Coincidiendo con el nuevo Congreso del PC de China (XVIII), publicamos un artículo de Elisseos Vagenas, responsable de RRII del Partido Comunista de Grecia (KKE) que fue redactado el año pasado analizando el papel internacional de China//
Tomado de Pravda, E·stado Español
El surgimiento de China como nueva potencia mundial concentra la firme atención de varios analistas así como de simples trabajadores en todo el mundo. Se expresa gran interés de parte de personas politizadas que tienen conocimientos sobre la época de las revoluciones sociales que inició con la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia y llevó a una serie de grandes luchas y revoluciones sociopolíticas en todo el mundo, entre otras la Revolución China. El interés sobre la fuerza creciente de China es contradictorio porque se realiza bajo las banderas rojas y con el Partido Comunista de China en el poder.
Sin embargo, una de las “lecciones” que hemos sacado de la contrarrevolución en la Unión Soviética es que los comunistas no deberían dejarse llevar plenamente por lo que decía el PCUS. Cada Partido Comunista debería, firme en el principio del internacionalismo proletario, estudiar con sus propias fuerzas los acontecimientos, la experiencia del movimiento comunista internacional e intentar formar su propia opinión en la base de la ideología marxista-leninista.
El KKE ejerce su derecho de crítica en el movimiento comunista internacional y a fin de fortalecerlo, de fortalecer la estrategia comunista, se opone a las desviaciones de los principios marxistas-leninistas y de las leyes que rigen la construcción socialista, mientras mantiene relaciones bilaterales con partidos comunistas cuyas aproximaciones son diferentes.
En esta base, el KKE mientras mantiene relaciones bilaterales con el Partido Comunista de China sigue estudiando los desarrollos de manera sistemática, forma sus evaluaciones y las expone tanto al PC de China como públicamente. Es bien sabido que desde su 17º Congreso (2005) el KKE subrayó la expansión de las relaciones capitalistas en China. En los años siguientes esta tendencia se ha fortalecido y se ha hecho aún más evidente.
Desarrollos en relación con la posición internacional de China
En la economía
El aumento de la fuerza económica de China es un hecho incuestionable. Así, se considera que China, que ha superado a Japón, es la segunda economía más grande en el mundo[1]después de los EE.UU., mientras que en 2010 superó a Alemania y ocupó la primera posición en la clasificación mundial entre los países-exportadores. En el período enero-octubre 2009 China exportó mercancías por valor de 957.000 millones de dólares.[2] Las exportaciones cubren el 80% de los ingresos de divisas del estado.[3] China exporta 50.000 diferentes productos a 182 países mientras con 80 de estos ha firmado acuerdos comerciales y protocolos de cooperación. Los socios comerciales principales de China son los grandes países capitalistas (Japón, EE.UU., países de la UE), que representan el 55% de las transacciones de su comercio exterior.[4]
Un hecho que indica el cambio que ha ocurrido en los últimos veinte años es que mientras en 1993 China exportaba petróleo, hoy en día se ve obligada no solamente a hacer importaciones, sino que desde 2009 se compara con los EE.UU. en las importaciones mundiales de petróleo.
En 2010, China ocupó la segunda posición a nivel mundial (después de EE.UU.) en número de multimillonarios (130 personas) cuya propiedad se incrementó en 222% dentro de un año. Además, se estima que las 1.000 personas más ricas en China dentro de un año aumentaron su propiedad en un 30%, llegando de los 439 mil millones de dólares a los 571 mil millones de dólares.[5]
Podríamos contraponer a los elementos anteriores otros que muestren la miseria y la explotación que experimentan cientos de millones de trabajadores en China actualmente como resultado de la política de “¡Enriquézcanse!” que sigue el Partido Comunista de China durante los últimos 30 años. Solamente mencionamos que según las estimaciones de la unión de empresarios chinos tal como ha sido transmitido por la televisión china: el 8,5% de los 500 más grandes monopolios en el mundo son chinos (43 empresas). Aunque en este momento los monopolios americanos consiguen dobles ganancias que los chinos, la tendencia es que los monopolios chinos tengan mayor rentabilidad y mayor rapidez de acumulación que los estadounidenses.[6]
Los datos oficiales muestran que en el período 2004-2010 el número de empresas privadas en China se incrementó en un 81% y alcanzaron las 3.596 millones empresas. [7] Las ganancias de las 500 empresas privadas más grandes se incrementaron en 2009 un 23,27%.[8]
Al mismo tiempo, estas empresas, junto a los monopolios estatales chinos, han aumentado el antagonismo internacional. De estas empresas 117 participaron en 481 proyectos de inversión en el extranjero a los que se destinan 225,27 millones de dólares.[9] En total, en 2009 las inversiones directas chinas en el mundo llegaron a los 56,53 mil millones de dólares (el 5,1% de las inversiones mundiales), colocando China en la quinta posición de la lista mundial de inversores mundiales.[10]
Debido al creciente poder económico de China en junio de 2010 una serie de bancos internacionales (como HSBC, Deutsche Bank, Citigroup) promovían empresas a utilizar en sus transacciones la moneda china, el yuan, en vez del dólar.[11]
Al mismo tiempo, en septiembre de 2010, China aumentó las compras de bonos estadounidenses en 3.000 millones de dólares y ascendió a los 846,7 mil millones de dólares manteniendo su posición por encima de Japón como principal poseedor extranjero de bonos del tesoro de EE.UU.[12] Además, firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para comprar bonos suyos por 50 mil millones de dólares.[13]
Cabe destacar la intención de China de controlar la mayor cantidad posible de recursos naturales que cada vez más pasan bajo el control de las empresas chinas. Este esfuerzo se centra en África. Es indicativo el hecho que a mediados de la década de 1990 el comercio de China con todo el continente negro fue aproximadamente 5-6.000 millones de dólares, en 2003 se incrementó a los 18.000 millones de euros y hasta 2008 a los 100 mil millones de euros.[14] Actualmente, en casi todos los países de África la presencia económica de China es significativa. En la zona de cobre de Zambia y de la República Democrática del Congo se encuentra la Chinatown con el crecimiento más rápido en el mundo. Sudán se ha convertido en uno de los principales proveedores de petróleo en el mercado chino. Cada día se envían a China 600.000 barriles de petróleo sudanés. Un tercio de las importaciones de China procede de África y sus proveedores más importantes son Angola, Guinea Ecuatorial y Sudán. Además, el petróleo llega en China desde Chad, Nigeria, Argelia y Gabón.
