Intervención del KKE en la 37ª Conferencia Teórica y Política Internacional de Praga:
“La
desinformación anticomunista sobre las causas, el curso y los resultados
de la Segunda Guerra Mundial; el peligro de un nuevo auge del fascismo”
Estimados camaradas:
Entre las páginas más brillantes de la
historia de los pueblos es el día cuando la bandera roja del primer
estado socialista, de la Unión Soviética, se levantó triunfante en
Reichstag por el Ejército Rojo, que había aplastado la mayor parte de
las tropas de la Alemania nazi que hasta entonces se consideraban
invencibles.
El KKE rinde honor a todas y todos quienes
dieron su vida o quedaron discapacitados, en los campos de batalla y en
la clandestinidad, para aplastar el monstruo fascista creado por el
capitalismo; a los partidos comunistas en todo el mundo que dirigieron
las luchas de liberación nacional.
A todos aquellos que lucharon con las
armas o con folletos en las manos, que mantuvieron una postura heroica
en los calabozos y ante el pelotón de fusilamiento. A los innumerables
muertos de hambre y entre ellos los niños que eran las primeras y
mayores víctimas. A los millones que fueron torturados en los
campamentos de concentración y de muerte, y en cada lugar de horror,
donde la explotación del hombre por el hombre llegó a su punto más bajo
con la degradación absoluta de la existencia humana.
Rendimos honor y defendemos contra la
distorsión la gran contribución de la Unión Rusa Socialista Soviética
(URSS). La Unión Soviética llevó el mayor peso de la guerra. Su
contribución era decisiva y tuvo un coste enorme.
Por eso la Unión Soviética, su pueblo,
el Ejército Rojo, el Partido Comunista de los bolcheviques que fue la
cabeza de la lucha titánica, su juventud KOMSOMOL, merecen el
reconocimiento y la gratitud de los que rinden honor a la victoria
antifascista. Como mínimo tributo a esta epopeya inmortal, todos deben
condenar los intentos criminales y falsificadores de mancillarla, lo que constantemente
tratan de hacer las organizaciones y los mecanismos de la burguesía y
del capitalismo.
La victoria de la Unión Soviética,
liderada por I.V.Stalin, contra la Alemania nazi y sus aliados se logró
debido: al papel del poder obrero soviético en la creación y
organización de la defensa de la Unión Soviética, a las ventajas que
ofrece la socialización de los medios de producción y la planificación
central de la economía, al papel protagonista de las masas populares,
con la clase obrera como fuerza dirigente, al papel del Partido
Comunista como vanguardia obrera revolucionaria. Se trata de una lección
histórica de suma importancia para el presente y el futuro del
movimiento revolucionario.
La salvación de la Unión Soviética no
habría sido posible si no hubiera recorrido, en sólo 20 años tras el fin
de la Guerra Civil que siguió a la Revolución de Octubre, una gran
distancia en el camino del desarrollo socioeconómico y cultural
conscientemente planificado.
La epopeya soviética es un legado para
todos ellos que luchan por el establecimiento del socialismo-comunismo.
No tiene nada que ver con gobiernos como el de Putin, que sirven como
pilar del imperialismo ruso que explota el 9 de mayo para reforzar
ideológicamente la restauración capitalista en la URSS, aprovechándose
de los sacrificios de millones de hombres y mujeres comunistas
ocultando quiénes consiguieron el logro soviético y porqué.
El KKE está orgulloso por que ha sido el
inspirador, organizador, el principal proveedor de militantes a la gran
resistencia de nuestro pueblo bajo las banderas del EAM.
El movimiento de liberación nacional de
nuestro país, la lucha armada del ELAS, ha sido un movimiento de los más
masivos en los países ocupados. Todos los movimientos de liberación
nacional, los partisanos, tenían su propia contribución importante, con
los Partidos Comunistas en la cabeza.
Nos inspiramos y sacamos enseñanzas de
la Historia para llevar a cabo con mayor madurez y preparación las
tareas del presente y del futuro.
El KKE se dirige a la clase obrera, a
los sectores populares y sobre todo a los jóvenes y les insta a buscar
la verdad, los verdaderos acontecimientos y las causas que llevaron a
las guerras mundiales y locales, al auge y el dominio del
fascismo-nazismo en ciertos países.
