SAHARA OCUPADO. TESTIMONIO DE LUIS MANGRANÉ EN SU VIAJE AL SAHARA OCCIDENTAL OCUPADO POR MARRUECOS
*Fuente: Um Draiga
Nota de Um Draiga:
Luis Mangrané es miembro de Um Draiga , y desde esta
última Asamblea miembro de la Junta Directiva. Abogado colegiado en el
REICAZ. Interesante y veraz punto de vista sobre lo que está pasando en
los Territorios Ocupados del Sahara Occidental
Día 1 (30/11/2007)
Viaje Madrid-Las Palmas de Gran Canaria-El Aaiún
Cuando desembarco en el aeropuerto aviso de mi llegada a la Abogada de
Las Palmas Inés Miranda, con la que me cito entre el mostrador de la
compañía aérea y los mostradores de facturación, mientras espero su
llegada confirmo la hora de salida y facturo el equipaje. Conforme pasan
los minutos empiezan a desfilar las primeras familias saharauis,
algunas van cargadas de grandes bolsas de plástico llenas de productos
comprados en la isla, desde palos de escoba hasta protecciones para el
polvo de la puerta de la entrada de casa. En la reunión con Inés me da
consejos para mi estancia en los territorios ocupados y me informa de
los juicios a los que voy a asistir.
El pasaje del avión está compuesto, principalmente, por saharauis y
marroquíes que regresan, además de un soldado de la MINURSO.
Al llegar al aeropuerto del El Aaiún, los españoles que me acompañan no
son controlados como voy a serlo yo a continuación, el agente de la
aduana les deja pasar sin mayor dilación, a mí, sin embargo, antes de
llegar a la cabina del policía me sale al paso otro agente de paisano
que se interesa por mi nacionalidad y profesión --como comprobaré a lo
largo de todo el viaje mi doble condición de español y abogado va a
suponer que los numerosos controles se prolonguen mas de lo normal, ya
que parece despertar un especial interés de los servicios de seguridad
marroquíes--, a continuación paso el control de la aduana donde el
agente allí sentado me hace las mismas preguntas.
En el SAHARA LINE HOTEL se repiten de
nuevo las preguntas de profesión y nacionalidad, el hotel se encuentra
en el centro de la ciudad, a 10 minutos andando de los Juzgados, y en él
se alojan numerosos soldados de la MINURSO, que reciben un cuidadoso
trato de los empleados y dirección del hotel, toda vez que se trata de
sus mejores clientes. En este sentido, observo que la dirección del
hotel ha dispuesto incluso de unos formularios especiales para anotar
las consumiciones de los soldados de la MINURSO.
En la calle del hotel
se acumulan los carros TOYOTAS blancos con el clásico distintivo de la
UN, coches con los que me cruzaré repetidamente durante el viaje, tanto
en la ciudad como en los desplazamientos fuera de ésta. Normalmente
viajan con un solo ocupante. En todo caso, a los miembros de la MINURSO
se les ve relajados, aunque ocasionalmente marchan a pasar unos días de
vacaciones o permiso a las Islas Canarias.
En la habitación me acomodo y realizo
las llamadas de rigor, contacto con los activistas de derechos humanos
que tengo la intención de visitar esta semana, con los que me cito para
el día siguiente. Después salgo a la calle a dar un paseo y cenar, es
viernes por la noche y la ciudad bulle, en cuanto piso la calle y ando
20 metros compruebo que junto al hotel hay un furgón de la gendarmería,
el cual va a permanecer en el mismo sitio y a todas horas durante mi
estancia en la ciudad.
Llego a una zona muy animada y
concurrida, no se ven apenas occidentales o europeos, despertando mi
presencia la curiosidad de algunos de los habitantes de la ciudad, a lo
largo del paseo me cruzo con numerosas patrullas policiales, dispuestas
en esquinas y sitios públicos, como una mezquita por la que paso. Las
hay de varios tipos blancas y azules, éstas similares a nuestros
antidisturbios, ocupadas por policías uniformados de azul y protegidos
los cristales con enrejados metálicos.
De vuelta al hotel ceno en una terraza y veo pasar, ocasionalmente, a
gente vestida con la derrah y la melfa, prendas con las que
tradicionalmente se visten los saharauis y con las que se les puede
distinguir de la población colona marroquí, el tránsito de los policías
es continuo, da la sensación de que es una ciudad ocupada o que fuera a
producirse algún problema grave e inminente, … pero a lo largo de la
semana, como tendré ocasión de comprobar, no sucede ningún
acontecimiento que justifique la numerosa presencia militar y policial
en las calles.
