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jueves, 7 de febrero de 2008

INFORME DEL CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA PERUANO













CONGRESO NACIONAL DEL PCP
MENSAJE INAUGURAL

Estimados amigos y camaradas
En nombre de la Dirección Nacional de nuestro partido les expreso un cordial y caluroso saludo y le doy a cada uno de Uds. la más fraterna y cordial bienvenida al Décimo Tercer Congreso Nacional de los comunistas peruanos.
Un abrazo muy fraterno y cordial a los camaradas delegados de los partidos hermanos que nos acompañan: El Partido Comunista de Argentina, el Partido Comunista Do Brasil, el Partido Comunista de Chile, el PC de Grecia, y el PC de Alemania.
Muy apreciados camaradas delegados y delegadas a nuestro Congreso, camaradas militantes del Partido y la Juventud tengan todos Uds. un saludo muy fraterno y revolucionario. Especialmente a los camaradas que vienen desde los más lejanos confines del país venciendo todos los obstáculos para participar entusiastamente en nuestro Congreso.
Un abrazo muy fraterno y afectuoso para nuestros camaradas veteranos que con su ejemplo y tenacidad nos dan aliento y energía en el trabajo partidario. Camarada Raúl Acosta, ex Secretario General de nuestro Partido, Guillermo Sheen Lazo, Juan Miranda.
Distinguidos amigos y amigas.El significado del XIII Congreso Nacional
Llegamos a este evento plenamente convencidos de la necesidad histórica de un Partido revolucionario para nuestra Patria. Un partido que junto a otras fuerzas del pueblo haga realidad los sueños de nuestro Amauta y Fundador José Carlos Mariátegui. Esos sueños que se sintetizan, como decía el Amauta, en una sola palabra: SOCIALISMO.
Este año cumplimos 80 años de vida partidaria, luchando tenazmente junto a nuestro pueblo. Nadie podrá decir que no fuimos perseverantes, o que no fuimos leales con los ideales que abrazamos.
No nos disuadieron las duras condiciones de la clandestinidad, la represión, la tortura y el asesinato cobarde de nuestros dirigentes. Jamás nos inclinamos ante las dictaduras ni ante los tiranos que gobernaron el país en nombre de la democracia. Resistimos a pie firme todos los embates, aunque ello nos costó la vida y el sacrificio de muchos de nuestros militantes.
Los comunistas estuvimos en primera línea en el frente por la defensa del petróleo y por la recuperación de la Brea y Pariñas, contribuimos a la organización del movimiento obrero y a la forja de sus conciencia de clase, luchamos por la reforma agraria y la organización del movimiento campesino, respaldamos sin vacilaciones la revolución antiimperialistas del General Velazco Alvarado y luchamos por la democracia y las libertades ciudadanas cada vez que fueron pisoteadas por las dictaduras, protagonizamos en las calles el histórico Paro Nacional del 19 de julio de 1977 que costó la vida de dos militantes de la JCP y el despido de 5000 trabajadores y entre ellos los principales dirigentes obreros militantes comunistas.
No somos pues un partido improvisado, somos un partido con una trayectoria gloriosa de la cual nos sentimos legítimamente orgullosos 3 dispuestos a continuar brindando nuestra contribución a la lucha de nuestro pueblo.
Desde luego, no somos infalibles, reconocemos con toda franqueza que hemos cometido errores y en muchos casos no supimos enmendarlos a tiempo. Circunstancias históricas que a la luz de los hechos no debieron producirse, si hubiéramos sido capaces de encontrar soluciones maduras llevaron a la división del Partido y con ello a dificultar la unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas que hasta el presente no logran superar la diáspora acumulada por años.
Pero no se trata ahora de hacemos reprensiones mutuas, ni buscar culpables entre nosotros, tampoco se trata reiterar promesas de unidad y no hacer nada para cumplirlas. Queremos ser francos y leales con todas las fuerzas del pueblo. Proponemos cerrar el capitulo de la división a iniciar uno nuevo de unidad y de lucha juntos, con todas las fuerzas patrióticas que anhelan rescatar el Perú para los peruanos.
Con esas convicciones llegamos a este Congreso, con renovado optimismo revolucionario, con un Partido en crecimiento y expansión a lo largo y ancho del país, sólidamente unido y persuadidos que la unidad, no solo es una necesidad, sino, un imperativo categórico para todos los hombres y mujeres que luchan y enfrentan diariamente, la ofensiva capitalista.Camaradas y amigos
Antes de llegar a este magno evento, hemos analizado colectivamente, en decenas de eventos partidarios la situación política del país en el actual contexto mundial y venimos aquí para debatir y aprobar la estrategia y la táctica del Partido para el próximo periodo, que de acuerdo a nuestros Estatutos, se extiende hasta el 2011.
Nos proponemos además efectuar cambios profundos en nuestra organización para que responda a los grandes retos y desafíos que nos plantea el actual proceso político y al mismo tiempo renovar sustancialmente nuestra dirección partidaria.El escenario mundial
El nuevo periodo político, se presenta más complicado y difícil que el que teníamos en el anterior congreso. Graves amenazas se ciernen sobre la soberanía nacional, las conquistas de los trabajadores y los derechos y libertades ciudadanas.
Si bien en el plano internacional se han producido importantes y sustanciales cambios en la correlación de fuerzas, principalmente en América Latina, en el plano interno, se han agudizado las contradicciones de fondo y las condiciones de lucha del pueblo peruano.
Un hecho palpable en el escenario mundial es que la estrategia de dominio imperialista basada en la «guerra infinita» el terrorismo de Estado y e chantaje económico y político a los pueblos y naciones del mundo está duramente cuestionada, profundamente desacreditada política y moralmente y censurada por la opinión publica do todo el mundo.
La colosal maquinaria de guerra puesta en marcha por la administración Bush y sus aliados en el Asia Central y e Medio Oriente, destinada a imponer si dominio en la región y resolver el inmenso déficit energético que amenaza su hegemonía mundial, se ha encontrado con una heroica resistencia de los pueblos de Irak y Afganistán que lo han puesto al borde de una derrota de las dimensiones de Vietnam. En tanto sus aliados están en retirada o derrotados políticamente.
El costo económico, político y en vidas humanas que ha tenido que pagar el imperio hasta ahora, es insostenible 378 mil millones de dólares, 11 millones cada hora y 255 millones cada día, 4 mil muertos sin incluir a los aliados y 15 mil heridos.
Esta situación ha puesto la economía norteamericana al borde del colapso y políticamente ha significado la derrota de la ultra-derecha republicana, en las elecciones congresales y muy probablemente lo sea también en las elecciones generales a fines del presente año.
Pero ello no es todo, el mundo unipolar y las predicciones del pensamiento único, están fracasando. El mundo transita, hacia un mundo multipolar, en el que surgen nuevos bloques económicos que contrapesan el poder imperial, principalmente el bloque euroasiático que conforman China, India y Rusia que se viene convirtiendo en el bloque mas poderoso y con enormes potencialidades de desarrollo. No olvidemos que en esa parte del planeta radica el 75% de la población mundial. A ello se suma el bloque latinoamericano liderado por el Brasil y los países del MERCOSUR y el ALBA que pugnan por políticas y estrategias de desarrollo de signo contrario a las que propugna el imperialismo en la región.
Hemos podido constatar también, que hay un ascenso creciente de las fuerzas antiimperialistas en la región. Nuevos e importantes triunfos populares se han producido en estos años en América Latina el c. Evo Morales en Bolivia, el Presidente Correa en el Ecuador y el Comandante Daniel Ortega en Nicaragua, incluso Cristina Fernández en Argentina. Además la derecha tuvo que recurrir al fraude para derrotar al c. López Obrador en México y aquí en nuestro país el Comandante Ollanta Humala estuvo a punto de derrotar a toda la derecha unida tras la candidatura García.
A esos incuestionables triunfos, se suma la lucha de los trabajadores, el fortalecimiento del movimiento sindical clasista, que no se queda en la lucha reivindicativa, el resurgimiento vigoroso del movimiento indígena en los países andinos, además de un amplio movimiento de los pueblos por los derechos humanos, la defensa del medio ambiente, etc., etc.
Todo ello nos lleva a la convicción que la unidad y la estrategia antiimperialista, pasa hoy por otras dimensiones que involucran no sólo a los comunistas y a los partidos de la izquierda organizada, sino a los más diversos actores sociales presentes hoy en la lucha, aunque no necesariamente por motivaciones estrictamente clasistas.
En ese sentido venimos a ratificar nuestra decisión de persistir en la lucha por la paz, por la soberanía nacional, por la defensa del medio ambiente, por la integración soberana de los pueblos de AL y el Caribe y junto a ello nuestra indeclinable solidaridad con los pueblos agredidos por el imperialismo.La compleja situación del País
Si bien en el plano internacional hay un clima más favorable, en lo interno la situación política se ha tornado, en estos años, mucho más compleja y difícil que la que teníamos en el anterior Congreso.
No sólo arrastramos la pesada herencia de 10 años de dictadura neoliberal fujimorista; que significó no sólo la desarticulación profunda del tejido social y sus instituciones, sino también los cambios en la conciencia colectiva y su forma de percibir el mundo, la economía, la sociedad y la política.
El gobierno de Toledo no cambió sustancialmente esas condiciones, mas allá de las formas no se produjeron cambios de fondo, continuó la misma política económica y la misma institucionalidad basada en la espuria constitución de la dictadura, mas por el contrario se acentuó la dependencia y la subordinación frente al poder de las trasnacionales, impulsándose un TLC, en el que se concede a los Estados Unidos lo que no pudo conseguir en la OMC y en cuyo capitulo de inversiones se perpetúan los privilegios tributarios concedidos a las trasnacionales de la manera más antipatriótica.
Si bien la economía se recuperó, favorecida por la coyuntura mundial. El pueblo no se benefició de ese crecimiento alcanzado con el sacrificio de los trabajadores.
El PBI creció en el quinquenio, alrededor del 60%, pero no sirvió para rebajar los alarmantes índices de pobreza. Es decir más de la mitad de la población en situación de pobreza (16 millones), 4 millones en extrema pobreza, 70% de la PEA en situación de desempleo o subempleo y niveles de desnutrición vergonzantes que alcanzan hasta el 80% en menores de 5 años, en las regiones mas pobres alto andinas y amazónicas.
En contraste con todo ello se centuplicaron las utilidades de las trasnacionales y sus socios nacionales.
En esas condiciones las elecciones del 2006 fueron realmente una oportunidad perdida para la izquierda y las fuerzas jugar el papel articulador que nos encomendó el XII Congreso Nacional.
No basta pues, tener una línea unitaria si no contamos con un partido fuerte y capaz de concretarla
Ello explica camaradas y amigos la consigna central que anima el presente congreso “Unidad organización y lucha para construir un partido fuerte y capaz de contribuir a la forja del poder popular”. Enfrentamos a un enemigo muy poderoso
Camaradas ahora estamos en nuevo escenario. Enfrentamos a un enemigo mucho más poderoso que el que tuvimos en la época de Toledo. No sólo se trata del APRA, sino de una poderosa coalición de fuerzas derechistas, formada por Unidad Nacional, representante de la más rancia derecha política y empresarial y el fujimorismo mafioso interesado en negociar impunidad para el criminal Fujimori, todos alineados tras el programa neoliberal y el liderazgo de García.
Aunque parezca paradójico, si tenemos en cuenta el crecimiento económico del 8% alcanzado en el 2,007, colocando al Perú por encima del promedio latinoamericano, podemos afirmar que el gobierno de García, esta conduciendo al país a una verdadera catástrofe económica y social.
Los índices de pobreza, de desempleo y desnutrición que dejó Toledo no han variado sustancialmente, la pobreza se mantiene en el orden del 50%, el desempleo bordea el 9% y según la OIT, lo que ha crecido es el trabajo precario sin derechos.
Los salarios siguen estancados y la legislación laboral abusiva no sólo se mantiene, sino que se pretende flexibilizar aún más mediante la extensión de los regímenes de derechos progresivos a más del 80 % de la PEA.
Las políticas sociales no apuntan a resolver la profunda brecha existente entre pobres y ricos, sino, a paliar la pobreza y a lograr una relativa paz social para seguir profundizando su modelo.
En 18 meses de gobierno fueron despedido más de 3000 trabajadores por ejercer su derecho de sindicalización y millones de campesinos van camino a la ruina, amenazados con un TLC que empieza a implementarse de la manera más vertical, y que obliga al 97% del campesinado pobre a competir con las poderosas transnacionales agro exportadoras subsidiadas por el gobierno norteamericano.
De otro lado la inflación empieza a galopar sobre las espaldas de los más pobres, suben los precios de los productos de primera necesidad, mientras los salarios y las pensiones de hambre siguen congelados, decenas de miles de trabajadores del sector privado y público son sobre explotado: bajo el sistema de contratas y services.
Por eso los trabajadores y las fuerzas de izquierda, protestan con todo derecho y el gobierno quiere acallarnos con medidas represivas. En ese sentido, la unidad política y social que hemos empezado a forjar al calor de las luchas populares y que se ha visto reflejada en las multitudinarias jornadas de lucha de julio y noviembre representan un paso muy importante que debemos consolidar.
En la medida que logremos traducir el enorme descontento social en fuerza organizada y en alternativa de cambio estaremos en el camino correcto.
Camaradas, no debemos perder de vista, el carácter de la actual crisis no se trata de una crisis coyuntural, agudizada por la actual política económica del gobierno de García, se trata de una crisis más profunda y de raíces estructurales que no se va a resolver con medidas paliativas. Necesitamos cambios de fondo que modifiquen relaciones de subordinación y dependencia de nuestra economía.
Es por ello que nuestras crítica al o gobierno aprista, no se reduce al incumplimiento de sus compromisos, o a tal o cual reforma parcial. Nunca nos hicimos ilusiones en este gobierno, conociendo su trayectoria de contubernios y pactos vergonzantes con la derecha más reaccionaria.
Nuestra crítica es de fondo, cuestionamos el modelo primario exportador inspirado en las ideas reaccionarias y trasnochadas del «Perro Del Hortelano» que propicia el entreguismo más descarado y servil.
Cuestionamos la política de promoción de inversiones sobre la base de ofrecer privilegios tributarios y altas tasas de ganancias a las trasnacionales sobre la oferta del «cholo barato».
Cuestionamos la política económica que privilegia el pago de la deuda externa, mientras que, aquí se imponen políticas sociales de subsistencia, manejando el Presupuesto Nacional con criterios clientelista y sin la existencia de un Plan Integral de Desarrollo Nacional.
Cuestionamos al gobierno aprista por mantener el andamiaje institucional basado en una Constitución espuria.
Los amages de una reforma del Estado realizada bajo los esquemas del FMI y el BM, dirigida exclusivamente a minimizar el Estado y a restarle, aún más, su función rectora del desarrollo nacional, arrasando de otro lado, con los derechos de los trabajadores públicos, no es la reforma que nosotros debemos impulsar.
Finalmente cuestionamos a este gobierno por su conducta moral, por que no ha sido capaz de encarar frontalmente la corrupción y la impunidad, por el contrario apaña los actos de corrupción de sus militantesLas estrategias en curso
¿Qué hacer en esta situación compleja? La derecha gobernante tiene muy claros sus objetivos estratégicos: profundizar el modelo y hacerlo irreversible; no perder sus privilegios, impidiendo por todos los medios, que en las próximas elecciones del 2011 triunfe una opción contraria a sus intereses.
Con esa finalidad utiliza todo su poder para impedir que se articule la oposición política y social y avance a la construcción de una alternativa política, capaz de derrotarla y poner en marcha los cambios de fondo que el pueblo demanda.
Parte de esa sucia campaña, es la persecución desatada contra el Comandante Ollanta Humala, el principal líder de oposición, pisoteando las más elementales normas del debido proceso.
Lo son también las maniobras dirigidas a debilitar y dividir el movimiento sindical y popular, y desacreditar a sus dirigentes, especialmente a la CGTP y sus principales federaciones a sabiendas que constituyen el principal escolla para la aplicación de sus planes.
El paralelismo sindical propiciado por el gobierno y el uso de la CTP aprista como mascarón de proa para enfrentar al movimiento sindical clasista, es también parte de la misma política.