A cambio del acceso a los recursos naturales de los países africanos, China invierte en infraestructura vial y portuaria, en infraestructura necesaria para la reproducción de la fuerza de trabajo (construcción de escuelas, hospitales, viviendas) así como infraestructura industrial. En Angola y Mozambique las empresas chinas construyen carreteras y renuevan puertos y ferrocarriles. En la capital de Etiopía, Addís Abeba y en Nairobi de Kenya empresas chinas construyen numerosas obras.
Beijing está en busca de materias primas tanto fuera de África como en regiones menos remotas. Realiza inversiones significativas en la extracción de recursos naturales en Birmania (madera, piedras preciosas). Según el ministerio de Planificación y Desarrollo Nacional de Birmania, la entrada de inversiones extranjeras directas (IED) en el año económico 2008-2009 se aumentó en relación con el año pasado casi 6 veces, de 173 a 985 millones de dólares, mientras el 87% de estas inversiones se debe a China. Según algunas estimaciones el 90% aproximadamente de la economía de Birmania se basa en capitales chinos.
Las empresas chinas que tienen actividad en el Oriente Medio, sobre todo en Irán, dónde la inversión para la construcción de una sola planta de producción de aluminio -para la producción de 110.000 toneladas de aluminio al año- se estima que alcanzará los 516 millones de dólares. Irán compite con Arabia Saudita para proveer con petróleo a China.
Otro de los principales proveedores de petróleo a China es Venezuela. China invierte 2.000 millones de dólares para el desarrollo del sector de extracción de petróleo en este país. Mientras en 2004 Venezuela vendía a China 12.000 barriles al día, en 2006 superó los 200.000 y se calcula que en 2011 esta cantidad ascenderá a los 500.000 barriles. Este petróleo se enviará a China después de la fase de elaboración en nuevas fábricas que se construyen especialmente para el petróleo crudo de Venezuela. El petróleo va a pasar por el Canal de Panamá, que ahora está bajo el control de operaciones chino y se reforma en la base del plan de inversiones chino para que puedan pasar los petroleros de Venezuela. China, para “atar” económicamente Venezuela, había firmado en 2005 acuerdos de inversión de 9.000 millones de dólares destinados al desarrollo de la infraestructura en Venezuela así como al sector de extracción, a la agricultura y las telecomunicaciones.
China obtuvo un acceso significativo a los recursos naturales de Siberia y Asia Central. En agosto de 2010 comenzó la operación del oleoducto que une China con la riqueza natural de Siberia Oriental. Inicialmente China importará de Rusia 15 millones de toneladas de petróleo al año, con la perspectiva de duplicar la cantidad.
Además, China consiguió girar hacia su parte del gas natural del mar Caspio construyendo un conducto desde Turkmenistán con capacidad de transportar 30.000 millones de metros cúbicos. Al mismo tiempo, está negociando con la empresa rusa "Gazprom" para la construcción de dos nuevos gasoductos de potencia total de 63.000 millones de metros cúbicos al año, lo que equivale aproximadamente a las cantidades de gas natural que se canalizarán a través del «South Stream» desde Rusia al sur de Europa. También se estima que China actualmente controla el 23% de la extracción de petróleo en Kazajstán.
Aumento de su fuerza militar
Durante los últimos años China, igual que otros países imperialistas, ha avanzado a un aumento significativo de sus fuerzas armadas. Hoy en día, las fuerzas armadas chinas son las más numerosas del mundo con 2.300.000 hombres. Sin embargo, como es bien sabido, ya no se presta atención al volumen de las fuerzas militares sino a la adquisición de sistemas de armas modernas y flexibles, a fuerzas militares bien armadas.
En 2010, los gastos militares de China aumentaron oficialmente un 7,5% llegando a los 532,1 mil millones de yuanes (77,9 mil millones de dólares)[15], que es casi 25% más que los gastos anuales de Rusia y 10 veces menos de lo que gastan los EE.UU. Sin embargo, cabe señalar que los EE.UU. estiman que la cantidad real que China destinará a gastos militares en 2010 se duplicará alcanzando los 150 mil millones de dólares mientras que dentro de 4 años, desde 2006, esta cifra se ha cuadruplicado.[16]
Actualmente China tiene a su disposición 434 cabezas nucleares,[17] 1.500 misiles balísticos, la mayoría de los cuales tienen un alcance de 2.800 kilómetros, 20 misiles con un alcance de 4.750 kilómetros y 4 misiles con un alcance de 12.000 kilómetros. Está en la tercera posición a nivel mundial en posesión de submarinos y entre los 5 países que tienen submarinos nucleares con misiles balísticos. En 2007, China derribó (con un misil) un satélite suyo, mostrando que es capaz de tener actividad en el espacio también donde desarrolla su propio programa espacial. Además, tiene 7.580 tanques y 144 buques de guerra y unos 1.700 aviones de combate de los cuales los 500 son de cuarta generación, y lo de la quinta generación entrará en función de misiones en 2018. Además, importa armas y construye por si misma decenas de armas modernas comprando patentes de sistemas de armas o simplemente copiándolos. Pronto dispondrá, entre otros, un portaaviones.
Según la Academia China de Ciencias Sociales, hoy en día, China ocupa la segunda posición a nivel mundial en términos de gastos de defensa, el volumen de las fuerzas armadas y sus armas.[18] En conclusión, aunque China por ahora no se puede comparar con la fuerza militar de los EE.UU., aunque se ha quedado atrás ante la posibilidad de una respuesta disuasiva teórica al primer ataque nuclear (Rusia p.ej. dispone de esta capacidad hoy en día), al mismo tiempo ha dado pasos importantes en el sector de fuerza militar lo cual no ha pasado desapercibido por los EE.UU. sino que lo constataron en informes de sus servicios respectivos y en artículos de sus expertos.
