Por: Ezequiel Velásquez
Los contingentes de personas de la llamada "Tercera Edad" son cada vez más grandes y crecientes en nuestro País. A lo largo de mucho tiempo en la época de los gobiernos de la IVa. República constituyó uno de los sectores que mantuvo una mayor movilización popular por el logro de sus reivindicaciones.
Luchas por reivindicaciones como el aumento del montante de las pensiones, porque estas se otorgaran a tiempo, por servicios sociales específicos como son: la salud, las prestaciones como la de alimentación equivalente al llamado cesta tícket, reconocimiento de la continuidad de pagos logrados en el servicio, tales como las equivalentes a vacaciones, transporte, médicos específicos, ayudas en viviendas, y otros.
Luchas que en muchos casos, o mejor que en la totalidad de los casos se vieron respondidas desde los gobiernos de entonces por la represión, las bombas lacrimógenas contra manifestaciones, persecusiones a reclamantes, planazos y demás componentes de una represión que contra un componente etario como son los venezolanos ya ancianos, en vez de represión se trata de una ofensiva criminal.
En el mecanismo de las Misiones Sociales, es posible, más que posible necesario, instrumentar una Misión que tenga por objeto atender específicamente las necesidades de los ancianos, de la capa etaria correspondiente a la Tercera Edad. Se trata de instrumentar una Misión que atienda por entero los problemas inherentes a la Tercera Edad.
Pero el planteamiento no está dirigido solamenta al aspecto de el "Recibir", sino de el "Dar", con lo que pueden contribuír los componentes humanos de la Tercera Edad. En los millones de ancianos que hacen vida en Venezuela, son todos un factor humano de gran importancia.
Hay que pensar en el conocimiento acumulado en tantos venezolanos, la experiancia que puede servir de apoyo a una recolección, sistematización, acumulación y uso de conocimientos en los procesos productivos, sociales, políticos, memoria histórica, de técnicas de procesos productivos, costumbres, acumulado cultural en general, de producción,de uso de plantas para medicinas y para preparación de alimentos, platos propios, y muchos otros.
Hasta ahora lo hecho se ha venido refiriendo a las llamadas "Casas de los Abuelos", que en muchos casos sirven principalmente de centros recreativos, o de "descanso", algo que conduce a un concepto marginal de la atención al anciano. Y no es ese el caso.
Una Misión Tercera Edad, a nuestro juicio, que sea bien orientada, deberá estar definida fundamentalmente,a estructuras de Investigación-Acción, orientadas a Universidades Abiertas, presentes en todas las estructuras municipales, donde los ancianos sean a la vez integrantes estudiantes de sus inclinaciones vocacionales no cubiertas en su vida, y trasmisores del conocimeinto-experiencia logrado y manejado en su vida real, y junto con eso todo lo demás, que debe incluír el manejo propio de las estructuras que otorguen elementos reivindicativos propios de la etapa etaria.
Hay experiencias importantes al respecto, como las de las Universidades de Tercera Edad, Uni-3, cuya idea se expandió desde Venezuela hace bastante tiempo, cuya estructura latinoamericana, que hoy actúan por sí mismas, y que con un mayor apoyo e integradas con todo un conjunto de otros servicios siguiendo la misma orientación, pueden llegar a constituír una experiencia social de gran importancia.
Al respecto, Prensa Popular abundará en el futuro sobre este tema. Porque una Misión Tercera Edad, integrada con todos los factores que contemplen las caracterías de la población de la Tercera Edad, constituye una necesidad y una reivindicación urgente de la sociedad venezolana.
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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