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sábado, 21 de marzo de 2009
CARTA DE LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA_EJERCITO POPULAR FARC-EP A OFICIALES DEL EJERCITO Y POLICIAS RETENIDOS POR FARC-EP
Señores Oficiales y sub - oficiales del ejército y la policía retenidos por las FARC - EP como prisioneros de guerra:
Cordial saludo. La presente tiene por objeto, darles a conocer algunas opiniones de los guerrilleros que integramos las FARC - EP y escuchar las de ustedes:
Ante todo, déjennos decirles que ustedes, en lo personal no son nuestros enemigos, pues no escapa a nuestra comprensión la situación personal y familiar que atraviesan, como la de centenares de guerrilleros presos actualmente en distintas cárceles, en su condición de prisioneros de guerra, porque esta guerra ha tocado muy hondo el alma de todos los colombianos.
No hay pues, nada personal en esto. Tal vez ni nos conocíamos, y a lo mejor, en otras circunstancias, hasta pudiéramos haber sido amigos, pues somos compatriotas; solo que hasta ahora, estamos enfrentados, porque militamos en bandos diferentes y defendemos intereses opuestos en esta guerra que le han declarado los distintos gobiernos de la oligarquía al pueblo colombiano.
En nuestra opinión, ustedes están defendiendo unas instituciones corruptas y a una clase dirigente, responsable de las peores tragedias de nuestro pueblo, y con eso creen estar defendiendo la patria. Y en su opinión, seguramente nosotros merecemos los peores epítetos, pues estamos subvirtiendo el orden público que a ustedes les obligan defender.
Paradójicamente, ustedes y nosotros pertenecemos a la misma clase social, y, junto a una inmensa mayoría de colombianos, padecemos las consecuencias de una política anti popular y despiadada contra los intereses de las mayorías, practicada por los sucesivos gobiernos que representan los intereses de las clases dominantes.
Los invitamos a reflexionar sobre los siguientes puntos:
Colombia, a pesar de ser una nación privilegiada en recursos naturales y humanos tiene uno de los índices más altos de pobreza, corrupción, represión y desigualdad que hay en el mundo. A eso hemos llegado, porque la casta política en el poder, plutocrática y latifundista, ha sido incapaz de resolver la condición de miseria y desigualdad que vive el país, porque su mezquindad ha impedido la construcción de un proyecto de nación en que quepamos todos, que unifique el sentimiento patriótico y recoja los anhelos de igualdad, soberanía y dignidad que nos legaron los fundadores de esta nación y los verdaderos padres de la patria.
En vez de eso, lo que tenemos es un país en el que una inmensa masa de ciudadanos trabaja, sufre y padece, al servicio de una pequeña cúpula de privilegiados, políticos corruptos, mafiosos, banqueros desalmados, terratenientes retrógrados y, codiciosos empresarios, ligados al capital extranjero.
Para garantizar sus privilegios y mantener intacto todo ese injusto estado de cosas, quienes detentan el poder, le han cambiado el carácter y la naturaleza a las Fuerzas Armadas de la nación, cuya razón de ser, según el apotegma que nos legara El Libertador, es la defensa de la vida y honra de todos los colombianos, así como de la soberanía patria, para trocarlo en un vergonzoso instrumento clasista de represión contra sus propios hermanos nacionales, y defensoras a ultranza de intereses extranjeros y de en el poder, al extremo de llegar a considerar a sus propios hermanos nacionales como enemigos a vencer en una "guerra interna".
Como expertos sofistas han hecho repetir hasta volverlo artículo de fe, que este ejército manchado de sangre del pueblo y paramilitar que tenemos, es dizque de la patria. Obrar con "patriotismo" sería, entonces, defender los intereses y los valores de las clases dominantes.
La Patria, en la acepción oligárquica, son las clases dominantes, lo que ellas poseen y lo que las representa. Obrar con patriotismo seria entonces, defender los intereses y la escala de valores de las clases en el poder. La oligarquía confunde la patria con su Capital.
Por eso, cuando a la Fuerza pública le toca intervenir en un conflicto laboral, van derecho a reprimir a los obreros o a los campesinos. Nunca a los patrones. Con las manifestaciones pasa lo mismo. En ocasiones, infiltran provocadores, y cuando se crea el pretexto, están listos a aplastar con violencia la protesta.