Aumento de su presencia en las uniones interestatales
China es miembro de la ONU desde su fundación y miembro permanente del Consejo de Seguridad. Desde el año 2000 aumentó su participación económica de 0,995% a 2,053% del presupuesto de la ONU en 2006, y desde 1988 ha planteado su candidatura para participar en las “fuerzas pacificadoras” de la ONU. Desde entonces, ha participado en decenas de operaciones “de mantenimiento de la paz” de la ONU (Liberia, Afganistán, Kosovo, Haití, Sudán, Líbano etc) mientras tiene un “cuerpo de paz” de más de 6.000 hombres.[19][20] El ministro de Defensa de China, en un discurso dijo que China en general ha participado hasta 2010 en 24 operaciones por el mantenimiento de la paz con aproximadamente 10.000 hombres y es el primer país entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en número de participaciones en “operaciones de mantenimiento de la paz”.[21]
China junto con Rusia y los países centroasiáticas formaron en 2001 la “Organización de Cooperación de Shangai” (OCS) que aunque cada año realiza gran gimnasia militar, no se considera como un “bloque” militar y promueve sobre todo temas sobre la cooperación económica entre los países de la región y la política de seguridad. Sin embargo, se demuestra la importancia que da China en una región con gran riqueza natural como la de Asia Central que en las dos últimas décadas se ha convertido en “manzana de la discordia” para los antagonismos interimperialistas. Al mismo tiempo, desde 1991 China es miembro del “Foro de Cooperación Asia-Pacífico” que se estableció en 1989 por iniciativa de Australia y de Nueva Zelanda. En este participan actualmente 21 países que concentran el 40% de la población mundial, donde se produce aproximadamente el 54% del PIB mundial y se realiza el 44% del comercio mundial.
Finalmente, participa en los foros de los países capitalistas más desarrollados (en los G8 en calidad de observador y en los G20 como miembro), y aunque no se ha establecido alguna organización internacional especial coopera en el marco del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India, China) con países que pretenden aumentar su papel en la correlación internacional de fuerzas. Estos países se coordinan estrechamente en el marco de los G20 mientras hacen esfuerzos de coordinación también dentro de la ONU.
Unas estimaciones sobre la posición y el papel de China en el sistema imperialista internacional
Sobre su posición económica
1. China, especialmente a partir de los años ‘80, ha vinculado su economía con el mercado capitalista internacional. Es un hecho que el liderazgo chino no se lo niega, sino que lo exalta. Participa ya activamente en el reparto capitalista mundial como una grande fábrica de manos de obra baratas, con grandes tasas de rentabilidad para los capitalistas que tienen la capacidad de invertir allí.
2. Como resultado de este giro, China ha fomentado relaciones estrechas con otras potencias imperialistas fuertes, ante todo con los EE.UU., así como con Japón y la UE, de los que depende puesto que se trata de una potencia mundial de exportaciones. Es “carne de la carne” del sistema imperialista internacional. Esta relación de dependencia e interdependencia se expresa también en la cuestión de bonos estadounidenses que posee China.
3. Mientras China se refuerza económicamente, van aumentando sus necesidades en materias primas y combustibles. Por esta razón se agudiza el antagonismo capitalista a nivel mundial sobre el control de las fuentes de energía en Asia Central, en el Oriente Medio, en África, en América Latina.
Como decía Lenin: “Los capitalistas reparten el mundo, no como consecuencia de su particular perversidad, sino porque el grado de concentración a que se ha llegado les obliga a seguir este camino para obtener beneficios; y se lo reparten "según el capital"; "según la fuerza"; otro procedimiento de reparto es imposible en el sistema de la producción de mercancías y del capitalismo. La fuerza varía a su vez en consonancia con el desarrollo económico y político…”.[22]
El antagonismo por el reparto de los mercados es especialmente cruel. Se ha demostrado recientemente por el esfuerzo de círculos políticos-económicos de los EE.UU. de promover un proyecto de ley que prevé sanciones para los países que se considera que mantienen su moneda falsamente devaluada para lograr precios más antagonistas para las mercancías que exportan conquistando partes de mercados y desplazando sus antagonistas.
A lo anteriormente mencionado se objetan a menudo los argumentos siguientes:
1) La afirmación de que la URSS también tenía relaciones económicas exteriores. Cabe recordar que: más de la mitad de las operaciones comerciales de la URSS se realizaba con los demás países socialistas del Tratado de Ayuda Económica Mutua. Aproximadamente 1/3 de las transacciones de la URSS estaba relacionado con el petróleo y el gas natural, que fue abundante en el país. De hecho, el crecimiento de sus exportaciones y el desarrollo de las relaciones con los países capitalistas más desarrollados se hizo en la década de los ‘60, bajo la percepción oportunista de la llamada “coexistencia pacífica” y de la “emulación pacífica”. No obstante, incluso entonces, la URSS no había tenido nunca 1/3 de los bonos estadounidenses ni exportaba capitales. Por ejemplo a nadie se le había ocurrido que la URSS podría comprar el puerto del Pireo y la zona de Thriasio. Estos elementos demuestran una vez más la diferencia de calidad entre la China actual y un país socialista como la URSS.
2) A veces se oye por varios lados que, en oposición con las demás potencias imperialistas, China con sus inversiones en los países en desarrollo no pretende saquear los recursos naturales de estos países sino construir infraestructura (carreteras, edificios, instalaciones, hospitales, escuelas etc.). Los propios chinos sostienen que su meta es que estos países “mejoren el desarrollo de su infraestructura y promocionen las cooperaciones empresariales”.[23] China aplica en los países en desarrollo programas médicos especiales, programas de formación de cuadros de estos países, disminución de los aranceles para las importaciones de productos de estos países en China, absorbiendo el 50,1% de las importaciones de todos los países en desarrollo por países menos desarrollados[24] mientras les ofrece préstamos a bajo interés. Algunos presentan estos elementos como prueba de la diferencia entre la China “socialista” y las demás potencias imperialistas.
