Escrito por Argelio Pérez Fabra, Diario VEA
Martes, 21 de Junio de 2011 11
Martes, 21 de Junio de 2011 11
Matrices anticomunista son replicadas por quienes se dicen revolucionarios
"Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes." (Manifiesto del Partido Comunista - Febrero 1848).
Hace dos meses el constituyente Idelfonso Finol introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un recurso de amparo contra el anticomunismo que se viene presentando, por parte de algunos sectores opositores, contra estos camaradas que llevan 80 años luchando por las reivindicaciones, el respeto por los derechos de un pueblo, su justicia social y la inclusión para toda la población venezolana.
Hasta ahora desconocemos el resultado de este recurso, pero lo que hemos visto recientemente con motivo de las protestas de algunos sectores de izquierda a los cuales nos dolió la apresurada deportación del periodista Joaquín Pérez Becerra, es la nueva cacería de brujas contra la izquierda latinoamericana la cual se acusa de ser ahora “los enemigos del actual proceso bolivariano”.
Nosotros consideramos estos señalamientos como irrespetuosos y provocadores; tal vez con el ánimo de dividir y alejar a los sectores más consecuentes con el actual proceso que lidera el presidente Chávez, como son los sectores de la tradicional izquierda continental que practica el internacionalismo en su larga lucha por la liberación de los pueblos del yugo imperialista.
Por ahí está circulando un documento que más bien parece un texto fabricado en los laboratorios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) por su lenguaje anticomunista y rastrero, en el cual hay una alta dosis de odio y de la xenofobia tradicional con que se han fraccionado todos los intentos emancipadores en Latinoamérica.
Lo que llama poderosamente la atención es el sectarismo de las personas que están haciendo circular este adefesio, disfrazados de ultrabolivarianos. Sabemos que lo único que buscan es pescar en río revuelto para apartar del proceso bolivariano a sectores que a ellos les resulta incómodos por su claridad política y su praxis revolucionaria.
Por eso hacemos un respetuoso llamado a todas las fuerzas que se identifican con el proceso bolivariano y que apoyan al presidente Chávez, para no caer en esta nueva trampa puesta por los laboratorios de la ultraderecha tradicional al servicio del imperialismo, que utiliza a unos oscuros personajes para hacer este sucio trabajo que tiende a exacerbar aún más el anticomunismo en los sectores que todavía no están muy definidos ideológicamente.
En ese sentido les pedimos a los camaradas del Partido Comunista de Venezuela (PCV) que hagan un enérgico pronunciamiento contra estos reiterados ataques que tratan de opacar y desconocer el papel protagónico y la histórica lucha que ha librado este colectivo contra la burguesía criolla y el imperialismo estadounidense durante sus ocho décadas de existencia.
Hace dos meses el constituyente Idelfonso Finol introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un recurso de amparo contra el anticomunismo que se viene presentando, por parte de algunos sectores opositores, contra estos camaradas que llevan 80 años luchando por las reivindicaciones, el respeto por los derechos de un pueblo, su justicia social y la inclusión para toda la población venezolana.
Hasta ahora desconocemos el resultado de este recurso, pero lo que hemos visto recientemente con motivo de las protestas de algunos sectores de izquierda a los cuales nos dolió la apresurada deportación del periodista Joaquín Pérez Becerra, es la nueva cacería de brujas contra la izquierda latinoamericana la cual se acusa de ser ahora “los enemigos del actual proceso bolivariano”.
Nosotros consideramos estos señalamientos como irrespetuosos y provocadores; tal vez con el ánimo de dividir y alejar a los sectores más consecuentes con el actual proceso que lidera el presidente Chávez, como son los sectores de la tradicional izquierda continental que practica el internacionalismo en su larga lucha por la liberación de los pueblos del yugo imperialista.
Por ahí está circulando un documento que más bien parece un texto fabricado en los laboratorios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) por su lenguaje anticomunista y rastrero, en el cual hay una alta dosis de odio y de la xenofobia tradicional con que se han fraccionado todos los intentos emancipadores en Latinoamérica.
Lo que llama poderosamente la atención es el sectarismo de las personas que están haciendo circular este adefesio, disfrazados de ultrabolivarianos. Sabemos que lo único que buscan es pescar en río revuelto para apartar del proceso bolivariano a sectores que a ellos les resulta incómodos por su claridad política y su praxis revolucionaria.
Por eso hacemos un respetuoso llamado a todas las fuerzas que se identifican con el proceso bolivariano y que apoyan al presidente Chávez, para no caer en esta nueva trampa puesta por los laboratorios de la ultraderecha tradicional al servicio del imperialismo, que utiliza a unos oscuros personajes para hacer este sucio trabajo que tiende a exacerbar aún más el anticomunismo en los sectores que todavía no están muy definidos ideológicamente.
En ese sentido les pedimos a los camaradas del Partido Comunista de Venezuela (PCV) que hagan un enérgico pronunciamiento contra estos reiterados ataques que tratan de opacar y desconocer el papel protagónico y la histórica lucha que ha librado este colectivo contra la burguesía criolla y el imperialismo estadounidense durante sus ocho décadas de existencia.
Fuente: Diario VEA/Tribuna Popular Digital/PrensaPopularSolidaria
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com