( V )
España: Impacto de la Crisis Capitalista Global y Consecuencias de la Crisis Propia por el Modelo Productivo Desequilibrado
En España, además de sufrir el impacto de la crisis capitalista global y sus consecuencias económicas y sociales, hay la propia crisis, fruto del tipo de crecimiento basado en un modelo productivo desequilibrado, especulativo e irracional.
Un modelo que ha hecho subir el paro al 20% (+ de 4 millones), que ha hecho subir la vivienda en 300 por 100 (poco bajará en relación a esta subida), que ha destruido zonas enteras por la especulación, que ha generado un sistema de financiación atrofiado y un mercado de trabajo contradictorio con las necesidades del país y que, en consecuencia y fruto de la crisis propia, ha hecho retroceder al conjunto de sectores productivos, especialmente en todo lo que afecta a la modernización de productos y servicios y al intercambio con el exterior.
Los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, más los nacionalistas y minoritarios que les han apoyado por coincidir con sus políticas, o por oportunismo interesado, son los responsables de esta realidad. Han apoyado, defendido, o tolerado las políticas neoliberales fundamentadas en el modelo productivo que se ha derrumbado.
Ahora, el gobierno del PSOE habla de cambios, de un nuevo modelo. Sin banca pública, sin empresas básicas públicas (energía, aguas…) sin una política de planificación democrática a medio-largo plazo de necesidades y posibilidades, sin una política industrial y de I+D+I, que no sea un “plan renove” tras otro, no es posible sentar las bases para un nuevo modelo, ya no solo productivo sino económico, basado en un fuerte impulso de los servicios esenciales para reforzar su carácter público y su eficiencia y para que sirvan de motor económico, junto al desarrollo de formas productivas y energéticas cada vez menos destructivas.
Esta política, que debe defenderse también en Europa, diseñada a largo plazo, debe ir acompañada de cambios sustanciales en las costumbres y en el sistema de recaudación. En las costumbres, poniendo en marcha un nuevo concepto del bienestar, basado en la austeridad frente al gasto consumista, siempre de carácter parasitario y depredador.
La felicidad no se crea con la posesión de muchas cosas inútiles, sino con la utilización sabia de las útiles para hacer la vida más agradable. Los recursos públicos para hacer frente a las necesidades deben salir de toda la sociedad en una proporción progresivamente creciente de su nivel de rentas y beneficios, es decir, con una progresividad fiscal.
Los impuestos no tienen un sexo ideológico abstracto, sirven para que el Estado, todas sus administraciones, tengan capacidad presupuestaria para hacer frente a las necesidades sociales de forma justa y solidaria, con igualdad básica para todos y todas.En España, y en Europa, se debe dar la batalla por una nueva concepción de la economía, de los derechos sociales y de la democracia.
Esto no va a hacerlo la socialdemocracia, en retroceso por haber aceptado y defendido la misma política que la derecha (Alemania y el Reino Unido son el ejemplo más claro), ni las organizaciones a medio caballo entre el neoliberalismo y un progresismo evanescente, como es el caso del Partido de la Democracia, en Italia.
Mucho menos la derecha que es más neoliberalismo, más de lo mismo y más conservador, con matices, según el país y los intereses nacionales a defender.
Fuente: Portavoz del Partido Comunista de España PCE.es/ Edición de PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/ Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario