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lunes, 30 de junio de 2008

NUEVA ETAPA EN LAS LUCHAS DEL PUEBLO ESTADOUNIDENSE (3)::LA RESISTENCIA REVOLUCIONARIA PROGRESISTA Y POPULAR CONTRA LOS GOBIERNOS OSCURANTISTAS

En el período de afianzamiento del dominio de la derecha mas reaccionaria, antipopular y dominante, de todas las formas posibles el Partido Comunista junto al pueblo norteamericano mantuvo sus luchas por un cambio progresista y un avance popular.-

Documento para el CC. del Partido Comunista de Estados Unidos

Por; Sam Webb

Para ese momento los principales candidatos republicanos para la presidencia son clones de Bush y Reagan, y no hay ninguno más peligroso que Giuliani. Y el poderío militar y financiero del imperialismo sigue siendo formidable. Pero eso no amilana a las fuerzas populares dentro de los Estados Unidos, y se mantiene la resistencia popular.-

A pesar de haber sido sorprendido al principio, hasta durante el comienzo de la presidencia de Reagan, una movilización amplia guiada por el sector obrero empezó a resistir la ofensiva feroz de la derecha. Sus movilizaciones fueron variadas. La mayoría se caracterizaron por una actitud defensiva y reactiva. Hubo pocas victorias. El nivel de unidad no fue adecuado. Y el entendimiento por parte del pueblo de la verdadera naturaleza de la lucha era limitada.

Pero en el transcurso de un cuarto de siglo, esta coalición resuelta y dispuesta a las luchas ha ganado experiencia. Han emergido nuevas formas y estructuras de unidad. Se ha ido profundizando la consciencia política que ha alcanzado a sectores amplios del pueblo estadounidense.

El sector obrero ha emergido como un poder estabilizador, unificador y lúcido, de una manera no vista desde los días del CIO. Y casi todas las organizaciones y todos los movimientos iban reconstruyendo sus capacidades políticas y organizativas.

Mientras que el sector central de estas fuerzas es la clase obrera, los oprimidos por su raza, las mujeres, la juventud, nuevos intérpretes sociales, sectores y movimientos entraron en la lucha, a veces en una forma dramática. Un ejemplo son los primeros actos del movimiento pro-paz en contra de la invasión de Irak, o, más recientemente, las enormes marchas de las comunidades inmigrantes y sus aliados.

Con el paso del tiempo, esta coalición diversa ha ido integrándose más en el sentido político aunque no organizativo, enfocándose en un deseo común de derrotar en forma decisiva a la derecha. Pero no fue hasta las elecciones del año pasado que este deseo se convirtió en realidad.

La victoria electoral no sólo transfirió el control del Congreso a los Demócratas, alentó al pueblo y estableció un contexto mas favorable para el movimiento popular. También señaló el comienzo de una nueva etapa en la lucha.

Lucha entre lo antiguo y lo nuevo

Por dondequiera vemos imágenes competidoras y realidades que reflejan el choque entre dos etapas de la lucha, una que se esfuerza para hacerse dominante y la otra que intenta mantener su posición dominante.

En la etapa antigua, el dominio por medio de la fuerza fue el instrumento favorecido para la política exterior. En la nueva, ganan terreno la cooperación, el multilateralismo, la diplomacia y la resolución pacífica de los conflictos.

En la etapa anterior, aquel gobierno que gobernaba menos era el gobierno que mejor gobernaba; en la nueva etapa, vemos al gobierno como administrador indispensable de la educación pública, de la seguridad de los jubilados, del cuidado de salud, de la vivienda y de la igualdad.

En la etapa anterior, se consideraba que el mercado era el mejor regulador y distribuidor de riquezas; en la nueva etapa, el mercado funciona para mantener la ventaja de las grandes empresas, empeorar la desigualdad de ingresos, degradar el medio ambiente y tiende a sufrir fracasos frecuentes.

En la etapa anterior, se consideraba que desigualdad de ingresos era una cosa buena y natural; en la nueva, los ricos pagan más de los impuestos, la compensación de los gerentes de los negocios es un ultraje y lo correcto es de pagar un salario justo.

En la etapa anterior, el consenso de Washington dominaba la política de comercio y la consigna fue “globalizar”; en la nueva etapa, el consenso se está quebrantando y la globalización capitalista choca con una resistencia firme de todos rincones del mundo.

En la época anterior, el modelo político y económico fue el neo-liberalismo, la doctrina y la práctica al nivel estatal y de las empresas cuyo propósito era de restaurar el poder clasista y las ganancias, quitar las reglamentaciones a los mercados, destruir al sector público, facilitar la internacionalización de capital, reducir el nivel de vida de las masas, erosionar a la solidaridad social y de las clases y reestructurar el papel y funcionamiento del estado. En la nueva se van montando muchos retos a aquel modelo, a pesar de que estos sean definidos imprecisamente.

En la etapa anterior, la derecha movilizaba empleaba sentimientos popular racistas, machistas, anti-inmigrantes y homofóbicos. En la nueva, tales consignas son menos populares y se enfrentan con nueva resistencia, mejor ilustrada por la indignación masiva en contra de la injusticia racista en Jena, Luisiana.

En la etapa anterior, Bill O’Reilly y Sean Hannity dominaban las noticias en televisión de cable; en la nueva, tienen fuertes opositores en la forma de Keith Olbermann, John Stewart, Tavis Smiley, Steven Colbert y Rosie O’Donnell.

En la etapa anterior, las advertencias sobre los cambios del clima provocaron escepticismo, gracias a oposición organizada por la derecha. En la nueva, Al Gore gana el premio Nobel por su trabajo sobre el calentamiento global.

En la etapa anterior, no había Internet, no había Move-on, ni otras fuentes noticieras progresistas; en la nueva, todas estas están desempeñando un papel de mayor importancia.

En la etapa anterior la idea de una “agenda popular” fue un ejercicio en inutilidad; en la nueva, es asunto por el cual es posible luchar y ganar.

En la etapa anterior, se argumentaba que cualquier candidato demócrata tenía que moverse a la derecha para ganar una ventaja con la base electoral; en la nueva, tales tácticas perjudican a los demócratas con el público.

No es 1992 Mientras que es fácil señalar paralelos entre las elecciones que vienen y las del 1992, que trajeron Bill Clinton a la Casa Blanca, lo que se debe enfatizar son las diferencias.-

Fuente: Documentos del Partido Comunista de los Estados Unidos/ Prensa Popular Comunistas Miranda

http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/

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