Día 2 (1/12/2007)
Sábado, me doy un paseo por la ciudad, por el Hotel Parador y una
mezquita próxima, la policía, omnipresente, está en todos los lugares,
junto a un instituto el control se hace especialmente intenso, como a lo
largo del viaje observaré los colegios e institutos tienen una fuerte
presencia policial.
En el Hotel Parador, me tomo un café, y compruebo
que han llenado las paredes del pasillo del antiguo hotel español de
fotos de la marcha verde. Un joven saharaui residente en la ciudad de El
Aaiún de me ha definido la “Marcha Verde” como la “marcha Negra”
Las fotos del Rey, Mohamed VI, y de su padre Hassan II, presiden la
entrada al hotel, lo que no es raro por que están en muchas tiendas, en
los hoteles,..., etc. El culto a la bandera marroquí también se hace
notar, está en todos los edificios oficiales, pero también en muchas
casas, tiendas y en las chabolas de los colonos marroquíes venidos desde
Marruecos, también la sede de la MINURSO en El Aaiún se encuentra
rodeada en el exterior por decenas de banderas de Marruecos.
Quedo a comer con activistas de derechos humanos en la ciudad de El
Aaiún, su hospitalidad y amabilidad es la misma que se recibe en los
Campos de refugiados en Tinduf, la tradicional hospitalidad de las
gentes del desierto. Pero las historias de los saharauis que
permanecieron aquí son trágicas, aunque en un sentido diferente a los
desplazados a los Campos de Argelia, aquí las penurias son de otra
índole, historias de represión y cárcel soportados desde la marcha del
Sáhara Occidental por parte de España en 1976.
Relatos de cárcel sin
juicio, no son detenciones ni penas de prisión, son secuestros,
desapariciones, algunos incluso antes de que España se marchara
oficialmente de su provincia en el Africa continental.
Las torturas, humillaciones y vejaciones, que me cuentan van desde el
año 1976 hasta el momento presente. Son historias de personas que fueron
a preguntar por sus familiares desaparecidos y terminaron ellos mismos
en la cárcel durante 4 años, sin juicio ni procedimiento alguno. De los
que estuvieron recluidos 12, 15, 20 años. De ciudadanos que eran
españoles en el momento de la marcha oficial, algunos tan españoles que
incluso tuvieron que aprender el idioma árabe, porque ni siquiera lo
hablaban entonces…
En todo caso, no son historias de un pasado remoto,
ya que las violaciones de derechos humanos siguen produciéndose hoy en
día, aunque no aparezcan en la prensa.
Por la tarde, visito el puerto de El Marsa, los grandes barcos de pesca
son incontables, se amontonan en el muelle del puerto, no se cómo
conseguirán salir a faenar el próximo día, ya que su disposición es
caótica, hay tantos que no tienen espacio suficiente para alojarlos
adecuadamente, hoy no ha habido pesca y los pocos pescadores que veo
realizan trabajos de limpieza y arreglo de redes. Regresaré al puerto el
miércoles siguiente y ese día sí que veré cómo descargan toneladas de
sardinas, a cientos de trabajadores marroquíes que trasladan las
mercancías a los camiones frigoríficos que se llevan la pesca hacia el
norte, a Marruecos, incluso en camiones con contenedores refrigerados.
De vuelta a El Aaiún paso por El B.I.R.
y Foum El Oued donde en su día hubo centros secretos de detención de
saharauis, campos de concentración.
Por último, visito a un herido grave que vive en el barrio conocido como
“Barrio del Cementerio”, según me cuenta su madre, las fuerzas
marroquíes lo tiraron el 6 de noviembre de este mismo año desde el
tejado del hotel Smara en El Aaiun, él se encuentra en un estado físico
lamentable, todavía sin reponerse físicamente, sin poder andar, ni
valerse por si mismo para atender las mas elementales necesidades, los
servicios médicos marroquíes le dieron el alta del hospital y ahora
sobrevive en su casa de mala manera, sin atención médica alguna.
La cuestión de la falta de atención de los heridos saharauis cuando son
agredidos por la policía me la van a recordar a lo largo del viaje en
diferentes testimonios, incluso tratándose de enfermedades comunes los
saharauis son mal atendidos por los médicos de la sanidad pública,
teniendo que recurrir a médicos privados, también me cuentan que, en
ocasiones, les niegan el acceso a las ambulancias, con el peregrino e
increíble argumento de que la ambulancia ese día no tiene gasolina,
debiendo desplazarse por sus propios medios a otras localidades donde
puedan ser atendidos.
