Por: Javier Parra
En aquella conferencia, la llamada “izquierda de Zimmerwald” con Lenin al frente mostró su posición frente a la guerra, indicando que esta era una forma de favorecer al imperialismo y apostando por la Revolución frente a la guerra. Aquella Conferencia fue el germen de la Revolución de Octubre, de los Partidos Comunistas y la Tercera Internacional
Hoy, a principios de 2016, y a un año de conmemorar el centenario de la Revolución de 1917, el mundo está nuevamente inmerso en la guerra, y en medio de una ofensiva internacional del imperialismo que se está cobrando la vida de millones de personas, y obligando a decenas y decenas de millones a huir de sus países, con un peligroso auge del fascismo y la xenofobia, y con una izquierda que vuelve a dividirse entre la que se alinea con el imperialismo y sus gobiernos y la que se alinea con la clase trabajadora mundial y los gobiernos populares.
En este contexto se plantea cada vez con más urgencia el debate sobre el papel de los revolucionarios del mundo en general y de los Partidos Comunistas en particular, también en nuestro país.
España vive en estos momentos, tras casi nueve años de una de las mayores crisis del capitalismo, un retroceso imparable de derechos y libertades, y una ofensiva total contra las organizaciones de clase.
Nos toca a las y los comunistas españoles hacer una reflexión profunda sobre las razones por las que ante la mayor crisis capitalista de las últimas décadas no hemos sido capaces de incidir decisivamente en ella poniendo a la ofensiva a la clase trabajadora y a las clases populares.