Las uniones interestatales, los órganos
oficiales que sirven al capitalismo, sienten puro odio para el mayo de
1945, que es símbolo de la victoria antifascista de los pueblos. Tratan
de borrarlo de la memoria del pueblo, distorsionar su contenido,
tergiversar la verdad histórica. Se trata de un componente de su
propaganda anticomunista-antisocialista que se utiliza con el fin de
esconder la conexión orgánica de la monstruosidad del nazismo-fascismo
con el capitalismo monopolista y con las grandes responsabilidades de
los partidos burgueses y socialdemócratas. La Unión Europea está en la
vanguardia de esta sucia campaña orquestada.
No deben alcanzar sus objetivos. La
clase obrera y los sectores populares, los científicos, los
intelectuales, todos los que no aceptan la distorsión de la historia y
el anticomunismo deben oponerse. Todos los que entienden que el
conocimiento de la historia y las conclusiones científicas que derivan
de esta son los recursos esenciales para la concienciación y la lucha
victoriosa de los pueblos y los jóvenes contra la bota de hierro de la
dictadura de los monopolios y el horror de las guerras imperialistas.
Para poner un fin a la matriz que genera tales fenómenos y al terreno
que los alimenta.
Esto es lo que determina la tarea de
proteger a los pueblos y las nuevas generaciones ante las grandes
amenazas debido a las rivalidades imperialistas agudizadas, las crisis
capitalistas, los caminos sin salida del capitalismo envejecido y en
decadencia.
El KKE defiende fuertemente y con un
sentido de responsabilidad la verdad histórica y subraya las lecciones
de la lucha heroica de los pueblos y del movimiento comunista. Considera
que su tarea primordial es investigar sistemáticamente y utilizar en la
elaboración de su estrategia las conclusiones de la lucha de los
movimientos revolucionarios. Señala con valentía sus propios errores y
deficiencias, así como los del movimiento. El embellecimiento de la
realidad es algo ajeno para los comunistas. Hay un abismo que separa
nuestra crítica y autocrítica del ataque ideológico calumnioso de los
enemigos del KKE y del movimiento revolucionario, así como de la
idealización y enfoque unilateral de los errores que es característico
del oportunismo. Nuestros motivos y objetivos están en dirección
diametralmente opuesta.
Con la experiencia de un siglo de luchas
y sacrificios para el pueblo y el socialismo, el KKE destaca la
necesidad de un frente ideológico y político coherente contra toda forma
de dictadura del capital, como es el fascismo-nazismo.
El fascismo nace en las entrañas del
sistema capitalista, no meramente como el resultado de una forma de
gestión, por ejemplo, de la política neoliberal como dicen las fuerzas
oportunistas y socialdemócratas en Europa. El fascismo es una forma que utilizan los
monopolios para ejercer el poder. Él fascismo también defiende la propiedad
capitalista sobre los medios de producción, la explotación del hombre
por el hombre. Particularmente en condiciones de crisis capitalista, de
pobreza, de desempleo y de decadencia de los partidos burgueses
gubernamentales, la burguesìa utiliza de manera múltiplea a los partidos
nazifascistas, como avanzadas que sirven sus intereses. La burguesìa utiliza la actividad de los partidos fascistas para su beneficio, ya que estos les sirven para engañar a los trabajadores y principalmente a los sectores atrasados, con el nacionalismo extremo y la supuesta “solidaridad”,
con lo cual extienden una red de asimilación sobre las fuerzas populares, los
desempleados, los sectores pequeñoburgueses arruinados.
El KKE revela al pueblo de manera
fundamentada que la burguesía y el estado capitalista anulan o dejan de
lado la democracia burguesa, el parlamentarismo y la legitimidad
burgueses que ellos mismos establecieron. Cuando sus intereses lo exigen
y lo consideran necesario, llevan a cabo golpes de estado militares y
políticos, suspenden sus propias leyes, a fin de intensificar la
violencia y la represión estatal y de cualquier otra forma, y de implantar la
restricción de las libertades políticas y sindicales.
Para la confrontación de las calumnias anticomunistas
El imperialismo trata de borrar la
contribución del movimiento comunista con el fin de ocultar los logros
del sistema socialista. Tratan de manipular a las generaciones más
jóvenes con la propaganda negra y subyugarlas masivamente a sus crímenes
contemporáneos.
Los “centros” imperialistas ocultan el
hecho de que las guerras injustas emergen del corazón y las venas del
sistema capitalista, que no están causadas por algunos maníacos, como
presentan a menudo a Hitler y a Musolini. Al contrario, la Unión
Soviética después de haber erradicado la explotación del hombre por el
hombre, abolió también el incentivo de la división y del nuevo reparto
del mundo. Es precisamente por esta razón que la URSS fue el único de
los estados participantes que llevaba a cabo una guerra justa.
