Si Dios existe, y es más o menos buena gente, nos va a dar una mano para que el Frente gane en primera vuelta. Porque mirado desde arriba y en perspectiva, rompe los ojos lo bien que le vendrían a este país 5 años más de un gobierno frentista.
Y no digo mío, porque en este juego yo soy sólo una anécdota. Digo del Frente Amplio, este maravilloso artefacto político, diseñado en casa y envidiado en muchas partes del mundo. Su originalidad absoluta es que es un colectivo estable formado por otros colectivos menores, también estables.
Y este aparente trabalenguas hace toda la diferencia. Porque los otros partidos uruguayos también son coaliciones pero no de organizaciones permanentes y estructuradas, sino de operadores políticos independientes.
En el Frente, el Partido Socialista es socio de la Vertiente, de Asamblea, del Partido Comunista, del Nuevo Espacio, del MPP y de todos los demás.
En los blancos, los socios son los individuos; Lacalle, Larrañaga, Vidalín, Gallinal, Lara, Javier García y un gigantesco etcétera. ¿Acaso alguien se acuerda de como se llaman sus fracciones políticas?
Cada una tiene un nombre circunstancial, puras palabras juntas que se lleva el viento cada 5 años. En el Frente el poder personal de cada dirigente está sujeto a límites que vienen de los 4 puntos cardinales.
No es extraño que no podamos hacernos mucho los vivos: hay poco espacio para caprichos y berretines. ¡Bendito fraccionamiento del poder! Porque nos ha educado en el debate, la discrepancia, la conciliación y la síntesis.
También por esto, o principalmente por esto, hemos hecho un gran gobierno.
Tabaré gobernó así, y cuando me toque, yo voy a hacer lo mismo.
Quiero un gobierno con mucho Danilo, mucho Consejo de Ministros y mucho, mucho Frente Amplio.
Fuente: Frente Amplio, Uruguay/ Edición de PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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