Diez días antes de la masacre, se realizó en Kiev una reunión secreta bajo la dirección del presidente en ejercicio Olexander Turchinov, reunión destinada a la preparación de una operación especial que debía realizarse en Odessa. Estaban presentes en esa reunión el ministro del Interior Arsen Borysovych Avakov, el jefe de los servicios de seguridad Valentin Nalivaychenko y el secretario del Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional Andriy Parubiy.
El oligarca ucraniano Igor Kolomoisky, nombrado por el régimen de Kiev a la cabeza de la administración regional de Dniepropetrovsk, fue consultado sobre la organización de la mencionada operación.
Durante la reunión [de Kiev], Arsen Avakov sugirió probablemente utilizar a los hooligans que operan entre los aficionados de un club de futbol y que son designados como los «ultras». El propio Avakov dirigió anteriormente la administración regional de Jarkov, trabajó en aquel momento en estrecha colaboración con los dirigentes de los clubs de apoyo al club de fútbol local y más tarde continuó subvencionándolos desde su nueva residencia en Italia.