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viernes, 14 de noviembre de 2008

EL INCENDIO DEL REICHSTAG, MODELO DE PROVOCACIÓN DE LA BURGUESÍA Y LA DERECHA CONTRA LOS COMUNISTAS Y LOS PUEBLOS

Por: Rodrigo Esparta

El incendio del Reichstag constituyó una maniobra, un Plan nazi premeditado, mediante el cual el Partido Nazi creó las condiciones para su ascenso al poder, para golpear al fuerte Partido Comunista existente para aquél momento en Alemania, así como para atacar a la Internacional Comunista, para amedrentar a la burguesía alemana, a la derecha tradicional, para obligarlos a aceptar los planteamientos nazis.

Tras el incendio se desató de inmediato una Campaña de prensa, evidentemente preparada con antelación, que indicaba que el incendio había sido producido por los comunistas. Esta acusación se trataba evidentemente de una maniobra, un motivo, similar a lo ocurrido con el incidente del Maine en Cuba, para tras el incendio aplicar una política derechista, de implantación del nazismo.

Al momento del Incendio los nazis, aunque sabían que era una mentira, porque ellos mismos habían preparado toda la trama, acusaron al comunista holandés Marinus van der Lubbe de haberlo perpetrado, pero después de muerto la justicia alemana lo declaró inocente del delito, ya que no pudieron demostrar su culpabilidad.

Era imposible que hubiese podido, él solo, perpetrar el incendio, y ni siquiera con apoyo. Todas las entradas del Reichstag, incluso las secretas, habían sido tomadas previamente por los cuerpos especiales secretos de los nazis, todo el Reichstag estaba en poder de los nazis. Mantenían permanente relación con esa toma a través de sus equipos de enlaces humanos y técnicos para la trasmisión de instrucciones.

Se comprobó después que antes del incendio los equipos de dirección del Partido Nazi, desde el día anterior y en la noche del incendio tuvieron reuniones, movilización y organización de sus cuadros y organizaciones, y hasta la preparación de la información que enviarían a la prensa, como información "oficial y comprobada del hecho" , y el cuadro de medidas políticas ya estaban hechas. También se conoció que hasta a Marinus Van der Lubbe, quien sería "acusado" de iniciar el incendio, ya estaba en poder de los nazis, de sus cuerpos especiales, y no fue "encontrado", sino llevado allí, desnudo o semidesnudo, y debidamente emborrachado previamente.

Como ocurrió el hecho

El incendio comenzó a las nueve de la noche del 27 de febrero de 1933. El fuego fue iniciado al mismo tiempo en varios lugares, y luego fue concentrado en la Cámara de Diputados. La policía, en búsqueda de culpables y de pistas, dijo haber encontrado a Marinus van der Lubbe, semidesnudo, agachándose tras el edificio.

La pregunta es ¿ quién va a andar agachándose, desnudo o semidesnudo, tras ese edificio, tan vigilado, en primer lugar, y en la etapa más aguda del frío invernal, que en Berlín es bastante, precisamente en esa fecha de Febrero? Cómo iba a hacer una sola persona, para iniciar el incendio al mismo tiempo en varios sitios y para ir después a concentrarlo en la Cámara de Diputados, sabiendo todo el mundo lo vigilado que era ese Edificio?

Van der Lubbe era un ex comunista holandés y albañil desempleado en búsqueda de trabajo en Alemania. Informaciones de la época indicaban que Van der Lubbe había sido detenido días antes del incendio, y que oficiales policiales nazis lo trasladaron al sitio, semidesnudo, siguiendo instrucciones directas de la dirección del Partido nazi en Berlín, junto con la cual la dirección de la Policía formaba parte de toda la trama.
Hitler, Goering, y otros líderes del partido nazi , llegaron poco después al lugar y cuando "vieron" a Van der Lubbe, un supuesto agitador comunista, Goering declaró inmediatamente que el fuego fue iniciado por los comunistas y mandó arrestar a los líderes del partido en la ciudad de Berlín.

En verdad se trataba de toda una trama preparada por los nazis para presionar a la burguesía alemana--que todavía tenía ciertos recelos con Hitler y esperaba ejercer su poder directo como clase a través del Presidente, Paul Von Hinderburg en ese momento, como siempre lo habían hecho-- trama montada para que aceptaran los burgueses y Von Hindemburg las medidas que le daban un poder absoluto e indiscriminado a los nazis. y a Hitler.

El objetivo de los nazis era arremeter contra el Partido Comunista Alemán, que contra todas las medidas y represiones de los nazis en los Estados donde dominaban, y a través de las complicidades policiales mismas en el resto del país, de la complicidad y aceptación de la burguesía y el aparato del Estado Alemán. a pesar de todo eso a los comunistas no habían podido paralizarlos, ni eliminar la influencia comunista en la clase obrera, y en la participación electoral.

En realidad que los comunistas no habían detenido el avance nazi, porque todos sus llamados a los socialdemócratas, el partido policlasista de los socialistas reformistas alemanes, para establecer un gobierno de la izquierda, habían sido desestimados por estos, abriéndole así las opciones a los nazis.

Los nazis tenían todo organizado para presionar a la burguesía, al gobierno y el Presidente Von Hindemburg, para que les aprobaran un nuevo gobierno con ellos al frente totalmente, con medidas represivas y de persecusión e ilegalización del Partido Comunista Alemán, para acusar a la Internacional Comunista y sus dirigentes, especialmente Jorge Dimitrov, del hecho, el incendio, y así justificar sus medidas ya previamente prepreparadas.

El gobierno de Von Hindemburg terminó cediendo, ante las presiones y despliegues represivos y la violencia desatada por los nazis, pero nada pudieron probar contra los comunistas. La patraña nazi fue desmontada totalmente por la defensa que hicieron los acusados y presos comunistas, especialemnte el camarada búlgaro Jorge Dimitrov, a la sazón dirigente de la Internacional Comunista, quen en el juicio, dirigiendo su defensa él mismo, demostró su inocencia total, de él individualmente, de los otros comunistas presos junto con él, y el carácter político del incendio y el uso por los nazis de tal expediente para el gobierno y la represión montada, por la debilidad política de Von Hindemburg, por la entrega de la burguesía alemana, y por la inoperancia de la política del Partido Socialista reformista alemán.

De todas maneras ya las medidas tomadas hicieron efecto. Muchos comunistas fueron hechos presos, asesinaron a bastantes dirigentes comunistas en todo el desarrollo de los acontecimientos, y así se estabilizó el poder de Hitler. La experiencia es importante tenerla en cuenta. Fue algo similar al uso del hundimiento del Maine por los yanquis para justificar su intervención en Cuba. Posteriormente usado el mismo tipo de expediente con lo del golfo de Tonquín en Viet Nam.

Y más recientemente cuando los grupos imperialistas que tras bambalinas gobiernan al gobierno de los Estados Unidos, y sectores integrantes de este mismo gobierno, produjeron el auto atentado de la tumbada de las torres de Nueva York, para a partir de allí conducir una cruzada ya previamente preparada para conducir una política por mucho tiempo, de "defensa contra el terrorismo" y de "combate" contra la inventada "Al Kaeda", --organización "terrorista"montada por ellos mismos, por la CIA y componentes de esa policía de inteligencia yanqui--, a fin de declarar la "cruzada contra el terrorismo", justificación para invasiones y presiones a través de todo el mundo, como es otro ejemplo el de las inventadas armas secretas--que no existían--para invadir a Irak.

El incendio del Reichstag queda entonces, como un ejemplo más de lo que significa usar provocaciones para justificar acciones políticas, de represión, de guerras, usadas por los gobiernos de la burguesía y de los imperialistas, para imponer sus políticas y sus intereses, contra la humanidad.

Es la lección a sacar por los sectores revolucionarios, por los comunistas, en todo el mundo, acerca del uso de las provocaciones por la burguesía y sus gobiernos. Que debemos tener en cuenta, en relación con las penetraciones paramilitares en Venezuela, y sus posibles consecuencias actuales y futuras. en combinación con otras acciones, según las circunstancias. Que afecta, por cierto, al Estado Miranda, de manera muy directa y más todavía, a los sectores de los cinco Municipios gobernados por la derecha. Es lo que podemos sacar como experiencia del incendio del Reichstag como modelo de provocación de la burguesía y de la derecha contra los comunistas y los pueblos.

Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda


EL SOL ES UN FACTOR IMPORTANTE EN LA APARICIÓN DEL CANCER

Por: Cardona Botero

EL SOL PODRIA SER EL PRINCIPAL FACTOR PARA LA APARICIÓN DEL CÁNCER
EL INDICE ULTRAVIOLETA.

LE EXPLICO… DEL SOL LLEGAN Y SIEMPRE HAN VENIDO RAYOS ULTRAVIOLETAS.
Y SEGUIRAN LLEGANDO… ESO ES INEVITABLE. PERO… AL HOMBRE LE DIÓ POR REVENTAR BOMBAS NUCLEARES Y ALTERÓ LA CAPA DE OZONO QUE LA NATURALEZA TENIA PARA PROTEGERNOS DE LOS RAYOS ESOS.

TAMBIÉN LE DIO POR INVENTARSE EL MONSTRUO MAS GRANDE DE LA GALAXIA, EL AUTOMOVIL. ESE Y OTROS CHISTECITOS COMO LOS AEROSOLES HAN PERFECCIONADO LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO. LA ONU Y LOS GOBIERNOS HAN GUARDADO MUCHO SILENCIO PORQUE TODOS ELLOS ESTÁN EN MANOS DE LOS RESPONSABLES DE LA DESTRUCCIÓN DEL PLANETA, ES DECIR,EL DIABLO HACIENDO HOSTIAS.

CADA QUE SE REUNEN LOS DEL G-8 EMPIEZAN A SACAR DISCULPAS Y QUE SI SE COMPROMETEN, DICEN, PERO A BAJAR LA PRODUCCIÓN DE GASES NOCIVOS AL 50% EN UN PLAZO DE 50 AÑOS.

ES COMO SI SU MÉDICO LE BAJARA LA FIEBRE SOLO A LA MITAD PERO LA SEMANA ENTRANTE, POCO MAS O MENOS. LOS CIENTÍFICOS DICEN…
QUE EL ÍNDICE ULTRAVIOLETA SE PUEDE LEER ASÍ:

INDICE CONCEPTO

1-2 DÉBIL TOLERABLE
3-4 MODERADO TOLERABLE
5-6 ALTO CON PRECAUCIÓN
7-8 FUERTE PELIGROSO
9-10 EXTREMO INTOLERABLE

MIRE QUÉ PASA EN COLOMBIA…

TENGA PACIENCIA QUE EL ARCHIVO ES LARGO Y ESTÁ MEDIDO EN OTRA ESCALA.
NO ALCANZÓ CON LA ESCALA DE 0-10
SI TIENE CURIOSIDAD…
MIRE EN WWW. WEATHERCHANNEL.COM A SU CIUDAD Y VERÁ QUE: SIEMPRE EL SOL ES CANCERÍGENO PORQUE SOBREPASA EL 10, EN EL ÍNDICE ULTRAVIOLETA…Y TODO EL MUNDO TRANQUILO.

¿SABE PORQUÉ?
PORQUE EL INOCENTE COME MIERDA Y NO LA SIENTE.

EN COLOMBIA… HAY PARTES EN DONDE EL CÁNCER HA AUMENTADO EN UN 500% EN POCO TIEMPO. YA HAY NIÑOS CON CÁNCER. PERROS CALLEJEROS TAMBIÉN. PERO LOS DEMONIOS QUE NOS GOBIERNAN NO HACEN , NI DICEN NADA PUES SON BENEFICIARIOS DE LA CONTAMINACIÓN.

LO QUE ES MÁS GRAVE ES QUE TIENEN UNA MENTIRA TAN BIEN ORGANIZADA QUE POCO FALTA PARA QUE LOS DECLAREN SANTOS. LE PONGO UN EJEMPLO PARA QUE NO DIGAN QUE SOY CALUMNIADOR :UN JET DE AVIANCA EN UN VUELO CONTAMINA MAS QUE TODOS LOS CARROS Y MOTOS DE UNA CIUDAD PEQUEÑA.