Ocultan deliberadamente el hecho de que
la II Guerra Mundial reanimó las esperanzas de las fuerzas
contrarrevolucionarias en la Unión Soviética, que la consideraron como
una gran oportunidad para restaurar el capitalismo y se aliaron con los
alemanes. Ocultaron el hecho de que crímenes de lesa humanidad fueron
cometidos no sólo por las potencias del Eje sino además por los
gobiernos de los estados burgueses “democráticos”. El mayor, masivo y
más terrible crimen de ellos fue cometido por los EE.UU. cuando, sin que
existiera necesidad militar, lanzaron las bombas atómicas en Hiroshima y
Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945).
Los “centros” anticomunistas construyen
mentiras monstruosas y no dudan en utilizar denuncias, calumnias y
provocaciones de los nazis para difamar la URSS. Un ejemplo
característico es lα llamada “masacre de Katyn”. Órganos y gobiernos de
la Unión Europea y de otros países acusan a la URSS a pesar de que la
ejecución de los oficiales polacos se hizo, según los descubrimientos,
después del otoño de 1941 cuando la región fue ocupada por los nazis.
Sin embargo, es conocido que el propio jefe de la propaganda nazi,
Goebbels, en su diario reconoció que los alemanes cometieron este
crimen, que las balas encontradas eran alemanas, y dio instrucciones
para que esto quedara oculto y se continuara la campaña de propaganda
calumniosa contra la Unión Soviética.
La Unión Europea, que juega un papel
principal en la histeria anticomunista, estableció el 9 de mayo como
“Día de Europa”, anulando el “¡Día de la victoria de los pueblos!”. No
es casualidad que la expulsión de las tropas alemanas por el Ejército
Rojo y la liberación de países de Europa Oriental se llama ocupación. En
Alemania y Austria los desertores del ejército alemán que huyeron y se incorporaron a
los ejèrcitos adversarios ---y sobre todo al Ejército Soviético--, en esencia se
consideran como una “vergüenza nacional”.
La Unión Europea y EE.UU. apoyan el
intento de la rehabilitación histórica y la reivindicación de los
fascistas en los países bálticos y Ucrania, quienes durante la II Guerra
Mundial se alinearon con los nazis. Les llamaron “luchadores por la
democracia” porque lucharon contra el Ejército Rojo y el poder
soviético. Aunque son bien conocidos los crímenes fascistas de las
“legiones de los SS”, del llamado “Ejército Ucraniano por la Liberación”
y de otras organizaciones similares, les presentan a las generaciones
más jóvenes como “patriotas” y “demócratas”. En los países bálticos la
propaganda oficial llegó incluso al punto de presentar los campos de
concentración como “centros reformatorios”.
Recientemente, la Unión Europea y los
EE.UU. en el marco de su competencia con Rusia intervinieron
abiertamente en los acontecimientos en Ucrania con el fin de derrocar el
gobierno electo. No dudaron en apoyar incluso a fuerzas fascistas con
el fin de promover sus diseños geopolíticos.
La contribución del KKE en la victoria antifascista
El 28 de octubre de 1940 la Italia fascista declaró la guerra e invadió Grecia desde Albania. La dictadura de Metaxas-Glücksburg
expresaba el poder burgués en cooperación con Gran Bretaña, con el
consentimiento de los partidos burgueses que dieron un voto de confianza
y de tolerancia al gobierno de Metaxas. El levantamiento del pueblo y
su heroísmo en el campo de batalla en el monte Pindos impidieron
temporalmente la invasión.
El KKE desde el primer momento dio un
toque de diana de resistencia al invasor, a pesar del hecho de que había
sido seriamente atacado por la dictadura de Metaxas, con miles de
miembros en las cárceles y el exilio. Con su primera carta, publicada el
2 de noviembre de 1940, el Secretario General del CC del KKE, Nikos
Zachariadis, desde la cárcel de Atenas donde estaba preso, llamó al
pueblo griego a dar todas sus fuerzas en esta lucha, señalando que “el
premio para el pueblo trabajador y la culminación de esta lucha actual
debe ser y será una nueva Grecia del trabajo, de la libertad, liberada
de cada dependencia extranjera imperialista, con una cultura realmente
popular”. A continuación hubo dos cartas más de N.Zachariadis, con las
que correctamente caracterizó la guerra como imperialista y llamó al
pueblo-ejército a derrocar el gobierno y tomar en sus manos la defensa
de las fronteras, con el apoyo de la Unión Soviética. Estas cartas nunca
fueron publicadas porque, sin que Zachariadis lo supiera, los
informantes las entregaron a manos de la Seguridad del Estado.
Además, los comunistas encarcelados
pidieron desde el primer momento su puesta a libertad para luchar en el
frente, pero la dictadura de Metaxas se la negó y a continuación les
entregó a los ocupantes alemanes.
El 27 de abril de 1941, las tropas
alemanas entraron en Atenas y el país se vio bajo la ocupación triple de
Alemania, Italia y Bulgaria. Una parte del mundo político burgués optó
por la colaboración abierta con los ocupantes. Otra parte se huyó, junto
con el Rey al extranjero (el Cairo, Londres) llevando consigo grandes
cantidades de reservas de oro del Estado. Una tercera parte se quedó en
Grecia, se abstuvo de la lucha, esperando de manera oportunista a los
acontecimientos futuros, mientras que otra parte emprendió una lucha
contra la ocupación pero al mismo tiempo colaboraba con los ocupantes
para atacar EAM-ELAS y el KKE.
El KKE dio todas sus fuerzas para
organizar la resistencia contra el ocupante. Un puñado de comunistas que
estaban libres y otros que se escaparon de las cárceles, emprendieron
la lucha para desarrollar la resistencia en las condiciones difíciles de
la ocupación triple, del derrotismo y de la pasividad fomentados entre
el pueblo por las fuerzas burguesas.
El KKE ha sido el inspirador, el guía, el
proveedor de hombres y mujeres para la Resistencia del EAM. En esta
lucha perdieron la vida sus mejores militantes. A su iniciativa, después
del inicio de la Ocupación, se formaron el Frente Obrero Nacional de
Liberación (EEAM-16 de julio de 1941) y el 27 de septiembre de 1941 el
Frente Nacional de Liberación (EAM). En el EAM se agrupó la gran mayoría
de la clase obrera y de los sectores populares.
El EAM organizó la resistencia popular y
salvó al pueblo del hambre, y el ELAS (Ejército Popular de Liberación)
desarrolló una lucha armada significativa. Se crearon los gérmenes del
poder popular en las zonas liberadas (gobierno local, justicia popular).
Contribución al crecimiento de la cultura popular. El 10 de marzo de
1944 se juró el Comité Político de Liberación Nacional (PEEA, el órgano
político central de administración de las zonas liberadas).
Organizó las elecciones en condiciones
de Ocupación (23 de abril de 1944) de las que surgió el “Consejo
Nacional” cuya sede estaba en Korisjades (30 de abril de 1944). En estas
elecciones votaron por primera vez las mujeres y los jóvenes mayores de
18 años. Participaron acerca de 1.800.000 votantes. Cabe señalar que en
las elecciones parlamentarias de 1936 habían participado 1.000.000
votantes, ya que las mujeres no tenían derecho a voto.
Gracias a la actividad del EAM ni un
trabajador fue enviado a trabajar en las fábricas de Alemania, excepto
los que habían sido detenidos como rehenes por los alemanes. Gracias al
EAM ni una persona fue enviada a luchar contra la Unión Soviética
mientras que el ELAS obligó 8-12 divisiones enemigas a permanecer en
Grecia.
Miles de comunistas y luchadores del EAM
dieron su vida. Kesarianí, Kúrnovo, Akronafplía, Kokkiniá, Jaidari, Ai
Stratis, el campamento “Pavlos Melás”, son solamente algunos de los
muchos lugares de sacrificio.
Es una provocación y profanación que
SYRIZA presente a su ascenso al gobierno como la justificación de las
luchas del EAM mientras sigue la política de defensa de la burguesía y
de su poder, la participación del país en los organismos y las alianzas
imperialistas como es la OTAN, la Unión Europea y EE.UU., mientras que
todos saben que EAM y ELAS entraron en un conflicto armado con el
imperialismo para servir la causa justa del pueblo. No puede haber
absolutamente ninguna correlación de la lucha heroica de EAM-ELAS con la
actual gestión “izquierdista” del capitalismo por SYRIZA.
Esta lucha popular de masas no logró llegar hasta la victoria final.
El KKE, a pesar de su contribución, no
era suficientemente preparado a nivel estratégico y político para
plantear la cuestión de la conquista del poder obrero como resultado de
la lucha de resistencia y como premio de la lucha popular. No logró
formar las condiciones previas de un curso que hubiera podido, al menos
en términos del factor subjetivo, llevar a la victoria, al poder obrero.La lucha contra la guerra y el fascismo-nazismo fue separada de la lucha por el poder obrero.
,
Las causas más profundas de la debilidad del KKE
Las causas más profundas que no
permitieron al KKE tomar las decisiones que promoverían la lucha del
movimiento obrero armado hacia la conquista del poder obrero emanaban de
las contradicciones en su estrategia como en la estrategia de la
Internacional Comunista. Se manifestaron problemas de unidad ideológica y
estratégica a lo largo del curso de la Internacional Comunista respecto
el carácter de la revolución, el carácter de la guerra inminente
después del auge del fascismo en Alemania y la postura ante la
socialdemocracia. La disolución de la Internacional Comunista (mayo de
1943), a pesar de los problemas respecto la unidad e independientemente
de si hubiera podido mantenerse o no, privó al movimiento comunista
internacional del centro y la posibilidad de elaborar de manera
coordinada la estrategia revolucionaria para la transformación de la
lucha contra la guerra imperialista y la ocupación extranjera en una
lucha por el poder, como una tarea conjunta para todos los partidos
comunistas en las condiciones de su país.
La estrategia problemática de las etapas
durante el período 1941-1944 se basó en la Resolución de la 6ª Sesión
Plenaria del Comité Central (1934), en las decisiones de la
Internacional Comunista (7º Congreso), y del 6º Congreso del KKE en 1935.
Esta línea estratégica fue expresada en la 2ª Conferencia Nacional
(1942) así como en la Declaración Programática “El pueblo en el poder y
socialismo”. En esta base el liderazgo del KKE tomó unas decisiones
políticas equivocadas como son los Acuerdos de Líbano y de Kazerta que
además tenían el elemento de compromiso con las fuerzas burguesas.
En general, en el Occidente capitalista
los partidos comunistas no elaboraron una estrategia de transformación
de la guerra imperialista o de la lucha por la liberación en lucha por
la conquista del poder. La estrategia del movimiento comunista no evaluó
que la contradicción capital-trabajo se incluía en el carácter
antifascista y de liberación de la lucha armada en una serie de países
para poner en el orden del día la cuestión del poder ya que el
socialismo y la perspectiva comunista son la única alternativa a la
barbarie capitalista.
La guerra creó condiciones de gran
agudización de las contradicciones clasistas dentro de muchos países,
pero la lucha antifascista llevó al derrocamiento del poder burgués
solamente en los países de Europa Central y Este gracias al apoyo
decisivo a los movimientos populares por el Ejército Rojo.
El resurgimiento del fascismo
En honor del 70 aniversario de la
victoria antifascista de los pueblos, el KKE llama a los trabajadores,
los jubilados y la juventud en Grecia a condenar y aislar decisivamente al Amanecer Dorado Partido criminal nazi. Es un vehículo de la ideología
reaccionaria conocida como nacional-socialismo, es decir una mezcla de
ideas y consignas del socialismo pequeñoburgués utópico con el
nacionalismo. Los ejemplos que sigue son Hitler, los regímenes fascistas
que masacraron a los pueblos y la humanidad, los batallones de
seguridad, los colaboradores de las fuerzas de ocupación, la dictadura
de 1967-1974. Promueve el anticomunismo feroz y el odio contra el
movimiento obrero y popular. Organiza y lleva a cabo actos criminales a
expensas del movimiento obrero y popular, está vinculado con sectores al aparato estatal y
sobre todo con las fuerzas de represión y con redes criminales. Le
apoyan directamente sectores del capital.
El asesinato del joven de 34 años,
Pavlos Fissas en Keratsini, el ataque contra miembros y cuadros del KKE
en Pérama son parte de una serie de decenas de ataques criminales contra
inmigrantes, pequeños comerciantes, autónomos, trabajadores, jóvenes, y
revelan el verdadero rostro criminal del Amanecer Dorado.
La aparición del Amanecer Dorado y el
crecimiento de su influencia en Grecia se ha producido en condiciones de
crisis económica capitalista profunda y prolongada, con la disminución
rápida de la influencia de los partidos que durante años han sido los
pilares del sistema político burgués en un período en que el movimiento
no se había reagrupado en dirección anticapitalista-antimonopolista. El
Amanecer Dorado utilizó una retórica antimemorándum vaga, igual que hizo
SYRIZA “izquierdista”, ocultando las verdaderas causas de la crisis y
del ataque feroz contra los derechos del pueblo, el papel de la Unión
Europea etc. para que su demagogia fascista ganase público y apoyo. Se
basó en las consignas conocidas de la “cleptocracia”, los “usureros”,
los “políticos ladrones”. Además se acomodó y se cubrió en diversas
actividades donde predominaba la lógica de la consigna reaccionaria y
desorientadora “fuera los partidos, fuera los sindicatos”. El Amanecer
Dorado está siendo reforzado por el anticomunismo y el odio que fomenta
el sistema contra las luchas obreras y populares. Sacó beneficios de la
promoción de la teoría reaccionaria de los “dos extremos”. De la
demagogia y las construcciones ideológicas racistas de los partidos
burgueses sobre el asunto de la inmigración, que es resultado de las
guerras y las intervenciones imperialistas, del desarrollo desigual y la
internacionalización del mercado capitalista. Es alimentado por la
decadencia del sistema burgués, por las directivas de la Unión Europea
que equiparan el fascismo con el comunismo y exigen medidas contra el
“extremismo” y el “radicalismo”.
El pueblo y el movimiento no deben ser
complacientes con las detenciones y los juicios de los cuadros
dirigentes del Amanecer Dorado y de los que implementan las decisiones
respecto a los ataques asesinos. Nadie debe olvidar la promoción
provocativa y el embellecimiento del Amanecer Dorado por gran parte de
los medios de comunicación así como los intentos de utilizarlo en los
diversos planes para la reforma del sistema político. El gobierno de
coalición de SYRIZA-ANEL ha asumido grandes responsabilidades puesto que
cuadros de ambos partidos fomentan una actitud de tolerancia hacia el
Amanecer Dorado utilizando diversos procedimientos parlamentarios como
pretexto.
El Amanecer Dorado y la actividad nazi
no se pueden abordar con las teorías sobre arcos “constitucionales”,
“parlamentarios”, “democráticos”, supuestamente de un mejor
funcionamiento de la democracia burguesa, que proponen de una u otra
manera, otras fuerzas políticas como son SYRIZA, PASOK, “To Potami” etc.
Ni el estado burgués reaccionario ni los
llamados “frentes antifascistas”, es decir la alianza del movimiento
obrero y popular con fuerzas políticas burguesas, pueden o quieren
atacar el nazismo de raíz. Sólo la alianza popular, el desarrollo de la
lucha de clases, cuyo objetivo será poner fin al poder de los
monopolios, al sistema capitalista, pueden confrontar el nazismo. Sólo
la lucha de masas y la decisión del pueblo y de los jóvenes puede
deslegitimar y erradicar el Amanecer Dorado de manera masiva y
definitiva en el pueblo.
En este punto cabe señalar que es una
cosa llegar a un acuerdo con fuerzas burguesas y oportunistas sobre
algunas cuestiones respecto a la confrontación de las organizaciones
fascistas, y es otra cosa formar una alianza con estas. Porque la
alianza debe tomar en cuenta los compromisos estratégicos de todas las
fuerzas políticas y sociales.
Por ejemplo, antes de las últimas
elecciones el parlamento decidió suspender la financiación estatal al
“Amanecer Dorado” fascista. En esta decisión estaban de acuerdo todos
los partidos políticos del país, incluido el KKE, a causa de la
actividad criminal del Amanecer Dorado. Esto no requería una “alianza
antifascista”, sino la voluntad política.
Lamentablemente, no tenían esta voluntad
cuando el KKE exigió en el período antes de las elecciones municipales y
regionales (2014), de las elecciones europeas (2014), así como de las
elecciones generales (2015), que no se diera al Amanecer Dorado tiempo
al aire en la televisión para envenenar con su ideología criminal la
conciencia de los trabajadores. Cabe destacar que todos los demás
partidos políticos (de derecha, socialdemócratas, de “izquierda”,
incluido SYRIZA) se opusieron a la propuesta del KKE, en el nombre de la
“preservación de la democracia”.
Además, cabe destacar la postura
particularmente peligrosa de la Presidente del Parlamento, cuadro
conocido de SYRIZA, que toma una serie de iniciativas para la
rehabilitación del Amanecer Dorado, considerando, por ejemplo, que el
parlamento no funciona correctamente si la fiscalía no permite a los
diputados fascistas -que están encarcelados por asesinatos, ataques y
otros actos criminales- que asistan a los procedimientos parlamentarios.
Al mismo tiempo, SYRIZA, cuando le conviene, alza la bandera de la
supuesta lucha contra el fascismo.
Permítannos decir unas cosas sobre el
resurgimiento del fascismo en Ucrania.
Nuestro partido considera que el conflicto en Ucrania estalló en el terreno del capitalismo debido a la intervención abierta de los EE.UU. y de la Unión Europea en los asuntos internos de Ucrania, en el marco de su competencia feroz con Rusia por las cuotas de mercado, las materias primas, las redes de transporte de energía. En este marco, EE.UU. y la Unión Europea no tienen ningún problema en apoyarse, --e incluso de apoyar a fuerzas fascistas-- con el fin de promover sus intereses geopolíticos.
Nuestro partido considera que el conflicto en Ucrania estalló en el terreno del capitalismo debido a la intervención abierta de los EE.UU. y de la Unión Europea en los asuntos internos de Ucrania, en el marco de su competencia feroz con Rusia por las cuotas de mercado, las materias primas, las redes de transporte de energía. En este marco, EE.UU. y la Unión Europea no tienen ningún problema en apoyarse, --e incluso de apoyar a fuerzas fascistas-- con el fin de promover sus intereses geopolíticos.
Esto no es un fenómeno nuevo. Sabemos,
por ejemplo, de nuestra historia, que Gran Bretaña no tenía ningún
problema de unir fuerzas con el régimen fascista de Metaxas (1936-1940)
en Grecia con el fin de promover sus propios planes geopolíticos. Esto
no significaba que entonces Gran Bretaña era una potencia fascista. Esto
demuestra que es infundado el punto de vista de “fascismo exportado”,
apoyado por algunos camaradas que consideran que los EE.UU. y la Unión
Europea “están exportando” el fascismo a todo el mundo y a Ucrania,
entre otros lugares.
En lo que concierne a la región de
Donbass, entendemos muy bien los peligros que corre el pueblo de la
región por el rencor y el odio de aquel sector de la burguesía que
gobierna en Kiev y cuenta con el apoyo de EE.UU. y de la Unión Europea y
busca eliminar todas las fuerzas políticas que ponen obstáculos a la
asimilación a la Unión Europea y la OTAN, e incluso las minorías étnicas
y lingüísticas, sobre todo las que considera que pretenden aliarse con
la Rusia capitalista. Las estructuras del poder que se han formado allí
son burguesas, tal como las relaciones de producción que siguen siendo
capitalistas en las llamadas Repúblicas Populares. Además, se puede
observar que en la región Donbass el poder pasó de los oligarcas
ucranianos a la burguesía local, que está estrechamente vinculada con
Rusia. Así que es característico que los nuevos gobiernos de la
República Popular de Donetsk y de Lugansk siguieron enviando a Ucrania
central y oeste el carbón extraído de las minas de Donbass. El pueblo de
la república de Donbass se ha quedado sin carbón durante el invierno
pero suministraba el carbòn a los territorios controlados por Kiev. Los impuestos
de las empresas que todavía operan en Donbass también se entregan a
Kiev. Además, los propietarios de las empresas estaban recolectando
impuestos de los trabajadores de Ucrania sudeste para la guerra, la
llamada operación contra el terrorismo.
Todo lo anterior demuestra una vez más
que el poder o estará en manos de la burguesía, o en manos de la clase
obrera. No existe un poder de izquierda, patriótico, antifascista
intermedio. Nuestro partido expresa su solidaridad con la lucha de los
trabajadores de Donbass, y de Ucrania en general, y considera que esta
lucha no se puede llevar a cabo bajo una “bandera ajena”, sino que debe
izar su propia bandera: la bandera de la socialización de los medios de
producción, de la planificación central de la economía, del poder
popular, del socialismo.
Estimados camaradas:
El KKE subraya la necesidad de que la
lucha contra el fascismo, por la defensa de los derechos obreros y las
conquistas populares, no sea separada de la lucha contra los monopolios,
contra la explotación capitalista y su poder, que no entre en alianza
con fuerzas burguesas y oportunistas que tratan de rescatar la forma
parlamentaria de la dictadura capitalista.
El objetivo del poder obrero debe ser un
compromiso firme.
El objetivo de la alianza social no debe cambiar de dirección y contenido, pues se trata de una alianza social que lucha en dirección antimonopolista-anticapitalista, una oposición obrera y popular contra el poder burgués. Sólo de esta manera tendrá perspectiva la lucha popular.
El objetivo de la alianza social no debe cambiar de dirección y contenido, pues se trata de una alianza social que lucha en dirección antimonopolista-anticapitalista, una oposición obrera y popular contra el poder burgués. Sólo de esta manera tendrá perspectiva la lucha popular.
La crisis económica reciente ha
agudizado la competencia y las contradicciones entre los estados
capitalistas y las diversas alianzas imperialistas que se ponen cada vez
más agresivas contra los pueblos con el fin de reforzar su posición
geopolítica, repartir los mercados, controlar los recursos y las rutas
de transporte de energía. La agudización de las contradicciones y las
intervenciones imperialistas y las guerras en Ucrania, Oriente Medio,
África del Norte, los Balcanes etc. están perfilando con mayor
intensidad la amenaza de una guerra generalizada en nuestra región en
general, así como en todo el mundo.
Respecto a la guerra imperialista es una
condición compleja que se desarrolla por ejemplo en el Mediterráneo
Este, los Balcanes, el Oriente Medio, desde el punto de vista de las
contradicciones internas y externas; la postura del KKE expresa la
posición clara de que el movimiento obrero y popular no debe quedar
atrapado en el marco de los objetivos de la burguesía griega o seguir
las diversas opciones posibles, las diferentes posiciones de sectores,
partidos e instituciones respecto a los dos polos de guerra imperialista y
paz imperialista.
La lucha por la defensa de las
fronteras, de los derechos soberanos de Grecia, desde el punto de vista
de la clase obrera y de los sectores populares, es inseparable de la
lucha por el derrocamiento del poder del capital.
Además, nosotros los comunistas, que
basamos nuestros análisis en la teoría del socialismo científico,
sabemos muy bien que la guerra es la continuación de la política por
otros medios, en particular violentos. La guerra surge en el terreno del
conflicto de los intereses económicos diferentes que trascienden todo
el sistema capitalista. Es por eso que aunque la guerra en condiciones
del capitalismo es inevitable (igual que las crisis económicas, el
desempleo, la pobreza etc.) al mismo tiempo no es un fenómeno natural.
Es un fenómeno social ya que está conectado a la naturaleza de la
sociedad en que vivimos. La sociedad cuya piedra angular es la
rentabilidad de los propietarios de los medios de producción.
Los monopolios y su poder generan la guerra imperialista.
En conclusión, nuestra lucha por una sociedad donde los medios de producción sean propiedad popular (y no propiedad de los pocos), donde la economía funcione con una planificación central y controlada por los propios trabajadores con el objetivo de satisfacer las necesidades del pueblo (no el crecimiento de las ganancias de los capitalistas), está indisolublemente ligada con la lucha contra la guerra imperialista, contra la “paz” impuesta por los imperialistas con “la pistola en la cabeza” del pueblo y que prepara las nuevas guerras imperialistas.
Los monopolios y su poder generan la guerra imperialista.
En conclusión, nuestra lucha por una sociedad donde los medios de producción sean propiedad popular (y no propiedad de los pocos), donde la economía funcione con una planificación central y controlada por los propios trabajadores con el objetivo de satisfacer las necesidades del pueblo (no el crecimiento de las ganancias de los capitalistas), está indisolublemente ligada con la lucha contra la guerra imperialista, contra la “paz” impuesta por los imperialistas con “la pistola en la cabeza” del pueblo y que prepara las nuevas guerras imperialistas.
Sin embargo, esta constatación, de
que mientras existe el capitalismo existirán las condiciones que generan
la guerra, no es fatalismo o derrotismo. Lo contrario. Nos dirigimos a
la clase obrera del país, a los pueblos de nuestra región y señalamos
que sus intereses se identifican con la lucha
anticapitalista-antimonopolista, la lucha por la retirada de los
organismos imperialistas, el desmantelamiento de las bases militares
extranjeras y de las armas nucleares, el regreso de las fuerzas
militares de las misiones imperialistas, la manifestación de solidaridad
con cada pueblo que lucha y pretende trazar su propio camino de
desarrollo. Para el desligamiento de nuestro país de los planes y
las guerras imperialistas. Para que se efectúe la consigna: “¡Ni tierra
ni mar a los asesinos de los pueblos!”. Esta es una lucha diaria. Una
lucha con objetivos concretos, que se lleva a cabo por los comunistas de
manera unificada de la lucha por el poder, no separada de ella.
Porque sigue siendo vigente la posición
de Lenin que decía que “las consignas de pacifismo, de desarme
internacional en condiciones de capitalismo, de tribunales de arbitraje
etc.,no son más que una utopía reaccionaria, son un engaño abierto a los
trabajadores, cuyo objetivo es desarmar al proletariado y distraerlo de
su tarea de desarmar a los explotadores.
Sólo la revolución proletaria comunista
puede sacar a la humanidad del callejón sin salida que ha creado el
imperialismo y las guerras imperialistas. Sean cuales sean las
dificultades de la revolución y los posibles reveses temporales, o las
olas de la contrarrevolución, la victoria final del proletariado es
inevitable.”[1]
[1] V.I.Lenin: “El Programa del Partido Comunista de Rusia (b)”, Obras Completas, ed. Synchroni Epochi, t.38, p.421.
Fuente: Partido Comunista de Grecia_KKE/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo:pcvmirandasrp@gmail.com
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