Incluso si aceptamos que existe diferencia en el modo que despliega China su actividad en África, Asia etc en comparación con otras potencias imperialistas (algo que es bastante discutible ya que estas también promocionan programas “humanitarios” y “educativos” respectivos en países capitalistas menos desarrollados, p.ej. la UE fue el mayor proveedor de ayuda y socio comercial de África[25]), de hecho estas medidas no hacen que China sea diferente en cuanto al objetivo que sirven. El objetivo es la facilitación de las inversiones chinas en estos países, el allanamiento del “camino” para el capital chino que despliega su actividad; en breve el objetivo es la acumulación de capital. Esta actividad se refuerza por ejemplo cuando existe infraestructura moderna (carreteras, puertos, aeropuertos, edificios) así como infraestructura necesaria para la educación de la mano de obra que es necesaria para que funcionen las empresas. Los préstamos a bajo interés que ofrecen los bancos chinos o la absorción de las exportaciones de estos países por China están relacionados con el esfuerzo de China por asegurar por una parte mejores términos para la penetración de los capitales chinos en estos países y por otra parte fortalecer sus relaciones con estos países aspirando también a una alianza política en distintos casos en las organizaciones internacionales (ONU, OMC etc.) donde, como veremos más adelante, intenta desempeñar un papel líder en un grupo de países, junto con los demás países capitalistas que refuerzan su posición internacional.
La proclamación de China como contrapeso a los imperialistas
El interés en el seno del movimiento comunista internacional por China está relacionado con la posibilidad que los reordenamientos y cambios importantes a nivel regional e internacional que trae el “ascenso” de China lleven a la creación de un nuevo “contrapeso” frente a los imperialistas, o sea el papel que desempeñaba la URSS en el pasado.
Precedente histórico
Cabe señalar algunos acontecimientos del pasado. Mientras existía la Unión Soviética la política externa de China se coordinaba con la de los EE.UU. contra la URSS. Esta posición al principio apareció como una postura crítica al giro oportunista del PCUS en su XX Congreso. Sin embrago, en realidad ya sabemos que el Partido Comunista de China al principio no se diferenció de modo abierto y esencial de las direcciones del XX Congreso del PCUS. Su diferenciación se dio a conocer más tarde, debido a los conflictos de la frontera sino-rusa. La postura del Partido Comunista de China provocó cierto impacto a algunos Partidos Comunistas debido al deslizo oportunista de la URSS a posiciones como para “paz perpetua y emulación” con las potencias imperialistas en el marco de la “coexistencia pacífica”. No obstante, el Partido Comunista de China no se limitó en criticar las posiciones oportunistas tras el XX Congreso del PCUS. Eligió su estrategia que en práctica en varios casos ha llevado a una actitud hostil frente al movimiento comunista internacional y la URSS y en coordinación con los EE.UU. a expensas de los intereses del movimiento revolucionario mundial. El Partido Comunista de China se basó en la evaluación sobre los “tres mundos”. Según esta teoría el “primer mundo” incluía las grandes potencias (de hecho la URSS se caracterizaba como “potencia socialimperialista”), el “segundo mundo” que incluía los aliados ricos de las grandes potencias y el “tercer mundo” que incluía los países en desarrollo, como China entre otros.
De los casos más conocidos es la actitud de China frente a la ayuda internacionalista de la URSS al Poder Popular Revolucionario en Afganistán. China en este caso participó en el bloque de fuerzas formado por los EE.UU. junto con Arabia Saudita, Pakistán y otros, financiando las fuerzas sociopolíticas más reaccionarias en Afganistán que luchaban contera el poder popular recientemente establecido con las armas en la mano.[26] En un artículo publicado en “Washington Post” el 19 de julio de 1992, sobre la táctica de CIA frente a Afganistán en 1980, menciona que China vendió armas a CIA y ofreció un número menor de armas a Pakistán mientras subraya que “la importancia del papel de China es uno de los secretos mejor escondidos de la guerra”.[27] Además, en este artículo se mencionan los tipos de las armas que dio China para reforzar a las fuerzas contrarrevolucionarias.
Otro caso característico es la actitud de China frente al pueblo de Vietnam mientras luchaban por la liberación nacional. China rechazó las propuestas de la URSS para la organización de actividades comunes de apoyo a Vietnam. “El Beijing rechazó las propuestas de la URSS de cerrar el espacio aéreo de Vietnam por los invasores estadounidenses. Los líderes de China se negaron a conceder los aeropuertos en el sur del país para el estacionamiento de aviones militares soviéticos que pudieran defender Vietnam. Las autoridades chinas impedían el transporte de material militar y de expertos de la Unión Soviética a la República Democrática de Vietnam”.[28] Más tarde, pocos años tras la liberación del país por los imperialistas el 17 de febrero de 1979, China lanzó un ataque militar contra Vietnam. A principios de febrero de 1979 el vicepresidente chino, Deng Xiaoping, había visitado Washington donde se refirió a la necesidad de “dar una lección sangrienta a Vietnam” y fue aplaudido por los políticos estadounidenses que le prometieron ayuda en armas de parte de los países occidentales.[29] Tras 30 días de batallas, las tropas chinas de 600.000 hombres que habían invadido Vietnam perdieron 60.000 soldados, unos 300 carros blindados, más de 100 cañones de gran peso y morteros y se vieron obligados a retroceder.[30]
Como sabemos hoy en día, en aquel período había muchos contactos y en varios niveles entre China y los EE.UU. El 4 de noviembre de 1979 en el periódico “The New York Times” se filtró un documento oficial que menciona que la ayuda militar de los EE.UU. al Ejército Popular de Liberación de China se estima a unos 50.000 millones de dólares para “funcionar como fuerza disuasoria frente al Ejército Rojo”.[31] Además, cuando el Secretario de la Defensa Nacional para Investigación y Desarrollo Tecnológico, William Perry, visitó Beijing en 1980 les informó a los chinos que el gobierno de EE.UU. “aprobó licencias para 400 productos de uso doble y armamento. En estos se incluyen materiales como equipos geofísicos, vehículos pesados, aviones de transporte de tipo C-130 y helicópteros Chinook”.[32]
Otro ejemplo fue la postura de China en la guerra civil de Angola en que apoyó (a nivel económico y militar) a las fuerzas de la reacción local que luchaban en un frente común con las tropas racistas de África del Sur que habían invadido la República Democrática de Angola. La Unión Soviética apoyaba la República Democrática de Angola con armas y con asesores militares, mientras miles de revolucionarios cubanos lucharon voluntariamente y contribuyeron significativamente en la derrota de las tropas sudafricanas y la expulsión de las fuerzas de la reacción local.[33] Hoy en día documentos recaracterizados de la CIA revelan que en aquel período hubo una “coordinación” especial entre EE.UU. y China, incluso en las operaciones militares que se llevaban a cabo en Angola.[34]
Según los datos actuales
Volvamos al día de hoy. Actualmente, en China se desarrollan y predominan las relaciones capitalistas de producción, participa en organizaciones imperialistas como la Organización Mundial del Comercio y se ha integrado en el sistema imperialista. Su postura en asuntos internacionales no se diferencia de la postura de las potencias imperialistas. Su oposición en contra de los EE.UU. tiene que ver con asuntos del “reparto del botín”, mientras ente ellos hay “concordancia” en cuanto a los derechos de los trabajadores que se recorten por el “bien” de la economía del mercado y a expensas de estados que sus actividades afectan algún “monopolio” de las potencias imperialistas dirigentes.
