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miércoles, 31 de octubre de 2012

DECIR TROTSKISMO ES DECIR ANTICOMUNISMO: EL TROSKISMO ES UTILIZADO POR EL IMPERIALISMO Y LA REACCIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL COMUNISMO Y LA REVOLUCIÓN PROLETARIA

Por: José Sotomayor

Parte IV.- EL TROTSKISMO ES ANTICOMUNISMO

Otro problema que es necesario enfocar desde posiciones marxistas leninistas es el que se refiere a la posibilidad de la revolución socialista y la construcción del socialismo en un solo país. Desde 1905, Lenin planteó y defendió la tesis de la posibilidad del triunfo del socialismo en un solo país, partiendo del hecho inobjetable del desarrollo desigual de los países capitalistas, en parte de los cuales se produce un rápido avance mientras otros se retrasan. De otro lado, en el sistema imperialista surgen inevitablemente eslabones débiles, que no siempre corresponden a los países más desarrollados económicamente; se encuentran allí donde las contradicciones político económicas se han agudizado al máximo y han creado las premisas, tanto objetivas como subjetivas, de una situación revolucionaria, haciendo posible la toma del poder por el partido de la clase obrera.

La teoría trotskista de la imposibilidad del triunfo del socialismo en un solo país, es radicalmente opuesta a la siguiente formulación teórica de Lenin

“La desigualdad del desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo, De aquí se deduce que es posible que el socialismo triunfe primeramente en unos cuantos países capitalistas, o un incluso en un solo país capitalista”


El trotskismo negó y se opuso a esta tesis científica de Lenin, afirmando que lo determinante para el imperialismo era la tendencia niveladora que se manifestaba con más fuerza en el siglo XX que durante la época ascendente del capitalismo premonopolista. Trotski afirmaba que en el siglo XIX la desigualdad del desarrollo del capitalismo era “mas considerable que en el siglo XX”. Otra particularidad de los razonamientos de Trotski era su teoría sobre la posible atenuación y la fusión de las economías y de los Estados capitalistas en una sola economía mundial unificada, olvidando las inevitables contradicciones interimperialistas y las mismas competencias entre los monopolios. De aquí desprendía su conocida advertencia: “Es desesperado pensar que la Rusia revolucionaria podría mantenerse frente a la Europa conservadora”. Consecuente con este planteamiento, Trotski propuso, en vísperas de la Revolución de Octubre, la consigna de la creación de los Estados Unidos de Europa, pasando por alto la cuestión de la revolución proletaria. Lenin salió al frente de esta consigna liberal burguesa, desenmascarando su carácter cosmopolita y capitulador, propio de la teoría de la “Revolución permanente” de Trotsky. En su teoría sobre la imposibilidad del triunfo del socialismo en un solo país, Trotski especulaba con posibles acciones “revolucionarias” a escala universal, poniendo en primer plano esquemas “revolucionarios” en un plano internacional y global.

La mejor respuesta, respuesta contundente a la capituladora teoría trotskista de la imposibilidad de la construcción del socialismo en un solo país, fue dada por la misma historia. Después del triunfo de la Revolución de Octubre y los difíciles años de la guerra civil y de la NEP, el socialismo fue construido sólidamente durante los planes quinquenales estalinianos, pese a la oposición y conspiración permanentes del trotskismo y el imperialismo internacional. La Unión Soviética salió triunfante en la Segunda Guerra Mundial, derrotando a todo el continente europeo, controlado por Adolfo Hitler y el nazifascismo, porque era un país socialista construido sobre firmes bases, haciendo añicos la teoría burguesa capituladora de Trotski sobre la imposibiidad del triunfo del socialismo en un solo país.

El trotskismo es utilizado por el imperialismo y la reacción en su lucha contra el comunismo. La destrucción de la Unión Soviética socialista comenzó en el tristemente célebre XX Congreso del PCUS, un evento partidario que constituyó un viraje a la derecha , levantando la bandera del antistalinismo típicamente trotskista. Fue en ese Congreso, que el felón Nikita Jruschov leyó su “Discurso Secreto”, un sucio libelo saturado de mentiras y furiosos ataques a Stalin, el gran sucesor de Lenin, el constructor del socialismo y artífice de la derrota del nazifacismo en la Segunda Guerra Mundial.

El “Discurso Secreto” de Jruschov es un documento político típicamente trotskista. Recoge todas las infamias propaladas por Trotski y los trotskistas contra Stalin y la edificación del socialismo en la Unión Soviética. Y so pretexto de que en la construcción del socialismo se habían cometido graves errores, comenzó el desmontaje del socialismo construído bajo la dirección de Stalin. Los contrarrevolucionarios infiltrados en el PCUS utilizaron el antiestalinismo para justificar y fundamentar sus reformas traidoras que culminaron en la restauración del capitalismo en la URSS. En la etapa final de esta criminal restauración , Gorvachov con su Perestroika rehabilitaron públicamente a Trotski, al mismo tiempo que estimulaban una campaña demencial contra Stalin, aplaudida por el imperialismo y todos los reaccionarios y revisionistas del mundo

Con el nombre de “Nuevo Pensamiento”, la camarilla de Gorvachov se convirtió en abanderada del “humanismo social mundial” y defensora de los “valores universales”, divulgando profusamente las teorías de Trotski y Bujarin, Bernstein y Kautsy. Esa camarilla contrarrevolucionaria, rabiosamente antiestalinista, no pudo ocultar su anticomunismo y antisovietismo y procedió a la restauración del capitalismo y a la liquidación de la Unión Soviética.

Resulta a todas luces claro que el antiestalinismo es anticomunismo y que el trotskismo es la vanguardia del antiestalinismo. Por eso, decir trotskismo es decir anticomunismo. Esta es una verdad comprobada por la historia y quienes, militando en las filas revolucionarias de la clase obrera, lo olviden, se exponen a graves conflictos internos si el trotskismo ha penetrado en su filas, y a derrotas inevitables en la lucha por la construcción del socialismo , si ya están en el poder. En este caso el trotskismo defenderá su podrida teoría sobre la imposibilidad de la construcción del socialismo en un solo país y se pondrán al servicio del enemigo de clase, para justificar su “teoría”

Hoy en día los trotskistas cubanos y su entorno de “perestroikos”, tienen tribuna libre para despotricar contra Stalin. Estamos esperando que los marxistas leninistas de la Isla de Martí y Fidel, les den una respuesta merecida. En una verdadera “batalla de ideas” no se puede permitir que el antiestalinismo militante quede sin respuesta.¡¿Que hay de las tesis del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba?¡ .Cobra excepcional actualidad el siguiente párrafo:

«El contenido fundamental del anticomunismo es la falsificación de la ideología marxista-leninista, la calumnia contra la teoría y la práctica de la construcción del socialismo y el comunismo, la tergiversación de la política de los partidos comunistas». Pues bien, el trotskismo es anticomunismo. Ya en 1937, Stalin dijo

«El trotskismo actual no es una tendencia política en la clase obrera, sino una banda, sin ideas ni principios, de saboteadores, agentes de diversión y de información, espías y asesinos, banda de enemigos jurados de la clase obrera, a sueldo de los órganos de espionaje de Estados extranjeros.

«Tal es el resultado indiscutible de la evolución que ha sufrido el trotskismo durante los siete u ocho años últimos».

Hoy en día el trotskismo está formado por multitud de bandas que han contribuido a la restauración del capitalismo en el campo socialista y a la desaparición de la Unión Soviética. Son grupos de anticomunistas que se disfrazan de revolucionarios para cumplir su labor nefasta en el seno del movimiento obrero y antiimperialista en general.

Fuente: Página de la Juventud Comunista de Bolivia/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo:   pcvmirandasrp@gmail.com

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