La inesperada muerte de Iosif Vissarionovici Stalin, así se escribe su nombren la lengua rumana, provocó un enorme dolor entre los pueblos socialistas y, especialmente, sus trabajadores. Al fin y al cabo, bajo la batuta de Stalin y su equipo cercano la clase obrera soviética y mundial habia alcanzado sus cuotas más elevadas de democracia y de participación en el poder de toda la historia de sus luchas, y había derrotado los intentos del capitalismo --- desarrollados a travès de su peor excrecencia, el fascismo---, por destruir mediante la Segunda Guerra Mundial los avances logrados por la Clase Obrera hasta ese momento y sepultar sus esperanzas de alcanzar mayores avances.
Todos los diarios y revistas rumanas homenajearon al lider de la clase obrera mundial, incluso las dedicadas a los pioneros, como la rumana "Pogonoci", que el día 10 de marzo de 1953 publicó un artículo tomado de "Pravda" en el que los futuros dirigentes y constructores de Rumanía se despedían de Stalin (tenemos que tener en cuenta para comprender el afecto de los niños rumanos hacia el Socialismo que apenas diez años antes de la proclamación de la R.P.R. el 90% de los niños eran pobres y analfabetos):Scanteia, 6 de marzo de 1953 |
„Nuestros corazones de niños se han roto : Stalin ya no está. Pero, !Stalin vive! !Él vive en todos los grandes hechos de nuestro pueblo!". Igualmente, los niños de la Stalingrado rumana, la actual Brasov, que hasta los años 60 se llamó Ciudad Stalin, escribieron "!No te olvidaremos nunca querido padre, nuestro querido amigo, camarada Stalin!"
Las grandes personalidades de la cultura rumana, Mihai Sadoveanu, presidente de la República Popular, G. Calinescu, e incluso la patriarquía ortodoxa, lamentaban publicamente la perdida del gran amigo de la clase trabajadora rumana. Para los rumanos, no obstante, había muerto, como afirmaba Gheorghiu-Dej, Secretario General del Partido de los Trabajadores, "su libertador", pues estaba vivo en la memoria todavia como apenas hacia 8 años las tropas del Ejército Rojo y los patriotas rumanos que luchaban a su lado habían echado a los nazis y fascistas, locales e invasores, de Rumania.
El dia 9 de marzo tuvo lugar en Bucarest una gran manifestación de homenaje al líder comunista en la llamada entonces Plaza Stalin (la actual Plaza Charles de Gaulle), ante la estatua que más tarde los revisionistas retirarían (ya en los años 60), y donde se reunirian más de 100.000 bucarestinos, cifra señalada teniendo en cuenta que la ciudad contaba entonces con apenas 700.000 (cifra que se multiplicaria por la llegada de trabajadores de todo el pais a la capital).
Ese mismo día, a las 11 de la mañana, durante 3 minutos dejaron su trabajo todas las fábricas e instituciones del país, sonando al mismo tiempo todas las sirenas de talleres. En Bucarest y en Ciudad Stalin (Brasov) fueron lanzadas 24 salvas de artillería y los pioneros no fueron a la escuela.
Miles de rumanos trabajadores hicieron luto aquel 6 de marzo, cuando se supo la noticia de la muerte de Stalin, portando banderines en el brazo o banderas sovieticas en los balcones. Los mineros de Petrila hicieron guardia toda la noche, con las lámparas encencidas, a un retrato del líder de la clase obrera mundial.
Honrando la memoria del gran Stalin: Imagenes de la Plaza Stalin de Bucarest, 9 de marzo de 1953 |
Tambien queda para la historia el testimonio de la, en aquel momento, adolescente Lilly Marcou, su padre le contó la noticia con mucho tacto: "Hija mía, tienes que ser valiente. Tengo una noticia horrible para ti...Stalin ha muerto". Loven, cuenta, no pudo evitar lanzarse a los brazos de su padre envuelta en lágrimas
De los informes del partido de los trabajadores de rumania (PMR) sabemos que en el mitin de la plaza Stalin del 9 de marzo estuvieron presentes al menos 350.000 personas, en Cluj más de 95.000, en Timisoara, 90.000, en Resita, 35.000, en la provincia de Deta, 17.000, etc. En total, "en todo el país, durante los días 6, 7, 8 y 9 de marzo hubo 22.800 concentraciones y 300 mítines de duelo, con una participación total de unos 7.000.000 de ciudadanos", concluyendo que, "una semejante e impresionante participación, muestra de disciplina obrera, no había sido vista nunca antes".
Trabajadores de la fábrica 23 de Agosto de Bucarest el dia 6 de marzo de 1953 |
En las palabras anteriores se expresa el punto de inflexión que iba a tener lugar en la experiencia revolucionaria de los trabajadores soviéticos y de gran parte del mundo tras la muerte de Stalin y el golpe revisionista dirigido por Kruchev, Brevnev y su banda revisionista; con ellos se iniciaria la lenta, pero continua, separación de las masas y el Partido y, en consecuencia, el progresivo camino hacia la reinstauración de la barbarie capitalista (que se establecería también en Rumania completamente con la llegada de Nicolae Ceausescu al poder en 1965) y con ella, de las penurias y sufrimientos tradicionales de la clase trabajadora frente a sus explotadores, cuyas consecuencias en Rumania se envidencian hoy: pobreza generalizada (salarios medios de apenas 300 euros al mes, con un 60% de los trabajadores ganando menos de 200), emigración masiva (más de 3 millones de rumanos huidos del pais tras la destrucción de más de 4 millones de puestos de trabajo desde el golpe de estado de 1989), derechos sociales y laborales recortados brutalmente, analfabetismo, imposibilidad cada vez mayor de asistencia médica, presencia militar extranjera en el país, control de la riqueza por un 1% de la población, y la extensión, característica propia del neoliberalismo, de la generalización de la corrupción como consecuencia de la "privatización" del propio estado, y tantas otras que, poco a poco, también empiezan a sufrir con más gravedad los trabajadores occidentales.
Fuente: Un Vallekano en Rumania/PrensaPopularSolidaria
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