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miércoles, 20 de octubre de 2010

CONFLICTO BOCHORNOSO

Por: Jerónimo Carrera

Si todavía las guerras forman parte muy destacada de las relaciones internacionales, como un legado que han recibido los pueblos de sus antepasados tribales, ya debería la humanidad haber entendido que toda guerra está precedida de una fase en la cual las partes se preparan para el choque armado. En esa fase, eufemísticamente, los observadores prefieren utilizar la denominación de conflicto.

Casi podría decirse que ese tipo de situación surge de manera inevitable entre países vecinos, si tomamos en cuenta la experiencia histórica de tantos siglos anteriores al presente. De allí que la solución pacífica de los conflictos haya llegado a ser, y no sólo en casos de vecinos, el principio fundamental de la Carta de la ONU, como pieza básica del Derecho Internacional contemporáneo.

Pienso yo que en esto podemos encontrar la explicación de las actitudes similares que han tenido en tal aspecto, los gobernantes de Colombia y Venezuela, ambos remisos a aceptar el hecho de la existencia de un conflicto que ya data de casi dos siglos.

Si bien todos proclamamos que colombianos y venezolanos además de vecinos también somos hermanos, lo cierto es que los gobiernos de allá y de acá siempre están tirándose de las greñas. Todo esto sin en ningún momento mencionar la palabra conflicto. Pues se trata, obviamente, y para ambas partes, de un conflicto bochornoso.

Quiero añadir que no es la primera vez, desde luego, que escribo sobre este asunto. Pero acabo de tener la triste sorpresa de oír, en un evento organizado por gentes revolucionarias, y celebrado nada menos que en el teatro del Edificio Cantaclaro, conocido como un símbolo de nuestro Partido Comunista de Venezuela, unas fuertes y totalmente infundadas críticas al actual gobierno de Venezuela por tratar de mejorar sus relaciones con el gobierno de Colombia. Casi se llegó a pedir una declaración de guerra.

Es un texto que aparece como de unas tales “Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL)”, las cuales yo al menos nunca había siquiera oído mencionar, y comienzan diciendo que ahora “el Gobierno Venezolano realiza un viraje de 180 grados en la orientación de su política exterior con relación a la Insurgencia Armada del Pueblo de Colombia”.

Añaden que el presidente venezolano “decide COLABORAR con el fortalecimiento y expansión de la burguesía Colombiana”, pues les plantea “a las FARC-EP y al ELN que se rindan incondicionalmente.” Todo esto, dicen ellos, “Constituye una inconsecuencia Revolucionaria, que incluso contraría oprobiosamente el espíritu del Pensamiento y la acción Bolivariana”, según estos supuestos revolucionarios, quienes se permiten aconsejar que el gobierno venezolano “aún está a tiempo para RECTIFICAR su posición política”.

En otras palabras, piden que el gobierno venezolano le declare la guerra al colombiano. Esto en poco más de tres páginas, de un tal “Estado Mayor Nacional” del FBL, sin fecha, y leído allí falsamente “a nombre del Comité Central” del PCV.

Lo cual, desde luego, mereció de inmediato mi desmentido y la más fuerte protesta. Fue un abuso, pienso, de la buena fe de algunos camaradas organizadores del evento.

Este triste episodio me ha hecho rememorar un modesto trabajo mío que apareció en noviembre de 1987, en la Edición Venezolana, N° 175, de Revista Internacional, y titulado El Internacionalismo es Nuestra Bandera. Entonces escribí: “Para nosotros un conflicto armado entre Venezuela y Colombia sería el peor de los crímenes que pueden cometer las clases dirigentes de ambos países.”

Hoy yo añado, con frase de un notable intelectual francés: “Más que un crimen sería una estupidez”. Que recibiría aplausos y una buena paga desde Washington, desde luego.

Fuente: PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Coreo: pcvmirandasrp@gmail.com

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