ENTRE LA PAZ Y LA GUERRA

Por: Jerónimo Carrera

Vivir en paz es la aspiración más lógica para los seres humanos, y sin embargo hasta hoy no hemos aprendido como lograrlo. Miles y miles de personas pierden cada día la vida a manos de otro de sus semejantes, sea de manera ilegal o “legal”.

Siempre se ha considerado que dicho acto es criminal cuando se le comete por voluntad individual, pero no sucede así si es producto de una decisión colectiva, es decir, con la autorización de la que se conoce como sociedad, cuyos criterios a este respecto han sido y son muy variables.

La realidad actual, tanto acá en Venezuela como prácticamente en el resto del mundo, es que sufrimos un crecimiento desmesurado del crimen y poco se hace para remediar tal situación. Me refiero a ambas formas de quitarle la vida a un semejante, por vía autorizada o por la prohibida.

Coinciden ambas vías en que requieren la utilización de algún tipo de arma para poder ejecutar la acción, y puede variar desde una simple pistola o revólver, de poco costo, hasta las más modernas y costosas armas de guerra. Tienen la misma finalidad: matar.

Parecería entonces muy fácil darle una solución a este problema, y no puede ser otra cosa que la de establecer poco a poco un severo control sobre la producción y difusión, a escala internacional, del armamento de toda clase. Lo cual desde luego no se podría lograr de inmediato y de un solo “plumazo”, puesto que son muchos y muy grandes los intereses opuestos a tan audaz paso, pero seguramente mediante un esfuerzo de masas movilizadas en todos los países sí se podría comenzar. Es un muy reducido número de países, de todos los continentes pero en verdad muy minoritarios en la ONU, los que siempre han rechazado toda idea de desarme mundial.

Ahora, casi podemos decir que de repente, nos llega la noticia y debemos reconocer que muy positiva, de la firma por Estados Unidos y Rusia de una prórroga del anterior tratado existente entre ellos de reducción gradual de sus arsenales de armas nucleares. La firma de esta prórroga, no han dicho porqué, la hicieron Obama y Medvedev en el Hradchany, el castillo real de mi siempre recordada Praga, quizás en simbólico homenaje a los checos, que he dicho es uno de los pueblos más pacíficos del mundo, hasta más que los italianos.

De todos modos, es muy notable hoy en día que han desaparecido aquellos poderosos movimientos a favor de la paz mundial, que abogaban por el desarme, y en particular por un mundo sin armas nucleares, los cuales surgieron a raíz de la II Guerra Mundial y recibieron un enorme impulso, en todas partes, de la hoy también desaparecida Unión Soviética, siempre la mayor abanderada de la paz siguiendo una tradición sembrada por Lenin y continuada por sus sucesores, sin excepción alguna
.
Pues bien, por ahora, la humanidad toda seguirá viviendo como siempre, entre la paz y la guerra.

P.S.- La semana última ha fallecido en Caracas, tras complicaciones diversas surgidas a raíz de una caída con fractura, la muy apreciada camarada Celia Jiménez. Tuvo durante muchos años notable figuración en el profesorado, en sus varios niveles, y murió como militante activa del PCV, proveniente de AD hace un largo tiempo, con una gran labor gremialista.

Otro P.S.- Acaba de morir en Caracas un notable comunista de la vieja guardia, el editor Domingo Fuentes, más conocido como “Ho Chi Minh” por su notable parecido con el gran dirigente vietnamita. En lo personal, lo recuerdo por su valiosa cooperación como editor de un folleto mío que titulamos “Hacia la coexistencia pacífica en el Caribe”, en 1962 y de inmediato tras de la peligrosa “crisis de los misiles”, bajo la dura represión betancourista acá en Venezuela.

Fuente: PrensaPopularSolidaria http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/2010/04/entre-la-paz-y-la-guerra.html Correo: pcvmirandasrp@gmail.com