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jueves, 24 de julio de 2014

PILLAO-PILLAO EL GOBIERNO CRIMINAL DE GUERRA DE ESTADOS UNIDOS Y OBAMA EN SU MONTAJE MENTIROSO SOBRE EL AVIÓN MALASIO DERRIBADO POR EL GOBIERNO FASCISTA DE UCRANIA POR ORDEN YANQUI


La línea de puntos blanca es la trayectoria del vuelo MH17. Las dos líneas continuas de color verde los diez trayectos anteriores de otros vuelos que evitaron la zona de Donetsk y Lugansk 
Matanza aérea en Ucrania: desmontado el fraude criminal de EEUU y Europa contra Rusia y las milicias del Este.La línea depuntos blanca es la trayectoria del vuelo MH17. Las dos líneas continuas de color verde son los diez trayectos anteriores de otros tantos vuelos que evitaron la zona de Donetsk y Lugansk
CINCO (5) RESPUESTAS
Por: Urania en Berlín

No han pasado ni cinco días desde que Occidente ha ejecutado un nuevo programa mortífero de su particular agenda del crimen internacional (una nueva falsa bandera para entendernos, esta vez en territorio ucraniano, donde las milicias rebeldes del Este combaten contra la dictadura chocolatera de USA-Europa) cuando ha sido puesta en evidencia la participación de la OTAN,  los servicios secretos de EEUU e Israel y la propia Junta Golpista de Kiev. 
El 17 de julio de 2014 es ya otra fecha infausta para la memoria de las falsas banderas terroristas. Un avión de Malaysia Airlines, vuelo MH17, se estrelló a sesenta kilómetros al este de Donetsk tras, supuestamente, ser alcanzado por un misíl, pereciendo los 298 ocupantes que iban a bordo. Esta vez no han tenido que pasar veinte años, como en Lockerbie, en 1988, donde, en otro atentado similar, se demostró que la banda sionista Mossad fue la ejecutora de la masacre del avión de la Pan Am, aunque la versión oficial sigue vendiendo que el régimen del ejecutado Gadafi estuvo detrás de aquél atentado.
Existen muchos puntos negros en este nuevo ataque y, para desgracia del nuevo orden imperial, todos, absolutamente todos, convergen necesariamente hacia él y su aliado genocida ucraniano. La impotencia de los golpistas de Kiev para controlar a los rebeldes del Este y el plan diseñado por la Casa Blanca para Ucrania, en el que los “pro-rusos” son un considerable “estorbo” para cercar y asfixiar a Rusia (país que forma el eje central de los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, la alternativa a la hegemonía militar y económica imperialista), ha desencadenado esta nueva “operación negra” contra la vida de cientos de inocentes. Gladio, de nuevo, redivivo y más terrorista que nunca.
Una verdadera estampida de acusaciones incriminatorias e intimidatorias han caído, como era de esperar, sobre las autodefensas del Este de Ucrania y, sobre todo, contra Rusia. Los tabloides de la OTAN han propagado el más variado matonismo dialéctico contra Moscú: 
“Los rebeldes de Putin volaron el avión”, dicen desde la basura mediática de la Pérfida Albion, mientras que en la América de ese detritus llamado Obama son, también, previsibles y deliberadamente conspiranoicos: “Rusia está detrás del derribo del avión de Malaysia Airlines”, reza el diario del Pentágono, New York Times. 
Las declaraciones altisonantes políticas no se han hecho esperar: desde el inevitable fascista John McCain, lanzando llamados a estrangular a Rusia, hasta la guerrera psicópata sionista Hillary Clinton (quien en los meses previos ya había enviado veladas amenazas a Putin comparándole con Hitler) clamando por ir más allá de las “sanciones” contra Rusia, sin olvidarnos de los diversos mercenarios que Washington tiene repartidos por las capitales europeas. 
Pero como también era de prever ninguno ha puesto una sólida prueba sobre la mesa que fundamente sus inanes acusaciones, salvo aquella vieja proclama nazi serranosuñerista de “Rusia culpable” que debe vender de maravilla ante la masa de borreguitos acríticos que se sientan frente al televisor. Eso sí, todo este conglomerado de gángsters están con la boca bien cerrada ante la bestial escalada homicida de Israel en Palestina. Horrorizados (hipócritamente, porque saben que están detrás de la masacre) ante 300 cadáveres de los suyos en Ucrania e indiferentes (y solidarios con el sionismo) ante 400 civiles palestinos asesinados con aviones de combate, helicópteros y tanques. 
Para comprender el significado de este nuevo y brutal atentado terrorista hay que situarse correctamente en el contexto de lo que significan los objetivos de control totalitario que han puesto en marcha los “globalistas” del nuevo orden mundial. El diseño de este caos global de falsas banderas se hizo, básicamente, después de terminada la guerra fría. 
Había que refundar una nueva estrategia geopolítica basada en activar el terrorismo fundamentalista islámico, promover la división de facciones combatientes en los países islámicos dudosos o confrontados con el imperio, intensificar las campañas de provocaciones terroristas contra Irán, Venezuela, China o la República Democrática Popular de Corea y abrir en canal el frente europeo ex socialista con alborotadores y delincuentes callejeros mediante un marketing a base de “roboluciones” de colores (Ucrania, Georgia…) para, en definitiva, acogotar a Rusia, incendiando (al mismo tiempo) las regiones aledañas a Moscú (Chechenia).
Las llamadas “primaveras árabes” han sido el último timo por entregas, vendido en estampitas izquierdistas, para los crédulos de corte “ninista”, tipo Santiago Alba Rico, el jeque-filósofo del califato “revolucionario” de Oriente Medio. Pero la engañifa del Mufti “tunecino” Rico se sustentaba en un argumentario que era, a lo sumo, para todos los tontos útiles troskistas. Las mal llamadas revoluciones árabes no se hicieron para establecer la “democracia” o liberar de las tiranías a los oprimidos, sino para redefinir el tablero geoestratégico de Estados Unidos e Israel. 
De hecho, ni una sola “robolución” se programó (¡lógicamente!) para los regímenes amigos de EEUU: la dictadura rebanapies y manos saudí o las monarquías “yihadistas” de Bahrein, Qatar y Emiratos Árabes, donde se silenciaron las ocasionales protestas (miméticas de las anteriores, pero espontáneas) con una brutal represión policial y mediática. Las “primaveras árabes” no fueron algo natural sino que fueron planificadas con anterioridad por los estrategas de la CIA, el Pentágono y el Mossad.
Se puede decir que el crimen de Ucrania ha actuado, de algún modo, de apantallamiento de otro gran crimen tolerado y auspiciado por eso que llaman Comunidad internacional, la masacre genocida israelí en Gaza. Sin duda dos actos coordinados entre las respectivas agencias de espionaje de EEUU-Europa-Israel para amortiguar el terror del Holocausto palestino. Estas cosas, ya se sabe, no se improvisan así como así. El desdén, justificación de las matanzas de civiles, el apoyo militar o cooperación económica con el monstruo sionista debería ser motivo suficiente para llevar a un tribunal penal internacional independiente a toda la pandilla de gobernantes europeos y americanos para ser juzgados y, posteriormente, ejecutados.

