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miércoles, 12 de abril de 2017

EN ARGENTINA, MICAELA FUE DESPEDIDA CON AMOR, CARIÑO, Y UN SENTIMIENTO DE BRONCA PERO TAMBIÉN PROFUNDAMENTE POLÍTICO


Este asesinato es producto de las inseguridades de las que no se habla, que es la inseguridad que viven las mujeres, sobre todo las mujeres pobres

Con el feminicidio de Micaela se ha levantado una vez más la movilización y lucha de las mujeres y del movimiento popular en todo el país, al mismo tiempo que el reclamo por desapariciones y muertes que aún no están resueltas por la justicia. Este asesinato lo sentimos claramente como un atentado al avance del movimiento de mujeres en la región.


Por otro lado  la quita de la intervención del Estado en políticas sociales y en materia de garantía de derechos civiles, produce una cada vez mayor vulnerabilidad en mujeres y niñas y en el colectivo LGTBI, en particular a las travestis, que por su clase y su género se ven sometidxs a todo tipo de violencias. También recrudece la represión y como parte del plan represivo vienen a imponer el disciplinamiento a los cuerpos.
La violación y asesinato de Micaela muestra a las claras que estamos ante un hecho de feminicidio, término que debemos acuñar para poder abordar la integralidad del problema porque no solo se trata de un feminicidio perpetrado por un varón que ejerce violencia de género, sino de un conjunto de delitos contra mujeres que llegan hasta el crimen, en donde el Estado es coautor responsable por acción u omisión   de la masacre a la que estamos siendo sometidas.