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sábado, 31 de mayo de 2008
PRINCIPIOS DEL COMUNISMO
F. ENGELS PRINCIPIOS DEL COMUNISMO El trabajo "Principios del comunismo" es un proyecto de programa de la Liga de los Comunistas. Lo escribió Engels en París por encargo del Comité Comarcal de la Liga. Sin embargo, luego de que como resultado de su II Congreso (29 de noviembre-8 de diciembre de 1847), la Liga les encargara a Marx y Engels la redacción de un programa para la Liga, los autores abandonaron la forma de catequismo que marcó la obra aquí reproducida y optaron por escribir el programa en forma de minifiesto. El resultado se conoce como el Manifiesto del Partido Comunista. Al escribirlo, los autores utilizaron las tesis expuestas por Engels en los "Principios del comunismo". I. ¿Qué es el comunismo? El comunismo es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado. II. ¿Qué es el proletariado? El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras, el proletariado, o la clase de los proletarios, es la clase trabajadora del siglo XIX. III. ¿Quiere decir que los proletarios no han existido siempre? No. Las clases pobres y trabajadoras han existido siempre, siendo pobres en la mayoría de los casos. Ahora bien, los pobres, los obreros que viviesen en las condiciones que acabamos de señalar, o sea los proletarios, no han existido siempre, del mismo modo que la competencia no ha sido siempre libre y desenfrenada. IV. ¿Cómo apareció el proletariado? El proletariado nació a raíz de la revolución industrial, que se produjo en Inglaterra en la segunda mitad del siglo pasado y se repitió luego en todos los países civilizados del mundo. Dicha revolución se debió al invento de la máquina de vapor, de las diversas máquinas de hilar, del telar mecánico y de toda una serie de otros dispositivos mecánicos. Estas máquinas, que costaban muy caras y, por eso, sólo estaban al alcance de los grandes capitalistas, transformaron completamente el antiguo modo de producción y desplazaron a los obreros anteriores, puesto que las máquinas producían mercancías más baratas y mejores que las que podían hacer éstos con ayuda de sus ruecas y telares imperfectos. Las máquinas pusieron la industria enteramente en manos de los grandes capitalistas y redujeron a la nada el valor de la pequeña propiedad de los obreros (instrumentos, telares, etc.), de modo que los capitalistas pronto se apoderaron de todo, y los obreros se quedaron con nada. Así se instauró en la producción de tejidos el sistema fabril. En cuanto se dio el primer impulso a la introducción de máquinas y al sistema fabril; este último se propagó rápidamente en las demás ramas de la industria, sobre todo en el estampado de tejidos, la impresión de libros, la alfarería y la metalurgia. El trabajo comenzó a dividirse más y más entre los obreros individuales de tal manera que el que antes efectuaba todo el trabajo pasó a realizar nada más que una parte del mismo. Esta división del trabajo permitió fabricar los productos más rápidamente y, por consecuencia, de modo más barato. Ello redujo la actividad de cada obrero a un procedimiento mecánico, muy sencillo, constantemente repetido, que la máquina podía realizar con el mismo éxito o incluso mucho mejor. Por tanto, todas estas ramas de la producción cayeron, una tras otra, bajo la dominación del vapor, de las máquinas y del sistema fabril, exactamente del mismo modo que la producción de hilados y de tejidos. En consecuencia, ellas se vieron enteramente en manos de los grandes capitalistas, y los obreros quedaron privados de los úItimos restos de su independencia. Poco a poco, el sistema fabril extendió su dominación no ya sólo a la manufactura, en el sentido estricto de la palabra, sino que comenzó a apoderarse más y más de las actividades artesanas, ya que también en esta esfera los grandes capitalistas desplazaban cada vez más a los pequeños maestros, montando grandes talleres, en los que era posible ahorrar muchos gastos e implantar una detallada división del trabajo. Así llegamos a que, en los países civilizados, casi en todas las ramas del trabajo se afianza la producción fabril y, casi en todas estas ramas, la gran industria desplaza a la artesanía y la manufactura. Como resultado de ello, se arruina más y más la antigua clase media, sobre todo los pequeños artesanos, cambia completamente la anterior situación de los trabajadores y surgen dos clases nuevas, que absorben paulatinamente a todas las demás, a saber: I. La clase de los grandes capitalistas, que son ya en todos los países civilizados casi los únicos poseedores de todos los medios de existencia, como igualmente de las materias primas y de los instrumentos (máquinas, fábricas, etc.) necesarios para la producción de los medios de existencia. Es la clase de los burgueses, o sea, burguesía. II. La clase de los completamente desposeídos, de los que en virtud de ello se ven forzados a vender su trabajo a los burgueses, al fin de recibir en cambio los medios de subsistencia necesarios para vivir. Esta clase se denomina la clase de los proletarios, o sea, proletariado. V. ¿En qué condiciones se realiza esta venta del trabajo de los proletarios a los burgueses? El trabajo es una mercancía como otra cualquiera, y su precio depende, por consiguiente, de las mismas leyes que el de cualquier otra mercancía. Pero, el precio de una mercancía, bajo el dominio de la gran industria o de la libre competencia, que es lo mismo, como lo veremos más adelante, es, por término medio, siempre igual a los gastos de producción de dicha mercancía. Por tanto, el precio del trabajo es también igual al costo de producción del trabajo. Ahora bien, el costo de producción del trabajo consta precisamente de la cantidad de medios de subsistencia indispensables para que el obrero esté en condiciones de mantener su capacidad de trabajo y para que la clase obrera no se extinga. El obrero no percibirá por su trabajo más que lo indispensable para ese fin; el precio del trabajo o el salario será, por consiguiente, el más bajo, constituirá el mínimo de lo indispensable para mantener la vida. Pero, por cuanto en los negocios existen períodos mejores y peores, el obrero percibirá unas veces más, otras menos, exactamente de la misma manera que el fabricante cobra unas veces más, otras menos, por sus mercancías. Y, al igual que el fabricante, que, por término medio, contando los tiempos buenos y los malos, no percibe por sus mercancías ni más ni menos que su costo de producción, el obrero percibirá, por término medio, ni más ni menos que ese mínimo. Esta ley económica del salario se aplicará más rigurosamente en la medida en que la gran industria vaya penetrando en todas las ramas de la producción. VI. ¿Qué clases trabajadores existían antes de la revolución industrial? Las clases trabajadoras han vivido en distintas condiciones, según las diferentes fases de desarrollo de la sociedad, y han ocupado posiciones distintas respecto de las clases poseedoras y dominantes. En la antigüedad, los trabajadores eran esclavos de sus amos, como lo son todavía en un gran número de países atrasados e incluso en la parte meridional de los Estados Unidos. En la Edad Media eran siervos de los nobles propietarios de tierras, como lo son todavía en Hungría, Polonia y Rusia. Además, en la Edad Media, hasta la revolución industrial, existían en las ciudades oficiales artesanos que trabajaban al servicio de la pequeña burguesía y, poco a poco, en la medida del progreso de la manufactura, comenzaron a aparecer obreros de manufactura que iban a trabajar contratados por grandes capitalistas. VII. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el esclavo? El esclavo está vendido de una vez y para siempre, en cambio, el proletario tiene que venderse él mismo cada día y cada hora. Todo esclavo individual, propiedad de un señor determinado, tiene ya asegurada su existencia por miserable que sea, por interés de éste. En cambio el proletario individual es, valga la expresión, propiedad de toda la clase de la burguesía. Su trabajo no se compra más que cuando alguien lo necesita, por cuya razón no tiene la existencia asegurada. Esta existencia está asegurada únicamente a toda la clase de los proletarios. El esclavo está fuera de la competencia. El proletario se halla sometido a ello y siente todas sus fluctuaciones. El esclavo es considerado como una cosa, y no miembro de la sociedad civil. El proletario es reconocido como persona, como miembro de la sociedad civil. Por consiguiente, el esclavo puede tener una existencia mejor que el proletario, pero este último pertenece a una etapa superior de desarrollo de la sociedad y se encuentra a un nivel más alto que el esclavo. Este se libera cuando de todas las relaciones de la propiedad privada no suprime más que una, la relación de esclavitud, gracias a lo cual sólo entonces se convierte en proletario; en cambio, el proletario sólo puede liberarse suprimiendo toda la propiedad privada en general. VIII. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el siervo? El siervo posee en propiedad y usufructo un instrumento de producción y una porción de tierra, a cambio de lo cual entrega una parte de su producto o cumple ciertos trabajos. El proletario trabaja con instrumentos de producción pertenecientes a otra persona, por cuenta de ésta, a cambio de una parte del producto. El siervo da, al proletario le dan. El siervo tiene la existencia asegurada, el proletario no. El siervo está fuera de la competencia, el proletario se halla sujeto a ella. El siervo se libera ya refugiándose en la ciudad y haciéndose artesano, ya dando a su amo dinero en lugar de trabajo o productos, transformandose en libre arrendatario, ya expulsando a su señor feudal y haciéndose él mismo propietario. Dicho en breves palabras, se libera entrando de una manera u otra en la clase poseedora y en la esfera de la competencia. El proletario se libera suprimiendo la competencia, la propiedad privada y todas las diferencias de clase. IX. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el artesano? 1 X. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el obrero de manufactura? El obrero de manufactura de los siglos XVI-XVIII poseía casi en todas partes instrumentos de producción: su telar, su rueca para la familia y un pequeño terreno que cultivaba en las horas libres. El proletario no tiene nada de eso. El obrero de manufactura vive casi siempre en el campo y se halla en relaciones más o menos patriarcales con su señor o su patrono. El proletario suele vivir en grandes ciudades y no lo unen a su patrono más que relaciones de dinero. La gran industria arranca al obrero de manufactura de sus condiciones patriarcales; éste pierde la propiedad que todavía poseía y sólo entonces se convierte en proletario. XI. ¿Cuáles fueron las consecuencias directas de la revolución industrial y de la división de la sociedad en burgueses y proletarios? En primer lugar, en virtud de que el trabajo de las máquinas reducía más y más los precios de los artículos industriales, en casi todos los países del mundo el viejo sistema de la manufactura o de la industria basada en el trabajo manual fue destruido enteramente. Todos los países semibárbaros que todavía quedaban más o menos al margen del desarrollo histórico y cuya industria se basaba todavía en la manufactura, fueron arrancados violentamente de su aislamiento. Comenzaron a comprar mercancías más baratas a los ingleses, dejando que se muriesen de hambre sus propios obreros de manufactura. Así, países que durante milenios no conocieron el menor progreso, como, por ejemplo, la India, pasaron por una completa revolución, e incluso la China marcha ahora de cara a la revolución. Las cosas han llegado a tal punto que una nueva máquina que se invente ahora en Inglaterra podrá, en el espacio de un año, condenar al hambre a millones de obreros de China. De este modo, la gran industria ha ligado los unos a los otros a todos los pueblos de la tierra, ha unido en un solo mercado mundial todos los pequeños mercados locales, ha preparado por doquier el terreno para la civilización y el progreso y ha hecho las cosas de tal manera que todo lo que se realiza en los países civilizados debe necesariamente repercutir en todos los demás, por tanto, si los obreros de Inglaterra o de Francia se liberan ahora, ello debe suscitar revoluciones en todos los demás países, revoluciones que tarde o temprano culminarán también allí en la liberación de los obreros. En segundo lugar, en todas las partes en que la gran industria ocupó el lugar de la manufactura, la burguesía aumentó extraordinariamente su riqueza y poder y se erigió en primera clase del país. En consecuencia, en todas las partes en las que se produjo ese proceso, la burguesía tomó en sus manos el poder político y desalojó las clases que dominaban antes: la aristocracia, los maestros de gremio y la monarquía absoluta, que representaba a la una y a los otros. La burguesía acabó con el poderío de la aristocracia y de la nobleza, suprimiendo el mayorazgo o la inalienabilidad de la posesión de tierras, como también todos los privilegios de la nobleza. Destruyó el poderío de los maestros de gremio, eliminando todos los gremios y los privilegios gremiales. En el lugar de unos y otros puso la libre competencia, es decir, un estado de la sociedad en la que cada cual tenía derecho a dedicarse a la rama de la industria que le gustase y nadie podía impedírselo a no ser la falta de capital necesario para tal actividad. Por consiguiente, la implantación de la libre competencia es la proclamación pública de que, de ahora en adelante, los miembros de la sociedad no son iguales entre sí únicamente en la medida en que no lo son sus capitales, que el capital se convierte en la fuerza decisiva y que los capitalistas, o sea, los burgueses, se erigen así en la primera clase de la sociedad. Ahora bien, la libre competencia es indispensable en el período inicial del desarrollo de la gran industria, porque es el único régimen social con el que la gran industria puede progresar. Tras de aniquilar de este modo el poderío social de la nobleza y de los maestros de gremio, puso fin también al poder político de la una y los otros. Llegada a ser la primera clase de la sociedad, la burguesía se proclamó también la primera clase en la esfera política. Lo hizo implantando el sistema representativo, basado en la igualdad burguesa ante la ley y en el reconocimiento legislativo de la libre competencia. Este sistema fue instaurado en los países europeos bajo la forma de la monarquía constitucional. En dicha monarquía sálo tienen derecho de voto los poseedores de cierto capital, es decir, únicamente los burgueses. Estos electores burgueses eligen a los diputados, y estos diputados burgueses, valiéndose del derecho a negar los impuestos, eligen un gobierno burgués. En tercer lugar, la revolución indistrial ha creado en todas partes el proletariado en la misma medida que la burguesía. Cuanto más ricos se hacían los burgueses, más numerosos eran los proletarios. Visto que sólo el capital puede dar ocupación a los proletarios y que el capital sólo aumenta cuando emplea trabajo, el crecimiento del proletariado se produce en exacta correspondencia con el del capital. Al propio tiempo, la revolución industrial agrupa a los burgueses y a los proletarios en grandes ciudades, en las que es más ventajoso fomentar la industria, y can esa concentración de grandes masas en un mismo lugar le inculca a los proletarios la conciencia de su fuerza. Luego, en la medida del progreso de la revolución industrial, en la medida en que se inventan nuevas máquinas, que eliminan el trabajo manual, la gran industria ejerce una presión creciente sobre los salarios y los reduce, como hemos dicho, al mínimo, haciendo la situación del proletariado cada vez más insoportable. Así, por una parte, como consecuencia del descontento creciente del proletariado y, por la otra, del crecimiento del poderío de éste, la revolución industrial prepara la revolución social que ha de realizar el proletariado. XII. ¿Cuáles han sido las consecuencias siguientes de la revolución industrial? La gran industria creó, con la máquina de vapor y otras máquinas, los medios de aumentar la producción industrial rápidamente, a bajo costo y hasta el infinito. Merced a esta facilidad de ampliar la producción, la libre competencia, consecuencia necesaria de esta gran industria, adquirió pronto un carácter extraordinariamente violento; un gran número de capitalistas se lanzó a la industria, en breve plazo se produjo más de lo que se podía consumir. Como consecuencia, no se podían vender las mercancías fabricadas y sobrevino la llamada crisis comercial; las fábricas tuvieron que parar, los fabricantes quebraron y los obreros se quedaron sin pan. Y en todas partes se extendió la mayor miseria. Al cabo de cierto tiempo se vendieron los productos sobrantes, las fábricas volvieron a funcionar, los salarios subieron y, poco a poco, los negocios marcharon mejor que nunca. Pero no por mucho tiempo, ya que pronto volvieron a producirse demasiadas mercancías y sobrevino una nueva crisis que transcurrió exactamente de la misma manera que la anterior. Así, desde comienzos del presente siglo, en la situación de la industria se han producido continuamente oscilaciones entre períodos de prosperidad y períodos de crisis, y casi regularmente, cada cinco o siete años se ha producido tal crisis, con la particularidad de que cada vez acarreaba las mayores calamidades para los obreros, una agitación revolucionaria general y un peligro colosal para todo el régimen existente. XIII. ¿Cuáles son las consecuencias de estas crisis comerciales que se repiten regularmente? En primer lugar, la de que la gran industria, que en el primer período de su desarrollo creó la libre competencia, la ha rebasado ya; que la competencia y, hablando en términos generales, la producción industrial en manos de unos u otros particulares se ha convertido para ella en una traba a la que debe y ha de romper; que la gran industria, mientras siga sobre la base actual, no puede existir sin conducir cada siete años a un caos general que supone cada vez un peligro para toda la civilización y no sólo sume en la miseria a los proletarios, sino que arruina a muchos burgueses; que, por consiguiente, la gran industria debe destruirse ella misma, lo que es absolutamente imposible, o reconocer que hace imprescindible una organización completamente nueva de la sociedad, en la que la producción industrial no será más dirigida por unos u otros fabricantes en competencia entre sí, sino por toda la sociedad con arreglo a un plan determinado y de conformidad con las necesidades de todos los miembros de la sociedad. En segundo lugar, que la gran industria y la posibilidad, condicionada por ésta, de ampliar hasta el infinito la producción permiten crear un régimen social en el que se producirán tantos medios de subsistencia que cada miembro de la sociedad estará en condiciones de desarrollar y emplear libremente todas sus fuerzas y facultades; de modo que, precisamente la peculiaridad de la gran industria que en la sociedad moderna engendra toda la miseria y todas las crisis comerciales será en la otra organización social justamente la que ha de acabar con esa miseria y esas fluctuaciones preñadas de tantas desgracias. Por tanto, está probado claramente: 1) que en la actualidad todos estos males se deben únicamente al régimen social, el cual ya no responde más a las condiciones existentes; 2) que ya existen los medios de supresión definitiva de estas calamidades por vía de la construcción de un nuevo orden social. XIV. ¿Cómo debe ser ese nuevo orden social? Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes. La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la planteen can razón como su principal reivindicación. XV. ¿Eso quiere decir que la supresión de la propiedad privada no era posible antes? No, no era posible. Toda transformación del orden social, todo cambio de las relaciones de propiedad es consecuencia necesaria de la aparición de nuevas fuerzas productivas que han dejado de corresponder a las viejas relaciones de propiedad. Así ha surgido la misma propiedad privada. La propiedad privada no ha existido siempre; cuando a fines de la Edad Media surgió el nuevo modo de producción bajo la forma de la manufactura, que no encuadraba en el marco de la propiedad feudal y gremial, esta manufactura, que no correspondía ya a las viejas relaciones de propiedad, dio vida a una nueva forma de propiedad: la propiedad privada. En efecto, para la manufactura y para el primer período de desarrollo de la gran industria no era posible ninguna otra forma de propiedad además de la propiedad privada, no era posible ningún orden social además del basado en esta propiedad. Mientras no se pueda conseguir una cantidad de productos que no sólo baste para todos, sino que se quede cierto excedente para aumentar el capital social y seguir fomentando las fuerzas productivas, deben existir necesariamente una clase dominante que disponga de las fuerzas productivas de la sociedad y una clase pobre y oprimida. La constitución y el carácter de estas clases dependen del grado de desarrollo de la producción. La sociedad de la Edad Media, que tiene por base el cultivo de la tierra, nos da el señor feudal y el siervo; las ciudades de las postrimerías de la Edad Media nos dan el maestro artesano, el oficial y el jornalero; en el siglo XVII, el propietario de manufactura y el obrero de ésta; en el siglo XIX, el gran fabricante y el proletario. Es claro que, hasta el presente, las fuerzas productivas no se han desarrollado aún al punto de proporcionar una cantidad de bienes suficiente para todos y para que la propiedad privada sea ya una traba, un obstáculo para su progreso. Pero hoy, cuando, merced al desarrollo de la gran industria, en primer lugar, se han constituido capitales y fuerzas productivas en proporciones sin precedentes y existen medios para aumentar en breve plazo hasta el infinito estas fuerzas productivas; cuando, en segundo lugar, estas fuerzas productivas se concentran en manos de un reducido número de burgueses, mientras la gran masa del pueblo se va convirtiendo cada vez más en proletarios, con la particularidad de que su situación se hace más precaria e insoportable en la medida en que aumenta la riqueza de los burgueses; cuando, en tercer lugar, estas poderosas fuerzas productivas, que se multiplican con tanta facilidad hasta rebasar el marco de la propiedad privada y del burgués, provocan continuamente las mayores conmociones del orden social, sólo ahora la supresión de la propiedad privada se ha hecho posible e incluso absolutamente necesaria. XVI. ¿Será posible suprimir por vía pacífica la propiedad privada? Sería de desear que fuese así, y los comunistas, como es lógico, serían los últimos en oponerse a ello. Los comunistas saben muy bien que todas las conspiraciones, además de inútiles, son incluso perjudiciales. Están perfectamente al corriente de que no se pueden hacer las revoluciones premeditada y arbitrariamente y que éstas han sido siempre y en todas partes una consecuencia necesaria de circunstancias que no dependían en absoluto de la voluntad y la dirección de unos u otros partidos o clases enteras. Pero, al propio tiempo, ven que se viene aplastando por la violencia el desarrollo del proletariado en casi todos los países civilizados y que, con ello, los enemigos mismos de los comunistas trabajan con todas sus energías para la revolución. Si todo ello termina, en fin de cuentas, empujando al proletariado subyugado a la revolución, nosotros, los comunistas, defenderemos con hechos, no menos que como ahora lo hacemos de palabra, la causa del proletariado. XVII. ¿Será posible suprimir de golpe la propiedad privada? No, no será posible, del mismo modo que no se puede aumentar de golpe las fuerzas productivas existentes en la medida necesaria para crear una economía colectiva. Por eso, la revolución del proletariado, que se avecina según todos los indicios, sólo podrá transformar paulatinamente la sociedad actual, y acabará con la propiedad privada únicamente cuando haya creado la necesaria cantidad de medios de producción. XVIII. ¿Qué vía de desarrollo tomará esa revolución? Establecerá, ante todo, un régimen democrático y, por tanto, directa o indirectamente, la dominación política del proletariado. Directamente en Inglaterra, donde los proletarios constituyen ya la mayoría del pueblo. Indirectamente en Francia y en Alemania, donde la mayoría del pueblo no consta únicamente de proletarios, sino, además, de pequeños campesinos y pequeños burgueses de la ciudad, que se encuentran sólo en la fase de transformación en proletariado y que, en lo tocante a la satisfacción de sus intereses políticos, dependen cada vez más del proletariado, por cuya razón han de adherirse pronto a las reivindicaciones de éste. Para ello, quizá, se necesite una nueva lucha que, sin embargo, no puede tener otro desenlace que la victoria del proletariado. La democracia sería absolutamente inútil para el proletariado si no la utilizara inmediatamente como medio para llevar a cabo amplias medidas que atentasen directamente contra la propiedad privada y asegurasen la existencia del proletariado. Las medidas más importantes, que dimanan necesariamente de las condiciones actuales, son: 1) Restricción de la propiedad privada mediante el impuesto progresivo, el alto impuesto sobre las herencias, la abolición del derecho de herencia en las líneas laterales (hermanos, sobrinos, etc.), préstamos forzosos, etc. 2) Expropiación gradual de los propietarios agrarios, fabricantes, propietarios de ferrocarriles y buques, parcialmente con ayuda de la competencia por parte de la industria estatal y, parcialmente de modo directo, con indemnización en asignados. 3) Confiscación de los bienes de todos los emigrados y de los rebeldes contra la mayoría del pueblo. 4) Organización del trabajo y ocupación de los proletarios en fincas, fábricas y talleres nacionales, con lo cual se eliminará la competencia entre los obreros, y los fabricantes que queden, tendrán que pagar salarios tan altos como el Estado. 5) Igual deber obligatorio de trabajo para todos los miembros de la sociedad hasta la supresión completa de la propiedad privada. Formación de ejércitos industriales, sobre todo para la agricultura. 6) Centralización de los créditos y la banca en las manos del Estado a través del Banco Nacional, con capital del Estado. Cierre de todos los bancos privados. 7) Aumento del número de fábricas, talleres, ferrocarriles y buques nacionales, cultivo de todas las tierras que están sin labrar y mejoramiento del cultivo de las demás tierras en consonancia con el aumento de los capitales y del número de obreros de que dispone la nación. 8) Educación de todos los niños en establecimientos estatales y a cargo del Estado, desde el momento en que puedan prescindir del cuidado de la madre. Conjugar la educación con el trabajo fabril. 9) Construcción de grandes palacios en las fincas del Estado para que sirvan de vivienda a las comunas de ciudadanos que trabajen en la industria y la agricultura y unan las ventajas de la vida en la ciudad y en el campo, evitando así el carácter unilateral y los defectos de la una y la otra. 10) Destrucción de todas las casas y barrios insalubres y mal construidos. 11) Igualdad de derecho de herencia para los hijos legítimos y los naturales. 