Un tal ejemplo es la postura de China hacia el programa nuclear de Irán. Se sabe que China desarrolla una cooperación económica estrecha con Irán que constituye su principal proveedor de petróleo. A pesar de esta cooperación, China, igual que Rusia, se alinearon en septiembre de 2010 con los EE.UU., Francia, Alemania y Gran Bretaña (“el Grupo de los Seis”) sobre el asunto del programa nuclear de Irán pidiendo del último que retrocediese y aceptase los términos del Consejo de Seguridad de la ONU sobre su programa nuclear. Poco antes, el julio del mismo año, China había acordado en el Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de nuevas sanciones a expensas de este país.[35]
Un segundo ejemplo es la postura de China en la cuestión de Kosovo. Aunque China por ahora no ha reconocido oficialmente el Kosovo, igual que otras potencias imperialistas, cabe señalar que con su presencia en el Consejo de Seguridad de la ONU no fue firme y decisivamente en contra del ataque de la OTAN en los Balcanes. Por otro lado, en la cuestión de misión de fuerza pacificadora con el papel decisivo de la OTAN (la llamada KFOR), China abstuvo[36] mientras a continuación participó en la ocupación de la OTAN con fuerza policial.
Además, en el verano de 2010 el Consejo de Seguridad de la Haya reconoció que la “independización” no se opone al Derecho Internacional. Algunos jueces tenían una posición diferente ante este tema. Así pues, en contra de la legitimación de Kosovo se posicionaron jueces de Rusia, Eslovaquia, Brasil y Marruecos, mientras contó con el apoyo de EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Bretaña, México, Nueva Zelanda, Sierra Leone, Somalia, Jordania. Como se menciona en la prensa, en esta decisión importante que pretende cambiar las fronteras de los Balcanes, abriendo “el saco del Eolo” por el surgimiento de otras cuestiones de minorías, el juez chino no participó por razones que tenían que ver con el proceso.[37] Luego, Albania hizo un llamamiento a Beijing para reconocer la independencia de Kosovo y para utilizar su influencia en el Consejo de Seguridad de la ONU para que se reconociese también por los demás estados miembros.[38]
Un tercer ejemplo es la visita del primer ministro de China, Wen Jiabao, en Grecia en octubre de 2010. Cuando habló en el Parlamento griego, el primer ministro chino dijo que China respalda un euro estable “porque tenemos la convicción que una Europa unificada y poderosa puede tener un papel insustituible en el desarrollo del mundo” y agregó que siente “alegría al ver Grecia salir de la sombra de la deuda externa, reduciendo el déficit y dando una perspectiva de desarrollo económico”.[39] En estas dos frases el primer ministro de China y miembro permanente del Politburó del Comité Central del Partido Comunista de China consiguió incluir por una parte el apoyo del liderazgo de su país hacia el centro imperialista de la UE y por otra parte apoyar al gobierno socialdemócrata del PASOK, que en nombre de la reducción del déficit implementa un duro programa antipopular de medidas que reducen el valor de la fuerza de trabajo en Grecia.
Los líderes chinos firmaron en Grecia un número de acuerdos con el gobierno griego que constituirá una fuente de rentabilidad para ciertos sectores de la plutocracia griega y nada más. La famosa inversión china de 5.000 millones no es más que un apoyo a los armadores griegos que sirve la industria astillera de China así como su objetivo de penetrar aún más en el mercado de Europa a través de Grecia. Sin embrago, la construcción, el uso, el funcionamiento de las infraestructuras portuarias, del ferrocarril y de los astilleros y las respectivas actividades de los monopolios chinos y de cualquier empresa griega intensificarán el desarrollo desigual a expensas de las necesidades populares. La expansión y el fortalecimiento de la actividad del capital en la construcción de infraestructura importante, en combinación con la política antipopular, abarata aún más a los trabajadores mediante recortes en los derechos laborales y los sueldos. De las exportaciones de aceite sacan provecho los grandes industriales que controlan las exportaciones de aceite, no los campesinos pobres cuya posición va empeorando. Sin embargo, esta visita fue utilizada por el gobierno “socialdemócrata” del PASOK para hacer los sectores populares creer que gracias a las inversiones de China (así como de Qatar, de Israel etc, que se realizaron en el mismo período) habrá desarrollo, así que crecerá la torta del PIB igual que las migajas para el pueblo que caerán desde la mesa de los capitalistas. En realidad se trata de un caso de salida capitalista de la crisis que no va a disminuir el desarrollo que beneficia el gran capital, ni la pobreza ni el desempleo para el pueblo. Este desarrollo socava las capacidades de producción del país y lo implica en antagonismos imperialistas peligrosos. Así pues, no se puede hablar en ningún caso de “contribución internacionalista” de China en la lucha del pueblo griego.