LOS CARROS TIENEN QUE PORTAR EL CERTIFICADO DE GASES AL DÍA O LOS MANDAN A LOS PATIOS Y NO HAY UN SOLO AVIÓN CON CERTIFICADO DE GASES. ADIVINE…¿ QUIEN FUE DIRECTOR DE LA AERONAUTICA CIVIL…?

EFECTOS OBSERVADOS A LA FECHA:

SOBRE LA PIEL: ENVEJECIMIENTO PREMATURO. CÁNCER. QUEMADURAS EN DIFERENTES GRADOS.
SOBRE LOS OJOS: CATARATA Y CEGUERA. DEGENERACIÓN MACULAR. MELANOMA ( CÁNCER) DE UVEA.

Fuente: Envíos al Correo/Prensa Popular Comunistas Miranda
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Correo: pcvmirandasrp@gmail.com

SOBRE EL ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE

En el sesenta aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos

Alberto Moncada

La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 se produjo cuando la sociología americana, la de los triunfadores en la segunda guerra mundial, se hizo abrumadoramente funcionalista. El capitalismo democrático, defendían, forma parte del entramado físico de la convivencia, es poco menos que natural aunque caben en él pequeños retoques fruto de la investigación. El modelo mejoró con el aporte keynesiano, el bienestar público como corrector de la iniciativa privada, pero los libros de Estructura social que estudiábamos en los 50 y 60 eran muy contundentes al negarse a aceptar muchas más averiguaciones y muchas más intervenciones públicas.

Sin embargo, desde la Escuela de Frankfurt, y sus aliados ingleses y franceses, se empezó a dar importancia a la teoría del conflicto como clave interpretativa de la evolución social y a la necesidad de democratizar el poder.

La cuestión vuelve a estar presente hoy cuando se nos quiere imponer otro paradigma conservador, la sabia e inexorable racionalidad del mercado que es un subterfugio para llamar al capitalismo de otra manera como si el mercado fuera libre y no estuviera dominado por los más poderosos, duchos en fraudes y chapuzas, especialmente financieros y fiscales. Thomas Frank, en su reciente libro: “One Market under God” ha explicado con sagacidad las falacias de esa explicación que muchos economistas y no pocos sociólogos se tragan con cierta facilidad aunque sea básicamente pueril.

El modelo se basa en el principio del “trickle down”, significando que los gobiernos deben dar dinero y libertades a los ricos que, de alguna manera “misteriosa”, Frank habla de la teología del mercado, terminarán llegando a los pobres. El último informe del Population Reference Bureau documenta, entre otros datos sobre carencias comparadas, que la mitad de la población mundial vive con menos de dos euros al día y que la desigualdad básica sigue creciendo. Pero ahora vivimos en la globalización, que cambia nuestras perspectivas metodológicas.

La globalización es el tercer capítulo de la historia del capitalismo. El primero fue el capitalismo de Estado, el colonialismo, ejercido por Estados poderosos sobre otros más débiles, para apoderarse de sus riquezas, generalmente mediante el uso de la fuerza. Es el caso de España con América, de Inglaterra con la India o de Bélgica con el Congo. El segundo capítulo lo constituye la protección de los Estados a las empresas. Estados Unidos manda su Ejército a proteger los intereses de la United Fruits en Centroamérica, dando origen a la expresión “repúblicas bananeras”.

De otra manera, está en el origen del golpe militar en Chile y siempre, en torno al petróleo, con la crisis permanente del Oriente Medio. En la globalización, el tercer capítulo, los protagonistas son las empresas multinacionales que gozan de la protección del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y, especialmente, del Tratado Mundial de Comercio, para prevalecer sobre los intereses de los Estados en los que van asentándose.

Este capítulo representa el momento de más amplia libertad del capital no ya para franquear las fronteras sino para imponerse a los países cuyas leyes laborales y ambientales vulneran. Esa libertad permite un entramado organizativo que va desde la extraterritorialidad fiscal a la creación de paraísos en los que esconder su dinero, pasando por la sobre valoración del sector financiero y, siempre, por la explotación de los países que recorren.

En la globalización hay un poder económico predominante, las empresas multinacionales y dos poderes políticos, uno el constituido por esas tres entidades, de escaso carácter democrático, a favor de las empresas y otro, la ONU, cada vez más débil, objeto del antagonismo e incluso del desprecio de los Estados Unidos, como prueba el episodio de Irak. La ONU, depositaria de un poder legal internacional que le permitiría ejercer de policía mundial y equilibrador de riqueza, con entidades como UNICEF y otras, carece de medios y de legitimación real para ejercer esas funciones y asiste, prácticamente inerme, al creciente proceso de deterioro y desigualdad de la población y el hábitat mundial.

La desigualdad no es solo Norte Sur. En Estados Unidos hay 48 millones de habitantes sin seguro de enfermedad. Pero es en el Sur donde la desigualdad y las carencias crecen. El Sida africano crece tanto por la avaricia de las compañías farmacéuticas como la debilidad de los sistemas sanitarios. La creciente película de Di Caprio, Diamantes de sangre, pone de relieve como el contrabando de gemas, alentado por las firmas especializadas, sirve para fomentar la inestabilidad política de los países productores.

Y en cuanto al deterioro del medio y las prepotencias multinacionales, los casos abundan. Mientras tanto las guerras, unas veces por motivos prácticos, como la protección de los intereses petrolíferos y otras, como la de Irak, con el resultado añadido de la creación de un enemigo internacional, el terrorismo, como en su día fue el comunismo, ocultan a la atención mundial esas carencias y desigualdades y siguen favoreciendo el mantenimiento de una industria militar, cuya versión americana permite considerar a los Estados Unidos como el apéndice militar del nuevo poder económico global.

Frente a esta lógica capitalista, que todo lo fía al principio de la libertad de mercados, y su corolario, la privatización, incluso de servicios básicos, emerge la lógica de los derechos humanos, que también ha tenido su evolución. Primero fue el reconocimiento de la igualdad básica de las personas, con la abolición de la esclavitud. Después, la protección de los derechos políticos de las minorías, raciales, de género. Paralelamente surgieron los derechos humanitarios, con la convención de Ginebra para prisioneros de guerra, las víctimas de calamidades, etc. Y ahora, una tercera generación de derechos básicos, a la salud, a la educación, a la vivienda.

Los derechos básicos incluyen los bienes comunes como la calidad del aire que respiramos, del agua que bebemos y que debían concitar la acción de los Estados y, finalmente, de la ONU, para impedir tanto la privatización de esos bienes como la adopción de medidas coercitivas y de control para hacer posible esa lógica de los derechos humanos hasta ahora desatendida. Porque no se trata de que la educación, la salud o la vivienda sean gratis.

Muchos servicios los pagamos a través de los impuestos, sobre todo los impuestos indirectos, que gravan al ciudadano a lo largo de su vida y principalmente a los más pobres. Tampoco se niega la utilización de tasas por uso de servicios públicos, según el modelo tradicional de las llamadas “utilities”, en el modelo anglosajón. Lo que afirmamos es que los derechos humanos no deben ser objeto de negocio, de especulación, deben estar “extra commercium”.

Es una confrontación inevitable entre ambas lógicas, la del mercado y la de los derechos humanos respecto de la cual hay que tomar partido, también como sociólogos. Muchos sociólogos jóvenes, como muchos periodistas jóvenes, quieren triunfar pronto en la vida , hacerse ricos cuanto antes y a tal fin trabajan para quienes más les pagan, sin hacerse demasiada cuestión sobre las causas a cuyo servicio ponen sus habilidades profesionales.

De sobra sabemos que los poderes más concluyentes no quieren que se sepa mucho sobre ellos y alquilan gentes no tanto para explicar cuanto para disfrazar. Para los más poderosos incluso la mejor información es ninguna y la mejor situación, la opacidad de sus asuntos. Sociólogos y periodistas servidores de los poderes colaboran en esos ejercicios de simplificación mediática, “España va bien”, a los que les gustaría acostumbrarnos.

Como es sabido, inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre, Bush aconsejó a los neoyorquinos que salieran de compras, como el mejor ejercicio de superación de la tragedia. Quien le soplaría la idea? Un sociólogo amigo?

Los sociólogos debemos sentirnos cómodos en el análisis y defensa de los derechos humanos seamos de derechas o de izquierdas. En cierto sentido, algunos marxistas no se sentían cómodos con esa problemática porque, para ellos, la defensa de los derechos humanos sería una consecuencia de la toma del poder por la izquierda pero aparte de que eso significa demorar “ad calendas graecas”, los comunismos históricos han violado tan gravemente o más los derechos humanos como los capitalismos más puros del modelo chileno.

Abrazar la causa de los derechos humanos significa, simplemente, ayudar a los que los necesitan bien porque no los disfrutan o porque los tienen gravemente cercenados. Y los sociólogos estamos especialmente dotados para ello, al ser la profesión que tiene mayor información sobre las causalidades sociales y una metodología de análisis ya muy depurada. El paso siguiente, comprometerse en esa causa, resulta casi inevitable sin necesidad de ampararse en definiciones políticas previas.

El problema con la protección de los derechos humanos es su dificultad legal y económica. Hay más de trescientos documentos internacionales y nacionales sobre protección de derechos humanos. Pero muchos no se cumplen, bien por inacción de los Estados, por ausencia de autoridad internacional ejecutiva y, en la mayoría de los casos, por falta de dinero.

Por señalar un solo ejemplo, los niños. Aunque existe una Agencia Internacional, UNICEF, para su atención, más de 25.000 niños menores de cinco años mueren al día por desnutrición, falta de agua potable, malaria, la mayoría en países pobres. Los estudios sociológicos ponen de relieve la relación de esta tragedia con problemas estructurales de la comunidad internacional y se hace necesario seguir llamando la atención al respecto desde una posición profesional comprometida.
En Sociólogos sin fronteras proponemos que los derechos humanos sean la base de la deontología del sociólogo, de nuestro compromiso moral.

En este sentido decíamos que si un sociólogo americano recibe el encargo de analizar si la pena de muerte sirve para combatir el crimen, después de concluir que no, como es obvio, tiene que añadir que, además, es una violación de los derechos humanos. Claro que si el encargo se lo hacen en Texas o en Nevada, o en China o en Kuwait puede que no le contraten más. En cierto momento de la vida hay que elegir entre dar coba a los poderosos o amargarles la fiesta y si hacemos nuestra la deontología propuesta, nos deberíamos inclinar por la segunda opción, al menos si no estamos muy apretados de dinero.

Fuente_ Argenpress/PrensaPopularSolidaria
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Correo: pcvmirandasrp@gmail

LOS TEQUES: PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA...UNA TRADICIÓN REVOLUCIONARIA AL SERVICIO DE LOS TEQUES LLAMA A VOTAR POR EL GALLO ROJO

Por: Rodrigo Esparta

En el actual proceso electoral el resultado de las elecciones en Miranda estará muy influído por los resultados que se obtengan en Petare, y también por los números que se obtengan en Los Teques.

En el caso de Los Teques, se trata de la Capital del Estado, cuyos números tendrán una influencia decisiva para el resultado Regional , los de la ciudad propiamente dicha, aunque las restantes Parroquias que componen el Municipio Guaicaipuro también pueden incidir. principalmente para el gobierno del Municipio, donde hay un peligroso acercamiento electoral local de la derecha.

Acercamiento electoral derechista basado principalmente en las quejas acerca de los Gobiernos Municipales llevados hasta ahora por el Alcalde bolivariano que ha concitado muchas observaciones y críticas, bastantes de ellas montadas sobre bases reales, otras sobre bases de una muy bien conducida campaña de desprestigio asentada en el dominio que sobre los medios que se publican en Los Teques tiene la oposición, sin respuesta por no tener el movimiento progresista, revolucionario, bolivariano, ninguna opción de prensa en la ciudad.

