ENIGMA QUECHUA

Por; Jerónimo Carrera

Escribir sobre una determinada situación nacional, desde lejos, y pretender asentar criterio respecto a su segura evolución en el futuro inmediato, equivale a darse ínfulas de pitoniso. Cada caso, obviamente tiene un abanico de posibilidades.

Tratándose de un país como el Perú, cercano a los venezolanos en muchos aspectos pero muy lejano en otros, creo que tal riesgo se acrecienta. Podría alegarse que hoy en día no hay países de los cuales no provenga una continua catarata informativa, pero esto es relativo, ya que son noticias supercontroladas por poderosos intereses de variada índole.

Digo estas cosas, que no son novedosas, antes de atreverme a pisar el resbaloso terreno de decir aquí mi punto de vista muy personal sobre la que se considera una nueva situación peruana.

Para citar un caso significativo, en el acreditado semanario de nuestros camaradas colombianos, “VOZ”, en su edición 2593, del 8 de este presente mes de junio, hay un optimista titular que dice abiertamente “Nueva etapa en la historia del Perú”. A lo cual comento yo: ojalá que esto resulte cierto.

En un boletín de los camaradas del Partido Comunista Peruano, la información es bastante más cautelosa, y se dice que es el “triunfo de las fuerzas democráticas y progresistas de nuestra patria con la participación de las organizaciones políticas de izquierda.”

A lo cual añaden esos camaradas esto: “Operación pinza. El poder económico, ni tonto ni perezoso, ha empezado a digerir la derrota electoral sufrida en los comicios presidenciales y casi inmediatamente han comenzado a explorar los caminos, para primero neutralizar y luego impedir que Ollanta Humala cumpla con sus compromisos electorales. Recurriendo a ese viejo proverbio ‘si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él’.”

En fin, estas son dos visiones, contrapuestas un tanto, a lo que añado mi punto de vista, y es que no es cuestión de juzgar al nuevo presidente peruano como individuo. En ese país existe una burguesía muy experimentada, una verdadera “godarria” decimos los venezolanos, tal como por suerte no tenemos aquí.

Se trata de una capa social conservadora, que derrotó en el siglo XIX a Bolívar y a Sucre, nada menos, y luego en el siguiente siglo a Mariátegui e incluso a los intentos de un militar reformista como Velasco Alvarado. Una revolución, en cualquier parte, requiere de líderes, no hay duda, pero esencialmente de una gran participación activa de las masas populares. Y si es socialista, de una clase obrera que tome la dirección.

Total, que estamos realmente ante un enigma quechua, al menos para mí, y sólo el tiempo se encargará de descifrarlo.

VOCES CONTRAPUESTAS EN LA “VEA” GUBERNAMENTAL

Me ha llamado mucho la atención que en el diario caraqueño “VEA”, creado hace siete años por el camarada Guillermo García Ponce, un gran amigo mío fallecido no hace mucho, han comenzado a publicarse en días recientes opiniones contrapuestas.

Por ejemplo, en su edición del sábado 11 aparece mi amigo Juan Azócar con una fuerte y bien razonada crítica a la “metida de rodilla”, del presidente venezolano, al entregar dos revolucionarios colombianos a la “godarria” pro-yanqui de Bogotá.

Y justo al lado, un tal Toby Valderrama escribe: “Si consolidamos el Socialismo estaremos dando concreción al mandato de Cristo ‘amaos los unos a los otros’”, y con otra pila de necedades. En fin, “papel aguanta too”, dicen los descendientes de los antiguos esclavos allá en Campoma, en mi natal Estado Sucre.

Fuente: PrensaPopularSolidaria
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