En esos casos, si han sido agredidos por la
policía, es mejor que no se lo hagan saber al médico que les atiende,
para no tener más problemas, si quieren llegar a ser tratados. En los
próximos días, los abogados de los detenidos saharauis me harán saber
que no pueden obtener certificados médicos de las torturas de sus
defendidos porque los médicos no se atreven a firmar tales certificados.
Día 3 (2/12/2007)
En el trayecto en taxi a la estación desde la que salen los taxis a
otras ciudades compruebo cómo está creciendo El Aaiún, Layounne
oficialmente para el gobierno marroquí. Se están edificando barrios
nuevos enteros, abriendo calles y renovando redes de instalaciones, la
intención del Gobierno marroquí se asemeja a la de China con el Tibet,
seguir acomodando colonos, o a la de los israelíes con los palestinos,
la política de hechos consumados. El Aaiún, aún a pesar de encontrarse
en el desierto, por su proximidad a la costa, tiene un clima agradable
todo el año, no como en el interior, como en Smara, donde las
temperaturas en verano hacen la vida más difícil que aquí en al ciudad.
Las riquezas de estas tierras son parte del objetivo de la actuación del
gobierno Marroquí, generando empleos y posibilidades de trabajo para la
población aquí desplazada, con la consiguiente necesidad de vivienda.
El trato con la gente con la que coincido es amable. La población
marroquí es, en su conjunto, cordial. El gobierno parece que intenta
borrar todo rastro o recuerdo de España en la zona, cambiando el nombre a
las poblaciones. Es casi imposible hablar con la gente en español, solo
la gente de edad avanzada, los que vivieron la presencia española
hablan, si lo recuerdan, el Español. El francés se impone por decisión
oficial.
En cuanto a la educación, los jóvenes con los que hablo me explican que
no se dan clases de español, mucho menos en hasania, dialecto saharaui;
que los profesores marroquíes no les atienden adecuadamente; que los
directores actúan, en ocasiones, como vigilantes del gobierno respecto a
sus alumnos y alumnas saharauis; que no quieren que estudien y aprueben
los cursos, principalmente para que no accedan a la universidad; que
estudian por sus propios medios idiomas extranjeros, especialmente el
inglés, con la finalidad de dar a conocer sus reclamaciones al mundo.
Una vez en la estación de taxis, y después de esperar a que se llene,
seis pasajeros y un conductor, partimos con destino a Boujdour, en el
coche el ambiente es cordial y distendido. Durante mis trayectos fuera
de la ciudad me veré sometido a repetidos controles policiales,
generalmente los coches paran y suelen reemprender la marcha sin
dilación, pero mi presencia en el taxi, genera retrasos a mis compañeros
de taxi, mi doble condición de abogado y español supone un problema
para la policía que revisa mi documentación y apunta los datos del
pasaporte y del taxi que me lleva, operación que puede ir de unos breves
instantes a los 20 minutos.
En la entrada a Bojador el policía me
hace entrar en su caseta, que no está en la mejor de las condiciones, y
la parada se prolonga en exceso, finalmente me deja ir, no sin antes
preguntarme donde me alojo, el motivo de mi visita,...., etc. En Bojador
paseo por la playa hasta el puerto. En estos momentos están llegando
las barcas de madera con motor fuera-borda después de faenar. Por la
parte delantera de la lonja entran las doradas, calamares, congrios, y
después de la subasta los camiones frigoríficos, que esperan en la parte
trasera del edificio, recogen las cajas con destino a los mercados. En
las cajas de porexpan observo pegatinas de empresas logísticas italianas
dedicadas a la distribución internacional.
De hecho a veces la gente me pregunta si me dedico a la pesca o si
quiero comprar pescado. Una de las personas con las que hablo durante el
viaje es un intermediario, me comenta que se dedica a facilitar
contactos empresariales entre empresarios españoles y las autoridades
marroquíes; incluso abre su portafolios y me enseña los documentos de
constitución de una sociedad marroquí en la que participa un español, me
da su teléfono.
Y es que durante los desplazamientos la gente se acerca para hablar de
todo, a preguntar cosas, aunque muchas veces me dicen que son saharauis,
que tienen muchos problemas, que no son ni se siente parte de
Marruecos, y me advierten que tengas cuidado con la cámara y los
policías.
Cuando finalizo mi recorrido por la ciudad vuelvo a coger el taxi de
vuelta a El Aaiún y durante la espera hablo, entre otras personas, con
un marroquí que me cuenta su viaje en patera a las Canarias de donde fue
expulsado y a donde volverá a marchar en patera, yo se lo desaconsejo
pero se ríe, y mucho.
Día 4 (3/12/2007)
El lunes por la mañana desayuno en el comedor del hotel con el abogado
suizo Patrick Herzig. Llegó anoche y ha venido a asistir a los juicios
de esta semana como jurista observador por parte de la Organización
Suiza Fédération Internationale Des Ligues Des Droits de l’Homme (FIDH),
me comenta que recientemente ha actuado como observador en Camerún, por
problemas de confiscación de tierras a los campesinos.
En la sede del Tribunal nos recibe con formal amabilidad y cortesía el
magistrado marroquí Sr. Baha Mohamed. Hoy tenía que celebrarse un juicio
contra el activista saharaui defensor de derechos humanos Sr. Mohamed
Tahlil, éste no asistirá finalmente al juicio porque está en prisión, el
Tribunal compuesto en esta ocasión por tres jueces lee su nombre, pero
al no estar presente le impone una multa pecuniaria.
En todo caso, la
responsabilidad del traslado de los presos corresponde directamente al
Procurador (Ministerio Fiscal)
Nos reunimos con abogados saharauis y marroquíes, en la Sala de
Abogados, y éstos nos explican que: “los juicios no tienen las debidas
garantías, que los jueces están sometidos a una gran presión por parte
del gobierno…, en definitiva que los procesos son una farsa, un teatro,
sin las debidas garantías como las que podamos disponer en España, o en
cualquier país occidental. La policía no remite la totalidad de las
pruebas objetivas de las que dispone y que pueden exonerar de
responsabilidad a los acusados”.
El Procurador (fiscal) acusa sistemáticamente, no considerando los
hechos en su conjunto, despreocupándose en la evolución del proceso, de
la búsqueda de la verdad, su actuación parece estar más cercana a la
actuación inquisitiva policial, que a la de defensor y garante de las
víctimas. Así, el Procurador se aparta del concepto estricto y jurídico
de “flagrancia” al tiempo de imputar responsabilidad a los activistas
saharauis defensores de derechos humano. Las acusaciones del Procurador y
las posteriores condenas se fundamentan exclusivamente en las
declaraciones y actas de la policía, en los antecedentes que la policía
facilita de los acusados al Tribunal, no en pruebas directas.
En
ocasiones las condenas se fundamentan en declaraciones firmadas bajo
presión o tortura.
En consecuencia, los juicios no revisten las mínimas garantías
exigibles. Estamos presenciando “juicios ordinarios” que se apartan de
los principios procesales penales estipulados por la legislación
internacional. Los principios de presunción de inocencia, equilibrio e
igualdad procesal, principio de contradicción, la obligación de la
acusación de demostrar la certeza de los hechos que imputa, … no son
respetados . No se observan en la sustanción del procedimiento los
principios rectores del Derecho Penal, apartándose el Procurador y el
Tribunal de la necesaria e imprescindible la tutela judicial efectiva.
En consecuencia, actualmente los acusados son mayoritariamente
condenados a penas de 1 a 5 años.
Sentencias que son posteriormente
confirmadas en los Juicios de Apelación, y en algunos casos modificadas
en la reducción de pocos meses de condena.
Los delitos que se imputan suelen ser siempre los mismos, lanzamiento de
cóctel molotov, piedras, daños a la propiedad pública, cuando la
situación real, según nos detallan, son manifestaciones pacíficas de los
activistas saharauis defensores de derechos humanos reclamando la
independencia, el cumplimiento de las Resoluciones de Naciones Unidas.
En todo caso, la presencia de prensa internacional en el Sáhara
Occidental no esta permitida por las autoridades y fuerzas marroquíes.
Día 5 (4/12/2007)
Con la presencia de Lola Travieso Darias, abogada en Las Palmas de Gran
Canaria, y Julio Vega López, profesor de Derecho en la Universidad de
Las Palmas de Gran Canaria, asistimos a un Juicio de Apelación por
sentencia condenatoria contra el activista saharaui MOHAMED TAHLIL,
quien fue condenado por causar daños en el coche de un policía.
M. Tahlil relata que fue detenido y torturado, que durante su detención
se le preguntó por sus posibles relaciones con el POLISARIO, después de
un primer episodio de torturas al que fue sometido, procedieron a
ponerlo en libertad. Posteriormente fue detenido por la policía
marroquí, y acusado de ocasionar daños a un vehículo particular de un
policía en Boujdour, siendo éste el delito por el que se le condenó a
tres años y que hoy es objeto de apelación.
El imputado entra en la Sala vestido con derra y cantando consignas.
Una vez iniciado el juicio los Abogados de la Defensa denuncian que: “se
le detuvo más tiempo en la Comisaría de Policía del legalmente
establecido”, que “la policía no ha remitido al Tribunal una prueba que
le exonera de responsabilidades de los hechos que se le imputan , su
pasaporte, el cual acredita, por las fechas de los visados de salida y
entrada, que no estaba en Boujdour sino en Mauritania, a donde había ido
a visitar a unos familiares, en el tiempo en el que acontecieron los
hechos por el los que se le condenó”.
Asimismo, denuncian, entre otras irregularidades, la falta de la
práctica de la prueba testifical solicitada, que exoneraría al condenado
de responsabilidad, tanto en la primera como en la segunda instancia.
Igualmente, critican la desproporción de la pena con la gravedad y el
resultado del “presunto” delito, ya que el vehículo se encontraba vacío y
su propietario valoró los desperfectos en unos 350 dh, que por la pena
solicitada el caso tenía que haber pasado previamente a un juez de
instrucción, lo que no sucedió.
El Procurador en cambio, considera que la flagrancia, detener al acusado
en el momento de cometer los hechos, no es importante, y solicita que
se le incremente la condena.
El acusado, haciendo uso de la palabra concedida al final del juicio, reitera las irregularidades y su inocencia.
Por la tarde, nos comunican el resultado del juicio, la condena se rebaja en 4 meses.
Día 6 (5/12/2007)
Asistimos, además de Patrick, Ana Pérez Nordelo y Araceli Fernandez a
los juicios que se van a celebrar contra tres jóvenes activistas
saharauis por dos hechos diferentes.
Las fuerzas policiales presentes en la Sala del Tribunal es mayor que en
días anteriores, aunque la jornada matutina discurrirá en la Sala sin
ningún incidente por lo que el despliegue policial no está justificado
por ninguna razón obvia perceptible para los observadores.
En todo momento hay policías colocados inmediatamente al lado de los
acusados, y éstos son obligados a declarar de pie frente a los jueces.
En la Sala del Tribunal, en el banco posterior al nuestro se sientan
unos jóvenes saharauis que nos manifiestan ser amigos de los acusados y
su solidaridad con éstos.
El Tribunal compuesto por tres jueces, y presidido por el Sr. Baha
Mohamed, quien nos recibió el primer día y nos ha atendido de manera
formalmente amable y cordial.
El primer juicio en celebrarse es contra MOHAMED BOUTBBA, joven saharaui
de unos 18 años, quien entra en la Sala cantando consignas a favor del
pueblo saharaui y vestido a la manera tradicional saharaui, como lo
harán después en el siguiente juicio los otros dos acusados.
A MOHAMED BOUTBBA se le acusa de quemar el coche de un agente de la autoridad marroquí.
Los Abogados de la defensa toman la palabra y denuncian insistentemente
la ausencia de los testigos solicitados por ello, recordando al Tribunal
su obligación de citarlos y de efectuar las gestiones pertinentes para
que comparecieran al Acto del Juicio, extremos éstos que provocan la
intervención del Procurador oponiéndose a tal solicitud, finalmente el
Presidente del Tribunal decide suspender el Juicio, señalando como nueva
fecha el día 09 de enero de 2008.
El segundo juicio es contra NAFAI SAH Y MOHAMED ELBOUSSATI, quienes
tampoco llegan a los 20 años de edad. Éstos entran en la sala cantando
consignas a favor del pueblo saharaui.
Están acusados de quemar el coche
de otro miembro de las fuerzas marroquíes de orden público.
Los Abogados defensores solicitan la suspensión del juicio para que
asistan dos testigos, cuya declaración es esencial para el
esclarecimiento de los hechos, argumentando que no es suficiente las
declaraciones de la policía, que deben seguirse las reglas procesales.