En fin, aunque el Partido Comunista de China todavía mantiene el título de “partido comunista” es sabido que en sus relaciones internacionales desarrolla una cooperación estrecha también con la Internacional Socialista. En 2009 el Partido Comunista de China organizó en Beijing un seminario junto con la Internacional Socialista sobre “un diferente modelo de desarrollo, el modelo de la economía verde”. Al hablar allí el presidente del PASOK y presidente de la Internacional Socialista, G.Papandreou, “expresó la voluntad de la Internacional a reforzar las relaciones entre las dos partes, y esta voluntad, como ha dicho, se demuestra también por el seminario en curso”.[40] La cuestión de la “cooperación más amplia en el marco de la Internacional Socialista” se discutió también durante la visita y el encuentro del PASOK con el Partido Comunista de China, el julio de 2010.[41]
En 2009 se publicó en China el libro “China enfadada”[42] que tiene que ver con la posición de China a nivel mundial; dentro de 3 meses vendió 700 mil copias y actualmente ha llegado a unos millones de copias.
Entre otros menciona:
“Somos los más capaces de asumir el liderazgo del mundo” ya que, como dice, China administra los recursos naturales a nivel mundial más eficazmente en comparación con cualquier otro país en el mundo, y consiguientemente debe llevar las riendas mundiales. Se menciona que de ahí en adelante el ejército chino debe defender la soberanía del país incluso fuera de las fronteras y dirigirse hacia los países donde “China tiene intereses fundamentales” y defenderlos.[43] En realidad, lo que se propone es la movilización del ejército chino allí donde operan capitales chinos. Hay que recordar que hoy en día China desempeña un papel activo en la llamada “lucha contra la piratería” (el gobierno griego en el “comunicado conjunto”[44] que firmó con China durante la visita reciente del primer ministro chino en Grecia, da las gracias a China por las “guardias” de la flota militar china a los barcos griegos en el mar abierto de Somalia), intentando controlar a nivel militar los importantes pasajes marítimos internacionales.
En dicho libro se hace referencia a la “necesidad de espacio vital” para China aludiendo a los amplios territorios de Siberia que “deben ser cultivados por el gran pueblo chino”.[45]
Está claro que en la China actual este libro no podría publicarse sin el consentimiento del PC de China. Por los que quizás tengan dudas esto es lo que escribió el órgano del CC del PC de China, “Zenmin Zinbao” (Diario Popular): “A última instancia, China parece dispuesta a poner el Extremo Oriente ruso bajo su influencia fundamental de modo que no cause preocupación a Rusia. La fuerza de esta influencia no se basa en la afluencia masiva de colonos chinos, sino a la inesperada “chinificación” de los rusos… Un buen día habrá una crisis significativa y ante los ojos de la influencia política y militar debilitada de Rusia, estos rusos pueden recurrir a Beijing y no a su propio gobierno. En tal situación hipotética el Oriente Extremo ruso podría llegar a formar una provincia de China”.[46]
Además, cabe señalar que a principios de agosto de 2010 la representante del Ministerio de Defensa de Vietnam, Nguyen Phuong Nga, dijo que: “Vietnam exige que China deje inmediatamente de violar la soberanía de Vietnam”.[47] Y eso se debe al hecho que en el mar del Sur de China donde existen yacimientos energéticos aparecieron los últimos años… “zonas gris” y territorios de soberanía controvertida.
Por supuesto, en el marco de los antagonismos se crean “ejes” y “contra-ejes” de cooperación. Vemos el primer ministro de Italia, Berlusconi, que suele dirigirse a sus adversarios políticos con la acusación dura de… “comunista”, que no tiene ningún problema en iluminar “el Coliseo de Roma con color rojo “comunista” en honor del primer ministro chino que visita “la ciudad eterna”, pretendiendo duplicar el comercio interestatal a los 100 mil millones de dólares hasta 2015, así como un “desarrollo de los puertos y de otras inversiones, puesto que buscan una ‘entrada’ estratégica en Europa”.[48]
Cooperación con Rusia, India, Brasil por el cambio en la correlación entre las uniones internacionales
Durante los últimos años, China desarrolla la coordinación y la cooperación con los estados que pretenden mejorar su posición internacional (Brasil, Rusia, India y China), el llamado grupo BRIC, así como la cooperación-alianza en organizaciones regionales como la Organización de Cooperación de Shangai (junto con Rusia y las antiguas Repúblicas Soviéticas de la centro-izquierda). ¿Se puede considerar que estas cooperaciones y alianzas atacan al “mundo monopolista” de los EE.UU.?
En primer lugar hay que dejar claro que el “mundo monopolista” no existe y nunca ha existido. Siempre ha habido una escalada en el sistema imperialista internacional, con los EE.UU. en una posición alta en el período posguerra dirigiendo la lucha contra el socialismo en que la URSS desempeñaba un papel líder. El conflicto entre la OTAN-OCDE y el Pacto de Varsovia-Consejo de Ayuda Mutua Económica fue una lucha de clases. Tras el derrocamiento del poder soviético y la destrucción de la URSS se intensificaron los antagonismos interimperialistas, en que los EE.UU. jugaban un papel protagonista debido a su fuerza. Al mismo tiempo, debido al desarrollo capitalista desigual, nuevas potencias imperialistas surgieron al lado de los EE.UU., la UE y Japón que pretendían lograr parte de las materias primas, de las rutas de transporte y de los mercados. Actualmente, esto se presenta por los medios de comunicación burgueses y por analistas como un “mundo multipolar” y como el fin del “mundo unipolar”. La desigualdad en el período de manifestación de la crisis económica acelera los cambios en la correlación entre las potencias capitalistas, sin hacer nuestro mundo más seguro o más pacífico. Mientras no se resuelve a nivel nacional, regional y mundial la contradicción entre el capital y el trabajo, mientras en la base de las potencias emergentes esté el “apetito” del capital para nuevos mercados y materias primas, no habrá cambios en dirección radical. Los estados que van ganando terreno en el sistema imperialista internacional no pueden desempeñar el papel que jugaba anteriormente la URSS porque se impulsan por el incentivo de la ganancia adicional para sus propios monopolios. Lo mismo ocurre con China y no se puede rebatir por la bandera roja y el título comunista que lleva el partido.