Pero, si se trata de un reclamo que está organizado por la burguesía, saben que no pueden reprimir. La Fuerza Pública ha sido educada para hacer esta distinción, soldados y policías saben, sin que se lo repitan, que con los de arriba no hay que meterse, o mejor, que les deben sumisión y respeto, hagan lo que hagan.
Se ha llegado hasta el extremo de afirmar que tal ejército clasista es la encarnación de la "Patria". Y por el camino de estos exabruptos hemos llegado a ver la "Patria" dizque "encarnada" en personajes siniestros, verdaderos truhanes como Rito Alejo del Río, Iván Ramírez o Mario Montoya y hasta por Uribe y Juan Manuel Santos. Así pues, el mito de que tenemos un Ejército "nacional", que nada tendría que ver con intereses de clase o partidistas, y que solo estaría comprometido con "la Patria" es una fábula que se cae sola, pues está más que comprobada la participación directa de la Fuerza Pública en masacres y asesinatos contra la gente humilde.
El escándalo de los mal llamados "falsos positivos" no es más que la punta del iceberg de un genocidio contra el pueblo que se viene cometiendo hace décadas. Está probada su complicidad con los crímenes de los paramilitares para permitirles impunemente la apropiación de tierras.
Desde luego, esta realidad no va a desaparecer con "explicaciones" cínicas, que pretenden tapar la política delictiva de las Fuerzas Armadas con el "argumento" de que se trata de "casos aislados". Miles de casos comprobados conspiran contra esta falacia.
En contra posición, para nosotros y la mayoría de colombianos la Patria es ante todo, el territorio de la Nación, con su biodiversidad y con sus riquezas naturales. La Patria es también la población y la cultura, que con sus manos y su inteligencia han creado las gentes de nuestro pueblo.
De tal modo que los 45 millones de colombianos somos parte integrante de la Patria. Por eso, cuando las cifras hablan de 34 millones de compatriotas viviendo en la pobreza absoluta, es la Patria la que está empobrecida.
Y cuando hay millones de compatriotas que viven en tugurios, es la Patria la que no tiene techo. Y los miles que mueren por falta de asistencia médica? Y los niños que se quedan sin escuela? Y los millones de campesinos desplazados por el terror oficial y paramilitar? Será que esos no hacen parte de la Patria?
Por eso decimos que ceder la dirección del ejército al Pentágono o convertir la policía en apéndice de la DEA o entregarle el petróleo, el carbón o nuestra biodiversidad, etc., a compañías extranjeras, son actos antipatrióticos, y los que lo hacen, auténticos apátridas.
No estamos inventando nada. Desde sus orígenes, Colombia es un país que ha sido gobernado por sus clases dominantes bajo la retrograda divisa de: a sangre y fuego.
La Violencia ha sido el modus operandi de nuestros gobernantes. Las llamadas "guerras civiles" en el siglo XIX se sucedieron una tras otra, impuestas a capricho de uno y otro gamonal, con una regularidad casi natural. Pero, fue a partir de los gobiernos del conservador Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez (1946 - 1953), cuando esa violencia asumió formas dantescas. Los chulavitas y los pájaros sembraron de muerte todo el territorio nacional.
La destrucción total de pueblos y veredas, el desplazamiento forzado de miles de campesinos, el imperio del miedo en las ciudades y la Violencia, fue como un huracán que lo asolaba todo y no dejaba nada a su paso.
Jamás ha habido en nuestra patria democracia real, porque un Estado que hace de la violencia, el asesinato sistemático de sus opositores y de la impunidad, su principal ejercicio político, jamás podrá ser democrático.
Así fue como llegamos a esta guerra que libramos actualmente, porque hubo algunos que no soportamos más tanta iniquidad y en defensa propia, de la vida y de nuestro pueblo, nos alzamos en armas.
Como verán, ni nuestro alzamiento ni esta guerra que nos impusieron, surgió por dogmatismos ni generación espontanea. Una larga historia la precede.
Y es así, como luego de duros y cruentos combates librados a lo largo y ancho de la geografía patria, como sucede en todas las guerras, -y en Colombia hay una guerra- ustedes fueron hechos prisioneros. Muchos de los nuestros también lo fueron.
Hemos respetado, según está establecido en nuestras normas y principios, su integridad y su dignidad, sin torturas, sin vejámenes ni interrogatorios denigrantes, y si hemos tenido que recurrir a cadenas es solo porque en las condiciones de una guerrilla móvil, que lucha en la selva, que no posee estructuras carcelarias y en medio de un asedio permanente, no existe otro medio que garantice su aseguramiento.