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Lo primero que llama la atención de la provocada catástrofe aérea del vuelo MH17 de las líneas aéreas de Malasia, un Boeing 777, es que fue introducido  consciente y deliberadamente en la zona caliente de Donetsk, donde las milicias antifascistas de aquella región están combatiendo con determinación frente a los golpistas. El aparato malasio volaba fuera del corredor que normalmente habían utilizado anteriormente los aviones que realizaban el trayecto sobre el espacio aéreo de Ucrania, para evitar la zona de alto riesgo ya que habían sido derribados varios aviones militares del Ejército ucraniano.
Es una evidencia incuestionable, irrebatible, que a ese avión le “obligaron” a cambiar de rumbo. La corrección de la altitud y la propia caída de ésta, de 35.000 a 33.000 pies, corroboran esta teoría. Por otra parte, el Boeing estuvo siendo guiado, como era lógico, exclusivamente por los controladores de Ucrania, en Kiev y en Dnepropetrovsk, por lo que cabe deducir que el piloto condujo el avión, en base a las supuestas instrucciones de los controladores, hacia el norte (salvo que se hubiera manipulado algún código de vuelo en el aeropuerto de Schiphol, Amsterdam) atravesando la ratonera de Donetsk donde le esperaba un misíl tierra-aire o un caza, con toda seguridad, en ambos casos, del ejército ucraniano o sus mercenarios. Las milicias antifascistas eran los actores ideales para ser empleados como cabezas de turco y así dar verosimilitud a la trama.
Otro hecho desvergonzado que se ha añadido a la prevista campaña de patrañas orquestadas contra Moscú y las autodefensas de Donetsk es el audio publicitado por los chocolateros genocidas de Kiev por el que, supuestamente, se demostraba la participación de los rebeldes en el atentado con el lanzamiento de un misíl. Grabaciones chapuceras que resultaron ser completamente falsas, sin duda inducidas de antemano por la CIA. 
Las conversaciones de milicianos “separatistas” en la que reconocían su participación en la masacre eran el resultado de retoques, de audios fragmentados y, por tanto, no relacionados entre sí. Pero lo más importante de todo fue que las grabaciones se realizaron…un día antes del ataque al Boeing del vuelo MH17. Se quería poner a la venta un monumental pucherazo y les había salido el tiro por el ojete. 
Aún con todo, Rusia y “sus” milicianos son culpables frente al mundo de haber lanzado el misíl porque lo dicen Obama, la OTAN y el Reino Unido, probados criminales de guerra.
Los chiripitifláuticos de la OTAN siguen con su particular opereta. Hasta se inventan “pistolas de humo” y confabulaciones paranoides para consumo de los más rambos e imbéciles del planeta. Uno de los que aquí bate récords de fantoche en ejercicio es un tal J. I. Torreblanca en su blog Café Steiner de ELPAIS, un fabulador que toma la voz prestada del Financial Times, periódico ultraconservador y boletín habitual de Wall Street. Torreblanca dirige un think tank neoliberal de esos que tanto abundan para reír las gracias a George Soros, el FMI y Bilderberg.
OPERATIVO DE FALSA BANDERA DE LA OTAN A LAS PUERTAS DE UCRANIA. LOS MERCENARIOS DEL OLIGARCA ULTRADERECHISTA KOLOMOISKY. LA RED DE ESPIONAJE ISRAELÍ EN EL AEROPUERTO SCHIPHOL DE AMSTERDAM
Eric H. May (ex capitán de la inteligencia militar de EEUU), señalaba hace tiempo que: “la forma más fácil de llevar a cabo un ataque de falsa bandera es mediante el establecimiento de un ejercicio militar que simule el ataque que se desea llevar a cabo”. 
¿Quién se acuerda del 11-s donde hubo ejercicios militares simulados (Vigilant Guardian, vigilant warrior, National Reconnaissance Office Drill)?
 ¿Y del 11-m? (Ejercicio miitar CMX04 de la OTAN) ¿Y del 7-j? 
La OTAN, en medio del atentado terrorista de Ucrania, realizó un ejercicio militar de diez días de duración (código BREEZE 2014) en el Mar Negro, a tiro de piedra de Rusia y Ucrania. El ejercicio incluía operativos de guerra electrónica y la utilización de aviones de inteligencia como el Boeing EA-18G Growler y el conocido comúnmente como AWACS (Airbone Warning and Control System), avión de espionaje ultrasofisticado. 
La OTAN, sin duda alguna, tenía que tener un control absoluto, a través de sus radares y dispositivos de vigilancia electrónica, sobre las regiones de Donetsk y Lugansk.

