Por: Jerónimo Carrera
Bueno, lo cierto es que esta vez el cuento no es tan truculento y artificioso como aquel de los años ’50 y ’60, cuando Washington se empeñaba en hacerle creer al mundo que, casi como por arte de magia, la legendaria China se había transformado en dos, una comunista y otra nacionalista.
Efectivamente, desde el mismo día Primero de Octubre de 1949, al llegar el victorioso ejército rojo de Mao Ze Dong a Beijing y proclamar allí la fundación de la República Popular (nótese bien, Popular, y sin decirse Socialista), los gobernantes de Estados Unidos pretendieron no simplemente ocultar y tergiversar la trascendencia mundial de tal hecho histórico, cuyo 59° aniversario toda la humanidad progresista celebra ahora.
Peor todavía, el Departamento de Estado yanqui logró imponerle a las Naciones Unidas (ONU) una tesis según la cual el verdadero gobierno de China estaba en la isla de Formosa (Taiwan). Así el puesto de China como miembro permanente del Consejo de Seguridad, en dicha organización mundial, estuvo durante más de dos décadas ocupado por una supuesta representación de esa isla china.
Algo así como si bajo presión de Washington el puesto que tiene Venezuela en la ONU se lo otorgaran a nuestra isla de Margarita, con el alegato de ser su actual gobernador adeco el representante legítimo de toda Venezuela, ya que el presidente de la república ha resultado ser un “terrorista”… y enemigo de Estados Unidos.
Lo más curioso es que Richard Nixon, un presidente tan reaccionario como este Baby Bush, fue quien desde la Casa Blanca dio los pasos para enterrar la absurda tesis de la existencia de Dos Chinas, abriéndole campo por fin a la China Popular en la ONU y ordenándoles a los países satélites de Washington –como nuestra Venezuela puntofijista de ese tiempo- que la reconocieran y establecieran relaciones diplomáticas con ella. Lo que desde luego hizo la cancillería venezolana de inmediato.
Pues bien, resulta que últimamente ha venido reapareciendo, y con la dirección apuntada hacia sectores de izquierda, esa misma tesis de las dos Chinas fomentada por los estrategas ideológicos yanquis en su permanente afán por desacreditar al comunismo. Como un ejemplo, he encontrado hace poco un artículo titulado Juegos en Pekín, del muy reputado –al menos acá en Venezuela- periodista hispano-francés que aparece al frente del periódico Le Monde Diplomatique, el señor Ignacio Ramonet, y en el cual se comienza por hacer referencia al “milagro económico y el excepcional renacimiento de China”.
Y de seguidas el mismo Ramonet agrega allí lo siguiente: “Pero ese “milagro” presenta varios lados ocultos. En primer lugar, las graves violaciones en materia de derechos humanos que contradicen los valores del olimpismo. China, por ejemplo, lleva a cabo más de 7.000 ejecuciones capitales al año, o sea el 80% de todas las penas de muerte aplicadas en el mundo. Además, la estabilidad de este coloso se ve amenazada por otros peligros: un previsible desplome bursátil, una inflación desmedida, un desastre ecológico y motines sociales que se están multiplicando.” Es decir, trata de mostrarnos la otra China.
Como autoridad para predecir semejante derrumbe de China, cita su fuente Ramonet: “Y Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, acaba de afirmar que los mercados bursátiles chinos están “sobrevalorados” y han alcanzado niveles “insostenibles”. El índice de la Bolsa de Shanghai se ha multiplicado por cinco desde 2006, y su crecimiento desde principios de 2008 es del 106%. Cuando una Bolsa alcanza semejantes picos, su hundimiento pocas veces está lejos.”
Naturalmente, en dicho artículo su autor no deja de mencionar cosas como “la matanza de la plaza Tiananmen en 1989” y también “la brutalidad de la represión contra la revuelta del Tibet en marzo pasado.” Sin nada aclararnos al respecto, ya que como bien se ha podido comprobar luego, tales hechos fueron provocados y dirigidos por agentes de la CIA yanqui.
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario