NUUK, GROENLANDIA.- Los groenlandeses optaron, por aplastante mayoría y sin sorpresas, por un régimen de autonomía ampliada que abre la vía a la independencia de esta isla estratégica del Ártico, bajo la hegemonía danesa desde hace casi 300 años. Según los resultados oficiales del referéndum organizado el martes, un 75,54% de los votantes apoyaron el "Sí" y un 23,57% el "No".
En total, unos 39.000 electores de 80 ciudades y aldeas fueron convocados a pronunciarse."Groenlandia ha recibido un mandato para ir más lejos" en el camino de la independencia, manifestó en la televisión groenlandesa, visiblemente emocionado, Hans Enoksen, el jefe del gobierno local y miembro del partido inuit Simmut. Enoksen agradeció "al pueblo groenlandés este hermoso resultado".
En Dinamarca, el primer ministro Anders Fogh Rasmussen también recibió positivamente el resultado del referéndum. "La propuesta de una autonomía ampliada para Groenlandia cuenta con un apoyo político masivo tanto en Groenlandia como en Dinamarca. Celebro que la propuesta hay recibido también un amplio respaldo del pueblo de Groenlandia, como lo demostró la participación masiva en la votación", afirmó el jefe de gobierno danés en un comunicado.De esta manera, los apenas 57.000 habitantes de la mayor isla del mundo -excluyendo a Australia que es considerada un continente- optan por colocarse en pie de igualdad con los ciudadanos de cualquier otro país del mundo y abren la puerta a la total independencia de la metrópoli en el futuro, a pesar de que económicamente dependen en buena medida de Dinamarca.
La lengua groenlandesa se convierte por otro lado en lengua oficial, ello tras casi desaparecer en el siglo XIX.A falta de los resultados definitivos, el no obtuvo sólo el 23,57% de los votos, en una consulta que registró una participación récord próxima al 72%, una cifra superior a la esperada por las autoridades electorales. Las últimas encuestas pronosticaban una victoria del sí superior al 60%. El referéndum es de carácter consultivo y deberá ser ratificado por los parlamentos de Nuuk y Copenhague, pero hay un acuerdo implícito de todas las fuerzas políticas para respetar su resultado.
El nuevo estatuto entrará en vigor en junio de 2009.Control de los recursosLa reforma confiere al Gobierno local, dirigido por Hans Enoksen, el derecho a la autodeterminación y así como 32 competencias que ahora ejerce Dinamarca, reconoce el groenlandés se convierte en la lengua oficial, aunque la reina Margarita seguriá siendo la jefa de Estado. Pero sobre todo, el nuevo estatuto da a Groenlandia el control de sus recursos petrolíferos: se calcula que en esa zona hay crudo en cantidades superiores a toda la producción del mar del Norte y a la mitad de las reservas de Arabia Saudí, una riqueza que les permitiría ser autosuficiente.Actualmente, el principal obstáculo para la independencia es el dinero, pues la economía groenlandesa no está lo suficientemente desarrollada. Groenlandia depende de los 3.200 millones de coronas (420 millones de euros) que cada año envía Copenhague, que suponen cerca de un tercio de su producto interior bruto.
También recibe ingresos del turismo y de la pesca, pero los abundantes recursos del subsuelo están esperando por inversiones e industrias locales. El calentamiento global, que está acelerando el deshielo en el Ártico, podría -paradójicamente- hacer más accesibles estos recursos naturales.En Nuuk, la capital, donde vive un cuarto de la población, la emoción era grande, en particular en el rostro de los mayores.
Los fuegos artificiales iluminaron el cielo incluso antes de saberse el resultado final. "Ya era momento de que recuperemos nuestros derechos y la libertad robada a nuestros ancestros, un pueblo de cazadores libres y orgullosos, cuyas tierras fueron colonizadas", agrega David Brandt, un ex marino y pescador, resumiendo las frustraciones acumuladas por generaciones.En opinión del ex jefe del gobierno groenlandés, Lars-Emil Johansen, uno de los fundadores del régimen de semiautonomía, en 1979, "fue el deseo de recuperar su orgullo, de levantar cabeza después de tantas injusticias en el pasado, lo que hizo que los esquimales votasen en masa". "Sí, por supuesto que podremos salir adelante, sí, podremos", afirmó, soñando ya con la independencia "en un futuro no muy lejano", como lo había indicado ya, antes, el jefe de gobierno actual.
La mayor isla del mundo, con 2,1 millones de kilómetros cuadrados y una población de 57.000 habitantes (entre ellos 50.000 inuit y 7.000 daneses de la metrópoli) ocupa una posición estratégica en el Ártico, entre Europa y Estados Unidos, que ha instalado una base radar en Thule, en el noroeste. El deshielo en esta región ártica, debida al cambio climático, haría la zona más accesible para la exploración en el futuro.
Los países que rodean el Océano Ártico -Canadá, Dinamarca, Noruega, Rusia y Estados Unidos- ya se han lanzado en una competencia por una región rica en materias primas, por lo que Groenlandia, que de momento vive esencialmente de la pesca, no quiere quedarse sin su parte. Una comisión conjunta danesa y groenlandesa, encargada de estudiar las competencias transferibles al gobierno local y cuyas conclusiones han servido de base al referéndum, ha propuesto que "los ingresos de actividades relativas a materias primas sean distribuidos a Groenlandia".
Oficialmente, el referéndum no es vinculante, pero el gobierno ha prometido respetar el resultado. Un antes y un despuésDiversas colectividades nacionalistas de pueblos sin estado saludaron el resultado de la consulta. El Partido Nacionalista Vasco afirmó, en una nota, que el referéndum celebrado en Groenlandia es un "ejemplo de cómo en ámbitos tan cercanos al nuestro es posible ejercer el derecho a decidir de forma pacifica y democrática". El PNV ha felicitado a los ciudadanos de Groenlandia "por haber ejercido, dentro del más escrupuloso respeto a los principios democráticos, su derecho a decidir su futuro político" y ha aplaudido "el respeto con que el pueblo y los gobernantes daneses han acogido esta consulta y sus resultados".
También en Euskal Herria, la Izquierda Abertzale felicitó al pueblo groenlandés por la decisión tomada. "Nos gustaría así mismo felicitar al gobierno danés por respetar y mostrarse dispuesto a implementar esta decisión. Las relaciones entre los pueblos tienen que estar basadas en la libre voluntad de los mismos, y debería ser responsabilidad de las instituciones competentes el respetarla. Nos gustaría que los gobiernos español y francés tomasen buena nota de este hecho", señalaron."Groenlandia ha dado un paso de gigante en el camino hacia la independencia.
El camino no ha sido fácil, y el papel jugado por Dinamarca no ha sido siempre tan loable. Cuando se van a cumplir 30 anos de la aprobación de la autonomía en Groenlandia, la clase política y social groenlandesa considera que es hora de cortar los lazos con Dinamarca y constituirse como estado independiente. Por que este y no otro es el modelo que garantiza en mejor medida el desarrollo económico, cultural, político y social de Groenlandia", apuntaron."Asistimos a la reestructuración de uno de los estados miembro de la Unión Europea.
Proceso que se caracteriza por el respeto a la voluntad popular, y la negociación y el acuerdo entre las partes. Y todo ello en un clima en el que se contempla de manera plausible y no dramática la posibilidad de secesión o independencia de una de las partes.Groenlandia, las Islas Feroe, Escocia o Flandes son ejemplo de otras muchas naciones sin estado, incluyendo la nuestra, que tarde o temprano conseguirán el reconocimiento internacional y la independencia", finalizaron.
Por su parte, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) también ha celebrado, en un breve comunicado del dirigente de este partido y conseller de Innovación, Josep Huguet, que Groenlandia "avance hacia la autodeterminación nacional". Según Huguet, en Groenlandia "sus 60.000 ciudadanos han decidido que tendrán derecho de autodeterminación", pero, lamentablemente añade, "millones de catalanes no pueden" decidirlo "porque España no es Dinamarca. Una lástima".
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