Además, cuando nos centramos en la cooperación entre los países del grupo BRIC o de la “Organización de Cooperación de Shangai” o en la coordinación que han logrado los ministerios de relaciones exteriores de China, India, Rusia hay que recordar que este es solamente un lado de la realidad imperialista. Detrás de este existe el lado del antagonismo feroz y de los conflictos incluso entre estas potencias p.ej. entre Rusia y China por la energía en Asia Central o las aspiraciones en el Extremo Oriente ruso etc. Lo mismo se puede decir para las relaciones entre China y la India en que aparte del asunto de las fronteras que queda pendiente (p.ej. en agosto de 2010 la India mandó dos divisiones en Arunachal Pradesh[49]para fortalecer las fronteras con China) existe un antagonismo feroz por la hegemonía en la región de la Asia Oriental. Es característico que –como se dio a conocer- el ministerio de defensa de la India realizó tanto en 2009 como en 2010 una serie de sesiones para examinar el asunto de la modernización de las fuerzas militares chinas, planteando objetivos respectivos para las fuerzas armadas de la India.[50]
Además, en los estados de América Latina con el papel dirigente de Brasil, se desarrolla la tendencia de diversificación de sus relaciones con los EE.UU. y por eso buscan fortalecer sus relaciones con China, Rusia, la India e incluso con la UE. Los antagonismos y la cooperación coexisten en el mundo imperialista donde la interdependencia y la suscripción de alianzas van junto con el antagonismo y los antiejes.
Al mismo tiempo, los que consideran que China constituye un “rompeolas” de la “unipolaridad” de los EE.UU. pasan por alto el hecho que en 2001 China apoyó públicamente la denominada “guerra contra el terrorismo” y la resolución del Consejo de Seguridad 1373/2001 que legisla la agresividad imperialista utilizando como pretexto el “terrorismo”. Es claro que el movimiento comunista internacional siguió una dirección completamente distinta cuando en el Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en 2002 (que contó con la presencia de 62 PP.CC.) señalaba que: “los acontecimientos del 11 de septiembre sirvieron de coartada para el lanzamiento de un ataque sin precedente contra las libertades y los derechos de los pueblos bajo el pretexto de la guerra contra el terrorismo. Los imperialistas denominan terrorista a cualquier movimiento de resistencia que lucha contra la globalización capitalista y las resoluciones antipopulares que se adoptan por las organizaciones imperialistas (FMI, Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio, UE etc), a movimientos antiimperialistas que luchan en contra de las intervenciones y las guerras imperialistas y en contra de la OTAN, así como a cualquier movimiento que lucha por la liberación nacional y en contra de regímenes dictatoriales y fascistas”.[51]
La alianza de China con economías “en desarrollo”
El 10 de julio de 1986, China expresó oficialmente su voluntad de integrarse al GATT y el 11 de diciembre de 2001 se convirtió en el 143er miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que es la transformación del GATT.
Dentro de la OMC China pone de manifiesto contradicciones secundarias dentro del sistema imperialista mundial. Jiang Zemin en su ponencia en el 16º Congreso del PC de China habló de las “diferencias en el desarrollo entre el Sur y el Norte” así como de la “presión de la supremacía económica, científica-técnica y de otras de los países desarrollados”.[52] Según ciertas estimaciones, China intenta presentarse constantemente como representante y líder de los países en desarrollo.[53]
A pesar del ascenso de China en el sector económico a nivel internacional, el liderazgo de China insiste en presentar el país como “un país en desarrollo”.[54] Esta alegación se basa en tres argumentos: a)el PIB per capita de China para 2008 fue de 3.300 dólares, es decir China está en la 104ª posición en el mundo, b)de los 1.300 millones de habitantes de China más de 700 millones son campesinos, c)la industria, la agricultura y el sector de servicios en China tienen en el PIB una parte de 49%, 11% y 40% respectivamente mientras en otros países con mayor grado de desarrollo capitalista, la industria y la agricultura tienen aún menores porcentajes en relación con los servicios. El aumento del PIB en 2009 fue de 9,5% en la industria, 8,4% en los servicios y solamente 4,2% en la agricultura.
La clasificación de la ONU y de la OCDE es problemática y no representa la realidad de China igual que la caracterización “país en desarrollo” empleado por el propio liderazgo de China. Estos fenómenos de economía capitalista “en desarrollo” se deben a la profunda desigualdad entre la parte oriental y occidental. Los elementos relativos que conciernen la parte oriental formarían una imagen más precisa.[55] Por supuesto, en la parte oriental desarrollada ocurre lo que ocurre en el capitalismo: concentración de los medios de producción en pocas manos y aumento de la desigualdad social.
Desde este punto de vista, la alianza de China con otras potencias (p.ej. India) de correspondiente tamaño de desigualdad capitalista no la llevan en la misma posición con sociedades mucho más atrasadas, como las en África o Asia. Sin embargo, en el nombre del “retraso” se forman “visiones patrióticas” como esfuerzo de capturar el movimiento obrero, los PP.CC., otras fuerzas radicales que se les pide que olviden por ahora la lucha de clases y la necesidad de construir una sociedad diferente y que se comprometen con la tarea del “fortalecimiento de la posición que ocupa su país a nivel internacional”. A menudo, el objetivo “del desarrollo nacional” se combina con un “antiimperialismo” selectivo que se concentra solamente en contra de los EE.UU., que se caracterizan como “imperio”, y quizás en contra de algunos estados poderosos de Europa Occidental. Esta dirección sigue la teoría “de los mil millones dorados” (de los 30 “países mas desarrollados” que pertenecen en la OCDE) que promociona como criterio clave de la clasificación el consumo per capita de varios productos por país.