El Partido Comunista, fiel a su tradición revolucionaria en esta ciudad y el Municipio, ha hecho todos los esfuerzos posibles para garantizar la ganancia en Los Teques, en todos los planos de las elecciones: nacional, regional y local. Esto incluye hasta el retiro de nuestro candidato a Alcalde, Leopoldo Alvarado, cuando ya se había logrado un buena campaña electoral y con favorable ubicación para una representación adecuada para nuestra tradición y fuerza en esta ciudad. En este caso contó más nuestro interés como Partido porque la Capital siga en poder del proceso bolivariano y no que pase a las manos de la derecha.

Es una consecuencia de la situación actual de Los Teques y aplicación del objetivo político de nuestro Partido Comunista de Venezuela en la ciudad y lo que constituye actualmente el Municipio Guaicaipuro y válido también ese objetivo en los componentes que le han sido quitados de cuando conformaba el Distrito, al sacarle--- para convertirlos en nuevos Municipios,--- a los antiguos Municipios de San Antonio y Carrizal, que ahora son Municipios independientes cada uno de ellos, situación donde el PCV sigue manteniendo su prestigio y su referencia de Partido con una actuación revolucionasria seria y consecuente con las luchas populares en el Municipio.

El Partido Comunista de Venezuela tiene una larga, amplia y reconocida tradición en Los Teques, no sólo la ciudad sino todo el conjunto que conformó inicialmente el Distrito Guaicaipuro, integrados todavía en el Distrito original: Carrizal y San Antonio. Los Teques—y el conjunto del Distrito de entonces-- fue una de las primeras ciudades donde se organizó el Partido Comunista de Venezuela.

En Los Teques el Partido Comunista se formó por la década de los años treinta del siglo pasado. De acuerdo a lo que nos refería el camarada Luis E. Luna hubo relación de camaradas de Los Teques con integrantes de las primeras células reconocidas que funcionaron en Caracas a partir de 1.931, a consecuencia de cuyo trabajo se produjo trabajo en esta ciudad entre campesinos, y fundamentalmente artesanos y trabajadores del transporte, ferroviarios.

La primera célula en Los Teques se inicia para finales del año 1.936, en el mes de Octubre, y el camarada Luna nos mencionaba como integrantes, entre otros, al camarada Roberto Camargo, los todavía para ese momento estudiantes—después médico, uno, el doctor Morillo, y odontólogo, el otro, el mismo Luis E. Luna—y los hermanos González, uno campesino proveedor de verduras y hortalizas en la ciudad, y otro trabajador en una Panadería.

Entre los integrantes en esa fase inicial se encontraron también militantes provenientes de trabajadores del Ferrocarril y de transporte, los autobuses “verdes” que hacían la ruta por la carretera vieja con Caracas. La organización del Partido Comunista del Distrito Guaicaipuro de entonces, participó en la distribución del Primer Manifiesto del Partido Comunista de Venezuela, que fue una operación que abarcó a todo el País, en plenas condiciones de clandestinidad.

De allí en adelante, el Partido Comunista de Venezuela ha sido una referencia permanente en Los Teques y lo que constituía el Distrito Guaicaipuro. Se trabajó en la organización de las “Sociedades de Mutuo Auxilio”, de los trabajadores de transporte, de los campesinos, de los artesanos, en la organización del PCV en Carrizal y San Antonio para los años cuarenta, de los estudiantes y de las Juntas Pro Mejoras y las acciones reivindicativas generales de la población.

Estuvo en las participaciones electorales y las luichas de la clase obrera en el período de Medina y el transitorio paso de los gobiernos de Betancourt y Gallegos, luego en la lucha antidictatorial, contra la dictadura de Pérez Jiménez, con una participación importante en la resistencia, como zona de trabajo para la seguridad y propaganda nacional, en las luchas por la liquidación de la dictadura y la posterior contra los gobiernos de la cuarta República, incluyendo la lucha armada.

En la recuperación de la legalidad se mantuvo una acción Comunista permanente, con un importante repunte y crecimiento organizativo en los años ochenta, llegándose a la constitución de Comités Locales del PCV en cada uno de los tres Municipios que tuvieron su origen en Municipios del original Distrito Guaicaipuro: Carrizal, Los Salias y Guaicaipuro.

El PCV ha mantenido su trabajo y su fidelidad a esa trayectoria, y hoy por un lado los camaradas de Carrizal y Los Salias trabajamos en la Organización Comunista Miranda Centro, y en Los Teques está en marcha el Comité Local de Guaicaipuro.

El Comité Local del Partido Comunista de Venezuela en el Municipio Guaicaipuro está haciendo un llamado a los votantes comunistas, revolucionarios, bolivarianos, progresistas, democráticos, a votar por la tarjeta del Gallo Rojo en todas las opciones, para garantizar el triunfo en la Capital Mirandina. No puede ser que la derecha gane en Los Teques, en el Municipio Guaicaipuro,en ninguna de las opciones.



Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda




VENEZUELA.. EL CAMBIO ESTRUCTURAL FRENTE A LA "REVOLUCIÓN BUROCRÁTICA"

Homar Garcés

Al mantenerse incólumes las estructuras y mecanismos del viejo modelo de Estado burgués representativo en Venezuela, la revolución seguirá siendo un anhelo popular frustrado al creerse que nada podría cambiarse más allá de los cambios políticos, sociales y económicos producidos hasta ahora, limitados todos a las iniciativas adoptadas al respecto por Hugo Chávez. Quizás se alegue en descargo que el proceso revolucionario venezolano es pacífico, producto de la vocación
democrática del pueblo, y, por lo tanto, debe evolucionar de modo gradual, inducido desde las alturas del poder constituido.

Sin embargo, las expectativas populares parecen rebasar esta apreciación, aunque aún se adolezca de una conciencia plenamente revolucionaria, surgida de unos conocimientos conscientemente adquiridos; cuestión ésta que constituye el punto más débil de todo el proceso bolivariano y sobre el cual poco se ha hecho seria y sostenidamente, a excepción del empeño puesto por William Izarra.

William Izarra se ha preocupado de promover el Centro de Formación Ideológica (CFI) a nivel nacional, además de lo hecho en igual sentido por otros revolucionarios en toda Venezuela, como una instancia generadora de la teoría revolucionaria necesaria, cumpliendo con tres objetivos
primordiales, como lo son la difusión, la formación y la investigación que debe comprender dicha teoría para asegurar el cambio estructural, el bien común y la democracia directa que debieran
caracterizar en todo momento este proceso revolucionario.

En las actuales circunstancias, se hace imperativo que los mismos sectores sociales
revolucionarios comiencen a apropiarse de los distintos espacios donde puedan ponerse en práctica tales ideas, de forma que el cambio estructural inherente al proceso revolucionario,
basado en el ideario socialista del siglo 21, tenga una base de sustentación popular más real y efectiva de la que pudiera tener en estos momentos.

Esto tendrá que avivarse desde abajo, combatiendo y venciendo la acción reformista, la desconfianza y cierto menosprecio exhibidos por algunos dirigentes del chavismo burocrático que obstruyen (a veces de modo deliberado y otras de modo irreflexivo) la capacidad política y creadora del pueblo respecto al rol de sujeto revolucionario que le corresponde cumplir y los cuales se explican por el vacío teórico y el pragmatismo consuetudinario que aquellos han
impuesto desde sus posiciones de poder, amparándose sólo en el liderazgo y la imagen de Chávez.
Esto expone la necesidad forzosa de una confrontación ideológica, tanto a nivel interno como externo del proceso bolivariano, lo cual permitirá que la lucha, el compromiso, la convicción, la disciplina y la organización de los sectores revolucionarios y progresistas se conviertan en murallas infranqueables frente a los embates de la contrarrevolución que busca apoderarse de este proceso, haciendo posible en consecuencia la superación de la transición en que éste se
halla sumido, lo que implica asumir frontalmente la alternativa del socialismo, pero ya de una manera que no dé lugar a las dudas ni a las vacilaciones.

Esto contribuiría en mucho a reforzar la gestión de gobierno, principalmente en lo atinente al mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de la población, cediéndole espacios a la
participación y al protagonismo del pueblo como condición primaria insoslayable para hacer verdaderamente -cambio estructural de por medio- una revolución integral en esta nación bolivariana.

Por ello mismo, la actual coyuntura electoral que vive el proceso revolucionario bolivariano tendrá que decidirse entre quienes propugnan el cambio estructural implícito en la propuesta socialista, además del poder popular, y aquellos que representan una “revolución” burocrática, ávidos de ocupar espacios de poder, pero sin generar ningún cambio revolucionario de verdad.

Aún así, no puede determinarse de antemano que dicha confrontación electoral será definitiva; al contrario, la puja por el poder entre estas dos corrientes político- ideológicas seguirá caracterizando al proceso bolivariano por algún tiempo, hasta que sea el mismo pueblo organizado y consciente quien marque la pauta a seguir, de un modo audaz, original, independiente y revolucionario, delineando lo que será el socialismo del siglo 21.

Fuente: Argenpress/PrensaPopularSolidaria
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VENEZUELA CON OPINIÓN FAVORABLE EN EL MUNDO LATINO

Por: Faustino Rodríguez Bauza

El proceso de comunicación reviste gran importancia. El imperialismo, la derecha mundial, realiza una campaña permanente contra Venezuela. A pesar de eso, los números indicativos en los sondeos de opinión acerca de como se ve a Venezuela en el mundo, en este caso de América Latina, son positivos. Un ejemplo de esto es el resumen del Latinbarómetro, con dos fechas acumuladas.

En Venezuela más del 90% de los medios de TV,Radio y Prensa están en manos de un pequeño grupo de familias, formando cadenas a través de las cuales tratan de manejar la opinión en el país, y proyectarla al exterior a través de sus vinculaciones con la Falsimedia extranjera, en su gran mayoría también implicadas en campañas antivenezolanas. En cuanto a política exterior recalcan continuamenbte las matrices de opinión de que Venezuela está aislada en el Continente, que su política exterior es intervencionista ,y que eso ha conducido a su desprestigio internacional. Sobre la base de esos argumentos diariamente se producen declaraciones desde los Estados Unidos, de algunos Presidentes tìteres de la Casa Blanca,como Vicente Fox,Alejandro Toledo y el recientemente electo en el Perú Alan García,Ellos junto a periodistas y escritores como Oppenheimer y Vargas Llosa y editorialistas de periódicos de varios países avanzan diariamente sus campañas antivenezolanas.

Es lo que el Presidente Chávez ha denunciado como el Laboratorio antivenezolano montado por la CIA.Sin embargo, pese a las uniformes campañas mediáticas diarias, el prestigio y la influencia de la Revolucion Bolivariana, de Venezuela y del Presidente Chávez crece continuamente.Una muestra de ello está contenida en el resultado de una interesante Encuenta denominada Latinbarómetro, que se aplica en Latinoamérica,en España,Portugal, y en lo que se ha comenzado a llamar, después de sus grandes manifestaciones en defensa de sus derechos,la Nación Latinoamericana de dentro de Estados Unidos, o sea los latinos que viven en EEUU.

Ya los resultados de la Latinbarómetro de Diciembre del 2005 fueron altamente favorables a Venezuela. Pero nos referiremos a los que corresponden al presente año de marzo-abril 2006, dirigida desde Colombia,aplicada en 14 países latinoamericanos,en España,Portugal, y Latinoamericanos dentro de Estados Unidos. Dichos resultados son divulgados parcialmente en Venezuela por el Profesor y Periodista Eleazar Díaz Rangel, en el Diario que él dirige, Ultimas Noticias, el único que en la Capital de Venezuela, Caracas, mantiene una posición equilibrada en el tratamiento de la información y la opinión.