Las FARC - EP no tienen ni tendrán en el desenvolvimiento de la resistencia y lucha de emancipación, el historial de crueldad que en cuanto al trato a prisioneros, pretenden establecer sus enemigos. Lo que sí existen son evidencias de la forma como se manipula información falsa para desprestigiar en este campo a la insurgencia.
Muy al contrario del trato que se da a los guerrilleros presos en las prisiones del régimen como ocurre por ejemplo, con el digno Simón Trinidad, a quien mantienen en una cárcel de alta seguridad, durante hace mas de 6 años, las 24 horas del día en un cajón de concreto, con las luces encendidas, con vista a nada diferente que las cuatro paredes de la gaveta en que suele estar y encadenado de pies y manos, sin que se pueda alegar en este caso razones de seguridad, sino de sevicia con el prisionero.
En toda guerra, en todos los tiempos y en todos los lugares del mundo cuando como resultado de la confrontación las partes capturan prisioneros, se procede al intercambio.
No obstante, esta oligarquía no quiere ahora mover ni un solo dedo para aprobar la Ley de Canje que permita la liberación de sus prisioneros, así como de los guerrilleros, recurriendo a métodos arteros y de baja estofa, al sofisma de la traición y del engaño, prolongando innecesariamente el tiempo de retención de esos oficiales y sub-oficiales, que ellos mismos enviaron a la guerra y que vieron morir sus compañeros en el combate, arriesgando la vida, para defender los intereses económicos de unos plutócratas insensibles y las instituciones podridas de un Estado mafioso.
Poco les importa porque no es la oligarquía la que sobrelleva el peso de la guerra, ni los hijos de los grandes capitalistas, terratenientes o politiqueros, sino los hijos de los pobres los que sirven de carne de cañón para su guerra. A todas estas vale la pena preguntarnos: por qué en Colombia los hijos de los ricos no pagan servicio militar? Si son ellos los que se benefician de la guerra? O será que en las selvas de Colombia habrán quedado algún a vez, los restos de algún hijo de los linajudos Santo Domingo, los Sarmiento Angulo, de Ardila Lule, de los fantoches Santos o del bravucón de Uribe?
Qué va! Los unos están disfrutando las canonjías de alguna embajada del primer mundo, otros, pasando el año sabático en universidades europeas y los más, entregados a la dolcevita, porque nuestra clase dominante solo practica el único patriotismo que conoce: el patriotismo hedonista, bocón y sibarita.
Así las cosas, qué interés pueden tener en que se le ponga fin al cautiverio de unos hombre de armas? Ninguno!
El sueño de las clases dominantes, en Colombia, siempre ha sido el de ponerle fin al crónico conflicto armado, sin ninguna consecuencia política que afecte sus egoístas privilegios. Esto es, que los pobres agachemos la cerviz, y que el statu quo no sufra la más mínima modificación que los perturbe. Según ellos, los guerrilleros, simplemente, entregarían sus armas e ipso facto quedarían reinsertados, o si lo prefieren, según propuesta del autócrata de turno, podrían irse a vivir a Paris, a los Campos Elíseos.
No es serio sino cínico y desalmado pensar así, después de tantos años de guerra, y después de la carnicería a la que para conservar sus privilegios han sometido a todo el pueblo colombiano. La burguesía, cree que todo en la vida es mercancía, todo lo reduce a los negocios, porque no conoce de la dignidad.
Por nuestra parte hemos dicho que seguiremos luchando por el canje, por una ley que oficialice el intercambio humanitario de prisioneros, que abra las puertas al inicio de un proceso de paz que ponga fin a la guerra que vivimos y siente la bases para la construcción de una Nueva Colombia que haga incluyente del progreso a los pobres.
Mientras eso acontece, los guerrilleros de las FARC EP seguiremos luchando por nuestro pueblo y por un cambio en las estructuras sociales que conduzcan a que en Colombia conquistemos esa paz con Justicia Social que es el sueño de todos los colombianos, la que no es posible alcanzar sin unas profundas reformas sociales y políticas y de un modelo económico que integre a los millones de desplazados, a las mayorías empobrecidas y a todos los excluidos por la oligarquía del sueño de tener una patria para todos. Sin eso, no hay estrategia militar por muy financiada que esté, que pueda acabar con este conflicto que vivimos.
