Centralismo Democrático
Concepto Básico Leninista
de la Organizacion y del
funcionamiento de los
Partidos Comunistas
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Por: Javier Parra
En abril de 1978 el IX Congreso del PCE decidió rechazar el término “centralismo democrático” y sustituirlo por una definición en la que señalaba que su funcionamiento estaría regido “por reglas democráticas cuyos militantes deben participar en la elaboración de la línea política y propagarla entre las masas, y en el que la disciplina se considera un factor fundamental de la capacidad, fuerza y prestigio del partido”.
Se argumentaba entonces para la retirada del término que “el centralismo democrático había desarrollado prácticas de funcionamiento que en realidad llevan a un centralismo burocrático” y que “contra ello había que adoptar una posición ofensiva y decir a las masas que el centralismo democrático es únicamente un conjunto de reglas democráticas”.
Alvaro Cunhal, el histórico Secretario General del Partido Comunista Portugués, en su obra “Un Partido con paredes de cristal” (1985), era bastante más riguroso y honesto señalaba que “la observancia formal de los principios básicos del centralismo democrático definidos por Lenin […] no define por sí sola el funcionamiento orgánico del Partido, la verdadera relación entre la Dirección y la base, y mucho menos el estilo de trabajo”
Y añadía que “dentro del cumplimiento formal de los principios básicos del centralismo democrático caben muchos y variados métodos de trabajo de dirección y de intervención de los organismos y de los militantes en la vida partidaria.
Y añadía que “dentro del cumplimiento formal de los principios básicos del centralismo democrático caben muchos y variados métodos de trabajo de dirección y de intervención de los organismos y de los militantes en la vida partidaria.
La correlación del centralismo y la democracia puede presentar diferencias profundas en el marco del cumplimiento formal de los principios clásicos fundamentales. Puede haber un fuerte centralismo en las decisiones, sin participación efectiva de las organizaciones y de los militantes, salvo por la aprobación de las propuestas llegadas del centro; o puede haber una intervención efectiva de las organizaciones y militantes.