Sobre distintas preguntas los resultados son:Cuál es el líder más importante de América? Chávez,l6 ptos., Bush,10; Fidel,9; Lula,8..- Cuál es el país de mayor liderazgo en América Latina? Brasil 14 ptos; Venezuela y Estados Unidos, 12;Chile,9.-En simpatías por los Presidentes, el Presidente Chávez tiene 68% en Venezuela;8O% en Ecuador, 51% en Argentina;48,4% en República Dominicana; en Brasil 39,9%, en Colombia,35,6%.Los países de menor popularidad reflejada en la Encuesta para el Presidente Chávez son EEUU,21,3%;México,22,8 y Costa Rica,23,4.De la Encuesta de 2005. hay otros datos interesantes tales como que a Venezuela se le percibe como el país más democrático de la región, el que más ha progresado, el país donde una persona tiene el menor riesgo de perder su empleo.

Con todos esos datos, y el hecho de que en esta semana hayan estado en Venezuela siete Presidentes latinoamericanos, Lula ,de Brasil;Vásquez ,de Uruguay; Kirchner,de Argentina;Duarte,de Paraguay, y Morales de Bolivia, para la incorporación de Venezuela a Mercosur; y Uribe, de Colombia y Torrijos ,de Panamá, para la primera costura (soldadura ) del gasducto Caribe-Pacífico, que construirán conjuntamente Venezuela y Colombia, y la visita del Presidente Chávez como invitado especial a la Cumbre de mandatarios Africanos, se comprueba como una Diplomacia acertada , hermanada con Latinoamérica y los países del Sur, y de cara al mundo en la lucha por un mundo multipolar y no sujeto al dictado imperialista de Washington, hace crecer el prestigio de Venezuela, de la Revolución Bolivariana y su Lider el Presidente Chávez, echando por tierra todas las maniobras del imperialismo y sus cómplices interiores y exteriores.

Fuente: Bellaciao.Org.Es/Prensa Popular Comunistas Miranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com

LAS ENSEÑANZAS DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE.GUÍAS PARA LAS LUCHAS DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS

Sobre el 90 aniversario de la gran revolución socialista de Octubre

Declaración del Comité Central del Partido Comunista de Grecia (KKE)

Con optimismo revolucionario, el Comité Central del KKE rinde homenaje al 90 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Hoy las enseñanzas de Octubre guían la lucha del KKE.

La Revolución de Octubre recuerda a los comunistas la Primera Internacional de Carlos Marx y Federico Engels, a los de la Segunda Internacional y de la heroica Comuna de París, la primera revolución proletaria que "asaltó los cielos" pero no fue capaz de consolidar su poder debido a la inexperiencia, y a la consigna "Proletarios de todos los países, uníos".

Evoca también a los ejércitos rojos, a la Tercera Internacional Comunista, a los trabajadores revolucionarios de Cantón, Turín, Berlín, España, Hungría y de todos los centros proletarios del mundo. En la gloria de Octubre, los y las comunistas ven la realización de la misión histórica de la clase obrera. Ven la confirmación de lo que Marx y Engels escribieron en el Manifiesto Comunista: " De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía no hay más que una verdaderamente revolucionaria: el proletariado. Las demás perecen y desaparecen con la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto genuino y peculiar ."

Octubre revela el papel irremplazable del agente principal de la revolución socialista, el Partido Comunista, como Partido de nuevo tipo, en comparación con los partidos socialdemócratas partidarios de pactar con la burguesía. Octubre también revela la fuerza del internacionalismo proletario. Con gran emoción saludamos a los millones de personas que dieron sus vidas por el movimiento comunista internacional, a los revolucionarios invencibles de la heroica historia proletaria, a las revueltas de obreros, obreras y campesinos pobres – todos ellos masas creadoras de la historia. Su ejemplo justifica la existencia humana; supone una enseñanza y un legado inestimable para los comunistas y los pueblos.

La revolución de Octubre fue un acontecimiento de proporciones históricas, el mayor acontecimiento del siglo XX, que marcaría durante décadas el curso de la humanidad. El "fantasma del Comunismo", que unas pocas décadas antes había recorrido Europa, se concretó como forma de poder (proletario). El resultado victorioso de la revolución de Octubre implicó que a la Humanidad se le abría el camino para "pasar del reino de la necesidad al reino de la libertad".

"Hemos iniciado esta tarea. Pero lo esencial no es exactamente cuándo, tras cuánto tiempo, los proletarios de cada país habrán finalizado esta tarea. Lo esencial es que se ha roto el hielo, se ha abierto la vía, se ha despejado el camino", escribió Lenin. La revolución de Octubre fue la chispa que desencadenó el progresivo crecimiento del Movimiento Comunista internacional. Su llama aceleró la formación de un buen número de Partidos Comunistas, entre los que estaba el KKE.

Llevó a la creación de la Tercera Internacional Comunista (1919-1943), cuya necesidad surgió del hecho de que el capitalismo es una potencia internacional, pero también del hecho de que la Segunda Internacional había traicionado los intereses de los trabajadores. Desde 1917, el capitalismo internacional se vio obligado a tener en cuenta la existencia de una fuerza opuesta, como el primer factor determinante de su política. Gracias a la revolución socialista de Octubre, se dieron las condiciones para establecer derechos, hasta entonces desconocidos para los trabajadores incluso en los países capitalistas más desarrollados.

Con el poder soviético, las conquistas de obreros y campesinos beneficiaron también a los trabajadores de los países capitalistas. Fueron un factor básico que obligó a los partidos gubernamentales burgueses, liberales y socialdemócratas a hacer concesiones a la clase trabajadora. La sacudida de la Revolución de Octubre a las bases del viejo mundo tuvo un efecto positivo inmediato en los movimientos anticolonialistas. Fue fundamentalmente a partir de entonces cuando ese régimen inhumano empezó a derrumbarse.

Así mismo, el poder liberador de Octubre se expresó en la cultura global, en las artes y en las letras. Grandes artistas de todo el mundo se unieron al movimiento revolucionario de los trabajadores, se inspiraron en los mensajes de la Revolución de Octubre, y pusieron su trabajo al servicio de sus ideales, al servicio de la clase obrera internacional. Los retrocesos contrarrevolucionarios de 1989-1991 no niegan la consideración de nuestro tiempo como la época de transición del capitalismo al socialismo, que fue inaugurada simbólicamente por la Revolución de Octubre.

El desarrollo histórico ha refutado la afirmación de que la naturaleza de la empresa socialista-comunista era utópica. Ningún sistema socioeconómico se ha consolidado completamente en la historia de la Humanidad, ni siquiera el capitalismo en su lucha contra el feudalismo. Frente a los representantes ideológicos y políticos de la clase burguesa, que afirman que el fin de la historia ha llegado, el socialismo continúa siendo necesario y oportuno. La necesidad y oportunidad del socialismo surgen de las contradicciones del sistema capitalista. Brotan del hecho de que el capitalismo ha creado las condiciones materiales necesarias para la transición de la humanidad a un sistema socioeconómico superior, aunque esa transición se retrase hoy por la adversa correlación de fuerzas, que hace que la agresividad capitalista parezca invencible.

La necesidad de la transición al socialismo la genera el propio capitalismo, en el cual, a pesar de que el trabajo y la producción se han socializado a un nivel sin precedentes, los productos del trabajo socialmente organizado siguen siendo propiedad privada del capitalista. Esta contradicción es la matriz de todos los fenómenos de crisis en las sociedades capitalistas contemporáneas, pero también es la señal que marca el camino de salida y la necesidad de establecer unas relaciones de producción que se correspondan con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, que implica la abolición de la propiedad privada de los medios de producción centralizados y su socialización para su utilización planificada en la producción social por el poder socialista que expresa los intereses de los productores de la riqueza social.

Las teorías que argumentan que no existían las condiciones objetivas necesarias para la realización de la Revolución de Octubre son resultado de la propaganda o de análisis acientíficos de la realidad. La Revolución de Octubre tuvo lugar sobre la base del desarrollo del capitalismo en Rusia, que ya había evolucionado a su etapa imperialista. Este hecho no lo refuta la circunstancia de la gran disparidad en el desarrollo capitalista de Rusia, ni la existencia de una herencia precapitalista que prevalecía en una gran parte del imperio zarista. La existencia de las condiciones materiales necesarias para la transformación socialista de Rusia puede probarse con estadísticas de la época.

Entre la clase obrera de Rusia, y particularmente en su sector industrial, se crearon los soviets como células alrededor de las cuales se organizó la lucha revolucionaria de la clase obrera. El partido bolchevique tenía una confianza ilimitada en la fuerza y capacidad de la clase obrera – a pesar de ser por entonces una minoría de la fuerza de trabajo total – para llevar a las masas a la lucha y dirigirlas. Aprendió de la iniciativa revolucionaria de las masas, de las instituciones que ésta creó en los momentos en que la lucha de clases se agudizaba. Al mismo tiempo desarrolló la iniciativa de las masas y la elevó a un nivel más consciente.

Las palabras de Carlos Marx han demostrado ser ciertas, a saber, que la lucha de clases, con la violencia revolucionaria que implica, es "el motor de la historia", y que la historia hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Octubre siguió los pasos de la gran revuelta de los esclavos liderada por Espartaco, de las revueltas campesinas de la Edad Media y de las gloriosas revoluciones burguesas, primeramente de la Revolución Francesa.

El victorioso Octubre supuso la más rotunda expresión de la superioridad de la teoría del socialismo-comunismo científico, del marxismo-leninismo, sobre cualquiera de las variaciones filosóficas idealistas y antidialécticas en que se basa la ideología burguesa. Confirmó que el marxismo supone verdaderamente un salto cualitativo en relación con las más avanzadas teorías creadas por la mente humana hasta el siglo XIX en filosofía y en las ciencias sociales: la economía política inglesa, la filosofía alemana y el socialismo utópico francés.

Las ideas de la Ilustración que inspiraron y guiaron las revoluciones burguesas habían sido superadas hacía tiempo, ya que la burguesía había dejado de ser una clase en ascenso y se había convertido en una clase reaccionaria. El partido bolchevique tomó como un todo indivisible la lucha económica, política e ideológica de la clase obrera. Se guió por el principio leninista de que el papel del luchador de vanguardia sólo puede ser asumido por un partido guiado por una teoría de vanguardia. La ideología socialista-comunista – que establece las leyes del movimiento de la sociedad capitalista y las leyes para la transición revolucionaria del capitalismo al socialismo, y generaliza la experiencia de la lucha de clases – se desarrolla y extiende entre la clase obrera por el Partido Comunista, su vanguardia consciente y organizada.

Es precisamente aquí donde reside la necesidad del Partido Comunista. La teoría de la revolución socialista se forjó en la incesante lucha contra la ideología burguesa y contra las muchas teorías reformistas y oportunistas. Estableció científicamente las razones por las que las condiciones de la clase obrera no pueden cambiar radicalmente por medio de una lucha por reformas.

Con la fundación del partido bolchevique (1903), y en la intensa lucha ideológica que se dio en el partido durante muchos años entre los seguidores de los puntos de vista leninistas y los oportunistas, se creó por primera vez en la historia política una fuerza organizada que estatutariamente establecía derechos y obligaciones para los miembros, que tenía en el centralismo democrático su principio operativo fundamental, con el derecho a opinar y criticar, con unidad de acción y disciplina unánime una vez tomadas las decisiones, con fuertes lazos con las masas trabajadoras y populares que se van consolidando con la democracia interna y la autocrítica, basado todo ello en el principio rector supremo de la colectividad.

La amplia preparación teórica del Partido Bolchevique, bajo la dirección de Lenin, lo capacitó para analizar correctamente la disposición y la correlación de fuerzas sociales y políticas, para mostrar la flexibilidad política adecuada sin distanciarse del objetivo estratégico, la toma del poder por los obreros revolucionarios, para solucionar problemas relativos a la política de alianzas en beneficio del movimiento revolucionario, para adaptar positivamente y desarrollar consignas adecuadas para cada momento, dentro de una serie de condiciones fluida, compleja y que evolucionaba rápidamente.

Uno de los factores decisivos para la victoria de la revolución fue la política de los bolcheviques durante la I Guerra Mundial. Ésta fue una guerra imperialista cuyo objetivo era redistribuir los mercados, las esferas de influencia y las colonias. Agudizó al máximo las contradicciones en la sociedad rusa y causó un profundo y brusco deterioro en las condiciones de vida de las masas. Se consideró que la guerra era la continuación de la misma política interna por medios militares, es decir, que servía a los intereses de las mismas fuerzas clasistas que estaban explotando a la clase obrera y habían llevado a decenas de millones de campesinos a la pobreza extrema.

La dirección de la Segunda Internacional, con la consigna de la "defensa de la patria", ocultó la naturaleza imperialista de la guerra, llevando a la fragmentación de la clase obrera mundial y a su conversión en defensora de su propio ladrón "nacional", la burguesía doméstica. Por el contrario, los bolcheviques no sólo denunciaron la guerra, como hacían los pacifistas, sino que apostaban por transformar la guerra imperialista en una guerra contra las clases dominantes para su derrocamiento. Sólo este camino podía llevar a una paz justa, con la eliminación de la explotación de clase y de la opresión imperialista.

La propia vida creó las condiciones para el comienzo de la revolución socialista. Dio forma a la situación revolucionaria, que es un hecho objetivo que se da, como enfatizó Lenin, cuando las siguientes condiciones se presentan simultáneamente:

"1. La incapacidad de las clases dirigentes para mantener su poder invariablemente (…) para que estalle la revolución, no basta con que "los de abajo no quieran", sino que también es necesario que "los de arriba no puedan" seguir viviendo como antes.

2. Un deterioro mayor de lo habitual, en la privación y la miseria de las clases oprimidas.

3. Por las razones expuestas, un significativo aumento de la actividad de las masas, que en tiempos "de paz" permitirían que se les robase tranquilamente…"

Mientras duraba la guerra, los bolcheviques no permitieron que las masas revolucionarias fueran influenciadas por las fuerzas burguesas que alcanzaron el poder en la revolución de febrero de 1917 con el derrocamiento del gobierno zarista, sino que las llevaron a la revolución de Octubre. No participaron en los gobiernos burgueses que se formaron entre febrero y octubre de 1917. Aprovecharon las contradicciones que no sólo mantenían la situación revolucionaria, sino que también ayudaban a cambiar la correlación de fuerzas en los soviets.

El último gobierno burgués, el de Kerensky, fue igualmente incapaz de resolver los problemas que habían movilizado a millones de personas en una lucha a vida o muerte, con el impulso de aquellos a quienes todo pertenece y merecen conquistarlo y vivir en paz. La consigna "¡Todo el poder para los soviets!" ganó a la mayoría de la clase obrera y atrajo rápidamente a millones de campesinos, mientras también se utilizaba en las filas del ejército burgués, donde los soldados deponían a los oficiales reaccionarios y elegían a revolucionarios para sustituirlos. La teoría leninista del eslabón débil en el sistema imperialista se confirmó plenamente.

En condiciones de desarrollo económico y político asimétrico, ley absoluta del capitalismo, existe la posibilidad de victoria de la revolución socialista en unos pocos países o incluso en un solo país tomado individualmente. El nuevo Estado, el de la dictadura del proletariado, basado en los Soviets, surgidos de la propia actividad de las masas en el fuego de la revolución de 1905-07, sustituyó a la vieja maquinaria estatal destruida por la Revolución de Octubre. La ruptura de las estructuras del Estado burgués es necesaria porque "El Estado moderno, cualquiera que sea su forma, es una máquina esencialmente capitalista, es el Estado de los capitalistas, el capitalista colectivo ideal", como escribió Engels.

"¿Democracia basada en la propiedad privada o basada en la lucha por abolir la propiedad privada?" (…) ¡Libertad e igualdad para el trabajador, para el campesino, para la raza oprimida! ¡Esta es nuestra consigna!", declaró V.I. Lenin. Y enfatizó:"La dictadura del proletariado… no es únicamente el ejercicio de la violencia contra los explotadores y, de hecho, no es principalmente violencia… el proletariado, en comparación con el capitalismo, representa y alcanza una más alta forma de organización social del trabajo."

El esfuerzo del joven gobierno soviético por construir las bases económicas del socialismo avanzó en condiciones de una dura lucha contra las fuerzas de la intervención militar extranjera y la burguesía doméstica, el cerco imperialista y la subversión interna, con conspiraciones, sabotajes y asesinato de bolcheviques. Dadas las condiciones existentes, el hecho de que las bases del socialismo efectivamente se construyeran constituye un hecho histórico sin precedentes. No es casual que el tema sea tratado con tanta rabia por la burguesía y los oportunistas.

Hasta hoy, la bandera de la cruzada "antiestalinista" se alza para desacreditar globalmente a la lucha comunista y sus perspectivas.La actividad del Partido se basaba en la consolidada visión teórica relativa a la posibilidad de construir el socialismo en un solo país, especialmente uno del tamaño de Rusia, en oposición a la visión trotskista de la "revolución permanente". Se basaba en la unidad de la clase obrera y su alianza con los sectores pobres del campesinado. En ausencia de tales condiciones, el desarrollo industrial y la colectivización (o cooperativización) de la producción agrícola no se podría haber llevado a cabo.

Una fuerza significativa en la construcción del socialismo fue el trabajo de vanguardia del movimiento stajanovista, que incluía en sus filas a millones de revolucionarios, lo mejor de la nueva sociedad. Gracias a todo ello, la Unión Soviética fue capaz de convertirse en una gran potencia económica y militar en vísperas de la II Guerra Mundial.

El papel de la Unión Soviética en la victoria antifascista de los pueblos en la II Guerra Mundial fue decisivo. La URSS diezmó la maquinaria militar alemana y de sus aliados, que habían invadido su territorio. Liberó numerosos países europeos de las fuerzas de ocupación alemanas. Por la patria socialista, más de 20 millones de ciudadanos soviéticos dieron sus vidas, y alrededor de 10 millones más sufrieron heridas o invalidez. Las victorias del Ejército Rojo dieron un empuje considerable al desarrollo de los movimientos de liberación nacional y antifascistas, en los cuales los Partidos Comunistas participaban en primera fila.

Es característico que su crecimiento fuera más vigoroso justo tras la batalla de Stalingrado, que marcó un giro en la guerra en detrimento de las fuerzas del Eje.La lucha de la clase obrera y el pueblo de China, Cuba, Vietnam y la R.P.D. de Corea encontró en la política de la Unión Soviética un apoyo desinteresado y un puntal contra el imperialismo. La Unión Soviética ayudó a los pueblos de Afganistán, Angola, Camboya, Yemen del Sur, Etiopía y docenas de países en África, Asia y las Américas. Defendió a Palestina y Chipre. Gracias a la URSS y al resto de países del Pacto de Varsovia, regiones enteras como los Balcanes vivieron décadas de cohabitación pacífica entre sus pueblos a pesar de su diversidad étnica.
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La URSS buscó todas las vías para aplicar una política de paz y de eliminación de los puntos de tensión y guerra que desencadenaba el imperialismo, responsable de dos guerras mundiales y de cientos de conflictos locales. La Unión Soviética remitió docenas de propuestas para la abolición o reducción de todas las armas nucleares, para la conclusión de acuerdos de no proliferación. Sus propuestas chocaron con el carácter agresivo de los estados capitalistas. El Pacto de Varsovia – formado en 1955, seis años después de la creación de la OTAN imperialista – fue un instrumento de defensa, un bastión del socialismo. La Unión Soviética y el resto de los estados miembros propusieron a menudo la disolución de ambas alianzas, sin obtener respuesta.

La decisión del Pacto de Varsovia de proveer asistencia internacionalista a Hungría (1956) y Checoslovaquia (1968) tenía la intención de defender el poder socialista frente a la contrarrevolución. La lucha de clases, entre el capitalismo y el socialismo, se daba a nivel internacional.

El derecho humano al empleo fijo y estable, a la educación gratuita, al bienestar y a la sanidad, a la vivienda barata y a la garantía de los derechos básicos sociales y políticos para la mayoría del pueblo se deben todos a la Revolución de Octubre.A los pocos años de la Revolución de Octubre, el desempleo desapareció en la Unión Soviética. Desde 1956, se instituyó la jornada laboral de 7 y 6 horas, así como la semana laborable de cinco días. Se aseguró el tiempo de ocio para todos los trabajadores. Su contenido también cambió en base a las infraestructuras creadas por el poder soviético, tales como casas de descanso, centros de vacaciones y campings.

La Unión Soviética estaba cubierta por una amplia red de teatros y salas de cine, asociaciones artísticas y deportivas, grupos musicales y librerías, llegando a los pueblos más pequeños y los más remotos lugares de Siberia, grandes extensiones que fueron explotadas y literalmente transformadas gracias a la heroica labor de miles de trabajadores, entre ellos muchos voluntarios.

La seguridad social era una preocupación fundamental para el estado soviético. La jubilación era universal a los 55 años para las mujeres y a los 60 para los hombres. Los fondos de la seguridad social se financiaban a través del presupuesto público y de contribuciones de las empresas. Había similar preocupación en el resto de países socialistas europeos. Los trabajadores nunca experimentaron la inseguridad, problemas y ansiedades que sufren los trabajadores, jóvenes y capas populares en los países capitalistas.

El poder soviético puso las bases para abolir la discriminación y la opresión hacia las mujeres. Les dio plenos derechos legales. Protegió en la práctica la maternidad, como una tarea social y no privada o familiar. Liberó a las mujeres de muchas responsabilidades en el cuidado de la familia, creando un sistema gratuito estatal de ayudas sociales. Desde el principio enfrentó prejuicios centenarios y enormes dificultades objetivas. Mostró particular interés en las parejas jóvenes. Aunque ello no significa que toda forma de desigualdad entre hombres y mujeres fuera eliminada, es un hecho que el poder soviético ayudó a la mujer a salir de su estatus de abandono, de ser humano de segunda clase.

El esfuerzo por elevar el nivel de la educación pública en todos los sentidos fue un componente integral y permanente de la política soviética. Más de ¾ de los trabajadores de la URSS tuvieron educación universitaria o secundaria completa, mientras que el analfabetismo, que en 1917 afectaba a dos tercios de la población de este enorme país, fue rápidamente erradicado. Se vieron los resultados en el florecimiento de las ciencias, en el primer viaje espacial tripulado por Yuri Gagarin, en la aparición de científicos reconocidos mundialmente en campos como la física, las matemáticas, la química, la medicina, la ingeniería, la psicología y otras, creando una gran reserva de conocimiento científico.

La construcción de la base económica socialista y la formación de un estado de obreros se convirtieron en la base y el instrumento para moldear al nuevo hombre, al creador de la cultura socialista. Su influencia fue universal y abarcó a todos los pueblos y naciones de este vasto país. Los logros de la cultura socialista en todos los campos se los apropiaron las amplias masas populares, como un beneficio social estatal. El estado proveyó los recursos para la educación artística, para el desarrollo de la creatividad artística, desde la infancia. En la Unión Soviética no sólo destacaron grandes artistas en todos los campos de la estética, sino sobre todo el alto nivel cultural de las masas. Igual cuidado se tuvo en proteger y diseminar los mejores logros intelectuales jamás conocidos por la humanidad.

Junto con los trabajos del arte socialista y de la cultura socialista en general, millones de ciudadanos soviéticos pudieron aprender y asimilar las grandes obras de la cultura humana. Tras el Louvre y el Vaticano, el museo del Hermitage tuvo la mejor colección de obras de arte del mundo, siendo accesible para todos. El pueblo soviético comenzó a familiarizarse ampliamente con las creaciones culturales desde los primeros momentos de la Revolución de Octubre y la guerra civil, en una época en que pasaban hambre, frío y morían de cólera o en el campo de batalla.