Compatriotas, FARC - EP
Secretariado del E. M. C
FARC - EP
Montañas de Colombia,
Cordial saludo. La presente tiene por objeto, darles a conocer algunas opiniones de los guerrilleros que integramos las FARC - EP y escuchar las de ustedes:
Ante todo, déjennos decirles que ustedes, en lo personal no son nuestros enemigos, pues no escapa a nuestra comprensión la situación personal y familiar que atraviesan, como la de centenares de guerrilleros presos actualmente en distintas cárceles, en su condición de prisioneros de guerra, porque esta guerra ha tocado muy hondo el alma de todos los colombianos.
No hay pues, nada personal en esto. Tal vez ni nos conocíamos, y a lo mejor, en otras circunstancias, hasta pudiéramos haber sido amigos, pues somos compatriotas; solo que hasta ahora, estamos enfrentados, porque militamos en bandos diferentes y defendemos intereses opuestos en esta guerra que le han declarado los distintos gobiernos de la oligarquía al pueblo colombiano.
En nuestra opinión, ustedes están defendiendo unas instituciones corruptas y a una clase dirigente, responsable de las peores tragedias de nuestro pueblo, y con eso creen estar defendiendo la patria. Y en su opinión, seguramente nosotros merecemos los peores epítetos, pues estamos subvirtiendo el orden público que a ustedes les obligan defender.
Paradójicamente, ustedes y nosotros pertenecemos a la misma clase social, y, junto a una inmensa mayoría de colombianos, padecemos las consecuencias de una política anti popular y despiadada contra los intereses de las mayorías, practicada por los sucesivos gobiernos que representan los intereses de las clases dominantes.
Los invitamos a reflexionar sobre los siguientes puntos:
Colombia, a pesar de ser una nación privilegiada en recursos naturales y humanos tiene uno de los índices más altos de pobreza, corrupción, represión y desigualdad que hay en el mundo. A eso hemos llegado, porque la casta política en el poder, plutocrática y latifundista, ha sido incapaz de resolver la condición de miseria y desigualdad que vive el país, porque su mezquindad ha impedido la construcción de un proyecto de nación en que quepamos todos, que unifique el sentimiento patriótico y recoja los anhelos de igualdad, soberanía y dignidad que nos legaron los fundadores de esta nación y los verdaderos padres de la patria.
En vez de eso, lo que tenemos es un país en el que una inmensa masa de ciudadanos trabaja, sufre y padece, al servicio de una pequeña cúpula de privilegiados, políticos corruptos, mafiosos, banqueros desalmados, terratenientes retrógrados y, codiciosos empresarios, ligados al capital extranjero.
Para garantizar sus privilegios y mantener intacto todo ese injusto estado de cosas, quienes detentan el poder, le han cambiado el carácter y la naturaleza a las Fuerzas Armadas de la nación, cuya razón de ser, según el apotegma que nos legara El Libertador, es la defensa de la vida y honra de todos los colombianos, así como de la soberanía patria, para trocarlo en un vergonzoso instrumento clasista de represión contra sus propios hermanos nacionales, y defensoras a ultranza de intereses extranjeros y de en el poder, al extremo de llegar a considerar a sus propios hermanos nacionales como enemigos a vencer en una "guerra interna".
Como expertos sofistas han hecho repetir hasta volverlo artículo de fe, que este ejército manchado de sangre del pueblo y paramilitar que tenemos, es dizque de la patria. Obrar con "patriotismo" sería, entonces, defender los intereses y los valores de las clases dominantes.
La Patria, en la acepción oligárquica, son las clases dominantes, lo que ellas poseen y lo que las representa. Obrar con patriotismo seria entonces, defender los intereses y la escala de valores de las clases en el poder. La oligarquía confunde la patria con su Capital.
Por eso, cuando a la Fuerza pública le toca intervenir en un conflicto laboral, van derecho a reprimir a los obreros o a los campesinos. Nunca a los patrones. Con las manifestaciones pasa lo mismo. En ocasiones, infiltran provocadores, y cuando se crea el pretexto, están listos a aplastar con violencia la protesta.
Pero, si se trata de un reclamo que está organizado por la burguesía, saben que no pueden reprimir. La Fuerza Pública ha sido educada para hacer esta distinción, soldados y policías saben, sin que se lo repitan, que con los de arriba no hay que meterse, o mejor, que les deben sumisión y respeto, hagan lo que hagan.
Se ha llegado hasta el extremo de afirmar que tal ejército clasista es la encarnación de la "Patria". Y por el camino de estos exabruptos hemos llegado a ver la "Patria" dizque "encarnada" en personajes siniestros, verdaderos truhanes como Rito Alejo del Río, Iván Ramírez o Mario Montoya y hasta por Uribe y Juan Manuel Santos. Así pues, el mito de que tenemos un Ejército "nacional", que nada tendría que ver con intereses de clase o partidistas, y que solo estaría comprometido con "la Patria" es una fábula que se cae sola, pues está más que comprobada la participación directa de la Fuerza Pública en masacres y asesinatos contra la gente humilde.
El escándalo de los mal llamados "falsos positivos" no es más que la punta del iceberg de un genocidio contra el pueblo que se viene cometiendo hace décadas. Está probada su complicidad con los crímenes de los paramilitares para permitirles impunemente la apropiación de tierras.
Desde luego, esta realidad no va a desaparecer con "explicaciones" cínicas, que pretenden tapar la política delictiva de las Fuerzas Armadas con el "argumento" de que se trata de "casos aislados". Miles de casos comprobados conspiran contra esta falacia.
En contra posición, para nosotros y la mayoría de colombianos la Patria es ante todo, el territorio de la Nación, con su biodiversidad y con sus riquezas naturales. La Patria es también la población y la cultura, que con sus manos y su inteligencia han creado las gentes de nuestro pueblo.
De tal modo que los 45 millones de colombianos somos parte integrante de la Patria. Por eso, cuando las cifras hablan de 34 millones de compatriotas viviendo en la pobreza absoluta, es la Patria la que está empobrecida.
Y cuando hay millones de compatriotas que viven en tugurios, es la Patria la que no tiene techo. Y los miles que mueren por falta de asistencia médica? Y los niños que se quedan sin escuela? Y los millones de campesinos desplazados por el terror oficial y paramilitar? Será que esos no hacen parte de la Patria?
Por eso decimos que ceder la dirección del ejército al Pentágono o convertir la policía en apéndice de la DEA o entregarle el petróleo, el carbón o nuestra biodiversidad, etc., a compañías extranjeras, son actos antipatrióticos, y los que lo hacen, auténticos apátridas.
No estamos inventando nada. Desde sus orígenes, Colombia es un país que ha sido gobernado por sus clases dominantes bajo la retrograda divisa de: a sangre y fuego.
La Violencia ha sido el modus operandi de nuestros gobernantes. Las llamadas "guerras civiles" en el siglo XIX se sucedieron una tras otra, impuestas a capricho de uno y otro gamonal, con una regularidad casi natural. Pero, fue a partir de los gobiernos del conservador Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez (1946 - 1953), cuando esa violencia asumió formas dantescas. Los chulavitas y los pájaros sembraron de muerte todo el territorio nacional.
La destrucción total de pueblos y veredas, el desplazamiento forzado de miles de campesinos, el imperio del miedo en las ciudades y la Violencia, fue como un huracán que lo asolaba todo y no dejaba nada a su paso.
Jamás ha habido en nuestra patria democracia real, porque un Estado que hace de la violencia, el asesinato sistemático de sus opositores y de la impunidad, su principal ejercicio político, jamás podrá ser democrático.
Así fue como llegamos a esta guerra que libramos actualmente, porque hubo algunos que no soportamos más tanta iniquidad y en defensa propia, de la vida y de nuestro pueblo, nos alzamos en armas.
Como verán, ni nuestro alzamiento ni esta guerra que nos impusieron, surgió por dogmatismos ni generación espontanea. Una larga historia la precede.
Y es así, como luego de duros y cruentos combates librados a lo largo y ancho de la geografía patria, como sucede en todas las guerras, -y en Colombia hay una guerra- ustedes fueron hechos prisioneros. Muchos de los nuestros también lo fueron.
Hemos respetado, según está establecido en nuestras normas y principios, su integridad y su dignidad, sin torturas, sin vejámenes ni interrogatorios denigrantes, y si hemos tenido que recurrir a cadenas es solo porque en las condiciones de una guerrilla móvil, que lucha en la selva, que no posee estructuras carcelarias y en medio de un asedio permanente, no existe otro medio que garantice su aseguramiento.
Las FARC - EP no tienen ni tendrán en el desenvolvimiento de la resistencia y lucha de emancipación, el historial de crueldad que en cuanto al trato a prisioneros, pretenden establecer sus enemigos. Lo que sí existen son evidencias de la forma como se manipula información falsa para desprestigiar en este campo a la insurgencia.