12) Concentración de todos los medios de transporte en manos de la nación. Por supuesto, todas estas medidas no podrán ser llevadas a la práctica de golpe. Pero cada una entraña necesariamente la siguiente. Una vez emprendido el primer ataque radical contra la propiedad privada, el proletariado se verá obligado a seguir siempre adelante y a concentrar más y más en las manos del Estado todo el capital, toda la agricultura, toda la industria, todo el transporte y todo el cambio. Este es el objetivo a que conducen las medidas mencionadas. Ellas serán aplicables y surtirán su efecto centralizador exactamente en el mismo grado en que el trabajo del proletariado multiplique las fuerzas productivas del país. Finalmente, cuando todo el capital, toda la producción y todo el cambio estén concentrados en las manos de la nación, la propiedad privada dejará de existir de por sí, el dinero se hará superfluo, la producción aumentará y los hombres cambiarán tanto que se podrán suprimir también las últimas formas de relaciones de la vieja sociedad. XIX. ¿Es posible esta revolución en un solo país? No. La gran industria, al crear el mercado mundial, ha unido ya tan estrechamente todos los pueblos del globo terrestre, sobre todo los pueblos civilizados, que cada uno depende de lo que ocurre en la tierra del otro. Además, ha nivelado en todos los países civilizados el desarrollo social a tal punto que en todos estos países la burguesía y el proletariado se han erigido en las dos clases decisivas de la sociedad, y la lucha entre ellas se ha convertido en la principal lucha de nuestros días. Por consecuencia, la revolución comunista no será una revolución puramente nacional, sino que se producirá simultáneamente en todos los países civilizados, es decir, al menos en Inglaterra, en América, en Francia y en Alemania. Ella se desarrollará en cada uno de estos países más rápidamente o más lentamente, dependiendo del grado en que esté en cada uno de ellos más desarrollada la industria, en que se hayan acumulado más riquezas y se disponga de mayores fuerzas productivas. Por eso será más lenta y difícil en Alemania y más rápida y fácil en Inglaterra. Ejercerá igualmente una influencia considerable en los demás países del mundo, modificará de raíz y acelerará extraordinariamente su anterior marcha del desarrollo. Es una revolución universal y tendrá, por eso, un ámbito universal. XX. ¿Cuáles serán las consecuencias de la supresión definitiva de la propiedad privada? Al quitar a los capitalistas privados el usufructo de todas las fuerzas productivas y medios de comunicación, así como el cambio y el reparto de los productos, al administrar todo eso con arreglo a un plan basado en los recursos disponibles y las necesidades de toda la sociedad, ésta suprimirá, primeramente, todas las consecuencias nefastas ligadas al actual sistema de dirección de la gran industria. Las crisis desaparecerán; la producción ampliada, que es, en la sociedad actual, una superproducción y una causa tan poderosa de la miseria, será entonces muy insuficiente y deberá adquirir proporciones mucho mayores. En lugar de engendrar la miseria, la producción superior a las necesidades perentorias de la sociedad permitirá satisfacer las demandas de todos los miembros de ésta, engendrará nuevas demandas y creará, a la vez, los medios de satisfacerlas. Será la condición y la causa de un mayor progreso y lo llevará a cabo, sin suscitar, como antes, el trastorno periódico de todo el orden social. La gran industria, liberada de las trabas de la propiedad privada, se desarrollará en tales proporciones que, comparado con ellas, su estado actual parecerá tan mezquino como la manufactura al lado de la gran industria moderna. Este avance de la industria brindara a la sociedad suficiente cantidad de productos para satisfacer las necesidades de todos. Del mismo modo, la agricultura, en la que, debido al yugo de la propiedad privada y al fraccionamiento de las parcelas, resulta difícil el empleo de los perfeccionamientos ya existentes y de los adelantos de la ciencia experimentará un nuevo auge y ofrecerá a disposición de la sociedad una cantidad suficiente de productos. Así, la sociedad producirá lo bastante para organizar la distribución con vistas a cubrir las necesidades de todos sus miembros. Con ello quedará superflua la división de la sociedad en clases distintas y antagónicas. Dicha división, además de superflua, será incluso incompatible con el nuevo régimen social. La existencia de clases se debe a la división del trabajo, y esta última, bajo su forma actual desaparecerá enteramente, ya que, para elevar la producción industrial y agrícola al mencionado nivel no bastan sólo los medios auxiliares mecánicos y químicos. Es preciso desarrollar correlativamente las aptitudes de los hombres que emplean estos medios. Al igual que en el siglo pasado, cuando los campesinos y los obreros de las manufacturas, tras de ser incorporados a la gran industria, modificaron todo su régimen de vida y se volvieron completamente otros, la dirección colectiva de la producción por toda la sociedad y el nuevo progreso de dicha producción que resultara de ello necesitarán hombres nuevos y los formarán. La gestión colectiva de la producción no puede correr a cargo de los hombres tales como lo son hoy, hombres que dependen cada cual de una rama determinada de la producción, están aferrados a ella, son explotados por ella, desarrollan nada más que un aspecto de sus aptitudes a cuenta de todos los otros y sólo conocen una rama o parte de alguna rama de toda la producción. La industria de nuestros días está ya cada vez menos en condiciones de emplear tales hombres. La industria que funciona de modo planificado merced al esfuerzo común de toda la sociedad presupone con más motivo hombres con aptitudes desarrolladas universalmente, hombres capaces de orientarse en todo el sistema de la producción. Por consiguiente, desaparecerá del todo la división del trabajo, minada ya en la actualidad por la máquina, la división que hace que uno sea campesino, otro, zapatero, un tercero, obrero fabril, y un cuarto, especulador de la bolsa. La educación dará a los jóvenes la posibilidad de asimilar rápidamente en la práctica todo el sistema de producción y les permitirá pasar sucesivamente de una rama de la producción a otra, según sean las necesidades de la sociedad o sus propias inclinaciones. Por consiguiente, la educación los liberará de ese carácter unilateral que la división actual del trabajo impone a cada individuo. Así, la sociedad organizada sobre bases comunistas dará a sus miembros la posibilidad de emplear en todos los aspectos sus facultades desarrolladas universalmente. Pero, con ello desaparecerán inevitablemente las diversas clases. Por tanto, de una parte, la sociedad organizada sobre bases comunistas es incompatible con la existencia de clases y, de la otra, la propia construcción de esa sociedad brinda los medios para suprimir las diferencias de clase. De ahí se desprende que ha de desaparecer igualmente la oposición entre la ciudad y el campo. Unos mismos hombres se dedicarán al trabajo agrícola y al industrial, en lugar de dejar que lo hagan dos clases diferentes. Esto es una condición necesaria de la asociación comunista y por razones muy materiales. La dispersión de la población rural dedicada a la agricultura, a la par con la concentración de la población industrial en las grandes ciudades, corresponde sólo a una etapa todavía inferior de desarrollo de la agricultura y la industria y es un obstáculo para el progreso, cosa que se hace ya sentir con mucha fuerza. La asociación general de todos los miembros de la sociedad al objeto de utilizar colectiva y racionalmente las fuerzas productivas; el fomento de la producción en proporciones suficientes para cubrir las necesidades de todos; la liquidación del estado de cosas en el que las necesidades de unos se satisfacen a costa de otros; la supresión completa de las clases y del antagonismo entre ellas; el desarrollo universal de las facultades de todos los miembros de la sociedad merced a la eliminación de la anterior división del trabajo, mediante la educación industrial, merced al cambio de actividad, a la participación de todos en el usufructo de los bienes creados por todos y, finalmente, mediante la fusión de la ciudad con el campo serán los principales resultados de la supresión de la propiedad privada. XXI. ¿Qué influencia ejercerá el régimen social comunista en la familia? Las relaciones entre los sexos tendrán un carácter puramente privado, perteneciente sólo a las personas que toman parte en ellas, sin el menor motivo para la ingerencia de la sociedad. Eso es posible merced a la supresión de la propiedad privada y a la educación de los niños por la sociedad, con lo cual se destruyen las dos bases del matrimonio actual ligadas a la propiedad privada: la dependencia de la mujer respecto del hombre y la dependencia de los hijos respecto de los padres. En ello reside, precisamente, la respuesta a los alaridos altamente moralistas de los burguesotes con motivo de la comunidad de las mujeres, que, según éstos, quieren implantar los comunistas. La comunidad de las mujeres es un fenómeno que pertenece enteramente a la sociedad burguesa y existe hoy plenamente bajo la forma de prostitución. Pero, la prostitución descansa en la propiedad privada y desaparecerá junto con ella. Por consiguiente, la organización comunista, en lugar de implantar la comunidad de las mujeres, la suprimirá. XXII. ¿Cuál será la actitud de la organización comunista hacia las nacionalidades existentes? - Queda 2. XXIII. ¿Cuál será su actitud hacia las religiones existentes? - Queda. XXIV. ¿Cuál es la diferencia entre los comunistas y los socialistas? Los llamados socialistas se dividen en tres categorías. La primera consta de partidarios de la sociedad feudal y patriarcal, que ha sido destruida y sigue siéndolo a diario por la gran industria, el comercio mundial y la sociedad burguesa creada por ambos. Esta categoría saca de los males de la sociedad moderna la conclusión de que hay que restablecer la sociedad feudal y patriarcal, ya que estaba libre de estos males. Todas sus propuestas persiguen, directa o indirectamente, este objetivo. Los comunistas lucharán siempre enérgicamente contra esa categoría de socialistas reaccionarios, pese a su fingida compasión de la miseria del proletariado y las amargas lágrimas que vierten con tal motivo, puesto que estos socialistas: 1) se proponen un objetivo absolutamente imposible; 2) se esfuerzan por restablecer la dominación de la aristocracia, los maestros de gremio y los propietarios de manufacturas, con su séquito de monarcas absolutos o feudales, funcionarios, soldados y curas, una sociedad que, cierto, estaría libre de los vicios de la sociedad actual, pero, en cambio, acarrearía, cuando menos, otros tantos males y, además, no ofrecería la menor perspectiva de liberación, con ayuda de la organización comunista, de los obreros oprimidos; 3) muestran sus verdaderos sentimientos cada vez que el proletariado se hace revolucionario y comunista: se alían inmediatamente a la burguesía contra los proletarios. La segunda categoría consta de partidarios de la sociedad actual, a los que los males necesariamente provocados por ésta inspiran temores en cuanto a la existencia de la misma. Ellos quieren, por consiguiente, conservar la sociedad actual, pero suprimir los males ligados a ella. A tal objeto, unos proponen medidas de simple beneficencia; otros, grandiosos planes de reformas que, so pretexto de reorganización de la sociedad, se plantean el mantenimiento de las bases de la sociedad actual y, con ello, la propia sociedad actual. Los comunistas deberán igualmente combatir con energía contra estos socialistas burgueses, puesto que éstos trabajan para los enemigos de los comunistas y defienden la sociedad que los comunistas quieren destruir. Finalmente, la tercera categoría consta de socialistas democráticos. Al seguir el mismo camino que los comunistas, se proponen llevar a cabo una parte de las medidas señaladas en la pregunta... 