Con esa misma finalidad perversa se profundiza la represión que en 18 meses de gobierno ha acostado la vida de una decena de trabajadores y ciudadanos, mientras se recortan los espacios democráticos y las libertades fundamentales imponiendo decretos draconianas como lo es el nefasto Decreto 982 destinado a amedrentar y debilitar la protesta popular. A ello apunta el reforzamiento del aparato represivo y la derechización cada vez más profunda, del gabinete.
Sin embargo el gobierno tiene su talón de Aquiles, su mayor problema es la insostenibilidad de su modelo, amenazado por la recesión mundial cuyas repercusiones en la economía nacional son insalvables y el creciente descontento social.
En el campo popular hay una sola estrategia de victoria. El enemigo que tenemos que enfrentar es sumamente poderoso y cuenta con todos los mecanismos del poder para impedir un triunfo del pueblo.
No hay otro camino que el de la unidad más amplia que se tiene que construir desde ahora y en todos los espacios de la lucha popular: en el espacio social, articulando las luchas populares del campo y la ciudad, uniendo en un solo frente a las fuerzas políticas y sociales, una unidad que avance a la construcción de una alternativa política con todas las fuerzas que luchan por el verdadero cambio que necesita el país.
Una unidad para las elecciones regionales y municipales de noviembre del 2,010 y las elecciones generales del 2,011 concebidas como un solo proceso.
Una unidad basada en un consenso programático que conjugue los cambios estructurales a los que nos hemos referidos con profundas reformas económicas, políticas, sociales y morales que apunten a una redistribución del poder sobre la base de un nuevo consenso social, que se expresa en una nueva Constitución democrática y en un nuevo modelo de Estado gestor del desarrollo nacional.
Hoy, como nunca las condiciones son favorables, nos acompaña un vigoroso movimiento de fuerzas antiimperialistas en América Latina y en el país los pueblos se alzan buscando un cambio verdadero.Un partido más grande y mejor
Para abordar estas tareas necesitamos un Partido más fuerte. Como decía el Che necesitamos unir la teoría a la acción y para ello necesitamos una herramienta política que encarne vigorosamente nuestros postulados e ideales.
Trabajemos con redoblado esfuerzo por la forja de un Partido con un elevado nivel ideológico y político, con una elevada disciplina y con una sólida moral comunista.
Necesitamos rescatar la dimensión ética y moral, y forjar una cultura de unidad y respeto a todas las fuerzas del pueblo, procurando ganar el respeto y el respaldo de las masas en base a la superioridad de nuestro trabajo, do nuestras propuestas y de la justeza do nuestra línea política.
Tenemos que conjugar las tradiciones más lejanas con nuestra visión del futuro para encontrar nuevos caminos.
Nuestro norte es el socialismo, con Alberto Flores Galindo sostenemos, que siguen vigentes los ideales que originaron el socialismo, la justicia, y la libertad. Está vigente la degradación y la destrucción a la que nos condena el capitalismo, pero también el rechazo a convertirnos en una réplica de un suburbio norteamericano.
Las puertas al socialismo no están cerradas; por el contrario frente a la barbarie capitalista no hay otro camino; requerimos por ello reflexionar sobre el modelo de socialismo que nos plantea el siglo XXI y sobre las formas de llegar a él.
Ello exige un cambio radical en la práctica pero también exige un cambio en la dimensión moral y ética; exige terminar con los enfrentamientos y la disputa del poder minúsculo, necesitamos un socialismo que recoja los sueños, las esperanzas y los deseos de la gente. Tenemos que reencontrarnos con la dimensión utópica y con el mundo andino que ha empezado a discutirse no como anécdota sino como auténticos protagonistas del cambio.
Nuestro camino esta trazado y tenemos el inmenso deber moral de ser leales con nuestro mártires y luchadores revolucionarios: con Pedro con Isidoro, con Jorge, con Guillermo, con Mariátegui y con Vallejos, Con Verónica Pérez y con Rubila y tantos otros entrañables camaradas que con su sacrificio nos mostraron un camino de gloria.
Honor y gloria a todos ellos, que su ejemplo nos inspire y nos guíe para que alcancemos el éxito en este XIII Congreso partidario.
¡Viva el XIII Congreso del PCP!
¡Viva la unidad!
¡Viva el Perú!
Lima 31 de enero del 2008.


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