Muy al contrario del trato que se da a los guerrilleros presos en las prisiones del régimen como ocurre por ejemplo, con el digno Simón Trinidad, a quien mantienen en una cárcel de alta seguridad, durante hace mas de 6 años, las 24 horas del día en un cajón de concreto, con las luces encendidas, con vista a nada diferente que las cuatro paredes de la gaveta en que suele estar y encadenado de pies y manos, sin que se pueda alegar en este caso razones de seguridad, sino de sevicia con el prisionero.
En toda guerra, en todos los tiempos y en todos los lugares del mundo cuando como resultado de la confrontación las partes capturan prisioneros, se procede al intercambio.
No obstante, esta oligarquía no quiere ahora mover ni un solo dedo para aprobar la Ley de Canje que permita la liberación de sus prisioneros, así como de los guerrilleros, recurriendo a métodos arteros y de baja estofa, al sofisma de la traición y del engaño, prolongando innecesariamente el tiempo de retención de esos oficiales y sub-oficiales, que ellos mismos enviaron a la guerra y que vieron morir sus compañeros en el combate, arriesgando la vida, para defender los intereses económicos de unos plutócratas insensibles y las instituciones podridas de un Estado mafioso.
Poco les importa porque no es la oligarquía la que sobrelleva el peso de la guerra, ni los hijos de los grandes capitalistas, terratenientes o politiqueros, sino los hijos de los pobres los que sirven de carne de cañón para su guerra. A todas estas vale la pena preguntarnos: por qué en Colombia los hijos de los ricos no pagan servicio militar? Si son ellos los que se benefician de la guerra? O será que en las selvas de Colombia habrán quedado algún a vez, los restos de algún hijo de los linajudos Santo Domingo, los Sarmiento Angulo, de Ardila Lule, de los fantoches Santos o del bravucón de Uribe?
Qué va! Los unos están disfrutando las canonjías de alguna embajada del primer mundo, otros, pasando el año sabático en universidades europeas y los más, entregados a la dolcevita, porque nuestra clase dominante solo practica el único patriotismo que conoce: el patriotismo hedonista, bocón y sibarita.
Así las cosas, qué interés pueden tener en que se le ponga fin al cautiverio de unos hombre de armas? Ninguno!
El sueño de las clases dominantes, en Colombia, siempre ha sido el de ponerle fin al crónico conflicto armado, sin ninguna consecuencia política que afecte sus egoístas privilegios. Esto es, que los pobres agachemos la cerviz, y que el statu quo no sufra la más mínima modificación que los perturbe. Según ellos, los guerrilleros, simplemente, entregarían sus armas e ipso facto quedarían reinsertados, o si lo prefieren, según propuesta del autócrata de turno, podrían irse a vivir a Paris, a los Campos Elíseos.
No es serio sino cínico y desalmado pensar así, después de tantos años de guerra, y después de la carnicería a la que para conservar sus privilegios han sometido a todo el pueblo colombiano. La burguesía, cree que todo en la vida es mercancía, todo lo reduce a los negocios, porque no conoce de la dignidad.
Por nuestra parte hemos dicho que seguiremos luchando por el canje, por una ley que oficialice el intercambio humanitario de prisioneros, que abra las puertas al inicio de un proceso de paz que ponga fin a la guerra que vivimos y siente la bases para la construcción de una Nueva Colombia que haga incluyente del progreso a los pobres.
Mientras eso acontece, los guerrilleros de las FARC EP seguiremos luchando por nuestro pueblo y por un cambio en las estructuras sociales que conduzcan a que en Colombia conquistemos esa paz con Justicia Social que es el sueño de todos los colombianos, la que no es posible alcanzar sin unas profundas reformas sociales y políticas y de un modelo económico que integre a los millones de desplazados, a las mayorías empobrecidas y a todos los excluidos por la oligarquía del sueño de tener una patria para todos. Sin eso, no hay estrategia militar por muy financiada que esté, que pueda acabar con este conflicto que vivimos.
Compatriotas, FARC - EP
Secretariado del E. M. C
FARC - EP
Montañas de Colombia,
LA DERECHA MEDIÁTICA DE SEVILLA CONTRA LA SOLIDARIDAD INTERNACIONALISTA
La prensa local reaccionaria de Sevilla, en connivencia con su brazo político el Partido Popular, han vuelto a golpear con dureza a los colectivos de solidaridad internacionalista que trabajan en la ciudad.
