Entrevista a Bertha Caseres Miembro de la resistencia Hondureña y del COPINH
El representante del Frente Nacional contra el Golpe de Estado en la Comisión Negociadora, Juan Barahona, se había retirado y en sustitución se incorporaba el abogado Rodrigo Rivera.
De acuerdo a Cáceres, el retiro se debe a la decisión del Frente de renunciar a los puntos inamovibles como lo son la restitución de Zelaya y la ANC, “ni tampoco que vaya a permitir la impunidad en cuanto a la violación de derechos humanos, nosotros vemos que el retiro de Barahona es correcto, es lo que el pueblo le ha pedido que haga”, afirma.
Niega Cáceres que esto manifiesta alguna clase de división entre el Frente y el presidente Zelaya, como tratan de hacer ver algunos voceros de la dictadura. “Zelaya comprende y respeta la posición del frente y la entrada del abogado Rodrigo Rivera es como representante del presidente constitucional y del gabinete en resistencia, no entra como Frente Nacional de Resistencia aunque a ella pertenezca él no va representando al frente. Puede firmar como representante en la mesa del gobierno legítimo pero no como Frente”, puntualiza.
Para el Frente, explica Cáceres, el Acuerdo de San José no representa los derechos del pueblo hondureño, “pero como frente hemos respetado que el presidente tome su decisión y que no nos haga a nosotros como resistencia a renunciar a nuestra causa y esa fuerza y esos acuerdos ante el pueblo tienen ya su cuestionamiento, el pueblo hondureño tiene sus observaciones, no es que porque los golpistas estén diciendo que se ha avanzado en este momento en un 90% el diálogo haya sido aprobado por el pueblo hondureño, es algo muy importante que hay que enfatizar”.
“Hace unos minutos escuchamos a la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia, la señora Vilma Morales, delegada por los golpistas en la Mesa de Diálogo, que decía al ser abordada por la restitución del presidente que ese es un punto que no les compete sólo a ellos sino que a la Corte y al Congreso, pero ambas instancias tomaron una decisión inconstitucional y acompañan a la dictadura y a los golpistas. Con esas declaraciones ella está diciendo que prácticamente continúan con su juego y buscan dilatar más el tiempo, buscan debilitar a la resistencia, cosa que no va a funcionar. El pueblo hondureño ya dijo que va a seguir luchando por la restitución del presidente, que es un mandato del pueblo que, seguimos diciéndolo, es sin condiciones así como la Asamblea Constituyente popular y democrática”.
-Dado el escenario, y con tan poco tiempo antes de que se realicen las elecciones ¿Existen condiciones, aunque sea un mínimo de ellas, que reúna algo de legitimidad al sufragio en el marco del Acuerdo de San José?
- Nosotros valoramos que aunque fuera restituido el presidente Zelaya no existen condiciones que garanticen que estas elecciones sean parejas. Primero, no hay respeto a los derechos humanos del pueblo, hay un estado de sitio de hecho que recientemente había sido “legalizado” pero de por sí estamos en estado de sitio desde el 28 de junio Hay una militarización de la sociedad, las urnas del proceso electoral estarían en manos de un Tribunal Supremo Electoral golpista y en manos de una Fuerza Armada represiva, asesina, traidora a la patria que es capaz de cualquier cosa.
Lo otro es que hay un cerco mediático que favorece absolutamente a los candidatos presidenciales golpistas y toda esa maquinaria ideológica que costó 400 millones de dólares de inversión. Hay una desigualdad de por sí con los candidatos de los partidos de izquierda que estamos en la resistencia. Carlos H. Reyes fue agredido brutalmente, diputados del partido Unificación Democrática (UD) también. Nosotros vemos que aún con la restitución que ese es el escenario que tenemos, por lo tanto no hay garantías. El pueblo hondureño ve que hay una institucionalidad que ha legalizado lo inconstitucional, toda la institucionalidad existente en Honduras, Corte Suprema, Congreso Nacional, Tribunal, Ministerio Público, Poder Ejecutivo, todos son golpistas, ¿qué garantías pueden haber para el pueblo hondureño bajo esas circunstancias?
