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viernes, 11 de junio de 2010

RICARDO MARTINELLI EL DERECHISTA FASCISTA PRESIDENTE DE PANAMÁ MONTA UNA ESTRUCTURA TIPO DICTATORIAL Y DE MARCHA A FASCISMO Y SERVICIO AL IMPERIALISM

El cuartel central fascista de la contrarrevolución preventiva

Sí, lo confesamos humilde pero firmemente, somos subversivos y lo seremos hasta tanto la mierda fascista no tenga su Plaza Loretto

Quibian Gaytan

Con los cinco maestros, venceremos
El cuartelcentral fascista de la contrarrevolución preventiva
El “Don” Ricardo Martinelli, en ese protagonismo que caracteriza su gestión presidencialista, ha creado dos nuevos flamantes ministerios, el de Seguridad Pública y aquel de Interior. Concebidos como subproductos del rediseñamiento, según las miras estratégicas de Washington de reneocolonización de América Latina y forja de su imperio global, de la seguridad nacional alrededor del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), estructurado por el pasado gobierno de Martín Torrijos, y al cual se le ha montado una más afinada estructuración dotada de autonomía administrativa y financiera, amén de “gastos especiales” (reservados), sin control alguno del Estado ni de la ciudadanía, pero sí concentrado en las manos delseñor Presidente.

Con dichas dos instituciones ministeriales, de “Seguridad” y del “Interior”, se crea el NeoDuce Martinelli una fortísima maquinaria de control y de espionaje de la población, así como de infiltración en la vida interna ylas actividades de los partidos políticos burgueses puestos en sus miras fagotizadoras; de neutralización y liquidación de los Partidos y Organizaciones de izquierda y clasistas, así como de los Organismos reivindicativos de las masas trabajadoras y populares.

Efectualizar medidas y acciones liberticidas tendentes a prohibir la protesta social y política, vigilar y controlar las concentraciones y movilizaciones de masas, en particular, vanificar la independencia de los Sindicatos o, simplemente, liquidarlos. Convertir, de hecho, en objetivo de espionaje, provocación y castigo a los luchadores de la calle, marcados como enemigos no de su gobierno sino del Estado.

Con ellos, en resumidas cuentas, busca controlar, espiar, perseguir, punir o disgregara los opositores al régimen neofascista que preside. Otorgarle mano libre en la represión preventiva (anticipada) de la población -en desacuerdo con sus desmanes- a los aparatos policiales y parapoliciales, de los cuales se ha estado rodeando en su búsqueda de la realización de una IIIª Reforma institucional del Estado, camino a la instauración de la IVª Dictadura cívico-policial, desembozadamente fascista, en el Istmo.

La cosa no es nueva. Las clases populares ya han sentido en carne propia repetidos intentos de las clases dominantes opresoras de frustrarles sus sentidas exigencias de democratización de la vida política nacional, sobre todo su derecho a gobernar este país en su reemplazo.

En 1941, entusiasmado por la ola nazifascista que amenazaba con anegar el mundo, el dr. Arnulfo Arias M, desde la presidencia de la República da los pasos iníciales para la imposición de una dictadura pro-potencias del Eje. Fue frustrado por un golpe de mano de la facción liberal de la oligarquía, aupada por el imperialismo yanqui.

Luego, después de corto interregno, buscando perpetuarse en el poder Ricardo “cojo” de la Guardia impone la primera dictadura cívico–policial. Para 1951 el Cnel. Remón Cantera impone la segunda dictadura militar, se autoeligió presidente y terminó míseramente asesinado.

17 años después, luego del cuartelazo militar del 68, los Cnles. Omar Torrijos, Paredes y Noriega establecen una dictadura militar-fascista que ha de durar 22 años, hasta que fue derribada por la agresión del imperialismo yanqui el 20 de diciembre de 1989.

Como se puede ver esto de los golpes de Estado y de la dictadura no es novedad en nuestro país, ello se inscribe en la agenda de dominio de los capitalistas compradores panameños y de esa superpotencia que se jacta de democrática. Hoy, Martinelli quiere probar suerte, a su vez.

Coronando esas reaccionarias iniciativas ha nominado a los jerarcas fascistas de su partido José Raúl Mulino y Roxana Méndez, de Seguridad Pública y del Interior, respectivamente, como una especie de Supercomisarios de la Nueva Guardia Nacional. Con ello, se dota de un real Cuartel Central de la contrarrevolución preventiva, de cara a enfrentar un eventual estallido agudizado del descontento popular.

Por encima de eso, dado que la opinión popular le vale gorra, generando un auténtico Centro Político de autogolpe de Estado con el recurso de una contrarreforma constitucional e institucional (mediante los recursos de la “democracia plebiscitaria” y monopolización de todos los poderes del Estado en el Ejecutivo, esto es en sus manos.

No se beneficia el “Don” de un 11 de septiembre, que cubra sus reaccionarios y sanguinarios designios políticos, pero ello no le resulta impedimento para ir montando, unas veces a lo callado otras abiertamente, el aparataje de punición y de propia guerra social contrarrevolucionaria preventiva contra potenciales “perturbadores” de la paz civil y los “desestabilizadores” de la unidad de la gran familia panameña (o como estilan calificar los gringos a todos los renuentes a aceptar su política imperialista truculenta y depredadora: “terroristas” y “subversivos”). En fin, para llevar a punto sus planes golpistas antidemocráticos y fascistas.

Como es de ver, pájaros de la misma especie por su trinar se conocen.Dado que, tales acciones antipopulares y liberticidas se inspiran, si no son su producto directo, en la Doctrina de la seguridad nacional estadounidense y en su corolario la guerra contrarrevolucionaria preventiva declarada y llevada a efecto contra los Estados progresistas que han ido escapando a su control, las Organizaciones y Movimientos revolucionarios, nacionalistas antiimperialistas y demás fuerzas democráticas latinoamericanas.

“Novísimas” instituciones estas, que nos están indicando el grado de temor que inspiran la masas en lucha a los gobernantes, las cuales no se diferencian en nada de las Agencias represivas del tipo de la GESTAPO hitleriana, de la Inteligencia estadounidense, de la de Pinochet, Fujimori y el tenebroso G-2 norieguista. Los que a su paso en la vida política de nuestros pueblos han dejado una estela sangrienta de asesinatos, desapariciones, secuestros y torturas entre antifascistas, comunistas, socialistas, demócratas, patriotas y demás ciudadanos comunes que han osado cuestionar dichos regímenes patibularios y genocidas.

De conformidad con ellas, montado sobre el espantajo de la “inseguridad y la violencia callejera” y el “desborde del narcotráfico”, el NeoDuce Martinelli hace dar un salto de calidad al papel de la Fuerza Pública y la Policía Nacional al unificarlas y reconformarlas como Nueva Guardia Nacional.

Se crea así en Panamá una fuerza castrense pretoriana, que entrenada, armada y sufragada por el presupuesto del Pentágono yanqui le sirva como carne de cañón en sus planes guerreristas e intervencionistas contra los pueblos de Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba, a la vez que a él mismo--el Neo-Duce fascista Martinelli-- como puño de hierro en sus particulares planes golpistas. Como soporte activo, en fin, de una eventual declaratoria de estado de emergencia y, consiguientemente, la suspensión indefinida de los derechos constitucionales.


En justificación de sus planes represores y golpistas, de ataque a la democracia y a los derechos fundamentales de los trabajadores –gallotes y cerdos fascistas- riegan la especie, para dividir y desarmar políticamente a las fuerzas populares que se les oponen, de que los "izquierdistas y los comunistas son subversivos”, y provocadoramente calificando a los obreros de “maleantes de mierda”.

Con tales injurias provocadoras, no nos equivocamos al señalar que para el “Don” Neo-Duce mussoliniano Ricardo Martinelli, no sólo los comunistas, sino que todos los luchadores sociales están siendo calificados de “violentistas” y “subversivos”, como potenciales enemigos a su seguridad y, por ello, objetivos de la represión generalizada e indiscriminada. Es ésta nuestra segunda alerta antifascista a los Partidos y Organizaciones de izquierda panameñas.

No juguéis a políticos realistas, no se duerman soñando en la democraticidad de la camarilla palaciega gobernante o calificándole ingenuamente de ser “autoritario” y aplicador de medidas “fascistoides”, el régimen político del Neo Duce Ricardo Martinelli es fascista y marcha hacia la imposición de la dictadura terrorista abierta.

En cuanto, a lo que atañe a nosotros comunistas (marxista-leninistas): Sí, lo confesamos humilde pero firmemente, somos subversivos y lo seremos hasta tanto la mierda fascista no tenga su Plaza Loretto y hayamos conquistado la República Democrática Popular y el Socialismo.

Fuente: Kaosenlared/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcvmirandasrtp@gmail.com

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