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Se sabe que el ejército de USA puso claramente de manifiesto que el ejercicio de diez días implicaba la “supervisión del tráfico comercial de aviones”, por lo que el uso de una refinada red de inteligencia y de elementos de guerra electrónica hacen muy plausible que el vuelo MH17 estuviera bajo supervisión del mando atlántico. 
A este respecto, la operación BREEZE incluyó el sistema de radares AEGIS, los cuales tienen la facultad para rastrear y guiar misiles en un gran área que podría abarcar perfectamente toda la región del Este de Ucrania y también todas las aeronaves situadas en dicha área.
Desde el Mar Negro la OTAN tuvo que rastrear necesariamente el avión objeto del atentado y también la salida del misíl contra el avión.
El vuelo MH-17 fue derribado, como es sabido, en la zona de conflicto donde las fuerzas de choque rebeldes luchan contra el ejército ucraniano de la Junta Golpista. Pero no sólo hay un ejército regular a las órdenes de Kiev sino también un complejo núcleo de mercenarios privados que están a sueldo de un multimillonario oligarca judío-ucraniano, Ihor Kolomoisky, mecenas del partido ultraderechista ucraniano Sector Derecho. Kolomoisky es el digno sucesor del colaboracionista nazi-ucraniano Stephan Bandera por su talante criminal y sus ínfulas etnicista-sionistas. La masacre cometida semanas atrás en la casa de los sindicatos de Odessa llevaría su firma.
El oligarca judío tendría en nómina a un grupo de asesinos bien pertrechados, tanto con armamento obtenido del propio ejército ucraniano como procedente del mercado negro. Todos los indicios apuntan a que los mercenarios de Kolomoisky dispondrían del sistema de misiles tierra-aire BUK, el que dicen utilizó la resistencia del Este para derribar el avión Boeing 777, demostrada y notoria falsedad que…mira por donde quien podría tener a su cargo el juguetito que acabó, supuestamente, con la vida de trescientas personas. 
Los combatientes irregulares incluirían mercenarios ucranianos pero también extranjeros (georgianos, rumanos e incluso neonazis procedentes de Suecia y Alemania). Estarían repartidos en cuatro batallones (Azov, Aidar, Donbass y Dniepr). El Dniepr habría sido el responsable del bombardeo del edificio sindical de Odessa y la quema de personas que se habían refugiado en la comisaría de Mariupol. 
Según Wayne Madsen informes indicarían que algunos de los georgianos que sirven en el ejército de mercenarios de Kolomoisky habrían sido entrenados en el uso de sistemas de misiles BUK,  previamente vendidos por Ucrania a Georgia bajo la presidencia de Mikhail Saakashvili. Kolomoisky habría utilizado «servicios de consultoría» del ex presidente Saakashvili en Dnipropetrovsk en la campaña militar y política contra las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.
Kolomoisky como buen judío sionista cuenta con el respaldo del influyente lobby de Israel en los Estados Unidos para apoyar su causa que no es otra que la de judaizar Ucrania.
Kolomoisky ha hablado públicamente, en este sentido, de Ucrania, como la «segunda patria» del pueblo judío. Kolomoisky, según Madsen, “tendría acceso indirecto a los más altos niveles de poder dentro del Departamento de Defensa, la OTAN y la Comunidad de Inteligencia de EE.UU”.
A la hora de buscar ramificaciones sionistas en las masacres indiscriminadas de los últimos años, el Mossad siempre ha estado en vanguardia de las falsas banderas terroristas.
Del aeropuerto Schiphol de Amsterdam (Holanda), origen del vuelo MH17, se tiene conocimiento de que es un hervidero de espionaje de la inteligencia israelí cuyo control lo lleva a cabo, básicamente, a través de la seguridad instalada en el aeropuerto. 
La compañía israelí ICTS, con sede en Holanda, encargada de ello, fue fundada por ex oficiales de la agencia de inteligencia judía Shin Bet. Dicha compañía, a través de su filial Huntleigh, estuvo en las tareas de control y vigilancia del aeropuerto Logan de Boston el 11-s.
¿Qué interés estratégico podría tener para Israel el activar una operación terrorista de falsa bandera, como es el atentado contra el vuelo MH17, en unión de otros probados criminales de Estado, como la CIA o la OTAN?
La salvaje invasión de Gaza por el Ejército judío podría servir como un pretexto para estos propósitos, pero se me antoja como una motivación insuficiente, aunque sí la menciona Yoichi Shimatsu, quien apunta algunas pistas que podrían implicar a los espías sionistas, de algún modo, en el derribo del avión malasio. Quizás el Mossad sea, en este caso, un actor no tan importante como pretende Shimatsu. Aunque las decisiones colegiadas a la hora de planificar una falsa bandera se tomarían en consideración para los distintos intereses de los ejecutantes:

  En primer lugar, dice Shimatsu, el accidente del MH17 desviaría la atención de los medios internacionales sobre la invasión israelí de Gaza, que ha supuesto una grave ruptura de los acuerdos de paz existentes y un ataque masivo contra los derechos humanos.
- En segundo lugar, Israel, a pesar de contar con intereses económicos sionistas en Rusia, como BP, tiene un interés histórico en el puerto de Odessa dominado por la comunidad judía de aquella región ucraniana, quien tiene una gran participación en el sector financiero, la industria electrónica militar, la producción de misiles y las fábricas de armas. PBN y GQR, son dos organizaciones controladas por los neoconservadores judíos estadounidenses y son la fuerza más influyente en la política de Ucrania.
- En tercer lugar, la destrucción del vuelo MH17 serviría como una advertencia a los gobiernos de Malasia y Australia para que suspendieran una investigación orientada a la posibilidad de que el otro vuelo, el desaparecido MH370, pudiera haber sido objeto de un secuestro por la inteligencia israelí.
Sean o no consistentes estas tres argumentaciones (al menos, las dos últimas) de Shimatsu, lo cierto es que el Mossad no ha reparado nunca en ejecutar matanzas para conseguir sus más sórdidos fines y no, necesariamente, con motivo de que el Estado hebreo hubiera sido atacado previamente ya que, en la práctica, nunca lo ha sido.
Fuente: Urania en Berlín/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com 

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