—¿Podría interpretarse el Acuerdo de San José o el Plan Arias como un complemento internacional al golpe? —
Nosotros estamos bien concientes de que el Plan Arias ha sido una estrategia del Pentágono, de Hillary Clinton, de Óscar Arias que es un tipo al que Centroamérica le conoce su historia; su vinculación con los grupos de ultraderecha, el peligroso y contrainsurgente papel que jugó en los años 80, sabemos quién es él, y de dónde viene. El Plan Arias, ha venido a obligar a sentarse con los golpistas, cuando el pueblo hondureño siente una indignación profunda de tener que sentarse con asesinos, con golpistas que han avalado la represión, y que están al servicio de una oligarquía y de las trasnacionales cónsonos con la política de los halcones del Pentágono y su proyecto de dominación, un proyecto que quiere continuar el coloniaje de este país que ha sido saqueado, ocupado… Pero el pueblo también ha sabido indicar, saber, conocer quiénes son sus enemigos.
-En ese sentido, ¿cómo interpretar el papel de los organismos multilaterales como la OEA a nivel regional y la ONU a nivel mundial? —
En el caso de Honduras se debe cuestionar mucho la funcionalidad, los objetivos, la tarea de organismos como la OEA y las Naciones Unidas, han tenido un papel importante, debemos decirlo, pero también al mismo tiempo los hemos cuestionado porque ha sido lento: en el tema de las elecciones no miramos unanimidad, vemos una OEA sumamente débil, a la ONU dividida creyendo que eso es lo que va a solucionar esto y eso no soluciona el problema ni las causas del golpe.
El pueblo hondureño exige ser escuchado como un actor principal en la definición de esta historia, no somos espectadores y no van a estar solo las partes y la OEA o la ONU en el diálogo. Esto debería ser tomado con más importancia y revisar la misma OEA que no sean solo instancias de declaraciones sino que genere mecanismos eficientes, en este caso, para revertir y ayudar a derrocar concretamente a una dictadura fascista, eso es lo que el continente tiene que cuestionar: la funcionalidad de estas instancias.
Los militares y la involución
Como es de esperarse, el análisis de Cáceres y del Frente coincide con una reflexión que no es exclusiva de los movimientos y los gobiernos progresistas. “Es una involución para todo el continente. Los movimientos sociales hemisféricos y los gobiernos que acompañan las luchas de los pueblos, deben de hacer también la reflexión: es más que necesario, más que urgente, tener estrategias efectivas, comunes, coordinadas y articuladas que no necesariamente nos quitan nuestra autonomía, nuestra independencia en tareas o funciones particulares que tenemos, sino fortalecernos en esa diversidad para poder enfrentar una nueva —y vieja al mismo tiempo—estrategia imperialista”.
Opinión esta que, no cabe duda, también se comparte en la oficina de Otto Reich y por eso actúan en consecuencia. El golpe en Honduras, agregamos, es revelador por cuanto que es inocultable el proyecto “de dominación económica, política y militar; de anexión para el despojo de nuestros recursos, de nuestras riquezas, de nuestra soberanía y de nuestras vidas”, como sostiene Cáceres.
—¿Existe algún tipo de fisura en la dirección y/o en el actuar del ejército y demás cuerpos represivos? —
Al principio un grupo de oficiales vía Internet sacaron un comunicado pero en concreto no hicieron nada, eso nos dice que no hay fisuras, tienen mucho miedo a enfrentar a esta promoción del actual Estado mayor del ejército y la policía. Sabemos que hay oficiales que están inconformes, pero no pasan de algunas distracciones de algunos mensajes que mandan pero no pasa de más, si va a pasar se va a concretar cuando hagan alguna acción que respalde la lucha del pueblo hondureño.
Desgraciadamente no miramos una acción de manera concreta. Vemos que hay mucha desmoralización en la tropa del ejército, sabemos que muchos soldados de base han desertado de los batallones, y muchos policías, y sabemos que no se sienten a gusto porque las condiciones los han obligado a hacer lo que están haciendo, sabemos que tienen mucho miedo, hay testimonios de que nos han dicho —sabemos— que a los oficiales o tropas que deserten los matan.
Asimismo, al preguntarle sobre la presencia de paramilitares colombianos y mercenarios extranjeros apoyando o asesorando a la represión,
Cáceres fue clara y recuerda cómo en la historia, el ejército hondureño en el que una mayoría importante de oficiales son egresados de la Escuela de las Américas se han prestado para toda clase de maniobras y artimañas militaristas a nivel continental. Habida cuenta de que en territorio hondureño durante los años 80 hasta el pasado más reciente, mercenarios de toda laya —chilenos, argentinos, colombianos— han sido preparados y adiestrados, incluso, para enviar contingentes mercenarios a Irak.
