Por: FARRBAU/Faustino Rodríguez Bauza
Por mucho tiempo el respaldo de las monedas de cada país estuvo ubicado en el llamado patrón oro. Lo que significaba, que los gobiernos de cada país, de acuerdo al tamaño de su economía, dedicaba una parte de sus excedentes de entradas a comprar oro en barras, y dejarlos en sus bóvedas, de tal manera que lo que valía ese oro era el respaldo para las monedas emitidas.
No se podía emitir más dinero, monedas, billetes, si no existía el oro correspondiente para respaldar la cantidad de dinero emitido. Esta forma garantizaba las transacciones a lo interior, comercio interior, de cada país, con el extranjero, comercio exterior, y las operaciones de cambio.
Pero el sistema fué deteriorado cuando se tomó una sola moneda, el dólar de los Estados Unidos como unidad monetaria internacional. De tal manera, se depende mundialmente de los Estados Unidos para valorar las monedas todas en relación al dólar. De esta manera, hay intereses particulares de los Estados Unidos como nación, y de sus grupos imperialistas dominantes de su economía, que pasan a influír en la estructura monetaria mundial.
De acuerdo a sus necesidades, en ese país pueden emitir, y de hecho emiten continuamente, más moneda, a fin de resolver los graves problemas de su economía. Moneda nueva que no tiene un respaldo real en oro u otros valores estables per se.
Tal situación coloca a los países en general atados a esa moneda dependiendo de un signo con un valor decreciente y hasta caprichoso, es decir, atado al interés de X grupo gobernante de ese País, a la necesidad de cubrir déficits de su economía, o de necesidades de su gobierno, ante situaciones críticas, lo cual afecta al comercio y a la valoración de bienes propios en general de personas e instituciones de todo tipo en todo el mundo, bienes que tienen un valor real por sí mismos, y en determinadas situaciones se ven afectados por el vaivén de la economía gringa, cuando sus precios de intercambio se llevan a valor monetario.
Pero esto no es obligatorio seguirlo. Para los países que lo quieran hacer, les es posible deshacerse de ese yugo. Lo que importa es tener un respaldo para la moneda respectiva. En el caso de Venezuela sería un País con las condiciones necesarias y suficientes para emitir su propia moneda y mantenerla respaldada.
De hecho, por mucho tiempo, Venezuela tuvo su moneda anclada en el patrón oro, y respaldada además por sus propias reservas de oro en barras, pero con el añadido de tener un respaldo de su oro en minas, como País poseedor de minas de oro y productor de ese metal, además de lo que significa el valor de su producción petrolera, de otros minerales, y su estabilidad económica en general.
El seguidismo pitiyanqui de los socialdemócratas entreguistas liquidó esta situación favorable para nuestro País. Venezuela como País, independientemente, tiene condiciones para emitir su moneda y estabilizarla, basándose en un paquete económico además del oro.
Venezuela muy bien puede cerrar totalmente la producción de oro, pasarla a control directo del Estado, explotarla de acuerdo a un Plan, del cual se puede llevar a barras en respaldo de la moneda una cantidad, y otra comercializarla de acuerdo al interés económico, y al levantamiento de recursos necesarios utilizables para otros fines, pero basada la distribución del oro producido en el respaldo a la moneda como lo principal. Además hay otros metales valiosos que pueden significar también un instrumento complementario como respaldo para blindar la masa monetaria.
El respaldo de nuestra moneda podría estar en una cesta de oro, otros minerales en reserva, y del respaldo que le da su petróleo. Se puede lograr una estabilidad permanente. Otra forma, puede hacerse con otros países en un acuerdo para el comercio internacional, en base a compensación en el intercambio contra un valor establecido por cada transacción internacional, o conjunto de transacciones, ejecutados en pagos y cobros en las respectivas monedas nacionales. Eso puede significar una especie de grupo o cesta de monedas de Países clientes con los que se intercambie, mediante acuerdo común, y que para Venezuela será un complemento al oro, y valores de otros metales y control de la producción de los mismos en función del respaldo a la moneda. En todo caso la valoración básica principal de esa manera se mantendrá en la unidad monetaria venezolana, con un bolívar oro.
Lo cierto es que, entre los componentes de la entrega a los capitalistas y a los países extranjeros que usan los partidos del capitalismo, disfrácense de "cristianos", "demócratas", "socialistas derechistas" y otros, está el de la desnacionalización de la moneda y la dependencia de las grandes, o, la más grande potencia imperialista.
Factor éste que debe ser eliminado para garantizar la liberación nacional de Venezuela, como también de los países hasta ahora dominados por el imperialismo.
Que en cuanto a Sistema Monetario significará que en vez de no tener valor estable ni real, porque las emisiones monetarias continuas y sin respaldo por parte de los Estados Unidos le liquidan valor real a las monedas que dependen del dólar, significará que con una cesta de valoración propia las monedas de los países que lo hagan tendrán un valor real.
Como igualmente de aquéllos países que combinen sus sistemas monetarios que sean libres respecto al dólar y dependan de sistemas conjuntos verdaderamente respaldados o valorizados, en nuestro caso aprovechando la condición de ser productores de oro, hierro, otros metales, petróleo y uso de ganancias de intercambio.
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda