Por: Jerónimo Carrera
En la reciente y anual Feria del Libro celebrada en Caracas, y en la cual fueron presentadas ediciones de unos cuantos autores venezolanos de las nuevas generaciones, por cierto, y no sólo de los consagrados, entre el montón de libros llamó necesariamente la atención por las circunstancias actuales que vivimos aquí en nuestra Venezuela, uno titulado “Manual de Etica Socialista Bolivariana”, y subtítulo de “Contribución al debate”, (editado en la Imprenta Nacional, enero 2011, 204 págs).
Además, con una presentación de nuestro amigo Emiro García Rosas, actualmente magistrado de la autoridad judicial más alta del país, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), es lógico que este libro sea muy atractivo. Y como complemento a todo esto, cuenta con una muy valiosa cooperación, de un Colectivo Gramsci, en el cual sabemos se destaca nuestro camarada Manuel Espinoza, nacionalmente reconocido por su trayectoria pictórica.
Pues bien, digo que el tema de la ética socialista es de los de mayor importancia, naturalmente, y no sólo para quienes siempre hemos sido y seguimos siendo partidarios de una auténtica revolución aquí en nuestro país y en todo el resto del mundo, sino igualmente para los opositores a tal revolución que buscan criticarla.
Los comunistas, como revolucionarios y no de ocasión, entendemos lo que vale la ética para nosotros, para sustentar nuestros principios sin flaquezas ni oportunismos, pero también valoramos la crítica en su sentido de ayudarnos a corregir nuestros propios errores. Bien sabemos nosotros que los errores en nuestra actividad son inevitables y forman parte de ella. Y sabemos, igualmente, que es de la crítica de donde proviene la autocrítica. En suma, sin crítica nunca habrá autocrítica, y ésta es indispensable para los revolucionarios.
Por otra parte, todos sabemos que en la Venezuela de nuestros días, como resultado tanto del imponente chorro de petróleo que ha inundado al país durante todo un siglo, como de la ostensible impunidad que ha imperado y continúa imperando en la administración pública, ha naufragado la ética en la vida política, legitimando lo que se conoce como “saltos de talanquera”. En los dos sentidos, de izquierda hacia la derecha y lo opuesto igualmente, aunque estos últimos sean mucho más raros.
El libro que hoy comentamos trae textos muy valiosos, de autores tan prestigiosos como José Martí y Albert Einstein. De este último, su artículo ¿Por qué socialismo?, publicado por primera vez en Monthly Review, de Nueva York, en mayo de 1949, realmente algo genial, y reproducido por primera vez acá en Venezuela, por nuestra Tribuna Popular hace varios años.
En fin, quiero decir ahora en estas líneas algo que me parece muy pertinente, y en conexión evidente con el tema que creo central de la obra que hoy recomendamos. Y es que la lección básica que debemos sacar y asimilar del escandaloso y triste caso, para los revolucionarios en general, de la entrega al nefasto régimen que hoy sufre la hermana Colombia, de un luchador revolucionario como Joaquín Pérez Becerra, hecha por un gobierno revolucionario, es la de una falla del sentido autocrítico. Lamentable y dolorosa.
Los comunistas venezolanos, al igual que los de cualquiera otra parte del mundo, hemos cometido y siempre seguiremos cometiendo errores. Pero hemos sobrevivido como partido nada menos que estos más que difíciles OCHENTA últimos años de la vida política venezolana y del mundo, gracias sólo a una ETICA SOCIALISTA BOLIVARIANA sustentada en el ejercicio de la autocrítica. Todo esto originado en las sabias enseñanzas de nuestro maestro Karl Marx, desde luego.
Fuente: PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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