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viernes, 1 de octubre de 2010

RAFAEL CORREA: “YO SALGO COMO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA O SALGO COMO CADÁVER

El guión se repite, ahora en Ecuador. Igual que en Honduras hace un año, igual que en Venezuela en 2002.

Bajo una supuesta reivindicación salarial de la policía tras la aprobación de una nueva ley que afecta a todo el sector público, se esconden los mismos intereses imperialistas, la larga sombra de EEUU y el derrocamiento de un gobierno incómodo alineado con las tesis del ALBA y con la justicia social en los países de América Latina.

Por: Secretaría Local del PCA-Sevilla Solidaridad Internacional.


INJERENCIA NORTEAMERICANA

Hay que recordar la denuncia efectuada por el Gobierno ecuatoriano, en 2008, sobre la infiltración de sectores de la policía ecuatoriana por parte de la estadounidense. El Ministro de Defensa, Daniel Ponce denunció en octubre de 2008 cómo diplomáticos de EEUU corrompieron a militares y policías de Ecuador, tras una investigación oficial. Tal y como relata el diario cubano Granma, este punto ha sido confirmado por el ex agente de la CIA Philip Agee quién, antes de abandonar las filas de la agencia, estuvo asignado a la Embajada de Estados Unidos en Quito.

No en vano, la emabajadora designada por George W. Bush para Ecuador, Heather Hodges, es una reconocida desestabilizadora de gobiernos con posiciones contrarias a los intereses del imperialismo, desde Cuba a Moldavia, pasando por el apoyo a la Nicaragua de Violeta Chanorro.

En los últimos dos años, Ecuador ha terminado con la presencia militar de EEUU en la base de Manta, así como con el fin de la formación de EEUU sobre la policía ecuatoriana, episodio éste último que provocó la siguiente declaración de Correa:

“Este pobre señor [por un funcionario de la Embajada de EEUU en Ecuador] no ha entendido que aquí ya hay Gobierno y que estamos no en una colonia norteamericana, sino en un país digno y soberano”

Sin duda, estas posiciones antiimperialistas, así como la política de alianzas con el resto de países del ALBA, y el proceso de transformación social emprendido en su país, no podía gozar de la simpatía del águila imperialista. Así, la USAID, el apéndice del Gobierno norteamericano para desestabilizar a países extranjeros financió diversos grupos políticos y empresariales ecuatorianos, con casi seis millones de dólares en los últimos años. No es de extrañar que ahora, tras el intento de golpe de estado policial, hayan expresado su adhesión al mismo.

EL INTENTO DE GOLPE

Lo de menos eran las supuestas reinvindaciones salariales. No sólo porque es precisamente con el Gobierno de Correa que la policía ha visto mejoradas sus condiciones laborales durante los últimos años. Según el propio Correa, que se desplazó hasta el principal cuartel del país para explicar la nueva ley (que no afecta sólo a la policía, sino a todo el cuerpo de funcionarios del Estado) y atender las demandas de los sectores policiales, el conjunto de los mandos policiales reconocieron que ni siquiera habían leído dicha ley. También reconocieron que sus condiciones laborales eran ahora mejores que años anteriores. Cuando ya no quedaron argumentos, vinieron las bombas de gas lacrimógeno y las agresiones físicas, de las que el Presidente salvó la vida gracias a su seguridad personal, y acabó siendo retenido por la policía en un hospital militar. Mientras, el pueblo, aún desarmado, salió masivamente a la calle en apoyo de su presidente legítimo, siendo también atacado por la policía insubordinada.

Y entonces se destapa el pastel. El expresidente de Ecuador y líder de la oposición, Lucio Gutiérrez pidió la disolución del Gobierno y del Parlamento, y la convocatoria de elecciones anticipadas.

No tardó en darse respuesta, condenando el intento de golpe, por parte de UNASUR, los países del ALBA, e incluso de la OEA, quienes exigieron la inmediata restitución del presidente Correa, y la vuelta a la normalidad instucional.

Finalmente, un dispositivo militar con participación del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía liberaron al Presidente y lo devolvieron al Palacio de Carondelet, donde se dirigió a la población ecuatoriana, defendiendo el proceso de cambio en su país y la diginidad nacional, y anunció una depuración de mandos policiales.

Fuente: Secretaría Local del PCA-Sevilla Solidaridad Internacional/Comité Local PCA_Sevilla/PrensaPopularSolidaria

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