Los avances hechos por los pueblos de la Unión Soviética y el resto de países socialistas demuestran la superioridad del modo de producción socialista frente al capitalista. Adquieren aún más valor si tenemos en cuenta la herencia de la asimetría capitalista y el retraso en el momento de la revolución, en comparación con los EEUU, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Japón.

La construcción del socialismo comenzó en Rusia sobre las ruinas resultantes de la I Guerra Mundial, la guerra civil y la intervención de los ejércitos de 16 estados imperialistas. A ello hay que añadir la aún mayor destrucción resultante de la II Guerra Mundial. La reconstrucción de la URSS sin ninguna ayuda extranjera en cuatro años (1945-1949) supuso otra hazaña del poder socialista soviético. Por el contrario, la reconstrucción de la Europa capitalista se basó principalmente en el "Plan Marshall" de EEUU.

La creación de la Unión Soviética fue una unificación progresiva y popular, en contraste con los "Estados Unidos de Europa bajo el capitalismo" que son "imposibles o reaccionarios", como predijo Lenin. Hoy, las uniones imperialistas están impregnadas de contradicciones insalvables. Su competencia por la dominación es debida a la propiedad privada de los medios de producción. Las relaciones de la UE con otros estados y entre sus propios miembros están gobernadas por la desigualdad y la dominación.

El gobierno soviético se opuso al nacionalismo, al particularismo y a la xenofobia. Reconoció el derecho de todo pueblo a la autodeterminación, incluyendo la plena separación. Promovió el respeto mutuo y la igualdad entre naciones y grupos étnicos, cultivó y estableció la idea de su unión voluntaria en el único marco de la Unión Soviética. Esta política se basaba en el internacionalismo proletario, el único principio cuya aplicación consistente puede asegurar el respeto a las particularidades nacionales, lingüísticas y culturales y la participación uniforme en el camino de la construcción socialista. Por el contrario, la violación del internacionalismo proletario, principalmente bajo condiciones de acumulación de problemas internos, puede dar lugar a que se deshagan los lazos, e incluso a una abierta oposición a la unificación.

El factor imperialista, en colaboración con las fuerzas contrarrevolucionarias internas, aprovechó las distorsiones y errores y desencadenó lo que quedaba de los sentimientos nacionalistas para socavar el sistema socialista y agravar las tendencias secesionistas. El manejo por el gobierno soviético, a un nivel u otro, de tantos problemas populares demuestra que la constante mejora de las condiciones de vida y el desarrollo de la personalidad de los trabajadores está en la propia naturaleza e inherente potencial del socialismo-comunismo. Sin embargo, sólo puede lograrse por medio de la aplicación de una política correcta por parte de los Partidos Comunistas.

Las desviaciones y violaciones de los principios se convierten en factores que promueven el retraso, el estancamiento e incluso la deriva contrarrevolucionaria. El KKE, con las conclusiones y elaboraciones de su Conferencia Nacional de julio de 1995 sobre "Las causas del derrocamiento del sistema socialista en Europa", dio un primer paso en el estudio de este adverso acontecimiento para los pueblos. Posteriormente, se formularon más observaciones y valoraciones en las "Tesis del CC del KKE en el 60 aniversario de la gran Victoria Antifascista de los pueblos – mayo de 2005".

Hoy el KKE, tras haber adquirido mayor madurez y conocimiento de las fuentes históricas, pero también siguiendo las discusiones que se han dado a nivel internacional entre eruditos marxistas, se esfuerza por profundizar en su conocimiento de las causas de la victoria contrarrevolucionaria, sin considerar que esta investigación haya sido completada.El derrocamiento del sistema socialista constituye una contrarrevolución porque supuso retrocesos sociales.La absoluta dominación del capitalismo ha supuesto grandes sufrimiento para millones de personas, dentro y fuera de los países socialistas que conocíamos.

La explotación del hombre por el hombre, el crimen, la prostitución y las drogas, el paro y el expolio capitalista de la enorme riqueza de la Unión Soviética – todo lo cual había sido desconocido durante siete décadas – son ahora características de la situación que ha surgido tras la contrarrevolución y el desmembramiento de la URSS. La contrarrevolución supuso una destrucción increíblemente generalizada de las fuerzas productivas. La propaganda contrarrevolucionaria se ha esforzado por presentar a escala global los desastres de la contrarrevolución como un problema de la construcción socialista.

Los pueblos se han visto privados temporalmente de su gran apoyo, de su sincero aliado. Son miles los muertos, las víctimas de la agresión imperialista, los desvalidos y los refugiados. Los Balcanes, Irak y Afganistán, los pueblos de Ruanda, Haití y Somalia son las víctimas más claras de la nueva correlación de fuerzas global tras 1989-91. El nacionalismo, el racismo social, las diferencias religiosas y culturales, el antisocialismo y el anticomunismo se están convirtiendo en armas en manos de los imperialistas para fomentar la discordia entre los pueblos y el desmembramiento de estados.

Se están desarrollando nuevas armas y sistemas nucleares. Las nuevas dimensiones que ha adquirido el anticomunismo, convirtiéndose en muchos casos en política oficial de los gobiernos, revelan el carácter formal y limitado de la democracia burguesa como dictadura del capital. En algunos estados que emergieron de la restauración del capitalismo y el desmembramiento de la Unión Soviética, en los países bálticos, en Polonia, en la República Checa y en otros lugares, los criminales de guerra y colaboradores de los alemanes reciben honores, mientras que los héroes de la lucha antifascista son perseguidos y los símbolos de la victoria de los pueblos contra el fascismo LOs derrumban.

Rechazamos el término "colapso" del sistema socialista, porque sugiere una especie de necesidad del proceso contrarrevolucionario, y oculta la lucha social y las condiciones necesarias para su evolución hacia una abierta lucha de clases. Consideramos fundamental reconocer que en esos países se había iniciado la construcción socialista, con sus debilidades, errores y desviaciones. No se trataba de un "sistema explotador transitorio" o un "capitalismo de estado", como dicen algunas corrientes del movimiento obrero.

El hecho de que en los antiguos países socialistas el derrocamiento fuera dirigido por las direcciones del partido y del estado demuestra lo que afirma la historia entera del movimiento obrero: en su desarrollo, particularmente en condiciones de agudización de la lucha de clases, el oportunismo madura en fuerza contrarrevolucionaria. Nuestros adversarios, distorsionando nuestras posiciones, aseguran que el KKE reduce toda la cuestión de las causas del vuelco contrarrevolucionario a las actividades subversivas de los agentes imperialistas en el partido y en el estado.

Esto es una vulgarización de las posiciones del KKE, cuyo objetivo es presentar que el pensamiento del Partido se queda corto en cuanto a lo que demandan las condiciones, desacreditarlo a los ojos de los preocupados trabajadores. El cerco imperialista al sistema socialista supuso un fortalecimiento importante de sus problemas internos y sus contradicciones. Llevó a decisiones que hicieron la construcción socialista más difícil. La carrera armamentística absorbió una gran parte de los recursos de la Unión Soviética.

La línea de la coexistencia pacífica, desarrollada durante el período inmediato de la posguerra, a cierto nivel en el XIX Congreso (octubre de 1952), pero especialmente en el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS (febrero de 1956), permitió la aparición de visiones utópicas, de que era posible para el imperialismo renunciar a la guerra y los medios militares. A la hora de fijar la correlación de fuerzas global, jugó un papel importante el desarrollo del movimiento comunista internacional y las cuestiones sobre su estrategia.

La decisión de disolver la Internacional Comunista (mayo-junio de 1943) señaló la ausencia de un centro que pudiera formular una estrategia revolucionaria contra el sistema imperialista internacional. A pesar del hecho de que la II Guerra Mundial creó las condiciones en las que las contradicciones de clase se agudizaron enormemente, la lucha antifascista llevó al derrocamiento del poder burgués sólo en los países de Europa central y oriental, con la decisiva contribución del Ejército Rojo en un sentido u otro.

En el occidente capitalista, los Partidos Comunistas no pudieron elaborar una estrategia para la transformación de la guerra imperialista o la lucha de liberación en una lucha por la conquista del poder por la clase obrera. Pospusieron la meta del socialismo para el futuro y establecieron tareas que limitaban la lucha al frente contra el fascismo. Prevaleció la visión de que era posible algún tipo de forma intermedia de poder, entre la burguesía y el poder de la clase obrera revolucionaria, con la posibilidad de que evolucionara hacia un poder obrero.

Tras la II Guerra Mundial, se produjo una obvia falta de lazo organizativo entre los Partidos Comunistas que permitiera conformar una estrategia unida e independiente contra la estrategia unida del imperialismo internacional. La Oficina de Información de los Partidos Comunistas, creada en 1947 y disuelta en 1956, y las conferencias internacionales de Partidos Comunistas que se celebraron desde entonces, no tuvieron éxito en contribuir a la unidad ideológica y a la plasmación de una estrategia revolucionaria.

En los análisis realizados por el movimiento comunista internacional, las tácticas flexibles del capitalismo no fueron evaluadas apropiadamente. Las contradicciones entre estados capitalistas, que por supuesto contenían el elemento de la dependencia, como en el caso de la pirámide imperialista, no fueron analizadas así, un hecho que llevó a una política de alianzas con sectores de la burguesía que eran descritos como "nacionales", contra las denominadas burguesías dominadas desde fuera. Además, las direcciones comunistas no elaboraron conclusiones correctas y exhaustivas en relación a las abiertas actividades contrarrevolucionarias del imperialismo, inicialmente en la República Democrática Alemana y más adelante en Hungría, Polonia y Checoslovaquia.

La política seguida por un número importante de Partidos Comunistas de colaborar con la socialdemocracia fue parte de la estrategia del "gobierno antimonopolista", una especie de paso entre el capitalismo y el socialismo, también expresada a través de gobiernos que intentaban administrar el sistema capitalista. Por otro lado, justo tras el fin de la guerra, bajo la dirección de EEUU, el imperialismo lanzó la "guerra fría".La "guerra fría" incluyó la organización de una guerra psicológica contra los países socialistas, la escalada de la carrera armamentística, redes de subversión y sabotaje del sistema socialista, abiertas provocaciones del imperialismo, fomento de actitudes contrarrevolucionarias y una política económica y diplomática diferenciada respecto de los nuevos regímenes obreros, dirigida a romper su alianza con la URSS.

Al mismo tiempo, el sistema imperialista estableció coaliciones militares, civiles y económicas, así como organizaciones internacionales prestamistas, como la OTAN, la Comunidad Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los acuerdos transnacionales de comercio, que aseguraban la coordinación entre los estados capitalistas. Ambas secciones del movimiento comunista, la que estaba en el poder y la que no, no supieron valorar correctamente la correlación de fuerzas mundial, mientras subestimaban el potencial de la reorganización del capitalismo de posguerra.

Al mismo tiempo, la crisis se profundizó en el movimiento comunista internacional, inicialmente manifestándose en la total ruptura de relaciones entre el Partido Comunista de la Unión Soviética y los Partidos Comunistas de China y Albania. Luego crecieron las dificultades con la cristalización del oportunismo de derecha en el movimiento comunista en Europa occidental en la corriente denominada "eurocomunismo" que abiertamente convergía con la socialdemocracia. Desde ambos lados se manifestó el antisovietismo, que llegó a ser un componente elemental en sus políticas.

Del lado del PC Chino alcanzó sus expresiones más crudas. Al mismo tiempo, la recíproca influencia del oportunismo en los Partidos Comunistas de los países capitalistas y en los Partidos Comunistas en el poder se reforzó bajo condiciones de amenaza de un golpe nuclear contra los países socialistas.Debe señalarse que la diferencia fundamental entre el capitalismo y el socialismo-comunismo es que las relaciones de producción capitalistas surgieron en el seno del feudalismo, mientras que las del socialismo-comunismo no pueden nacer en el seno del capitalismo porque están en contradicción con toda forma de explotación.