3, pero no como medidas de transición al comunismo, sino como un medio suficiente para acabar con la miseria y los males de la sociedad actual. Estos socialistas democráticos son proletarios que no ven todavía con bastante claridad las condiciones de su liberación, o representantes de la pequeña burguesía, es decir, de la clase que, hasta la conquista de la democracia y la aplicación de las medidas socialistas dimanantes de ésta, tiene en muchos aspectos los mismos intereses que los proletarios. Por eso, los comunistas se entenderán con esos socialistas democráticos en los momentos de acción y deben, en general, atenerse en esas ocasiones y en lo posible a una política común con ellos, siempre que estos socialistas no se pongan al servicio de la burguesía dominante y no ataquen a los comunistas. Por supuesto, estas acciones comunes no excluyen la discusión de las divergencias que existen entre ellos y los comunistas. XXV. ¿Cuál es la actitud de los comunistas hacia los demás partidos políticos de nuestra época? Esta actitud es distinta en los diferentes países. En Inglaterra, Francia y Bélgica, en las que domina la burguesía, los comunistas todavía tienen intereses comunes con diversos partidos democráticos, con la particularidad de que esta comunidad de intereses es tanto mayor cuanto más los demócratas se acercan a los objetivos de los comunistas en las medidas socialistas que los demócratas defienden ahora en todas partes, es decir, cuanto más clara y explícitamente defienden los intereses del proletariado y cuanto más se apoyan en el proletariado. En Inglaterra, por ejemplo, los cartistas 4, que constan de obreros, se aproximan inconmensurablemente más a los comunistas que los pequeñoburgueses democráticos o los llamados radicales. En Norteamérica, donde ha sido proclamada la Constitución democrática, los comunistas deberán apoyar al partido que quiere encaminar esta Constitución contra la burguesía y utilizarla en beneficio del proletariado, es decir, al partido de la reforma agraria nacional. En Suiza, los radicales, aunque constituyen todavía un partido de composición muy heterogénea, son, no obstante, los únicos con los que los comunistas pueden concertar acuerdos, y entre estos radicales los más progresistas son los de Vand y los de Ginebra. Finalmente, en Alemania está todavía por delante la lucha decisiva entre la burguesía y la monarquía absoluta. Pero, como los comunistas no pueden contar con una lucha decisiva con la burguesía antes de que ésta llegue al poder, les conviene a los comunistas ayudarle a que conquiste lo más pronto posible la dominación, a fin de derrocarla, a su vez, lo más pronto posible. Por tanto, en la lucha de la burguesía liberal contra los gobiernos, los comunistas deben estar siempre del lado de la primera, precaviéndose, no obstante, contra el autoengaño en que incurre la burguesía y sin fiarse en las aseveraciones seductoras de ésta acerca de las benéficas consecuencias que, según ella, traerá al proletariado la victoria de la burguesía. Las únicas ventajas que la victoria de la burguesía brindará a los comunistas serán: 1) diversas concesiones que aliviarán a los comunistas la defensa, la discusión y la propagación de sus principios y, por tanto, aliviarán la cohesión del proletariado en una clase organizada, estrechamente unida y dispuesta a la lucha, y 2) la seguridad de que el día en que caigan los gobiernos absolutistas, llegará la hora de la lucha entre los burgueses y los proletarios. A partir de ese día, la política del partido de los comunistas será aquí la misma que en los países donde domina ya la burguesía. Escrito en alemán por F. Engels a fines de octubre y en noviembre de 1847. Se publica de acuerdo con el manuscrito. Publicado por vez primera como edición aparte en 1914. NOTAS [1] Aquí Engels deja en blanco el manuscrito para redactar luego la respuesta a la pregunta IX. [2] En el manuscrito, en lugar de respuesta a la pregunta 22, así como a la siguiente, la 23, figura la palabra «queda». Por lo visto, estima que la respuesta debía quedar en la forma que estaba expuesta en uno de los proyectos previos, que no nos han llegado, del programa de la Liga de los Comunistas.[3] En el manuscrito está en blanco ese lugar; trátase de la pregunta XVIII. [4] Se les llamó Chartists o cartistas los participantes en el movimiento obrero de Gran Bretaña entre los años 1830s y 1850s que se libró con la reivindicación de la aprobación de una "Carta del Pueblo" que garantize, entre otras cosas, el sufragio universal. |
OPERACION TUMBADA DE LAS TORRES PUESTA EN DUDA SU EJECUCIÓN POR BIN LADEN Y ATRIBUIDA MAS BIEN A GOBIERNO USA Y BUSH POR CIENTIFICOS SUIZOS
2.973 personas murieron, asesinadas por Bin Laden, chilló Bush en esos días atribuyendo a Al Kaeda y Bin Laden la tumbada de las torres de Nueva York.El mundo le creyó entonces.
Desde ese momento hasta ahora muchas personalidades destacadas dudan de lo dicho por Bush, según aseguran en varias publicaciones, entre ellas una página de comentarios alemana "Historische Wahrheit", la cual recoge planteamientos, teorías, comentarios en general acerca de acontecimientos importantes.
Ahora, por ejemplo, recoge "Historische Wahrheit", de fuentes de prensa y de ciencia alemanes y suizos, comentarios de historiadores suizos al respeto del suceso de las torres gemelas del once de Septiembre en Nueva York.-
Ahora, por ejemplo, el destacado Profesor Universitario Suizo Albert A. Stahel y Daniel Ganser, historiador, levantan nuevos cuestionamientos.
Muchas cosas no están correctas en esto dice el reputado estratega y Profesor Stahel en la Revista Mundo a la Semana, cuando se refiere al incompleto reporte oficial sobre el once de septiembre, levantado hasta el 2004.
Al hablar sobre ese reporte del 2004--donde se recogen hipótesis, testimonios etc. hasta el 2004, levantado por organismos de los EEUU ,el Profesor Stahel confirma su criticismo y dudas acerca de la veracidad de lo dicho por Bush. "Osama Bin Laden--dice el Profesor--no puede ser el gran padre detrás de los ataques. Añade: El no tiene, ni tenía entonces, los medis de enlace, de comunicación, de intercambio suficientes o bastantes y necesarios para lograr una operación de ese tipo"
El Profesor Stahel duda también de que un avión de pasajeros pueda haber impactado en el Pentágono. Para un Piloto de gran entrenamiento, con todas las facilidades a su alcance, lograr eso, es altamente imposible, dirigirse y chocar una edificación tan exactamente. Siendo esto aí, para una Piloto de gran experiencia, más lo es para uno de muy poco entrenameinto como fuéron los "árabes" que se divulgó que condujeron los aviones de la operación del 11 de Septiembre-
Además, adiciona el Profesor Stahel, está el hecho de que el Edificio siete del mismo Conjunto de torres en ese sector de Nueva York, haya colapsado mucho después del choque de aviones con las otras dos. La versión fue la de que esta otra torre colapsó quemada por largo tiermpo. Nada está claro allí.
También coincide con el Profesor Stahel el historiador Daniel Ganser, un colega suyo de la Universidad de Zurich. El Dr. Ganser habla de que se trata más bien de una Conspiración Oficial de los Estados Unidos.
Al respecto hay tres opciones que analizar, señala el Dr. Ganser:
1.- Teoría de la Sorpresa: Bin Laden y Al Kaeda, implementarían y ejecutarían el ataque.Aquí hay dudas y elementos comprobados de su capacidad para hacerlo.
2.-Permitir el ataque a propósito. En esa "teoría" , se parte de que el Gobierno de EEUU--y el de Bush en particular--tenían conocimiento sobrer el ataque, pero lo dejaron correr para poder justificar una serie de guerras que secretamente ya tenían planificadas a comjo diera lugar.
3.-Los ataques ocurrieron a propósito, o sea que ellos mismos los planificaron, orquestaron y ejecutaron desde el Pentágono, y/o a través de sus servicios secretos muy especiales.
Al respecto Ganser dice: 3.ooo seres humanos fueron sacrificados por un interés estratégico. Y afirma: mientras más de investiga, más se duda de la versión de Bush y su Gobierno.
Es muy concebible que el Gobierno de Bush sea el responsabler, finalmente, de tales hechos. ¡Bush ha mentido tanto ya!.
Por otra parte, se conoce como el Gobierno de los Estados Unidos planificó en 12.962 la Operación: "Operation Nortwood", la cual permitía sacrificar a miles de ciudadanos por intereses estratégicos del Gobierno, y dicha Operación el Pentágono la probó.
En sus estudios y declaraciones los Profesores Stahel y Garson concluyen inclinándose por la hipótesis de la preparación y ejecución de la Operación de las torres Gemelas como una Operación cuya responsabilidad y ejecución directa dorresponde al Gobierno Bush.
Fuente: De Envíos a Nuestro Correo
Edición: Prensa Popular Comunistas Miranda
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viernes, 30 de mayo de 2008
ANTE LOS ANUNCIOS DE VIOLENCIA CONTRA VENEZUELA
La denuncia de la violencia del imperialismo y sus lacayos criollos contra el pueblo venezolano, el llamado a combatirlo, y a tomar las medidas concretas para hacerlo, ha sido siempre una característica de los "rojos", como muchos nos califican a los comunistas, del Partido de la Hoz y el Martillo, de su Símbolo Nacional, aportación del artista Régulo Pérez, el Gallo Rojo, nuestro glorioso Partido Comunista de Venezuela.
En este sentido, y ante los anuncios de preparativos para incentivar la violencia que adelanta y adelantará el oposicionismo, incorporamos en el inicio de nuestro Blog "Prensa Popular Comunistas Miranda" el Artículo "Ante los Anuncios de Violencia Contra Venezuela" del Camarada Faustino Rodríguez Bauza, firmado con su versión abreviada de Ferrebé, acerca de los Planes Oposicionistas y la preparación popular para contrarrestarlos. Tal como siempre lo hemos hecho como Partido, esa será siempre una tónica de nuestro Vocero Prensa Popular Comunistas Miranda: denunciar la violencia imperialista y oligárquica contra el pueblo, llamar a la organización del pueblo para repelerla, y ponernos en la vanguardia de esa organización concreta para el combate. En seguida, el Artículo:
ANTE LOS ANUNCIOS DE VIOLENCIA CONTRA VENEZUELA
Por: Ferrebé
Menudean ahora las amenazas desde EEUU indirectamente, y desde los más recalcitrantes oligarcoderechistas del proimperialismo buchista del vecino país contra Venezuela. Todo aderezado con viaje de la Rice, vocera directa de todo lo que significa agresiones, invasiones, bombardeos, genocidios y todo tipo de violencias en el mundo.-
Ahora amenazan con intervenciones directas en el seno del país desde el extranjero .Particularmente en relación con el montaje que le hicieron a De Martino.Amenazan con "venir a buscarlo".-
Hay varios modelos de búsqueda. Los más cercanos son: el de Bin Laden.- Que lo fueron a "buscar "a Afganistán. Pero siempre, en cada operación para atraparlo, el único sitio no vigilado es aquél por el que siempre se escapa el viejo amigo y aliado de los Bush, el sigiloso Osama. Confesó el propio embustero Presidente que "eso no ocurriría más". Para decir eso tenía que conocer que "eso" iba a pasar: que el entrenado de la CIA se les iba a "escurrir".-
Otro "modelo" es el de Haití-Aristide y todos sabemos que ocurrió y que ocurre allí. Cómo ese país está sometido, con vigilancia externa, a un proceso de dominio y de violencia silente, sin que le prestemos la debida asistencia y solidaridad después de años de asesinatos y violencias asesinas yanqui.paramilitares.-
El otro--y último paradigma al que nos referiremos, de los muchos que tienen, para no seguir citando--el de Panamá.. Todos conocemos lo que allí ocurrió.-- La bárbara matanza para sacar a un Noriega, que hasta días antes era uno de sus aliados preferidos.-
Cualquiera que escojan, es un inicio bélico en América Latina. Es ese su propósito? No tiene nada de raro.-El pueblo, los sectores populares y revolucionarios, debemos tomar las cosas en serio.
Hay que seguir con los planes de defensa nacional, donde, en el pueblo, está en primer lugar el fortalecimiento de su relación con la Reserva y sus funciones, los planes de defensa propios de cada sector y cada barrio, y la preparación necesaria al lado de toda la red de información.-
La preparación deberá contener las formas de comunicación e información, de abastecimientos en general, de defensa de barrios y sectores, un Plan para toda circunstancias, que abarque a todas las fuerzas populares Es responsabilidad de los dirigentes políticos revolucionarios, y los comunistas respondemos a esa situación.-
Al respecto, ya el PCV Miranda hace un tiempo lanzó un alerta, hizo un llamado a la preparación permanente y lo mantiene al día. El Partido Comunista de Venezuela en el Estado Miranda, con todos los anuncios y circunstancias actuales, y los planes que adelantan los oposicionistas guiados por el imperialismo para implantar la violencia, plantea a los sectores populares que estamos en vías de integrarnos en el Frente Antiimperialista y de Avance al Socialismo, que debemos tomar todos estos elementos muy seriamente en consideración para cualquier plan político.-
El enemigo imperialista y sus socios de la oposición actúan a diario, debemos superarlos, sobrepasarlos, ser soldados de todos los días, y varias horas al día, para preparar la defensa de la patria.-
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/<
DOCUMENTO HISTORICO DEL PCV DEL AÑO 1961
El estudio de la realidad histórica y sus lecciones, el análisis de la experiencia, para tomar de allí un conocimiento que aplicado, basándonos en el análisis marxista leninista, nos sirva para actuar mejor en el presente, será una de las características de nuestro Vocero Prensa Popular Comunistas Miranda.-
Por eso reproducimos el Documento acerca del 23 de Enero, que tomado de la Revista Principios (Revista Teórica del Partido Comunista de Venezuela, en época anterior) nos servirá para un análisis y estudio actual.-En el futuro, documentos y estudios similares formarán parte de nuestro Vocero Digital Prensa Popular Comunistas Miranda.-A continuación, el Documento señalado:
DOCUMENTO HISTÓRICO DEL PCV DEL AÑO 1961
PUBLICADO EN LA REVISTA “PRINCIPIOS”
Especial de Tribuna Popular TP.-El 23 de enero de 1958 el pueblo venezolano derrocó el gobierno de traición nacional de Pérez Jiménez, abriendo para nuestra Patria perspectiva de desarrollo democrático y de liberación nacional.La victoria del 23 de enero fue conquistada por un amplio frente de clases, partidos políticos y grupos militares, que de hecho representaban a la inmensa mayoría de la nación.
En tal frente, es necesario destacar y comprender el papel desempeñado por las fuerzas populares, de una parte y, de la otra, por sectores de la gran burguesía.Las fuerzas populares concibieron y pusieron en práctica una táctica de amplia unidad y lucha de masas contra la dictadura. Fueron ellas las que realizaron el movimiento insurreccional del 21 de enero, el cual, unido a la acción militar, provocó la caída de la dictadura.
Pero dichas fuerzas no tenían suficiente claridad acerca del tipo de gobierno que debía sustituir a la dictadura, ni acerca de los objetivos que en el fondo perseguían las diversas fuerzas que participaran en el frente anti-dictatorial, especialmente los sectores de la gran burguesía.Los sectores de la gran burguesía participaron a última hora en el frente unitario coincidiendo con las otras fuerzas en el propósito de derrocar a la dictadura, pero toda su actuación estuvo guiada por el objetivo de mantener el poder político para sí, conservar intacta la estructura del estado, contener el movimiento democrático, frenar las transformaciones anti-feudales y de liberación nacional y enmarcar el proceso político venezolano en el estrecho campo de las lentas reformas que no resuelven los grandes problemas del país ni de las masas.
Además, este objetivo de la gran burguesía fue facilitado por un conjunto de condiciones desfavorables para el movimiento popular, tales como:
a) La unidad popular no estaba respaldada por fuerte organizaciones de masas ni disponía de instrumentos de combate creados por ellas en el trascurso de la lucha.
b) El grado de combatividad de las masas no era uniforme en escala nacional, lo cual se evidenció en el desnivel de la lucha entre Caracas y el interior, entre la clase obrera y los campesinos, entre el estudiantado y la clase obrera, etc.
c) La clase obrera, sus organizaciones específicas y su Partido no se habían recuperado de los duros golpes sufridos en el trascurso de la lucha anti-dictatorial.
Por eso la gran burguesía pudo fácilmente imprimirle al gobierno provisional su orientación de clase y los órganos de poder no sufrieron mayor deterioro ni depuración, a pesar de la destacada participación de grupos militares descontento contra la dictadura.
La insuficiente claridad en la dirección de las fuerzas populares impidieron que fueran superadas las dificultades, lo que hubiera sido posible en buena parte apoyándose en las masas populares y utilizando audazmente las brechas, las contradicciones y la descomposición de la dictadura.
Además, contribuyó a aminorar la resistencia a las soluciones que la gran burguesía daba a la crisis política.Así la dictadura de los elementos más reaccionarios y terroristas de las clases dominantes es sustituida por gobiernos de los sectores conciliadores y vacilantes de la burguesía, en los cuales fue cobrando fuerte influencia la gran burguesía pro-norteamericana.
Por estas razones el 23 de Enero no logra cambios importantes en la estructura del país.Sin embargo, el 23 de Enero se conquistó un clima de amplias libertades políticas y sindicales; se asestó un duro golpe a la política de los monopolios norteamericanos, los cuales se valían de la tiranía para saquear impunemente las riquezas nacionales y a los fomentadores de la guerra que consideran a Venezuela su arsenal y su plaza de armas en el Caribe.
Se reestructuró unitariamente el movimiento popular y obrero; surgieron las organizaciones sindicales unitarias; se organizó el campesinado en escala antes desconocida; se formaron potentes organizaciones de masas; las movilizaciones del pueblo, en numerosas acciones de calles, aumentaron la conciencia de sus propias fuerzas.
Cobró impulso el desarrollo de la conciencia nacional, democrática y patriótica. El Partido Comunista rodeado del cariño del pueblo, cobró características de gran partido nacional, revolucionario y de masas.Se abrió un periodo de luchas en el curso del cual las clase populares de haber estado previstas de una concepción más justa de la realidad, hubiesen podido, mediante el heroísmo y el ímpetu revolucionario y la forja de poderosas organizaciones de combate, crear condiciones favorables para iniciar transformaciones profundas en la sociedad venezolana.
Tal es el caso de las grandes jornadas anti-golpistas de 1958, de las grandiosas manifestaciones anti-imperialistas contra Nixon y de las batallas libradas durante el proceso electoral, que plantaban la posibilidad real de modificaciones gubernamentales favorables para las fuerzas progresistas y democráticas.Debido a que no se logró quebrantar el poderío de los monopolios extranjeros y las clases dominantes es que confrontamos hoy una ofensiva reaccionaria contra las libertades democráticas y un sometimiento creciente de nuestro país a los intereses anti-nacionales.
Las enseñanzas principales del proceso del 23 de Enero para las fuerzas populares y revolucionarias –incluyendo a nuestro partido- son:
1º. Que ellas deben actuar con energía y decisión en todo momento, especialmente en los periodos de crisis revolucionaria.
2º. Que en la lucha política, las clases, tanto las enemigas como las amigas de la clase obrera, tienen definidos objetivos de Poder. Por tanto, la clase obrera, su partido y las otras clases revolucionarias han de tomar en cuenta siempre las perspectivas de Poder, la necesidad de que este pase a sus manos.
3º. Que no basta la existencia de una vanguardia, por aguerrida que ésta sea, para que las fuerzas revolucionarias tomen el poder, sino que es necesario que existan además determinadas condiciones favorables, fuerzas organizadas capaces de aplicar las más variadas formas de luchas por el poder hasta conquistarlo y luego mantenerlo y derrotar la contra-ofensiva de los enemigos de la revolución. Esta enseñanza eleva la responsabilidad del Partido en las tareas por la organización y dirección de las masas.
Fuente: Revista Principios del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela,
Año III, Nº 11, Caracas, Octubre de 1961.
84 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE LENIN
"Prensa Popular Comunistas Miranda".-
Es una publicación de los comunistas mirandinos que se plantea la idea de convertirse en un Diario Digital,de carácter regional, complemento de Tribuna Popular TP, el diario Digital del PCV en escala nacional y con amplia cantidad de visitas y lecturas, incluso en el extranjero que lo han convertido --a nuestro Tribuna Popular, TP.--en el Periódico Diario Digital venezolano más leído en el extranjero, y ya el segundo en visitas en Venezuela.
Con ese ejemplo, que se asienta en la aplicación y defensa del marxismo leninismo, abrimos nuestras actividades, con un artículo referido precisamente al camarada Lenin, el cual tomamos de la Revista Comunista Argentina Nuestra Bandera.-
Prensa Popular Comunistas Miranda es cabeza visible, aunque el más nuevo en su concepción y aparición, de la Red Comunicación Comunista Mirandina (Reccomi), que aspira a impulsar e implantar un Vocero Comunista en cada Municipio del Estado Miranda, los voceros por Frentes de Trabajo Regional, y voceros Parroquiales y hasta de Células, en este mundo interconectado donde la comunicación por Internet se hace cada vez más dominante.-
Prensa Popular Comunistas Miranda será un Vocero con bastante frecuencia de alimentación--inicialmente--hasta alcanzar el carácter de un verdadero Diario Digtal Comunista Mirandino, objetivo que esperamos alcanzar pronto, un verdadero Diario Digital Comunista Regional del Estado Miranda para nuestro Estado, Venezuela, y todos aquéllos sitios donde nos visiten.
A continuación el artículo con el cual abrimos nuestro Blog:
84 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE LENIN
El mundo recuerda el 21 de enero de 1924 como la fecha en la que falleció Vlladimir Ilinch Lenin, el legendario conductor de la Revolución Rusa. Sus ideas, hoy en plena vigencia, siguen sin embargo observadas y atacadas por los oportunistas de siempre por quienes prefrieren colocarse a la sombra de Guelfand, Alexander Lazarovich (Parvus); o cubrirse con la retórica de Tsederbaum, Yuli Osipocivh (Martov).
Para enfrentarlos también aquí, nos complace recoger un texto referido al debate leninista en los primeros años del siglo XX y que corresponde al tomo 6 de las Obras Completas de Lenin.“El libro de Lenin ¿Qué hacer?, aparecido en 1902, desempeñó un papel relevante en la lucha por el partido obrero marxista. Lenin fundamentó y desarrolló en él, aplicando a la nueva situación histórica, las ideas de Marx y Engels acerca del partido como fuerza revolucionaria, dirigente y organizadora del movimiento obrero, elaboró los fundamentos de la teoría del partido de nuevo tipo, del partido de la revolución proletaria.
En esta admirable obra del marxismo revolucionario los socialdemócrata rusos hallaron respuesta a los interrogantes que les preocupaban: la correlación del elemento consciente y elemento espontáneo en el movimiento obrero, el partido como guía política del proletariado, el papel de la socialdemocracia rusa en la revolución democrático burguesa que se avecinaba, las formas de organización, las vías y los métodos de creación de un combativo partido proletario revolucionario.
El libro ¿Qué hacer? Concluyó la derrota ideológica del economismo, considerado por Lenin como una variedad del oportunismo internacional (el bersteinianismo) en el terreno de Rusia.Lenin puso al desnudo las raíces del oportunismo en las filas de la Social democracia: la influencia de la burguesía y de la ideología burguesa sobre la clase obrera, la prosternación ante la espontaneidad del movimiento obrero y la subestimación del papel y la conciencia socialista en el movimiento obrero.
Escribió que la tendencia oportunista formada en el seno de la socialdemocracia internacional a fines del siglo XIX y comienzos del XX y que había intentado revisar el Marxismo bajo la bandera de “la libertad de crítica”, copiaba por entero sus teorías de las publicaciones burguesas, que la decantada “libertad de crítica” no era otra cosa que las “libertad de hacer de la socialdemocracia un partido demócrata de reformas, la libertad de introducir en el socialismo ideas burguesas y elementos burgueses.
Lenin mostró que entre la ideología socialista del proletariado y la ideología burguesa se libra una lucha incesante e implacable: “el problema se plantea solamente así: ideología burguesa o ideología socialista. No hay término medio… Por eso, todo lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea separarse de ella significa fortalecer la ideología burguesa”.
La conciencia socialista, explicaba, no surge del movimiento obrero espontáneo, la introduce en el movimiento obrero el partido marxista revolucionario. Y una tarea importantísima del partido proletario es combatir por la pureza de la ideología socialista, contra la influencia burguesa sobre la clase obrera, contra los oportunistas. Conductores y portadores de la ideología burguesa en el movimiento obrero.
Lenin revelo el gran valor que tiene la teoría del socialismo científico para el movimiento obrero, para toda la actividad del partido marxista revolucionario de la clase obrera: “Sólo un partido dirigido por una teoría de vanguardia, puede cumplir la misión de combatiente de vanguardia”.Lenin señalaba que la teoría de vanguardia tenía un significado muy grande, sobre todo para la socialdemocracia de Rusia dadas las peculiaridades históricas de su desarrollo y las tareas revolucionarias que tenía planteadas.
En el libro ¿Qué hacer? Como en las otras obras leninianas del periodo de Iskra, se dedica seria atención a fundamentar la táctica del proletariado de Rusia y de su partido. La clase obrera, escribió Lenin, debe y puede encabezar el movimiento democrático general del pueblo contra el régimen autocrático-terrateniente, convertirse en vanguardia de todas las fuerzas revolucionarias y oposicionistas de la sociedad rusa.