En una estrategia vomitiva que solo pretende dañar la imagen del gobierno local (PSOE-IU) ABC, El Mundo y otros medios han continuado su campaña contra la presencia comunista en el consistorio criminalizado a una de las ONG con las que este colabora. En esta ocasión se trata de la colombiana Redvivir que ha sido señalada por estos medios como una asociación presidida por un militante comunista colombiano, fundador de la “Unidad Patriótica que como es sabido fue el brazo político de la guerrilla durante los años 80”.
La campaña de acoso se ha continuado en Colombia donde, según ABC, personas cercanas al Presidente Uribe habrían puesto en conocimiento de los órganos de la seguridad la existencia de esta ayuda para ser investigada.
No contentos con ello, ABC ha señalado con el dedo al compañero Jaime Cedano, desplazado político colombiano en Sevilla, como un “histórico de la defensa de la guerrilla en el ámbito político” con lo que esto conlleva para Jaime, sus familiares y amigos que si sufren algún tipo de agresión podrán agradecérsela a Alberto García Reyes, redactor de ABC y cocinero de las mentiras que por su falta de ética profesional y su absoluta carencia de escrúpulos acaba de poner en el disparadero de los paramilitares colombianos no solo a Jaime si no a toda la asociación Redvivir.
Igualmente, los voceros del neofranquismo sevillano publicaron el pasado lunes 16 una noticia falsa donde anunciaban que IU había enviado dos millones de euros a Cuba en su titular. Bastaba leer el artículo completo para comprobar que la cantidad dedicada a cooperación alcanzaba el millón de euros y que el resto de los 1,8 millones a los que el artículo hacía referencia se había dedicado a otro tipo de actividades de índole cultural, lúdica o institucional en Sevilla. Destacan en este tipo de artículos que nunca aparecen los objetos de los proyectos para evitar que la ciudadanía conozca la autentica trascendencia de ellos y acabe asociando la solidaridad con la corrupción o la financiación de organizaciones amigas, que es justo lo que la derecha española hace y sus medios nunca publican.
En vez de conocer que la solidaridad internacional impulsa campañas en pos de la alfabetización, apoya la campaña contra el dengue en Cuba, da apoyo psicológico a los niños con estrés de guerra en Palestina, permite la construcción de infraestructuras para la salud o el abastecimiento de agua potable en el Sahara, los ciudadanos se llevan la imagen falsa, de que en plena crisis, su dinero es despilfarrado en financiar chiringuitos de dudosa credibilidad en el extranjero.
Esta estrategia de criminalización de los movimientos de solidaridad no es nueva en absoluto para nosotros. Basta con recordar el caso de Remedios García Albert o los furibundos ataques que en Puerto Real sufre el compañero Pepe Barroso. Lo novedoso es que se utilice a la solidaridad para atacar a un gobierno local que se ha comprometido con ella, o al menos por la parte que le ha tocado a IU y que se haga toda una campaña ideológica por parte de los medios reaccionarios contra un tipo de solidaridad con los movimientos sociales reales en América Latina mientras intentan promocionar otro tipo de solidaridad de cartón piedra vinculada, generalmente, a ONG´s que funcionan más como empresas de gestión de la caridad y que en la mayoría de los casos tienen sospechosas conexiones con la Iglesia Católica.
Igual en las próximas campañas de desprestigio acaban pidiendo que las asociaciones, ONG´s y colectivos vengan avalados por la opinión de algún miembro del consejo de redacción de ABC, El Mundo, La Razón o Diario de Sevilla.
Es triste que la solidaridad se tenga que ver afectada por las vendettas personales de periodistas sin ética y sin escrúpulos. Es triste que los intereses inmobiliarios en el Parque Periurbano de Tablada de la plana mayor del ABC sevillano condicionen lo que vamos a leer en la prensa local, es triste que según el principio goebbeliano del orquestamiento las mentiras que ese medio difunde hoy sean repetidas desde diferentes ángulos por el resto de medios mañana, pero más triste aún es que la mentira quedara por enésima vez impune, con el agravante de que esta vez se ha puesto en el punto de mira de las violentas organizaciones de la derecha colombiana a compañeros inocentes, manchándose uno de los valores más justos y elevados de la sociedad, la solidaridad, que como dijo Che Guevara, es la ternura de los pueblos.
Pero ya se sabe, “Que la verdad no te impida un buen titular” es la máxima que manda en los medios de masas.