El poder de los obreros revolucionarios debe derribar y remodelar radicalmente todas las relaciones sociales heredadas del capitalismo, conscientemente debe construir un nuevo modo de producción, resolviendo las contradicciones sociales en beneficio de la construcción socialista. Por ello encuentra grandes dificultades en la construcción, extensión y pleno desarrollo y dominio de las nuevas relaciones de producción y distribución. El capitalismo no se encontró con tales dificultades. La sociedad socialista tiene grandes cargas de la sociedad capitalista que la hacen peligrar a todos los niveles.

En el socialismo, la explotación de clase está abolida, pero no se puede abolir toda forma de desigualdad social y estratificación que se refleja en la conciencia de la gente y en su actitud hacia la vida. En la construcción socialista, las diferencias entre el campo y la ciudad, entre el trabajo manual e intelectual también deben ser eliminadas. Sólo entonces seremos capaces de decir que hemos clavado "el último clavo en el ataúd de la sociedad capitalista que estamos enterrando", como escribió Lenin. La lucha por establecer y desarrollar la nueva sociedad es dirigida por los obreros revolucionarios cuyo núcleo es el Partido Comunista, el cual actúa conscientemente en base a las leyes del movimiento de la sociedad socialista.

Por ello, la naturaleza científica y la orientación de clase de la política del Partido Comunista, sobre todo el desarrollo de la teoría del socialismo-comunismo científico por el Partido Comunista, es una condición fundamental y previa de la construcción socialista.Los partidos comunistas en el poder no realizaron esta tarea con éxito. Y, en la medida que las políticas del poder socialista no lograban resolver tales contradicciones en beneficio de la construcción socialista, tales contradicciones evolucionaron hasta ser antagónicas.

La teoría oportunista de que las contradicciones no antagónicas no pueden evolucionar a contradicciones antagónicas no se confirmó. Tras la guerra, como señaló el XIX Congreso del PCUS, a pesar de los éxitos logrados en el cumplimiento del 4º plan quinquenal (1946-1950), hubo problemas en lo relativo a la modernización y desarrollo de los medios de producción, la dirección de las empresas y el nivel de bienestar social.

A partir del XX Congreso del PCUS, se fueron adoptando aproximaciones teóricas erróneas para resolver tales problemas, y las políticas oportunistas que se aplicaron en la economía se extendieron al poder socialista y a las relaciones internacionales. Al mismo tiempo, con el pretexto de combatir el "culto a la personalidad", se desencadenó una desenfrenada campaña contra la política del estado soviético bajo Stalin, y se trazó el camino para la gran deriva oportunista de derecha del Movimiento Comunista Internacional. En lugar de fortalecer las relaciones socialistas de producción / distribución, se reforzaron las relaciones mercantiles, potencialmente capitalistas.

La planificación central comenzó a desaparecer y la propiedad social se erosionó. Una parte importante de la producción agrícola privada y cooperativa se vendía libremente en el mercado, esto es, al punto más alto en la fluctuación de precios. La diferenciación social en la industria era incluso mayor. El enriquecimiento ilegal, el denominado "capital a la sombra", trataba de operar legalmente como capital productivo, es decir, trataba de restaurar el capitalismo. Esto afectó al Partido, reforzando la erosión oportunista y la degeneración socialdemócrata.

El subjetivismo a la hora de analizar la marcha de la construcción socialista como "socialismo desarrollado" y el desarrollo del oportunismo quedaron recogidos en los análisis del XXI Congreso del PCUS en 1959: "El socialismo en la URSS ha triunfado absoluta y definitivamente (…) Ha entrado en el período de la gran extensión de la sociedad socialista".

El XXII Congreso en 1961 adoptó el "Programa de construcción del comunismo". En los cambios formulados en la Constitución de 1977, se institucionalizaron el "Estado de todo el pueblo" y el "partido del pueblo". La teoría del "Estado de todo el pueblo" tuvo otro efecto a la hora de alterar las características del Estado y en degradar el papel de la clase obrera. También alteró la naturaleza de la democracia socialista. Al mismo tiempo, la definición del partido como un "partido de todo el pueblo" significó un cambio en su carácter de clase.

En los Documentos de la Conferencia Nacional del KKE de julio de 1995 sobre "Las causas del derrocamiento del sistema socialista en Europa", se menciona el hecho de que "el papel de vanguardia del Partido se hizo cada vez más débil (…).

En el período de la perestroika, el estado del Partido alcanzó el punto de la degeneración." Las fuerzas en el partido comunista que no habían derivado conscientemente hacia el oportunismo consideraban el papel preponderante del partido en la sociedad como un hecho e indiscutible.El control del partido por las fuerzas de la clase obrera se debilitó gradualmente y finalmente desapareció. El principio de igualdad entre comunistas se violó. Se crearon las condiciones para el crecimiento del arribismo entre los cuadros.

La clase obrera y las masas populares en general no rechazaban el socialismo. Es típico que los eslóganes usados durante la perestroika fueran "revolución dentro de la revolución" y "más socialismo".El hecho de que la clase obrera no reaccionara contra la contrarrevolución puede explicarse por estos y otros factores. Al tiempo que las direcciones de los partidos comunistas tomaban posturas que erosionaban la naturaleza social de la propiedad y fortalecían intereses estrictamente privados, los sentimientos de alienación de la propiedad social fueron apareciendo y al mismo tiempo se fue erosionando la conciencia social.

Se fomentaron la pasividad y la indiferencia. La erosión oportunista del Movimiento Comunista Internacional fue un proceso a largo plazo, con profundas raíces en el desarrollo capitalista del siglo XX, que no fue analizado a tiempo y objetivamente. La interacción entre el oportunismo en los partidos comunistas de los países capitalistas desarrollados y el del PCUS y el resto de partidos comunistas en el poder requiere una mayor investigación histórica, necesaria para el fortalecimiento ideológico y político y la unidad del movimiento comunista en el siglo XXI.

Es igualmente necesario sacar y asimilar conclusiones acerca del desarrollo y crecimiento de la lucha de clases durante la construcción socialista del siglo XX. La futura construcción socialista comenzará y evolucionará seguramente a un nivel superior al del siglo XX. Sin embargo, también es cierto que llegará a una dura confrontación con la herencia capitalista en lo económico, en lo político y en lo ideológico. Para el movimiento obrero en los países capitalistas actuales, se mantiene el problema de que las masas están atrapadas en las estructuras del sistema (parlamento, control del gobierno y el patrón, sindicato, gobierno municipal y otros).

La poderosa influencia burguesa en el movimiento obrero también se expresa a través del revisionismo y oportunismo en un número importante de partidos comunistas.Hoy, más que nunca antes, se ha demostrado que la lucha de clases no puede ser principalmente defensiva, para defender determinadas conquistas, cuando las necesidades inmediatas están cambiando tanto del lado del capital como de la clase obrera.

Resultados inmediatos, y también a largo plazo, sólo pueden conseguirse politizando la acción, poniendo por delante exigencias que chocan con la estrategia del capital, que reclaman para sus productores directos la riqueza que se está creando, y a la vez preparando el factor subjetivo de la conquista del poder. Tales luchas pueden crear correlaciones de fuerzas favorables a la clase obrera y sus potenciales aliados, las masas populares.

Una de las principales tareas del frente ideológico comunista es restaurar a los ojos de la clase trabajadora la verdad acerca del socialismo en el siglo XX, sin idealizaciones, objetivamente, libre de las calumnias burguesas. La defensa de las leyes del desarrollo del socialismo y, al mismo tiempo, la defensa de la contribución del socialismo en el siglo XX suponen una respuesta a las teorías oportunistas que hablan de "modelos" de socialismo adaptados a peculiaridades "nacionales", pero además responden también a la discusión derrotista acerca de los errores. La defensa de esta contribución es, para el KKE, un criterio en las relaciones con otros Partidos Comunistas y Obreros para la creación de un polo comunista en el movimiento internacional.

La calumnia y la cruzada anticomunista no pueden esconder la verdad durante mucho tiempo. El anticomunismo, uno de cuyos elementos es la reescritura de la historia, es un indicador del miedo de la clase burguesa. Se ha confirmado que no hay una tercera vía o una vía no clasista al desarrollo. En cualquier caso, ésta servirá al imperialismo, es decir, a la dirección del sistema capitalista, o servirá al pueblo. Todos los mitos antiguos y contemporáneos están siendo derribados y desvelados en la práctica: el mito del "libre mercado" y la "competitividad", de la "modernización", "consenso", "diálogo social", la "democracia de las instituciones", "vías de un solo sentido" y los mitos de la seguridad y respeto por los derechos soberanos y las fronteras.

La pregunta es: quién está en el poder, quién domina, para el beneficio de quién y con qué finalidad. La clase obrera y las capas pobres de las masas populares no se quedarán ancladas en el pasado. La clase obrera, especialmente sus generaciones más jóvenes, así como las jóvenes generaciones de las masas populares, merecen un solo futuro, el que teme el imperialismo: el socialista-comunista.

Como se enfatiza en el Programa del KKE adoptado en su XV Congreso: "El siglo XXI será el siglo de la reagrupación de las fuerzas revolucionarias, se repelerá la ofensiva del capital internacional y se organizará la contraofensiva decisiva. Será el siglo de un nuevo crecimiento en el mundo revolucionario y una nueva serie de revoluciones sociales".

25 de mayo de 2007.Comité Central del KKE

Fuente: Página del KKE_Partido Comunisdta de Grecia/PrensaPopular_ComunistasMiranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com

CHILE Y EL 11 DE SEPTIEMBRE HOY

Por:Andrés Figueroa Cornejo

La afrenta ominosa de las clases dominantes contra el pueblo en 1973 jamás perderá su lugar en la historia de los siempre castigados, de los dueños de nada, de los nadie.

Pero esa fecha ruin sólo se convertirá en aprendizaje y esperanza para los jóvenes que vienen y que ya están cuando no sólo recordemos a los inolvidables, sino también cuando el 11 de septiembre sea hora presente, lucha actual, continuidad de la larga batalla de los trabajadores y el pueblo por alcanzar su emancipación.

1. En un sondeo latinoamericano realizado entre el 7 de diciembre de 2007 y el 9 de enero de 2008 por el Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica de Chile (una de las instituciones más conservadoras del país), en una escala de 1 a 7; 6,05 fue la nota que recibió la afirmación de que el “El Estado chileno debe implementar políticas para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres, aun cuando esto castigue el esfuerzo individual”.

Con puntuación 5,8, los encuestados suscribieron que “El Estado chileno, más que la empresa privada, es el principal responsable de crear empleos”. 5,76 que “El Estado chileno, más que los individuos, es el principal responsable de asegurar el bienestar de la gente”. Y 5,03 obtuvo el enunciado de que “El Estado chileno debería ser el dueño de las empresas e industrias más importantes del país en lugar del sector privado”.

Según el estudio de la Universidad Católica entonces, alrededor de un 80 % de los chilenos encuestados demanda mayor presencia del Estado en el complejo económico actual, dominado por la empresa privada y las corporaciones transnacionales. Pese a los 35 años desde la refundación capitalista, la inmensa mayoría de los chilenos confía mucho más en la regulación y propiedad estatal, que en el espejismo de la mano invisible del mercado. Sin duda, los números ponen en vitrina un salto de calidad en la mirada y sentido común de los chilenos ante la crisis de la liberalización y privatización extrema de la economía nacional, y sus consecuencias.

Por otra parte, los problemas más graves que está enfrentando el país son para los encuestados, la delincuencia (hija de la miseria y la ignorancia), con un 39,4 %; el desempleo, con un 20,9 %; y el Transantiago, con un 12,3 %.

Asimismo, sólo un 20,6 % de los chilenos afirma que siente simpatía por alguna colectividad política, contra un 75,4 % que dice rotundamente que no; mientras el gobierno de Bachelet es calificado como “Bueno” únicamente por un 31, 6 %.

