante con la decisión tomada democráticamente en el pasado XIII congreso extraordinario, hay una suerte de campaña para deslegitimar la existencia de una organización que es comprobadamente revolucionaria pero no seguidista. No son casuales los comentarios emitidos en el último Aló Presidente, estos van dirigidos a golpear la imagen del PCV para sustraerle su pequeña pero combativa influencia e incorporarla al PSUV, esto no sería negativo si se tratara de cualquier fuerza política, pero se trata de una fuerza transparentemente aliada y hermana.
Los errores de los comunistas son varios, unos los hemos reconocidos y otros los hemos sufrido, ¿pero qué actores políticos no han cometido errores? Sólo los que no hacen nada ¿No creía Chávez en el capitalismo con rostro humano, o la tercera vía? ¿No fue Miquilena un importante personaje del chavismo en los primeros años de revolución? ¿No nos decían los compañeros del MVR actualmente del PSUV que los comunistas éramos dogmáticos y utópicos al seguir levantando las banderas del Socialismo antes del 2005? ¿Acaso nos olvidamos que hasta el 2005 los únicos que hablaban de Socialismo en Venezuela eran el PCV, la Liga Socialista, los Trotskistas y algunos intelectuales? ¿El PCV no le denunció a Chávez en su 11 Congreso (marzo de 2002) de la amenaza inminente del Golpe de Estado, y este respondió que conocía las fuerzas armadas como la palma de su mano? ¿Es democrático que un Partido antes de constituirse, tener estatutos, documentos ya tenga una Comisión Disciplinaria? ¿Es muy revolucionario hacer acuerdos internacionales con el paramilitar Uribe o es táctica? Al fin y al cabo el apoyo a Caldera sólo en las elecciones no en el gobierno fue un apoyo basado en una táctica tendiente a acelerar la putrefacción del bipartidismo ¿o era Andrés Velázquez la alternativa revolucionaria? ¿Son plenamente revolucionarios todos los inscritos en el PSUV?
Estos son sólo algunos aspectos en los cuales pudiésemos discutir. Pero esa discusión en los actuales momentos sirve de poco, es estéril, porque lo que se requiere es de una amplia unidad para combatir al imperialismo y sus agentes internos, recordemos que el enemigo de clase falta mucho para vencerlo y es necio enfrascarnos en discusiones maliciosas entre hermanos.
Comandante siga adelante, siga sentado bases sólidas para el proyecto socialista, que cuenta en los comunistas con un apoyo firme, crítico constructivo y leal.
Nosotros ya decidimos no incorporarnos al PSUV, pero no implica que más adelante las posibilidades de la unidad se incrementen y nos incorporemos en un proceso de construcción partidaria conjunta. Hoy seguimos creyendo en la necesidad de conformar un frente patriótico antiimperialista continental, donde estemos todos los revolucionarios, los del PSUV y los que estamos afuera para sentar las bases de una dirección colectiva.
Finalmente Comandante dirija sus baterías a quien tiene que atacar con más fuerza al imperialismo, a la oligarquía local, a los corruptos y a los burócratas, eso es bastante trabajo y cuenta con nuestra humilde ayuda.