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lunes, 15 de diciembre de 2008

EL MARXISMO:: HERRAMIENTA Y NO RECETA


Por: Luis Fuenmayor Toro

Toda teoría filosófica busca darle una explicación a los problemas generales que se plantea la humanidad: La existencia de la materia, la génesis de las ideas y las transformaciones del mundo. Ante la pregunta de ¿Qué es primero, la materia o la conciencia?, los filósofos se agrupan dos campos opuestos: Los materialistas, quienes responden diciendo que primero fue la materia, y los idealistas, que contestan que primero fue la conciencia.

Los materialistas afirman que la materia, en su continuo desarrollo, llega a alcanzar un grado de complejidad tal que genera la conciencia; los idealistas dicen que la conciencia o la idea es la que genera la materia. Por último, los materialistas señalan que la conciencia no puede existir fuera e independiente de la materia, mientras los idealistas afirman lo contrario.

El materialismo histórico, la dialéctica materialista y la teoría del conocimiento son partes estructurales de la corriente filosófica marxista, la cual se inscribe dentro del llamado materialismo dialéctico.

Sin pretender ser filósofo, ni mucho menos discutir con quienes tienen a la filosofía como su objeto de estudio e investigación, la filosofía materialista marxista se apoya en los resultados de las ciencias para ir avanzando en sus interpretaciones del mundo, razón por la cual se habla en su caso de filosofía científica.

Así, el origen de los postulados de Marx sólo fue posible luego de la aparición de tres descubrimientos científicos: La célula, como la unidad de todos los seres vivos; la evolución de las especies de Darwin y la interconvertibilidad de las distintas formas de energía.

La aplicación de la dialéctica materialista al desarrollo de la historia da origen al materialismo histórico, el cual explica el progreso de la humanidad como consecuencia del trabajo del hombre y de la lucha de clases. La lucha de contrarios de la dialéctica aplicada a la sociedad y a los distintos intereses de las fuerzas en pugna.

Este análisis, aplicado a situaciones concretas de momentos particulares de determinados procesos sociales, ayuda a comprender el desarrollo de los mismos, sus fuerzas impulsoras, sus fortalezas y debilidades, sus enemigos, los aciertos y fallas de los mismos y sus condicionantes externos, para entonces actuar de acuerdo a los mejores intereses de la sociedad y salir airosos de las distintas confrontaciones.

Estos análisis nos dan una aproximación a la comprensión de los fenómenos, que no tiene las características de exactitud de la verdad científica en las ciencias naturales.

Constituye pues una herramienta de análisis, un método de interpretación histórica y política, que por supuesto puede guiar nuestros pasos, pero nunca como una receta, que se aplica mecánicamente y cuyo resultado está más que garantizado.

Fuente: PrensapopularSolidaria Comunistas Miranda

http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com

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