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miércoles, 3 de febrero de 2016

VENEZUELA: PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA_PCV PLANTEA QUE ES NECESARIO CONFRONTAR, DESLINDAR Y ACUMULAR FUERZAS REVOLUCIONARIAS PARA AVANZAR EN LA RESOLUCIÓN DE LA CRISIS CAPITALISTA


Oscar Figuera, Secretario General del Partido Comunista de Venezuela (PCV)
Confrontar con todas aquellas fuerzas sociales y políticas que expresen los intereses del capital, de las transnacionales y del imperialismo”, con lo cual Figuera se refirió no solo a los sectores de la derecha, sino también aquellos que “actúan desde posturas que se dicen identificadas con el proceso político bolivariano”
Hemos dejado claro en todo momento que en Venezuela no hay socialismo, sino un proceso que avanza en la línea de la liberación nacional”, enfatizó Figuera, al mismo tiempo que recordó que el Partido de la Clase Obrera, el Parido Comunista de Venezuela_PCV había alertado reiteradamente sobre la necesidad de superar el modelo de acumulación rentista y dependiente  o de lo contrario “las importantes conquistas políticas, económicas, sociales, culturales, e incluso la independencia conquistada frente al imperialismo estaban en riesgo, y eso es lo que está pasando hoy”.
Confrontar cualquier posición del fascismo y del reformismo
Para el PCV, la actual crisis no se resuelve “con alianzas entre grupos monopólicos de la burguesía transnacional, dependientes del capital financiero mundial (…) no se resuelve con más capitalismo”, tal como lo plantea la oposición venezolana; por el contrario “esta crisis del modelo y del sistema se resuelve con una política profundamente revolucionaria, transformadora, que abra perspectivas de verdad a la construcción del Socialismo”.
En este sentido, Oscar Figuera indicó que el 30º Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela_PCV ratificó la línea de acción de la militancia comunista de “impulsar el proceso de acumulación de fuerzas obrera, campesina, popular, revolucionaria, que nos permita construir una nueva correlación de fuerzas con el liderazgo de los trabajadores y trabajadoras de la ciudad y el campo”.
Para el PCV esta acción debe permitir al movimiento revolucionario dar el salto para “enfrentar tanto a los sectores de la derecha fascista, abiertamente proimperialista, como a los sectores del reformismo, de la centroizquierda, que asumiendo discursos revolucionarios, están construyendo alianzas con los sectores de la reacción histórica de nuestro país.
El Secretario General del Partido Comunista de Venezuela, Oscar Figuera, Portavoz de la dirección nacional comunista, señaló que esta orientación la han sintetizado como “confrontar, deslindar y acumular para avanzar”, palabras que definirán las acciones políticas de la militancia comunista para hacer frente al actual panorama de la lucha de clases en nuestro país.
“Confrontar con todas aquellas fuerzas sociales y políticas que expresen los intereses del capital, de las transnacionales y del imperialismo”, con lo cual Figuera se refirió no solo a los sectores de la derecha, sino también aquellos que “actúan desde posturas que se dicen identificadas con el proceso político bolivariano”.
Finalmente, recalcó el compromiso del PCV con el proceso bolivariano, de cambios antiimperialista, antioligárquico, antimonopólico en Venezuela, por una democracia participativa, donde los trabajadores y trabajadoras tengan un papel fundamental en la dirección política y en instrumentos unitarios de lucha revolucionaria, que permitan movilizar a las bases populares contra los problemas económicos, alimentarios, de inseguridad y la corrupción, la cual debemos “golpear con mucha fuerza, esté donde esté”.

Fuente. Tribuna Popular/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com

ESPAÑA: POR UN PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA_PCE ORGANIZADO EN LA CLASE OBRERA, LOS TRABAJADORES Y LOS SINDICATOS FUNDAMENTALMENTE


Javier Parra

En 1976 el Pleno de Roma del Comité Central del PCE decidió eliminar la estructura de la organización basada en sus células de base y se reorganizó a los militantes en agrupaciones de carácter territorial, lo que en la práctica significaba la disolución de toda la estructura en las empresas, el ejército,  y los frentes de masas; una decisión que facilitaba su legalización y desactivaba el peligro para el nuevo régimen de la verdadera fuerza del PCE. Las células del PCE eran grupos pequeños cohesionados y con una vida política intensa, estrechamente vinculados con un sector social o alrededor de un lugar de trabajo. Esto permitía una interlocución y acción directa con la clase obrera, lo que explicaba la extraordinaria fuerza del Partido Comunista en el movimiento obrero, de donde además extraía a la mayor parte de sus militantes. 
Desde hace años los militantes que ingresan en el Partido Comunista lo hacen fundamentalmente porque se sienten comunistas y tienen el convencimiento de que el Partido Comunista es donde deben organizarse. Los nuevos y las nuevas militantes no suelen proceder, sin embargo, (en algunos casos sí) de la acción y el ejemplo del Partido en el conflicto laboral; en los centros de trabajo, allí donde el Partido debería ser interlocutor directo con la clase trabajadora, de la que debería nutrirse continuamente, y a la que debería contribuir a organizar frente a los incesantes ataques que sufre día a día.
La ofensiva contra la clase trabajadora es una ofensiva en forma de reducción de sueldos y salarios, de aumento de la jornada laboral, de generalización de la precariedad, del facilitamiento y el abaratamiento del despido, de ataques contra la negociación colectiva, y en definitiva del debilitamiento del trabajo frente al capital.
Desde hace décadas han sido sucesivos los cambios en la legislación laboral, reformas que han ido liquidando poco a poco derechos y debilitando a la clase trabajadora. Por tanto, frente a la imposición de medidas que aumentan la explotación en las empresas es necesario responder organizando a los trabajadores y trabajadoras en los centros de trabajo.
La tarea estratégica del PCE debe ser la organización y el despliegue en los centros de trabajo como garantía también de que existan organizaciones representativas de los trabajadores más fuertes y fiables. Es ahí donde se producen día a día sucesivas luchas y donde se producen los ataques más violentos contra los trabajadores y trabajadoras. Debe ser ese, por tanto, el principal frente de lucha.