Fuentes: Cubainformación TV/
Edición de: PrensaPopularSolidaria ComunistasMiranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/
En una estrategia vomitiva que solo pretende dañar la imagen del gobierno local (PSOE-IU) ABC, El Mundo y otros medios han continuado su campaña contra la presencia comunista en el consistorio criminalizado a una de las ONG con las que este colabora. En esta ocasión se trata de la colombiana Redvivir que ha sido señalada por estos medios como una asociación presidida por un militante comunista colombiano, fundador de la “Unidad Patriótica que como es sabido fue el brazo político de la guerrilla durante los años 80”.
La campaña de acoso se ha continuado en Colombia donde, según ABC, personas cercanas al Presidente Uribe habrían puesto en conocimiento de los órganos de la seguridad la existencia de esta ayuda para ser investigada.
No contentos con ello, ABC ha señalado con el dedo al compañero Jaime Cedano, desplazado político colombiano en Sevilla, como un “histórico de la defensa de la guerrilla en el ámbito político” con lo que esto conlleva para Jaime, sus familiares y amigos que si sufren algún tipo de agresión podrán agradecérsela a Alberto García Reyes, redactor de ABC y cocinero de las mentiras que por su falta de ética profesional y su absoluta carencia de escrúpulos acaba de poner en el disparadero de los paramilitares colombianos no solo a Jaime si no a toda la asociación Redvivir.
Igualmente, los voceros del neofranquismo sevillano publicaron el pasado lunes 16 una noticia falsa donde anunciaban que IU había enviado dos millones de euros a Cuba en su titular. Bastaba leer el artículo completo para comprobar que la cantidad dedicada a cooperación alcanzaba el millón de euros y que el resto de los 1,8 millones a los que el artículo hacía referencia se había dedicado a otro tipo de actividades de índole cultural, lúdica o institucional en Sevilla. Destacan en este tipo de artículos que nunca aparecen los objetos de los proyectos para evitar que la ciudadanía conozca la autentica trascendencia de ellos y acabe asociando la solidaridad con la corrupción o la financiación de organizaciones amigas, que es justo lo que la derecha española hace y sus medios nunca publican.
En vez de conocer que la solidaridad internacional impulsa campañas en pos de la alfabetización, apoya la campaña contra el dengue en Cuba, da apoyo psicológico a los niños con estrés de guerra en Palestina, permite la construcción de infraestructuras para la salud o el abastecimiento de agua potable en el Sahara, los ciudadanos se llevan la imagen falsa, de que en plena crisis, su dinero es despilfarrado en financiar chiringuitos de dudosa credibilidad en el extranjero.
Esta estrategia de criminalización de los movimientos de solidaridad no es nueva en absoluto para nosotros. Basta con recordar el caso de Remedios García Albert o los furibundos ataques que en Puerto Real sufre el compañero Pepe Barroso. Lo novedoso es que se utilice a la solidaridad para atacar a un gobierno local que se ha comprometido con ella, o al menos por la parte que le ha tocado a IU y que se haga toda una campaña ideológica por parte de los medios reaccionarios contra un tipo de solidaridad con los movimientos sociales reales en América Latina mientras intentan promocionar otro tipo de solidaridad de cartón piedra vinculada, generalmente, a ONG´s que funcionan más como empresas de gestión de la caridad y que en la mayoría de los casos tienen sospechosas conexiones con la Iglesia Católica.
Igual en las próximas campañas de desprestigio acaban pidiendo que las asociaciones, ONG´s y colectivos vengan avalados por la opinión de algún miembro del consejo de redacción de ABC, El Mundo, La Razón o Diario de Sevilla.
Es triste que la solidaridad se tenga que ver afectada por las vendettas personales de periodistas sin ética y sin escrúpulos. Es triste que los intereses inmobiliarios en el Parque Periurbano de Tablada de la plana mayor del ABC sevillano condicionen lo que vamos a leer en la prensa local, es triste que según el principio goebbeliano del orquestamiento las mentiras que ese medio difunde hoy sean repetidas desde diferentes ángulos por el resto de medios mañana, pero más triste aún es que la mentira quedara por enésima vez impune, con el agravante de que esta vez se ha puesto en el punto de mira de las violentas organizaciones de la derecha colombiana a compañeros inocentes, manchándose uno de los valores más justos y elevados de la sociedad, la solidaridad, que como dijo Che Guevara, es la ternura de los pueblos.
Pero ya se sabe, “Que la verdad no te impida un buen titular” es la máxima que manda en los medios de masas.
Fuentes: Cubainformación TV/
Edición de: PrensaPopularSolidaria ComunistasMiranda
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