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Desde marzo no hemos escrito sobre este tema porque, aunque se ha
hecho cada vez más evidente que no hay ni hubo nunca la supuesta «guerra
económica», creímos correcto no echarle leña a las fogatas guarimberas
que por meses pretendieron chamuscar al legítimo gobierno nacional.</
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Por: Fernando Arribas García
Volvemos sobre el tema de nuestro último artículo del año pasado (TP
N° 230), que provocó numerosas reacciones, favorables la mayoría, de
crítica algunas, y de censura con la boca espumante unas pocas. Estas
últimas, desde posiciones supuestamente puristas que parecen deberse más
a la ignorancia del marxismo que a su legítima defensa, nos han acusado
de exponer concepciones económicas «neoclásicas», «neoliberales»,
«keynesianas» y/o «monetaristas».