“No sería sorpresa en Honduras que hayan paramilitares que han salido de Magdalena Medio, como reseña El Tiempo de Colombia y últimamente mucha asesoría de Israel, no hay que olvidarse del papel de Israel en este golpe…”.
Goriletti y la tinta —
¿Ha variado la intensidad represiva desde los asomos del gobierno golpista de derogar la suspensión de garantías?
Micheletti recordó que había que publicar en la gaceta el decreto donde se deroga el estado de sitio, pero es que la estupidez llega a extremos terribles con este hombre que, por ejemplo, dijo que no había tinta para imprimirla. Cosas tan ridículas como esas. Aunque se publicara la gaceta con este decreto prácticamente nosotros seguimos en estado de sitio, seguimos en un estado de indefensión total, la violación de los derechos humanos es masiva, no es a un sector, no es a un lugar, es general en todo el país la agresión a personas que son de la resistencia con los que se han ensañado más, pero también general a todo el pueblo hondureño.
La constituyente va —
Tomando como premisa que la ANC es cosa cierta y que cuenta, de acuerdo a reporte de Telesur, con un 72% de aprobación, ¿cómo y cuándo veremos la realización de la Constituyente? —
Nosotros desde antes del golpe, como organización, recuerdo que organizamos el encuentro por la refundación de Honduras en la que se hizo un trabajo con más de 400 delegados y delegadas de todo el país para ir planteando el contenido político de lo que puede ser el debate para una ANC como contenido. Después del golpe, la dictadura nos ha robado y cooptado la agenda que teníamos, pero eso no ha impedido que ahora se haya hecho un trabajo interesante de socialización y de análisis en los barrios y colonias y en los municipios del interior donde la discusión jurídica y política comienza a verse lo que sería la ANC, cómo serían sus mecanismos; pero nosotros sabemos que esto no es algo inmediato, aunque tampoco esto se sabe con estas coyunturas, en estos escenarios que cambian de manera violenta por ratos y que en un dado momento se den las condiciones o las correlaciones de fuerza y la coyuntura de montar la ANC.
De todas formas siempre estamos caminando y trabajando sin pausa para la instalación de la misma, vista desde el movimiento social, desde las comunidades, porque no vamos a permitir —porque esta es otra lucha que tenemos que dar en este proceso se restituya el presidente o no— que este proceso caiga en manos de los mismos políticos corruptos, desgastados y demagogos y que vayan a venir a ocupar gente oportunista que no es de la resistencia, porque sabemos que hay políticos que ya han empezado a hablar de ANC, como por ejemplo Porfirio Lobo Sosa del Partido Nacional.
Todas maniobras peligrosas de la derecha, el mismo proceso nos va a ir diciendo del avance, del desarrollo de la conciencia, el conocimiento, el debate, el análisis, la construcción colectiva que dará el pueblo hondureño en el momento de la instalación de la Asamblea, pero tampoco es que vamos a esperar una década o cinco años para hacerlo, más bien esa fue una de las causas del golpe.
—Es indiscutible el salto cualitativo en lo político y lo social que ha realizado el pueblo hondureño en resistencia, de existir condiciones para las elecciones, ¿el Frente tendría un candidato que represente este salto? —
Si hay un escenario en el que hay restitución y el retorno del orden constitucional, y si hay condiciones reales para el desarrollo de las elecciones, el pueblo hondureño está listo para demostrar que es mentira que somos un pueblo bipartidista y que hoy, más que nunca, el pueblo ha golpeado el bipartidismo tradicional conservador de la oligarquía.
Porque sí hay opciones para el pueblo hondureño; si hayan condiciones y si hay alternativas, en los análisis que hacemos es más que necesario una propuesta unificada para apostarle a un candidato a la presidencia del pueblo, uno que haya estado en la resistencia, en la lucha, y que sea proconstituyente.
Se ha hablado de la candidatura independiente y popular de Carlos H. Reyes y el candidato a la presidencia del partido UD, César Ham, que den un paso de madurez y abordar el tema de ir en una sola candidatura y apostarle igualmente a candidatos y candidat as del pueblo de la resistencia, tanto de diputadas y diputados como de alcaldes, el pueblo hondureño sabe en cada municipio, en cada lugar, quién de esos candidatos o candidatas son golpistas o no, y eso es algo esencial. Y si eso se diera, el presidente Zelaya sería un gran elector, eso sería una cosa real también porque él tiene mucho liderazgo, mucha simpatía también en el pueblo hondureño.
Fuente: Anmcla/ Edición de PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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