Al mismo tiempo, los que enfocan tanto en la clasificación en países desarrollados y países en desarrollo, olvidan que incluso en los países capitalistas más ricos –como los EE.UU.- hoy en día se manifiestan pobreza masiva y miseria en los sectores populares. Al mismo tiempo, en los países más pobres se notan fenómenos de enorme riqueza, tal vez más que en los llamados países desarrollados.
Εs válido el análisis de Carlos Marx que dice que: “Cuando más productivo es un país en relación a otro, en el mercado mundial, más altos serán los salarios comparados con los de otros países. En Inglaterra, no sólo los salarios nominales sino (además) los salarios reales son más elevados que en Europa continental. El trabajador come más carne, satisface más necesidades… Pero, en proporción a la productividad de los trabajadores ingleses, sus salarios no son más altos (que los salarios pagados en otros países).”[56]
Así pues, si las fuerzas comunistas renuncian a la consigna de la solidaridad internacionalista proletaria y adoptan la idea de la división del mundo en “Norte y Sur” o de los “mil millones dorados”, caerán fácilmente en la trampa de la “unidad” con el denominado “capital nacionalmente orientado”, es decir con la burguesía de su país (o con parte de esta) que pretende lograr una mejor posición en el sistema capitalista mundial para si misma. Entonces, como comunistas habrán revisado -conscientemente o no- la posición leninista principal sobre el “imperialismo, fase superior del capitalismo” que significa el período reaccionario del capitalismo, y por lo tanto de cada sociedad capitalista con mayor o menor fuerza en el mercado mundial. Por eso la posición de China en este asunto también -que trata de aparecer como “líder” de los países “en desarrollo”- contribuye a la desorientación y creación de confusiones en el movimiento comunista internacional, puesto que este esfuerzo es encabezado por un gran país donde el partido que gobierna lleva el título “comunista”.
La supuesta “apertura” inevitable al mercado mundial
El Partido Comunista de China y otras fuerzas presentan el fortalecimiento paulatino de las relaciones capitalistas como participación en la globalización: “Hoy en día, en este mundo cada vez más globalizado, China no puede desarrollarse de manera aislada del resto del mundo y por otra parte el mundo tampoco puede disfrutar de prosperidad y estabilidad sin China”.[57] Sin embargo, el “mercado mundial” no es neutro; es un mercado en que se intercambian mutualmente productos de producción capitalista por otros de producción socialista. No es nada nuevo el fenómeno de la llamada “globalización” en cuyo nombre se lanza un ataque contra el nivel actual de salarios en el capitalismo desarrollado. Incluso en el “Manifiesto Comunista” se hace referencia al “mercado mundial”: “La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo común. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.” [58]
¿Se puede considerar la “participación de China” en el mercado mundial como un intercambio obligatorio de productos de economías diferentes que se impone por la correlación internacional? No, ante todo porque se trata de exportación de capital acumulado en China a través de relaciones capitalistas de producción. Por eso no se puede comparar con las operaciones comerciales de la URSS con las economías capitalistas.
Es bien sabido que la construcción socialista en la URSS se basó en primer lugar en la socialización de los medios de producción concentrados, en la planificación central y en medidas correspondientes de carácter económico en las relaciones económicas internacionales, como el monopolio estatal del comercio exterior que fue establecido en abril de 1918. Incluso en las condiciones impuestas por la NEP (que las invocan cuando hablan de la China actual) el monopolio estatal tenía una función aún más importante como obstáculo frente a las tendencias capitalistas crecientes. Lenin, en su confrontación con Bujarin, defendió la importancia del monopolio en el comercio exterior. A continuación Stalin destacó que fue necesario “planear la economía de manera que asegure la independencia de la economía popular para que nuestra economía no se convierta en recambio de los países capitalistas. Está en nuestras manos no convertirnos en recambio de la economía capitalista”.[59]
Stalin en su discurso de clausura de la 7ª Sesión Plenaria del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista el 13 de diciembre de 1926, derribó el mito que la URSS “dependía” del mercado capitalista mundial porque mantenía relaciones económicas con países capitalistas. Señala la interdependencia que existe en estas relaciones y recalca que es una cosa la interdependencia y otra cosa la integración (interconexión) de la economía del país en el marco de la economía capitalista mundial.[60] Es decir la no integración requería la planificación central, el monopolio estatal en el comercio exterior y el sistema bancario y la socialización de las industrias. La realidad en China es completamente distinta de la realidad en la URSS en la época de la NEP. En China:
a) No existe monopolio en el comercio exterior. Miles de expresas extranjeras que operan en China cubren la mayor parte de las exportaciones chinas que por supuesto dependen de sus propios planes, base a su rentabilidad y no a una economía planificada a nivel central.
b) Operan 440 bancos privados extranjeros que han obtenido por lo menos un 10% de las acciones de los bancos centrales chinos y desde 2005 se han desarrollan además bancos privados locales.[61]
c) Parte significativa de la industria es privada y desestalizada (empresas accionistas) mientras se estima que el sector privado produce el 70% del PIB.[62]
d) La legislatura nacional, sobre todo en el sector económico y comercial, está completamente alineada, gracias a los instrumentos de la OCM, con las normas de la economía capitalista mundial.
CONCLUSIÓN
En conclusión, el predominio de las relaciones capitalistas en China, que ya es un hecho, tarde o temprano, traerá mayor concordancia en su sistema político, la ideología dominante, el conjunto de los elementos que constituyen la superestructura, que su carácter capitalista se va a expresar también en sus simbolismos. La intensificación de las contradicciones de clase madurará también la necesidad que el movimiento obrero revolucionario se exprese a través de su propio partido contra el poder capitalista
Fuente/KKE/Pravda, Estado Español/PrensaPopularSolidaria
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