Por: Ferrebé
Una de las formulaciones más repetidas por los altos círculos del capitalismo, coreada y adornada con argumentos por los economistas, columnistas, periodistas económicos y sociales, a partir de la caída de la URSS, y siguen en algunos casos insistiendo en tal argumento, es el de que los planteamientos de Marx acerca de las crisis del capitalismo se han "demostrado" que no tienen validez, que están superados por la marcha de la economía capitalista.
Sin embargo, muy pronto les vino un primer toque de alarma cuando apareció la crisis asiática, que implicó la ruptura de una burbuja financiera, pero que por detrás tenía otros componentes que para aquél momento no pasaron a primer plano, que afectaban al aspecto productivo, pero que fueron enmascarados dentro del aspecto financiero, como problemas de circulación de valores en acciones y papeles de crédito, usados en operaciones de especulación de ventas a futuro y beneficios no consolidados o llevados a efectivo.
Pero, la participación en el incidente conocido como crisis asiática, de los papeles y valores que tienen su origen en los créditos bancarios con origen en las empresas de producción de bienes, y especialmente hipotecarios, que para aquél momento ya comenzaban a ser un toque de alarma por sus atrasos y acumulación en la banca, con afectación también hacia la actividad aseguradora.
Tal situación fue encubierta en la operación general del conjunto de bancos, instituciones financieras privadas y públicas, aseguradoras y bolsas que acudieron en ayuda de las asiáticas, las reflotaron y dieron una solución temporal, quedando todos los aspectos de avance de la crisis ºubicados en el campo financiero únicamente, cuando en realidad venían afectados aspectos de empresas de producción de bienes afectadas por créditos no cobrados, y de las instituciones hipotecarias con carteras bastante amplias insolventes ya para aquél momento.
Así, lo que constituía un alerta de la marcha de una crisis general fue ocultado, y siguieron con su argumento de la equivocación de Marx, de la demostración de que la obligatoriedad de las crisis cíclicas del capitalismo que él planteó no tenía asideros.
Sin embargo, allí ya se conseguía la primera acumulación peligrosa de los síntomas de la crisis.Por una parte, en el campo de las empresas productivas, las bajas en sus acciones, en sus papeles a plazo, en el cumplimiento de sus obligaciones de pago a créditos recibidos, tienen su origen en la reducción de sus cobros, entre otros elementos originados en las altas inflaciones en unos casos, que van llevando a la población a atender sus necesidades básicas.
En esa situación los compradores normales no acuden al cambio permanente de unos bienes por otros nuevos con la periodicidad y frecuencia que han podido establecer y mantienen los ya comprados antes por un período mayor de tiempo.
Los compromisos van, entonces, generalmente, a refinanciamiento, en la mayoría de los casos a plazo más largo, pagos menores y con mayor interés, mecanismo usado por las empresas vendedoras para recuperar su dinero, con la consecuencia de perder un comprador. Y siendo muchos, inicialmente se van acumulando stocks de productos no vendidos, y en seguida no queda otro caso que disminuir la producción.
Esto se multiplica por muchas empresas, y a la vez la disminución de la producción trae los despidos y el aumento del desempleo, y la cadena se enlaza: menos empleados, menos compradores, menos producción, menos ingresos a las empresas y paralización progresiva de operaciones.
El aumento del desempleo a la vez trae la disminución de la masa de compradores: cada vez menos gente puede comprar, baja continua de las ventas , menos ventas, e incluso menos cobro de los compromisos refinanciados. Todo influye en los valores financieros con la consecuencia de la disminución del valor de venta de los papeles de las empresas productivas del campo industrial, y baja en el valor de sus acciones.
Y a lo largo de todo el mundo, desde Asia, Europa, países de América, incluso los Estados Unidos, se anuncian los síntomas de esta situación: aumento del desempleo,bajas de salarios, desmejoramiento continuo de las condiciones de trabajo de toda la masa empleada, que a la vez aumenta la marcha de la crisis en las empresas.
Es el mismo caso con el Capital Hipotecario, y las aseguradoras que le sirven de garantía a estos créditos. Las instituciones hipotecarias, al producirse el desempleo, a su vez comienzan a tener menos recuperación mensual de sus carteras, menos ventas y detención progresiva, lo cual se va trasladando no solo al capital hipotecario sino en general a toda la estructura financiera de los grupos, dada la tendencia a la unificación de las instituciones financieras en grandes corporaciones que cubren cada una todas las operaciones, y son a la vez bancos comerciales, hipotecarios, tienen aseguradoras del grupo, refinanciadoras.-
Todos estos síntomas, en unos más, en otros menos, se están dando en la gran mayoría de los países capitalistas. Las denuncias se dan en todas partes. Los Partidos Comunistas de Japón, de Rusia, de Grecia, de Portugal, de los Estados Unidos, de México, de Suiza, Italia, Francia, Australia, de los países anteriormente de Democracia Popular de la Europa Oriental, están dando un alerta. No sólo la denuncia de las consecuencias en relación con la clase obrera, despidos, precarización del trabajo, sino planteando desde la óptica general de la marcha de la crisis: la paralización financiera, la retención de stocks, los problemas de financiamiento, y de las consecuencias en la movilización de masas de la clase oberera y los trabajadores.
Es decir, desde el campo comunista, de los crecientes y cada vez más fuertes Partidos Comunistas en el mundo, se está alertando acerca de la marcha de una crisis del capitalismo, que podrá desarrollarse a una crisis general del sistema.
Y donde, de una vez, lo que con toda seguridad si está ya en una crisis total, indetenible, es el paquete de argumentos del neoliberalismo, del capitalismo, al cual se apegaron después de la desaparición de la URSS, en cuyo paquete se encuentran sus planteamientos del fin de la historia,de la desaparición de las crisis en el capitalismo, de las bondades del neoliberalismo, y del capitalismo eterno.
Nos toca a los comunistas, a la clase obrera, a los asalariados, a todos los explotados,dedicarnos a la organización del gran movimiento de lucha contra las consecuencias actuales , en todo el mundo, de la aplicación del neoliberalismo imperialista capitalista.
Dedicarnos a la organización de la clase obrera, al fortalecimiento del movimiento sindical, al desarrollo de la solidaridad internacional, para enfrentar las consecuencias de la constante desmejoría de las condiciones de vida de los trabajadores,las consecuencias de la crisis, y teniendo en cuenta que en realidad no será en el marco del capitalismo donde se resolverá tal situación, sino que la perspectiva no es otra que avanzar al socialismo, y esta perspectiva deberá ser la que prive en los movimientos que se darán a futuro a medida que la situación se agudice, la de tener claro que no hay solución en el capitalismo, sino que la vía es el avance al socialismo.
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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