LA PEOR DE LAS DIVISIONES

Por: Jerónimo Carrera

En situaciones como la que estamos viviendo en Venezuela, desde hace ya algunos años, y esto lo vengo repitiendo en esta columna de manera incansable, el silencio nos hace cómplices del enemigo y bien se sabe que ese enemigo es el imperialismo yanqui, que ha venido haciendo de tal durante todo un siglo. Pero además he señalado el hecho concreto de encontrarnos los venezolanos en una situación de guerra, así sea un tipo de guerra muy diferente de las tradicionales y a la cual bien puede corresponderle una nueva denominación.

Para lograr su objetivo de volver a ponernos encima su infame bota de amos, esos yanquis han utilizado tácticas aparentemente de las más novedosas, pero que en realidad corresponden al concepto de los griegos antiguos del caballo de Troya. En efecto ellos nos han estado invadiendo con sus agentes desde hace mucho tiempo, y todo indica que lo han logrado con gran efectividad.

Ese caballo de Troya nos ha traído toda clase de diferenciaciones entre nosotros, además de la división en clases sociales inherente al sistema de propiedad privada. En el plano religioso han venido para acá, a un país como el nuestro que era mera y nominalmente de un pueblo católico, un montón de sectas y credos de todas partes del mundo. Lo peor, nos pretenden clasificar según la procedencia de nuestros antepasados, en afro-descendientes, italo-descendientes, etc., y pare usted de contar. Pues el venezolano es un pueblo de orígenes múltiples y siempre ha estado presto a su fusión.

No deberíamos olvidar lo que Simón Bolívar dijo al respecto, en ese incomparable documento que es la Carta de Jamaica, al señalar que somos un nuevo género humano. Al parecer esto no se toma en cuenta ahora, cuando más nos proclamamos bolivarianos. Quizás sí lo somos, pero como lo dice nuestro pueblo, que muchos de la boca para fuera…

Lo que los yanquis nos han hecho, al irnos dividiendo por motivos tales, es exactamente lo que en lo interno de su país hizo desde ya mucho tiempo la minoría blanca “pura”, denominada “wasp”, de la costa atlántica norte, lo que le ha permitido controlar a todo Estados Unidos, incluso ahora, cuando se han visto en la necesidad de utilizar en la Casa Blanca a este negro Barack Obama, un negro domesticado.

Sin embargo, toda esta forma de división interna de un país luce insignificante si se le compara con esta nueva categoría, como es la de dividirlo en dos irreconciliables grandes bloques políticos que lo lleven a una guerra interna.

Deberíamos todos los venezolanos tomar en consideración que así llegó España a su trágica guerra civil de 1936, llevada por la mano del fascismo germano-italiano. Y acá en nuestro continente tenemos las dolorosas lecciones de lo ocurrido en Guatemala, El Salvador, y tantos otros casos donde los yanquis han atizado guerras. Como lo hacen ahora mismo en Colombia, bloqueando los intentos que se han hecho para negociar un arreglo de ese conflicto.

No permitamos los venezolanos que acá en nuestro país se repita una tragedia como la de nuestros hermanos colombianos. De ninguna manera nos conviene que desde el exterior nos “ayuden” los yanquis a resolver nuestras inevitables diferencias internas, que deberán ser resueltas por nosotros mismos.

Los comunistas venezolanos, que no alardeamos de bolivarianos y sí hemos sumado desde hace muchos años al marxismo-leninismo todo el legado revolucionario del pensamiento bolivariano, no vamos a cansarnos de denunciar los planes guerreristas de Washington para nuestro país. Por eso también decimos que está visto históricamente que la interna es la peor de las divisiones.

Fuente: PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda

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