Quizás, para muchos y muchas, es ya repetitivo el constante planteamiento del PCV sobre la necesidad de avanzar en la construcción de la dirección colectiva del proceso revolucionario.
Es cierto que durante los últimos años, el PCV, ha expresado de manera sostenida y reiterada que debe trascenderse los escenarios electorales para constituir una instancia de las diversas fuerzas que impulsamos el proceso revolucionario, para articularnos, para coordinarnos, para intercambiar experiencias y propuestas, para cohesionarnos, para criticar y autocriticarnos, para revisar y corregir errores y deficiencias de la gestión gubernamental, para construir políticas de Estado.
En el caso de los comunistas, las propuestas y planteamientos no emanan del antojo, idea, ocurrencia, reflexión, imaginación, pensamiento o línea de ninguna individualidad, por muy alta responsabilidad o cargo que ésta tenga en la organización.
Los comunistas en el mundo –y el PCV ha sido fiel consecuente con este principio–, construimos colectivamente la política que impulsamos.
Es cierto que durante los últimos años, el PCV, ha expresado de manera sostenida y reiterada que debe trascenderse los escenarios electorales para constituir una instancia de las diversas fuerzas que impulsamos el proceso revolucionario, para articularnos, para coordinarnos, para intercambiar experiencias y propuestas, para cohesionarnos, para criticar y autocriticarnos, para revisar y corregir errores y deficiencias de la gestión gubernamental, para construir políticas de Estado.
En el caso de los comunistas, las propuestas y planteamientos no emanan del antojo, idea, ocurrencia, reflexión, imaginación, pensamiento o línea de ninguna individualidad, por muy alta responsabilidad o cargo que ésta tenga en la organización.
Los comunistas en el mundo –y el PCV ha sido fiel consecuente con este principio–, construimos colectivamente la política que impulsamos.
--La estratégica, a través de los amplios, democráticos y participativos procesos de Congreso;
-- y, la táctica, a través de la libre discusión que representan los Plenos del Comité Central.
Además, todos los organismos de dirección y las responsabilidades individuales en el Partido Comunista, son electos de manera colectiva.
Además, todas las responsabilidades individuales –incluyendo a la propia Secretaría General– pueden ser removidas en cualquier momento por el organismo que la designó.
Además, todos los organismos y militantes tienen una disciplina consciente que les lleva a asumir la obligación de impulsar la política resuelta colectivamente.
Además, el conjunto de la organización se guía –en su discusión teórica y en su aplicación práctica– por una ideología, la de la clase obrera y la revolución socialista: el marxismo-leninismo.
Este es el “secreto” de que, en sus casi 80 años de vida orgánica, el PCV ha tenido una continuidad, presencia, fortaleza, firmeza y constancia, que no ha dependido nunca de ninguna de las muchas destacadas y heroicas personalidades que han formado parte de su Dirección.
Con base en esta experiencia y esta constatación vivencial, es que el PCV expresa su preocupación sobre el peligro que tiene la continuidad histórica de la actual etapa del proceso revolucionario, ante la falta de visualizar e interiorizar –por parte de importantes sectores revolucionarios– la necesidad de iniciar los pasos para constituir un espacio de encuentro de las fuerzas del proceso, que sea el germen de la dirección colectiva política, ideológica, organizativa y de masas del pueblo venezolano.
Este planteamiento, esta necesidad, tiene muchos enemigos y enemigas.
Por eso, durante el pasado proceso electoral se desató una férrea campaña anticomunista, impulsada por las fuerzas de la reacción y validada por varios “amigos” socialistas al marcar distancia en la supuesta disyuntiva entre la revolución bolivariana democrática y el comunismo dictatorial.
Por eso, también, luego del 26-S, han salido reseñados en prensa escrita y digital –identificadas con el proceso revolucionario– señalamientos que pretenden vincular al PCV con el terrible y anticomunista “Pacto de Punto Fijo”. Casos resaltantes los de una Nota pseudohistórica del MINCI y el encartado semanal “Debate Socialista”.
El XIII Congreso Extraordinario del PCV, culminado en marzo de 2007, expresó que:
Además, todos los organismos de dirección y las responsabilidades individuales en el Partido Comunista, son electos de manera colectiva.
Además, todas las responsabilidades individuales –incluyendo a la propia Secretaría General– pueden ser removidas en cualquier momento por el organismo que la designó.
Además, todos los organismos y militantes tienen una disciplina consciente que les lleva a asumir la obligación de impulsar la política resuelta colectivamente.
Además, el conjunto de la organización se guía –en su discusión teórica y en su aplicación práctica– por una ideología, la de la clase obrera y la revolución socialista: el marxismo-leninismo.
Este es el “secreto” de que, en sus casi 80 años de vida orgánica, el PCV ha tenido una continuidad, presencia, fortaleza, firmeza y constancia, que no ha dependido nunca de ninguna de las muchas destacadas y heroicas personalidades que han formado parte de su Dirección.
Con base en esta experiencia y esta constatación vivencial, es que el PCV expresa su preocupación sobre el peligro que tiene la continuidad histórica de la actual etapa del proceso revolucionario, ante la falta de visualizar e interiorizar –por parte de importantes sectores revolucionarios– la necesidad de iniciar los pasos para constituir un espacio de encuentro de las fuerzas del proceso, que sea el germen de la dirección colectiva política, ideológica, organizativa y de masas del pueblo venezolano.
Este planteamiento, esta necesidad, tiene muchos enemigos y enemigas.
Por eso, durante el pasado proceso electoral se desató una férrea campaña anticomunista, impulsada por las fuerzas de la reacción y validada por varios “amigos” socialistas al marcar distancia en la supuesta disyuntiva entre la revolución bolivariana democrática y el comunismo dictatorial.
Por eso, también, luego del 26-S, han salido reseñados en prensa escrita y digital –identificadas con el proceso revolucionario– señalamientos que pretenden vincular al PCV con el terrible y anticomunista “Pacto de Punto Fijo”. Casos resaltantes los de una Nota pseudohistórica del MINCI y el encartado semanal “Debate Socialista”.
El XIII Congreso Extraordinario del PCV, culminado en marzo de 2007, expresó que:
“Frente a la agudización de las contradicciones internas y externas, y las tareas de profundización del proceso, la defensa de la revolución y de la patria exigen el concurso de la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo y su férrea unidad para la construcción del socialismo. Por esta razón, el PCV y la JCV expresan su más firme decisión y voluntad de abonar el camino de la articulación y unidad orgánica de los revolucionarios y revolucionarias, hacia la constitución del instrumento de dirección política colectiva necesario para la construcción del socialismo.”
Pero, además, el propio Programa del PCV, vigente, aprobado por el VI Congreso, en 1980, resalta que “La Unidad Popular es para los comunistas una concepción estratégica… las clases y capas sociales… oprimidos por el imperialismo y sus aliados locales pueden y deben unirse para conducir a Venezuela por una vía capaz de conquistar para el pueblo el progreso a que tiene derecho. El PCV busca y considera indispensable las alianzas con los partidos y organizaciones coincidentes con esta política.”
Por eso, entendiéndolo como necesidad histórica y sabiendo el peligro que corre el proceso revolucionario en marcha, el PCV decidió invitar a las organizaciones políticas y sociales revolucionarias que coinciden con esta visión a iniciar los contactos e intercambios necesarios para empezar a articular este espacio de unidad.
Ojala que importantes sectores revolucionarios que aún no se han dado cuenta de esta necesidad y este peligro, no esperen para cuando ya sea demasiado tarde.
Fuente: Crédito: Edición impresa de Tribuna Popular Nº 181/Tribuna Popular TP Digital/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/
Pero, además, el propio Programa del PCV, vigente, aprobado por el VI Congreso, en 1980, resalta que “La Unidad Popular es para los comunistas una concepción estratégica… las clases y capas sociales… oprimidos por el imperialismo y sus aliados locales pueden y deben unirse para conducir a Venezuela por una vía capaz de conquistar para el pueblo el progreso a que tiene derecho. El PCV busca y considera indispensable las alianzas con los partidos y organizaciones coincidentes con esta política.”
Por eso, entendiéndolo como necesidad histórica y sabiendo el peligro que corre el proceso revolucionario en marcha, el PCV decidió invitar a las organizaciones políticas y sociales revolucionarias que coinciden con esta visión a iniciar los contactos e intercambios necesarios para empezar a articular este espacio de unidad.
Ojala que importantes sectores revolucionarios que aún no se han dado cuenta de esta necesidad y este peligro, no esperen para cuando ya sea demasiado tarde.
Fuente: Crédito: Edición impresa de Tribuna Popular Nº 181/Tribuna Popular TP Digital/PrensaPopularSolidaria
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Correo: pcvmirandasrp@gmail.com