Ayer, día del “defensor de la patria”, era sin duda un momento propicio para que el todopoderoso y omnipotente “VVP” (Vladímir Vladímirovich Putin) se diese un baño de multitudes, que mostrase al mundo que sigue siendo el líder querido por el pueblo, envuelto ahora en una nueva aureola de salvapatrias ante los peligros externos y demás mandangas naranjas. Sin duda el espectáculo salió a pedir de boca y el gobierno consiguió la foto que buscaba: el estadio olímpico de Moscú lleno a rebosar de entusiastas putinistas, a diez días de las elecciones.
Una noticia de la que enseguida se hicieron eco varios medios internacionales, incluidos los “bolivarianos” como Telesur, La radio del Sur, VTV… Parece que también creen ver en Putin ese líder “antiimperialista”, que va a poner a los gringos en su sitio. En fin…
Sería ridículo afirmar que toda esa gente que acudió ayer al estadio “Luzhnikí” fueron allí obligados, amenazados. Desde luego es indudable que Putin sigue contando con un más que considerable apoyo popular (de algo tendría que servir ocupar el 70% del espacio informativo durante 12 años) y sin embargo…tampoco puede nadie negar que muchos de los que ayer acudieron al espectáculo, fueron movidos por otros estímulos más atrayentes que un discurso político.
La presencia de no moscovitas, era más que notoria. En los aledaños del estadio podían verse filas interminables de autobuses con matrículas de otras ciudades. Como recogen hoy diversos medios y los testimonios de blogueros, el que la marcha por el malecón “Frunzenskaya” empezase antes de lo previsto, provocó que a los que llegaron tarde, la policía los encaminase directamente a Luzhnikí. Eso provocó que muchos manifestantes decidieran que ya habían cumplido y se dispersaran en dirección al metro, ante los intentos de los “pastores” de devolverlos al “rebaño”. “Rossiiskaya Gazeta” habla de un tren especial, llegado desde la zona de los Urales, con 17 vagones.
Cientos de autobuses, decenas de miles de personas llegadas de Tula, Cherepovets, de los Urales y hasta de Kenia :))…andaban perdidos por la zona de Frunzenskaya sin tener nada claro dónde dirigirse. Gente traída de institutos, instituciones públicas y fábricas.
Después de todo, qué puede haber de malo. Pasas el día en Moscú, te pagan el viaje, la comida e incluso te dan algo de efectivo para tus gastos en la excursión por la capital. Luego conoces el estadio olímpico, ves a Putin en persona y por si fuera poco te amenizan la espera con varias actuaciones musicales en directo de grupos conocidos (Mijáilov, A-studio, Leps, Trofim, LIUBE…) ¡Qué diablos!, no todos los días le ofrecen a uno hacer de figurante.
Sobre el contenido del discurso de Putin prefiero no opinar. Creo que Valeri Rashkin (dirigente del PCFR) lo resume bien: “El primer ministro pregunta a la gente que si aman a su país. Claro que lo aman. ¿Acaso el resto de ciudadanos, los que respaldan a la oposición, no lo aman? ¿Qué sentido tiene propagar toda esa demagogia e inventar sabe dios qué “batallas por Rusia”? Todas esas eternas referencias a esas fuerzas extrañas que quieren acabar con Rusia, ya ni siquiera tienen gracia”.
Fuente: CCCP_Blog de Josafat Comín/PrensPopularSolidaria (PrenPopSol_PPS)
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