La Casa Real Española y el Gobierno, cómplices de la dictadura saudí.Hay muy pocos países donde ocurren violaciones tan graves a los derechos humanos y que sean tratados con tanta benevolencia por los medios de comunicación españoles, por la Casa Real y por nuestro gobierno, que anteponen las relaciones económicas y negocios a los derechos humanos. |
LOS NEGOCIOS POR ENCIMA DE LOS DERECHOS HUMANOS
FRAN J. PÉREZ ESTEBAN. Responsable de Extensión Internacional de Izquierda UnidaEn Arabia Saudita, la monarquía feudal, absolutista, fanática y criminal gobierna a su país y a su pueblo como una propiedad privada y con puño de hierro.
Que Arabia Saudita es una de las dictaduras más terribles del mundo, es algo que no discute nadie. Que además es uno de los países que financian el terrorismo internacional, y en concreto el yihadista, algo que todos los especialistas afirman sin ninguna duda.
Que las relaciones de la Casa Real española con la monarquía absoluta que dicta y manda en ese país son privilegiadas, y que las reales familias se tratan fraternalmente, es un hecho desde hace décadas.
Y que el gobierno y la Casa Real española viajan frecuentemente a ese país del golfo para hacer suculentos negocios de venta de armas y de otros asuntos nunca muy transparentes, algo suficientemente conocido por la opinión pública.
Si se toman estos hechos por separado, nada pasa. Pero si alguien en este país (España) se atreve a analizarlos y a relacionarlos, para sacar las pertinentes conclusiones y exigir coherencia, transparencia y ética, entonces la maquinaria del Estado saca la propaganda de guerra que o bien ignora esas críticas o las desacredita sin entrar al fondo de los hechos denunciados. La censura informativa que ha protegido a la Casa Real española desde la transición (por un pacto de las élites con los medios informativos), que impedía a los periodistas informar sobre cualquier aspecto crítico o negativo de la Casa Real española, se extendió para proteger también los acuerdos económicos, negocios públicos y privados que la Casa Real y los gobiernos (del PSOE y del PP) firmaban con estas dictaduras criminales.