Mientras que el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones gana terreno a nivel internacional, los intentos de Israel por deslegitimarlo recuerdan al maccarthismo de los años cincuenta en EEUU.
Hace algunos días, el pasado 3 de Junio, el primer ministro israelí,
Benyamin Netanyahu, y miembros de su gobierno atacaron al movimiento
internacional del BDS.
El primer ministro utilizó elementos del lenguaje normalmente reservados a Hamas o Irán para referirse al movimiento BDS como una “amenaza estratégica” para Israel.
El primer ministro utilizó elementos del lenguaje normalmente reservados a Hamas o Irán para referirse al movimiento BDS como una “amenaza estratégica” para Israel.