Por eso, una tarea importantísima de la socialdemocracia de Rusia, una de las condiciones inexcusables de la educación política del proletariado consistía en organizar por doquier denuncias políticas de la autocracia. Este era uno de los “problemas candentes” del movimiento socialdemócrata en Rusia.
Los economistas predicaban concepciones profundamente erróneas y nocivas acerca de la lucha de clases del proletariado, limitándola al terreno de la lucha económica, sindical. Tal política, política tradeunionista, conducía inevitablemente al movimiento obrero a supeditarlo a la ideología burguesa y a la política burguesa. En contraste con esta línea oportunista, Lenin formuló y fundamentó el importantísimo postulado del marxismo-leninismo sobre la significación primordial de la lucha política en el desarrollo de la sociedad, en la lucha proletaria por el socialismo:“Los intereses más esenciales y decisivos de las clases pueden satisfacerse únicamente por medio de transformaciones políticas radicales de carácter general; en particular, el interés económico fundamental del proletariado sólo puede beneficiarse por medio de una revolución política que sustituya la dictadura de la burguesía con la dictadura del proletariado”.
En homenaje a Lenin y en rechazo a quienes hoy reniegan de sus enseñanzas, recusan la lucha de clases y consideran obsoletas las principales experiencias del proletariado; reafirmamos nuestra convicción revolucionaria.
FUENTE.. NUESTRA BANDERA
Prensa Popular Comunistas Miranda
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ARISTOBULO, POR SUPUESTO, OPCION EN CARACAS DE SECTORES POPULARES EN PRIMARIAS DEL PSUV
REDACCIÓN DE PRENSA POPULAR COMUNISTAS MIRANDA//F.R.B. La elección de un buen candidato es una condición sine-qua-non para el rescate de la posición perdida en las votaciones del Referendo en la Zona que cubre la Alcaldía Metropolitana. De esta Zona de la Alcaldía Metropolitana, varios Municipios corresponden al Estado Miranda, y la base central la constituye el Distrito Capital.- http: prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com Comentario a: pcvmirandasrp@gmail.com |
jueves, 29 de mayo de 2008
COMUNISTAS INGLESES LOGRAN AVANCES EN ELECCIONES
Los candidatos Comunistas británicos lograron pequeños pero significativos avances en las últimas elecciones. Cuatro candidatos en Inglatera y Gales incrementaron su cuota de votos, mientras que dos la disminuyeron en comparación con el mismo tipo de elecciones de hace cuatro años. El avance mas significativo en Gales lo constituyó la capacidad alcanzada por el Partido para lanzar candidatos en nuevas plazas electorales, donde antes no lo hacia, haciéndolo ahora por primera vez..- Los ocho candidatos presentados por el Partido Comunista Británico en ciudades y barrios importantes--Cardiff, Swansea,Rhondda, Cynon Taf,, Caerphilly y Merthyr Tydfil-- ganaron entre tres (3) y siete (7) por ciento de la votación general, representando entre un siete (7) y veinticinco (25) por ciento de la votación laborista.según los sectores. Uno de los más jóvenes candidatos en Gales, Dan Cole, aseguró el siete (7) por ciento en su cinscunscripción, en Caerphilly, siendo apoyado por uno de cada cuatro electores que votaron laborista, 25% de votación en relación a la votación laborista. En Splott, Cardiff, el Secretario General del Partido Comunista Robert Griffiths, duplicó la votación anterior del Partido, alcanzando el 4% de los votos. Por primera vez en otra muy grande e importante área de viviendas de la Clase Obrera, Grangetown, el dirigente del Partido y candidato en el sector de Welsh, Rick Newnham recibió el 3% de los votos, equivalente a un 10% comparada con la votación de los laboristas. En Swansea, desde el 1970 el Partido Comunista no presentaba candidatos. Ahora el candidato comunista Mick Carty, recibió una cuota de votación similar a la más alta lograda anteriormente, recuperándose así la presencia del Partido, con un 3% de la votación.- En el Balance de la elección el dirigente Newnham señaló que fueron entregados en las viviendas y sitios de tránsito y aglomeración de los trabajadores y sus familias habitantes de ese sector, más de 30.000 cartillas de presentación del programa y de explicación de la política de los comunistas, en relación con los servicios públicos, desarrollo de la democracia local y cobro de impuestos a los ricos y grandes magnates. En su informe el camarada Newnham señaló que los comunistas en estas elecciones están colocando las bases para extender, impulsar y profundizar las luchas de los trabajadores en acciones masivas estra-parlamento, y para prepararse a dar los combates de clase en sindicatos y otras organizaciones reivindicativas y de lucha social, y al mismo tiempo preparar la organización Comunista para las próximas elecciones generales. Hasta allí la información tomada del periódico del Partido Comunista Británico Morning Star, digital.- La Redacción de Prensa Popular Comunistas Miranda, señala como este crecimiento en elecciones del Partido Comunista Británico, aunque relativamente pequeño, es muy importante porque se inscribe y ubica en la tendencia de crecimiento que se viene dando en los Partidos Comunistas de Europa--Grecia, Ucrania, Chipre-- que indica que tiende a nivelarse la influencia entre los Parrtidos Comunistas, pero alcazándolos a todos, y no en un grupo pequeño de Partidos muy fuerte, y todo el resto sumamente débiles. La influencia comunista comienza a revertir las tendencias prolongadas hacia la baja que se venían presentando en los años inmediatos anteriores, tomando ahora una vía de progrerso.- |
Fuente: Morning Star
Publicación de traducción: Prensa Popular Comunistas Miranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Comentarios: Correo pcvmirandasrp@gmail.com
DECLARACION FINAL DEL XIV FORO DE SAN PABLO
LA PAZ Y POR LA LIBERACIÓN
(Montevideo, 26 de mayo, Prensa Latina) Por aclamación de 844 delegados de 35 países, el XIV Foro de San Pablo aprobó su declaración final, que plantea metas y estrategias y reconoce los riesgos de la izquierda en América Latina y el Caribe.
Los participantes en el encuentro celebraron “el continuo avance de las fuerzas políticas de izquierda y de los movimientos sociales”, como lo demuestra el que hoy día organizaciones de ese signo constituyen gobierno en 13 naciones de la región.
En ese sentido, el Foro de San Pablo (FSP) legitimó las “distintas vías para implementar los proyectos revolucionarios” según las características de cada país, en tanto “todos están contribuyendo al desarrollo, la afirmación de la soberanía y el progreso de nuestros pueblos”.
La declaración alertó, asimismo, sobre las intenciones de Estados Unidos de subvertir esa tendencia histórica, de modo particular “mediante el concepto de la guerra preventiva” y “la utilización del gobierno de Colombia como cabecera de puente”.
Como ejemplos más elocuentes, citó “el ataque contra el hermano pueblo del Ecuador” y el reciente despliegue de la IV Flota.
Los asistentes también rechazaron “los intentos de las derechas nacionales de promover el separatismo en países como Bolivia y Venezuela, a contravía de un momento que es de integración”.
Denunciaron “fraudes electorales como el de México”, que impiden acceder al gobierno de nuevas fuerzas progresistas, y advirtieron que otro tanto podría ocurrir en El Salvador en las elecciones del 2009.
Asimismo, repudiaron las recetas neoliberales, la privatización de empresas estratégicas como las del petróleo en México, los intentos por criminalizar las protestas sociales, las luchas políticas de la izquierda y situaciones coloniales como la de Puerto Rico.
En varios párrafos consagrados a Colombia, la declaración recalca que la situación en ese país “constituye el principal factor de riesgo para la estabilidad y la paz en la región”.
Manifiesta que un acuerdo humanitario propiciador de la liberación de los retenidos por uno y otro bando sería “un paso significativo” en dirección a una solución negociada para evitar la regionalización del conflicto y el alcance de una paz duradera.
Saluda “a los hermanos cubanos, próximos a celebrar el 50 aniversario de su Revolución” y reafirma el compromiso de seguir luchando contra el bloqueo norteamericano y por la liberación de cinco cubanos presos en Estados Unidos por alertar a su patria de nuevos actos terroristas.
Los delegados expresaron asimismo su decisión de impulsar proyectos de integración “que esperamos puedan converger”, como el Mercosur, la Comunidad Andina, la Comunidad del Caribe, la Alternativa Bolivariana para las Américas y la Unión de Naciones Suramericanas.
“En la pluralidad y diversidad del FSP, en su capacidad de debatir sin herirse, discrepar sin dividirse y polemizar sin dejar de ser compañeros, está la garantía de preservarse como un auténtico espacio de socialización de experiencias y de articulación de acciones de solidaridad”, señalaron.
La declaración, por último, invitó a los asistentes a reunirse de nuevo en el XV Foro en México “para seguir reafirmando nuestra inquebrantable voluntad de lucha por la definitiva liberación de nuestros pueblos y por el socialismo”.