Prepararnos, organizarnos para dirigir nuestro país y fortalecer el poder de la clase trabajadora contra los patrones explotadores del Paraguay y del mundo, es la consigna para orientar nuestra práctica diaria, con estudio, disciplina, alegría, honestidad y compromiso. |
Los seis dirigentes campesinos presos hace ya casi 11 años, los presos de Curuguaty, el profesor Pedro Espinoza y su compañera Dora Meza, también presos políticos, son muestras de la persecución a quienes se organizan por la vida, el pan y la paz.
Reconocemos, saludamos y abrazamos a cada trabajadora, a cada trabajador del Paraguay y del mundo entero en este 1 de mayo, día que hemos conquistado luchando.
Reconocemos, saludamos y abrazamos a cada trabajadora, a cada trabajador del Paraguay y del mundo entero en este 1 de mayo, día que hemos conquistado luchando.
Como pueblo trabajador que vive y produce en el Paraguay, nos hermanamos con los pueblos del mundo para sentir como legado vivo, el coraje y el compromiso de los mártires de Chicago, que un día como hoy del año 1886, fueron protagonistas de una gran huelga obrera reivindicando las 8 horas laborales, dignidad y justicia.
La narcopolítica y la politiquería dominan los tres Poderes del Estado paraguayo, que más bien es un Estado al servicio de saqueadores que se enriquecen con nuestro trabajo y entregan nuestras riquezas a empresas extranjeras, que persiguen y reprimen a las y los patriotas que nos organizamos para derrotar su proyecto de muerte, hambre y guerra. A los narcopolíticos y politiqueros les decimos: ¡Que se vayan todos!
Una sociedad en la que existe una clase explotadora y otra clase explotada nunca será justa. La clase explotadora despojó y se apropió de las tierras, de las herramientas y medios de producción a sangre y fuego. Así la clase trabajadora fue y es sometida y explotada para sobrevivir.
La clase explotadora del agronegocio, la narcopolítica y las multinacionales, en nuestro país y en el mundo, es una minoría que se mantiene en el poder utilizando la violencia. Mentiras, chantajes, despidos, cárcel y muerte se conjugan para mantener este sistema desigual, injusto y criminal. Los seis dirigentes campesinos presos hace ya casi 11 años, los presos de Curuguaty, el profesor Pedro Espinoza y su compañera Dora Meza, también presos políticos, son muestras de la persecución a quienes se organizan por la vida, el pan y la paz.
El reajuste salarial, la libertad sindical, la seguridad social, los derechos por maternidad, el contrato colectivo y la jubilación digna son derechos que no se cumplen. Necesitamos hacer valer la poderosa fuerza de la clase trabajadora, demostrar el poder de la mayoría cuando actúa unida y organizada por los intereses del pueblo.
La unidad es una gran tarea que requiere de fuertes cimientos. El trabajo de base en las empresas, en las fábricas, en los barrios, en los pequeños comercios, en las chacras, en la calle, es la prioridad. La autoorganización de las y los trabajadores, la educación política que funciona con el ejemplo de la práctica cotidiana, configuran el camino hacia la liberación. Este es el trayecto para fortalecer nuestras organizaciones sociales y políticas.
Prepararnos, organizarnos para dirigir nuestro país y fortalecer el poder de la clase trabajadora contra los patrones explotadores del Paraguay y del mundo, es la consigna para orientar nuestra práctica diaria, con estudio, disciplina, alegría, honestidad y compromiso.
Hagamos valer nuestra fuerza mayoritaria, convencidas y convencidos de que un mundo sin trabajadoras y trabajadores es imposible, sin embargo, un mundo sin explotadores capitalistas es necesario.
¡Que se vayan todos los narcopolíticos y politiqueros!
¡Toda la confianza en nuestra clase. Ninguna confianza en los explotadores!
¡Libertad a las presas y presos políticos!
¡Luchando, forjando, Poder Popular!
¡Por un Gobierno Democrático, Agrario y Antiimperialista!
Partido Comunista Paraguayo, 1 de mayo de 2017
Fuente: PCP/Solidnet/PrensaPopularSolidaria
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