Concedida la palabra al Procurador, éste solicita que continúe el
juicio, alegando que la policía intentó notificar en su domicilio a los
testigos la celebración del juicio pero que no se consiguió. Finalmente
el Tribunal decide suspender el juicio hasta el próximo día 09 de Enero
de 2008, ordenando citar a 2 testigos y los 3 denunciantes.
Día 7 (6/12/2007)
Hoy debía de celebrarse un juicio contra los acusados BANGA ECHEIKH,
LOUMADI ABD SALAM Y ZOUGHAM EL GHALI.
Éstos se encuentran en prisión por
condenas que alcanzan el año y medio de duración y no comparecen, no
son trasladados por las fuerzas marroquíes. En el nuevo juicio se imputa
a los activistas saharauis unos presuntos hechos de ultraje a dos
funcionarios de la prisión. En las actuaciones sólo existe una
declaración de los acusados, la del Sr. Loumadi, negando las
acusaciones. El Tribunal después de la intervención de los Abogados
defensores acuerda suspender el juicio hasta el 24 de enero de 2007,
para proceder a citar nuevamente a los acusados y a los testigos.
El Sr. LOUMADI ha denunciado haber sido torturado, concretamente haber
sido penetrado analmente con una botella de cristal en las dependencias
policiales.
Después me desplazo a la ciudad de
Smara, 240 km hacia el interior y el este. Esta zona está a escasos 50
km. de los declarados internacionalmente “Territorios Liberados” y se
encuentran bajo el control directo del F. POLISARIO. En la ciudad de
Smara y todo su entorno existe una fuerte presencia policial y militar
que se percibe incluso antes de acceder a la ciudad, en el acceso a la
misma me paran dos veces, una vez la Policía y otra la Gendarmería, en
ambas ocasiones me solicitan idéntica información, efectúan las mismas
preguntas, y hacen sus anotaciones.
En esta ocasión, la espera en los puestos de entrada a la ciudad, se
hace más incómoda de lo habitual, mis acompañantes de taxi se muestran
contrariados, por que mi espera se ve acompañada por 5 pacientes
viajeros que se desplazan en el mismo vehículo que yo. Finalmente,
cumplidos los trámites cuya última finalidad desconozco, entro en Smara,
dejando a la derecha el cuartel de la MINURSO que cumple el mandato
encomendado de controlar el cumplimiento del alto el fuego alcanzado
entre Marruecos y el F. POLISARIO en 1991.
En Smara me reciben activistas de derechos humanos de esta ciudad, éstos
me cuentan los padecimientos que sufren diariamente, el acoso policial,
el cual constato porque frente a la casa donde me reciben hay una
furgoneta de la policía cuya exclusiva finalidad parece ser vigilar a
los miembros de la familia que habitan la casa donde nos reunimos.
A pesar que Smara es una ciudad más pequeña que El Aaiún, la presión que
se percibe es superior a la de El Aaiún, las calles están plagadas de
policías, muchos de paisano. Me relatan que muchas detenciones las hacen
policías de paisano, que detienen a la gente, drogándoles y
abandonándolos en el desierto lejos de la ciudad a su suerte, me cuentas
las palizas que sufren, de las que no se libran mujeres, niños ni
ancianos, los allanamientos de las casas.
El relato de las torturas es apabullante, me explican varios métodos de
torturas a los que son sometidos, el método conocido como “la silla”,
obligados a permanecer en cuclillas con las manos detrás de la espalda
durante horas, colgados del techo y suspendidos en el aire, obligados a
permanecer durante horas mojados en las celdas y ateridos de frío,
permanentes golpes con porras e hierros, sometimiento a mordiscos de
personas y perros, ahogamientos con paños húmedos de aguas sucias y
orines, imposibilidad de ver la luz del día durante sus confinamientos
porque se les tapaba los ojos con vendas en muchas ocasiones durantes
años, o como se alojaban hasta 18 personas en 9 metros cuadrados.
Hoy en día, me cuentan, siguen padeciendo problemas de represión,
allanamientos de los hogares y palizas, represión que es practicada con
total impunidad por la policía, los militares, la gendarmería …
Luego se interesan por la situación política internacional, por la
actuación del Gobierno español, aquí ven la televisión española por
satélite, así que están al día de todo. Sin embargo, también conocen, la
corriente de solidaridad general del pueblo español para con el pueblo
Saharaui, las asociaciones de amistad,... Después de varias horas y
cuando me despido de ellos -–al día siguiente regreso a España-- la
policía sigue vigilando la casa.
Fuente: Um Raiga/Por un Sahara Libre/Prensa Popular Comunistas Miranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario