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sábado, 11 de octubre de 2008

¿ RACISMO AL REVES ?

Por: Jerónimo Carrera

No importa la denominación que por circunstancias variables se le quiera dar, siempre la fecha del 12 de Octubre de 1492 marcará para toda la humanidad uno de los acontecimientos históricos capitales y de una incontrovertible proyección en el desarrollo contemporáneo. Pues sin ese “medio mundo” que es nuestro continente americano sería muy posible que en la otra mitad del planeta los seres humanos estuviesen viviendo todavía bajo el feudalismo.

Al menos, esto nos lo permite pensar lo que los jóvenes Karl Marx y Friedrich Engels escribieron al respecto en 1848, casi al inicio de aquel incomparable Manifiesto del Partido Comunista que ellos legaron al proletariado mundial. Allí nos dicen: “El descubrimiento de América y la circunnavegación de Africa ofrecieron a la burguesía en ascenso un nueva campo de actividad.”

Y luego explican: “La gran industria ha creado el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El mercado mundial aceleró prodigiosamente el desarrollo del comercio, de la navegación y de todos los medios de transporte por tierra. Este desarrollo influyó a su vez en el auge de la industria, y a medida que se iban extendiendo la industria, el comercio, la navegación y los ferrocarriles, desarrollábase la burguesía, multiplicando sus capitales y relegando a segundo término a todas las clases legadas por la Edad Media.”

Que lo llamen descubrimiento o como quieran, eso no es lo importante, sino lo que ese hecho aportó al progreso global de la humanidad tomada como un todo. Tampoco importa demasiado que la burguesía, practicante siempre del individualismo, de ese culto a la personalidad tan funesto para el pueblo, haya buscado personificar en un hombre, Cristóbal Colón, un acontecimiento de tal relevancia. Lo indispensable es que hagamos un balance correcto que tome en cuenta sus aspectos positivos y negativos.

Sin embargo, en este 12 de Octubre voy a limitarme a una reflexión sobre uno de esos aspectos negativos que todavía inciden bastante en nuestros países americanos, como es el del racismo.
Cuando analizamos el problema que para la humanidad representan de un modo u otro las prácticas discriminatorias, vemos que las basadas en elementos de etnias, sexos y color de la piel, son las más comunes en todas las latitudes y desde épocas muy remotas. Nada de extraño ha sido que los europeos que a partir de 1492 invadieron este continente nuestro, y que todavía a través de sus descendientes mantienen dichos prejuicios, aplicaran a nuestros indígenas sus ideas racistas.

Pero pienso yo que es una forma equivocada la de tratar de combatir el racismo aplicando fórmulas copiadas de Estados Unidos, cuya sociedad está dividida y subdividida en estamentos casi equivalentes a castas. Los yanquis, o sea los anglosajones puros, son la casta superior, que es seguida por los blancos descendientes de gentes del sur europeo. Y vienen luego los llamados latinos, que ahora se denominan hispanos, a quienes más abajo siguen los llamados chicanos, o sea de un origen ya perdido en México, pero todavía más abajo, al parecer, vienen primero los negros y después el escaso remanente de población indígena americana.

Ese mosaico racista lo pretenden copiar acá en Venezuela -incluso si ellos no se dan cuenta de esto- quienes hablan de afro-descendientes y cosas por el estilo. Instigando así resentimientos raciales que desde nuestra Revolución de Independencia, a principios del siglo XIX, habían comenzado a extinguirse poco a poco. Por algo Simón Bolívar en su asombrosa Carta de Jamaica, de 1815, ya nos alertaba: “Nosotros somos un pequeño género humano… (…) no somos indios, ni europeos…”

Al racismo no lo podemos combatir con un racismo al revés, ya que solamente acudiendo a la teoría y práctica del internacionalismo proletario, propuesto por Marx y Engels hace ya muchos años, podremos finalmente librarnos de tan terrible flagelo.

Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda

http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com

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