De alguna manera, el supuesto consenso social respecto del modelo económico imperante, se revela en crisis ante la investigación, por un lado, al igual que el agotamiento y descrédito del sistema de partidos políticos hegemónico, por otro.

Los datos, una vez más, acreditan la viabilidad de potenciar con mayor celeridad proyectos políticos de impronta anticapitalista.. Si bien, las encuestas son un medio sociológico empleado por el poder para la elaboración de sus relatos políticos, también expresan, en esta y otras ocasiones, el enorme descontento de la mayoría del país con la conducción político burguesa pactada por arriba.

Claramente, los resultados no son por sí solo, fuerza social para las transformaciones profundas que demanda la crisis del capital en Chile, pero van construyendo las condiciones del malestar social y las eventuales posibilidades de nuevas alternativas políticas, en tanto ellas sean capaces de hacer rimar el clima social con reivindicaciones de alta sintonía popular, organización y lucha.

2. Bajo el capitalismo, toda victoria de los trabajadores y el pueblo es parcial. Y bajo el modo de producción capitalista –hoy desplegado en su versión más brutal- la pelea dura por provocar modificaciones sustantivas en el régimen tutelado por una minoría en el poder, requiere amplios continentes de fuerza popular organizados y con convicción de lucha. La recomposición paulatina de las clases subalternas es un movimiento dinámico que se construye de modo flexible, inclusivo, mestizo y ampliamente poroso.

El gran debate sobre la educación chilena abierto el 2006 por la denominada “rebelión pinguina” provocó el cuestionamiento radical de una de las columnas medulares de la refundación capitalista (o contrarrevolución patronal) titiriteada desde el Pentágono y ejecutada por la dictadura pinochetista.

Hoy, la hegemonía compleja y sin báscula relevante todavía de la burguesía busca, a través de la aprobación de la Ley General de Educación (que puede ocurrir antes del próximo 11 de septiembre), generar algunas reparaciones cosméticas a la tragedia del sistema de enseñanza en Chile, prácticamente privatizado en un 50 %.

En rigor, los pobres asisten a lo que queda de educación pública, los menos pobres a la particular subvencionada y de co-pago familiar, y los sectores medios y medios altos, a la enseñanza particular-privada. Los verdaderos ricos, al igual que en el período colonial, envían a sus hijos a estudiar fuera del país.

Si bien el contenido del Estado es burgués y expresión de los intereses de las clases dominantes, corresponde a unos de los campos de lucha significativos para los trabajadores y el pueblo. Naturalmente, su naturaleza no cambiará hasta que, en medio de un proceso contradictorio y extenso de acumulación de fuerzas, no se edifique la hegemonía potente y multidimensional de los de abajo.

La reificación de la estatización, tanto de las relaciones de producción existentes y los servicios básicos, no resuelve el problema ni social ni ontológico de la libertad y la construcción de una sociedad de iguales, superación material y simbólica del actual orden de cosas.

Sin embargo, en los hechos, el maximalismo de ciertos empeños anticapitalistas que propugnan la destrucción inmediata del Estado (es decir, del Ejército, las leyes y su soporte burocrático), a vista de las actuales condiciones de fuerza, no alcanzan sino para iniciativas marginales, espejismos de islotes sociales o locales que, observados de cerca, se sustentan sobre una ética notable, pero incapaces de constituirse en fuerza auténtica que enfrenta al capital.

Es decir, los principios, por sí solos, resultan materia impotente a la hora de edificar una táctica con posibilidades de construir altas convocatorias, mayor frecuencia, y crecimiento y organización superior de los trabajadores y el pueblo..

Ningún socialista auténtico podría dibujar la construcción de un país, una región y un planeta profundamente justo, de iguales, centrado en la mujer y el hombre, libre de explotación y miseria, en una sociedad gobernada por un super Estado, panóptico económico, militar y social de todo el quehacer humano. Ello se acerca más a una pesadilla, que a la combinación necesaria de la igualdad y la libertad como paradigma dominante del futuro.

No obstante, el período actual está signado por el fetiche de la mercancía, la alienación a escala bíblica, la supremacía del capital financiero especulativo, los imperialismos nacionales y corporativos y las relaciones de poder estructuralmente asimétricas entre una minoría mundial y una mayoría expoliada.

¿Cómo se construye una táctica, un paso significativo que permita, en el actual contexto, reunir fuerzas, constelar descontentos, volver corriente y pan diario la lucha? Tanto para las láminas progresistas chilenas que persiguen impulsar reformas redistributivas y una democracia participativa capaz de cohabitar con un capital bajo cierto control de los intereses ciudadanos, como para los empeños anticapitalistas, que aventuran la pelea larga por revolucionar el modo de producción dominante, existen nudos de confluencia que no están asociados necesariamente a la colaboración de clases y que cruzan sus demandas, al menos, transitoriamente.

En este sentido, aspectos como el término de la subcontratación y el trabajo precario; la renacionalización del cobre y el transporte colectivo; y volver a convertir la educación pública en propiedad social administrada por el Estado, deberían constituir una plataforma de lucha común.

Los puntos arriba anotados no están sacados del laboratorio intelectualoide de alguna izquierda enfrascada; por el contrario, contienen demandas populares altamente concluyentes; son resultado de mil encuentros del pueblo disperso; son reivindicaciones históricas de los de abajo.
Pero, ¿Por qué apostar a una educación pública de propiedad social administrada por el Estado?

La ofensiva de la burguesía fuertemente escoltada por las milicias durante la dictadura (y prestas a concitar su asistencia cuando se vuelvan a requerir), desmanteló la propiedad fiscal y privatizó los derechos sociales con el fin de recuperar y aumentar sus tasas de ganancia respecto del período anterior, aplicando con brutalidad el recetario neocapitalista promovido por el imperialismo anglosajón hacia finales de los 70 del siglo pasado.

En la estrategia ejecutada, la educación tenía y tiene un papel medular. Mientras en el mundo, la educación de propiedad pública se acerca al 90 %, en Chile, la privada subvencionada y la particular-privada corresponde a la mitad del modelo. ¿Es que el resto del mundo es socialista, menos Chile?

La apuesta de las clases dominantes mundiales, y en especial de los países desarrollados, en general, está ligada a la reproducción de cuadros profesionales y trabajadores funcionales a los intereses de las clases dominantes. Sin embargo, la relación capital / trabajo (conflicto esencial) mantiene todavía la enseñanza como un derecho social a cargo del Estado, garantizando, de algún modo, ciertos grados de igualdad de oportunidades entre sus ciudadanos.

Está claro, que la escuela, el liceo y la educación superior mantienen sus contenidos burgueses, pero su oferta es gratuita, con cobertura plena, y más amplia en su espectro ideológico que la chilena. Ello no es extraño, toda vez que los dispositivos ligados a la alienación individual y social han alcanzado un refinamiento que puede permitir a los que mandan, el lujo de la democracia aparente en el aula, sin arriesgar conflictos relevantes. Los estudiantes están altamente “integrados” a la estrategia del capital, y la cuota de rebeldes está contemplada en las estadísticas.

En Chile, la ultra liberal implementó la municipalización del sistema escolar y la explosión de la educación superior privada, como maneras radicales hacia la liberalización completa del sistema. Es decir, en Chile, tanto en su forma como en su contenido, está consagrada la educación de clases. Esto es, tanto en su propiedad como en su currículo.

Al respecto, si bien el punto de llegada necesario para establecer una enseñanza integral y liberadora, al servicio del bien común, subordinada a los intereses de los trabajadores y el pueblo, y no al capital; sólo es posible en un gobierno de mayorías; para llegar allí es preciso arrancar de demandas concretas, de alta sintonía popular, y que atenten contra los intereses y la reproducción del capital por abajo.

Cuando se habla de educación de propiedad social y administración estatal, se quiere decir, un sistema de enseñanza que pertenezca al conjunto social a través de su propiedad fiscal y cuyo horizonte curricular y de sentido último contravenga el actual panorama educativo, poderosamente dirigido por la división del trabajo organizada por la burguesía para su beneficio.

La lucha por retornar el sistema educativo al Estado va de la mano con la propulsión de nuevos currículos asociados a la emancipación humana, la reflexión crítica, la readecuación de los saberes. Por cierto, la enseñanza es otro campo de batalla de la lucha de clases. En este sentido, los combates por la destrucción de la educación particular subvencionada y la hegemonía de la educación pública con participación colectiva en la elaboración de sus currículos son rostros interdependientes de una lucha única.

¿Cuáles son las condiciones de la demanda? Que parte sustantiva del superávit fiscal devenido de las utilidades del cobre multipliquen el pobre financiamiento para el área; que la formación inicial docente incorpore modos de organizar el conocimiento desde una mirada que cautele los intereses de las mayorías; que la comunidad formada por los más se la juegue en la arena de convenir criterios para el establecimiento de currículos al servicio del desarrollo íntegro de los niños y jóvenes; y que los actores directamente asociados al ámbito (estudiantes, profesores, apoderados) conviertan la demanda en un tema de país, de mayorías.

¿Se ganará completamente? Ello depende de la hegemonía de clases realmente existente en Chile, y la dinámica que adquiera en el período. Toda victoria popular bajo el capitalismo es parcial. Sin embargo, en la lucha tras una demanda justa, ancha, inteligente y masiva también se aceran las convicciones, se crece, se descubre al enemigo principal, se afina la puntería y se fabrican los contenidos de los intereses colectivos de la sociedad necesaria.

3. Una de las principales conclusiones del Congreso de la Asamblea de Derechos Humanos realizado a fines de 2007, tiene que ver con la actualización del territorio temático que busca y requiere enfrentar el conjunto de organizaciones agrupadas en la Asamblea. Es decir, poner en el centro del quehacer de los Derechos Humanos en Chile, la colaboración con las actuales luchas de los trabajadores y el pueblo. Más allá de la tarea necesaria y noble de pugnar por el juicio y castigo a los culpables de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar, el objetivo concluido es hacerse parte de las presentes demandas populares.

Al respecto, y considerando la preeminencia que ha cobrado la reivindicación por la educación pública en el país en los dos últimos años, es dable sugerir que la Asamblea de Derechos Humanos el próximo 11 de septiembre –fecha de un simbolismo de enorme potencia popular- conviniera promover una iniciativa ligada a las demandas de los trabajadores y el pueblo, y en especial a la lucha de los estudiantes ante la crisis de la enseñanza en el país.

Daniel Viglietti, el extraordinario cantor uruguayo, dice sobre las víctimas de las dictaduras latinoamericanas que “Cantan conmigo, conmigo cantan”. El recuerdo de los luchadores y sus motivos vigentes cobran continuidad genuina en la recomposición pausada de los intereses de las grandes mayorías. ¿Qué mejor homenaje para los hijos del pueblo asesinados y desaparecidos bajo el pinochetismo que la recontextualización de los resortes profundos que inspiraron su compromiso social y político? ¿Qué mejor manera de honrar su memoria viva sino es colocando a disposición de las luchas actuales, de las generaciones nuevas del pueblo despierto y en organización, la conmemoración del golpe de Estado?

La afrenta ominosa de las clases dominantes contra el pueblo en 1973 jamás perderá su lugar en la historia de los siempre castigados, de los dueños de nada, de los nadie. Pero esa fecha ruin sólo se convertirá en aprendizaje y esperanza para los jóvenes que vienen y que ya están cuando no sólo recordemos a los inolvidables, sino también cuando el 11 de septiembre sea hora presente, lucha actual, continuidad de la larga batalla de los trabajadores y el pueblo por alcanzar su emancipación.

La estrategia del poder es osificar el 11 de septiembre, monumentalizarlo, hacerlo catarsis de un día. La estrategia de los de abajo es volver el 11 de septiembre materia sensible, llena de sentido, tradición ininterrumpida para manifestar las demandas urgentes. Y allí están los estudiantes. Con la energía y las razones. Con el corazón lleno de porvenir. Y esperando, también, la solidaridad de sus mayores.

Fuente: Envíos a nuestro Correo/Prensa Popular Comunistas Miranda
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