Con la llegada del Frente Sandinista al poder, los cambios sociales no se hicieron esperar
Tania Cerón (EPP)
Los derechos de los nicaragüenses fueron restituidos, la salud, la educación, el deporte y sobre todo el desarrollo de la cultura Con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, a manos de un grupo de guerrilleros, movidos por los deseos de libertad, lograron derrocar una de las dictaduras más crueles y sangrientas de Latinoamérica, la de los Somozas, marcando así el inicio a una nueva etapa en la vida de los nicaragüenses, los que en ese momento con mucho regocijo se tomaron las calles y avenidas del país como una expresión de libertad.
Con la llegada del Frente Sandinista al poder, los cambios sociales no se hicieron esperar, los derechos de los nicaragüenses fueron restituidos, la salud, la educación, el deporte y sobre todo el desarrollo de la cultura y la identidad nacional, la que por muchos años estuvo en completo abandono por parte de los Somozas.
Las manifestaciones culturales fueron evidentes durante la lucha de insurrección, muchos jóvenes escribieron poesía y compusieron músicas con letras alusivas a la gesta de liberación, las que también fueron utilizadas como armas en repudio a la dictadura que enfrentaban en esos tiempos, fue emblemático también el uso que se hizo uso de la máscaras de Monimbó, las que se convirtieron en un símbolo de rebeldía juvenil.
La promoción de los valores culturales fue una de las prioridades del gobierno sandinista en su primera etapa, alcanzando así grandes logros para los artistas nicaragüenses. Es gracias al interés de la junta de gobierno de ese entonces, que se decide instaurar por primera vez en el país el Ministerio de Cultura, sitio en el que se abrieron muchos espacios para los artistas.
De igual manera, el Frente Sandinista se dio a la tarea de impulsar una ley enfocada en la democratización de la cultura, donde el objetivo primordial era que los nicaragüenses alcanzaran la excelencia cultural y es por ello que gran cantidad de músicos, pintores, bailarines y escritores, lograron realizar estudios especializados en cada una de estas disciplinas en los países hermanos que apoyaban el proceso revolucionario.
Para la compañera Vilma de la Rocha, Ministra de Cultura, la primera etapa de la revolución marcó un el inicio para el desarrollo de la cultura nicaragüense y sus artistas.
“La Revolución Sandinista, fue un gran logro para todos los interesados en la cultura, muestra de ello es que se instauraron las Asociaciones Promotoras de la Cultura, donde se aglutinaban las diferentes expresiones gremiales, esta institución fue muy importante para la promoción de la cultura en los años 80”agregó la compañera.
Con la gestión de la junta de reconstrucción nacional, instaurada en 1980, se abren los espacios para las distintas habilidades artísticas, muestra de ello fue la creación del Instituto Nicaragüense de Cine, de igual manera se conformó la Dirección de Atención a los Centros Populares de Cultura, los que aglomeraban a todos los artistas aficionados.
Asimismo, el gobierno Sandinista, se interesó por rescatar las piezas artesanales elaboradas por los orfebres del país, los que en su mayoría habían desaparecido por la falta de atención por parte de los Somozas, es por ello que se creó la Dirección de Artesanía, donde se les brindó el espacio que merecen dentro de la cultura nicaragüense.
De la Rocha, destacó que desde los inicios de la Revolución Sandinista, la cultura alcanzó un alto índice de crecimiento y participación popular.
“Con la Revolución, todos los artistas de nuestro país obtuvieron un espacio donde desarrollarse, recuerdo que con los Somozas, solo las personas adineradas tenían acceso a estudiar arte o a participar de una buena presentación cultural, además que en ese entonces la cultura solo se enfocaba en las bellas artes y es con la llegada de nuestro gobierno que todas las disciplinas artísticas lograron un desarrollo muy amplio” añadió la compañera.
Para muchos de los artistas nicaragüenses, la primera etapa de la revolución Sandinista en los años 80, fue una de las mejores ya que por primera vez tuvieron un apoyo directo por parte del gobierno, algo nunca antes visto en la historia, se les brindó la oportunidad de especializarse en el exterior, se crearon instituciones que les brindaron la atención necesaria, donde además surgieron políticas que iban desde el acceso a la cultura popular hasta ponerla en práctica.
Ramón Rodríguez, Director General del Teatro Nacional Rubén Darío, destaca que con la revolución surgieron no solo los lugares de aprendizaje sino también los espacios de recreación cultural para las familias.
“En la época de los Somozas, nuestro Teatro fue el escenario de muchos artistas de fama internacional, los que no podían ser apreciados por nuestro pueblo, es hasta con la llegada la revolución que nosotros tenemos acceso a este espacio, que luego fue el escenario para nuestros artistas, gracias a la atención y al fortalecimiento artístico que recibimos por parte de nuestro gobierno” agregó Rodríguez.
La revolución marcó un hecho histórico en cuanto al respaldo al arte y la cultura nicaragüense, a pesar de que en 1990, el Frente Sandinista, pierde las elecciones y Nicaragua atravesó 16 años de neoliberalismo, al asumir nuevamente las riendas del país en el 2007 una de sus grandes tareas a cumplir a corto plazo fue el rescate y promoción de nuestras tradiciones y es a través de los programas que impulsan desde ese momento, que la cultura enriquecedora de nuestro país ha logrado un reconocimiento a nivel internacional.
Actualmente la Juventud Sandinista, al igual que en los años de lucha insurreccional, se ha puesto al frente de esta tarea de rescate y promoción de la cultura, no solamente impulsando los bailes y música, sino también continuando con la proyección de los talleres de poesía e implementando un elemento más como lo es la cultura urbana, que se enmarca en el contexto actual, sin perder de vista lo tradicional y popular de nuestro país.
Como parte del compromiso de la juventud actual por darle seguimiento a los programas que impulsa el gobierno, con relación al tema artístico, es que nuevamente se retoma la conformación del Movimiento Cultural Leonel Rugama, quienes a lo largo de estos últimos años, ha venido desarrollando múltiples acciones en relación al rescate cultural.
Daniel Orozco, miembro del ejecutivo nacional de Juventud Sandinista, expresó que al igual que en los años 80, hoy la juventud es la protagonista de este nuevo proceso revolucionario y es por ello que están al frente de las tareas encomendadas por el gobierno sandinista.
“Yo creo que en esta segunda etapa de la revolución donde todos vivimos en paz, el compromiso de impulsar y promover nuestro acervo cultural, es mayor, ya que somos los protagonistas de nuestra cultura, una cultura muy amplia donde no solo estamos rescatando nuestros valores culturales, sino que también estamos retomando parte del trabajo que se construyó en los años 80 y que fueron olvidados durante el neoliberalismo, hoy estamos cumpliendo con el compromiso que asumimos desde que nuestro comandante Ortega asumió nuevamente la presidencia de nuestro país” añadió Orozco.
Gracias al trabajo realizado por el gobierno revolucionario, durante estas dos etapas de la revolución, hoy es posible que Nicaragua mantenga sus raíces culturales, las que a diario son reconocidas por muchas otras naciones del istmo centroamericano.
Fuente: El Pueblo Presidente/PrensaPopularSolidaria_(PrenPoSol_PerPeSe)
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