Por: Ricardo Arturo Salgado
La mayoría de medios internacionales, con las honrosas excepciones que no se pueden listar por falta de espacio, han cumplido papeles lamentables al informar sobre la situación en honduras después del golpe. Incluso medios históricamente responsables hacen aparecer el asunto hondureño como una rivalidad entre Zelaya y Micheletti; el Departamento de Estado vs Chávez; etc., ninguno incluye al movimiento revolucionario popular en el país.
Cuando Diario Tiempo de Honduras entrevistó a mediados de julio al cardenal Rodríguez pudimos leer la frase clave de todo este problema, el cardenal dijo”...han creado odios de clase que antes no existían...”. Al fin alguno de los golpistas vio lo evidente, el problema que se da hoy es la expresión mas clara de la lucha de clases en este pobre país, que siempre ha existido, y solo la vil manipulación de los medios en complicidad con la clase dominante y los partidos políticos mas una dosis de represión selectiva en los años ochenta logró aislar temporalmente.
Para el 8 de agosto el embajador imperial, Hugo Llorens citó a una comisión del Frente Nacional de Resistencia, donde hablaron de temas varios. Resaltaban las peticiones de Llorens dirigidas al “respeto” a la propiedad privada (en referencia a los grafitis pintados en las paredes golpistas en cada manifestación); la resistencia respondió entonces que ante la falta de acceso equilibrado a los medios las paredes “hablaban”.
El solo hecho esta llamada a dialogar del embajador Llorens hace pensar que el imperio esta reconociendo la beligerancia de un actor hasta ahora ignorado. Por más de 50 días se ha pretendido resolver los asuntos hondureños en el extranjero, con gran participación de países afines a Estados Unidos y alejados de la solidaridad de los hermanos del ALBA. Una semana después el New York Times publica en su editorial del sábado 15 de agosto un editorial al que titula “El Peligroso Juego del Señor Micheletti”.
En este editorial, entre otras cosas, dejan claro que en honduras se ha producido un golpe de estado, y que el régimen de facto esta corriendo contra reloj”. Para los que hemos seguido la historia del New York Times, este ha representado por mucho tiempo, en su línea editorial el sentido o la dirección que han de seguir las autoridades de la Casa Blanca cuando estas pertenecen al partido demócrata. Los republicanos han preferido al Washington Post.
Un aspecto interno que se une a esta cadena de eventos es el inicio temprano de la campaña electoral del Partido Nacional de Honduras (Derecha, extrema en general), al que pertenece al menos la mitad de los funcionarios del régimen de facto. Esta campaña va dirigida a “limpiar” la cara de su candidato Porfirio Lobo Sosa, quien insiste en decir que la crisis es producto de una disputa interna dentro del Partido Liberal (cuya dirigencia también es de derecha), presentándose como la salida a la crisis.
Vemos como la estrategia de Washington va cambiando. Porque cambia? Lo mas probable, es que ahora están considerando la posibilidad de un triunfo del movimiento popular lo que resultaría en un nuevo orden con el país mas conservador del área asumiendo posiciones mas radicales que nunca. Esta variable seguramente no es del agrado de nadie entre los que dirigen la política diplomática y militar del imperio. A pesar de su apoyo al golpe y su decidido respaldo “técnico” a la brutal represión; hoy pueden ver como el ejército local se desgasta sin alcanzar los objetivos deseados.
Peor aun, se quedan sin municiones (en una operación reciente se solicito al señor Jorge Canahuati Larach, dueño de Diario La Prensa y el Heraldo, el suministro de unos 2 millones de lempiras en artefactos para apoyar a la policía y el ejercito i.e. bombas lacrimógenas, escudos y otros). Ante la posibilidad de un triunfo popular, Estado Unidos puede buscar una alternativa mediatizada que frene este espectro. Por ejemplo presionar al régimen fascista a negociar su salida en San José; o patrocinar un contragolpe que se haga cargo de eliminar la cúpula militar, manteniendo intacta la estructura de este cuerpo, o, en el peor de los casos, patrocinar una intervención militar multinacional.
Esta estrategia se complementaria con una “inversión” millonaria en la campaña de Lobo Sosa, para buscar la preservación del régimen bi partidista, y la exoneración de responsabilidad a los golpistas. Ellos no ignoran que estas serian las primeras elecciones en Honduras donde se pone en juego la hegemonía de la derecha en el control del estado. En cualquier caso, el golpe de estado, se olvido del “factor pueblo”, presumiendo que la reacción seria sofocada en la primera semana después del golpe.
La acción de los movimientos organizados en el frente nacional de resistencia ha llegado al punto de calentar lo que la comunidad internacional mantenía tibio; la posibilidad de un retorno a la institucionalidad. Esta lucha planteada por el pueblo hondureño, presenta muchos retos; además tendrá muchas etapas; los escenarios serán variables; pero al final el pueblo de honduras marcará su camino por la fuerza de esa lucha de clases que menciona el cardenal golpista.
En general, si se trata de ganar y perder, el gran ganador es nuestro pueblo, que paso de la duda a la convicción; de la expectación a la lucha; del sometimiento al heroísmo. No podemos ignorar esto compañeros.
Ricardo Arturo Salgado
Investigador Social
Fuente:Colaboración Directa a Nuestro Correo/PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda_(PPS_CM)
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
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