Por: Wilf Dixon
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética luchaba por su existencia en una lucha a muerte contra el fascismo alemán, los trotskistas animaban a los trabajadores de Gran Bretaña a declararse en huelga, minando así el esfuerzo de guerra en ese momento de la historia en que el único beneficiario era el fascismo. Minando el esfuerzo de guerra de Gran Bretaña después de que la Unión Soviética se hubiera enzarzado en una lucha a vida o muerte contra el fascismo, estos trotskistas se convirtieron en instrumentos del fascismo en la lucha contra la Unión Soviética.
El papel del pseudo-radicalismo trotskista durante la guerra arroja alguna luz sobre el papel que había jugado antes de la guerra. Sólo cuando entendemos este hecho podemos apreciar plenamente la contribución realizada por W. Dixon. Continuará la controversia sobre si los representantes del trotskismo mantuvieron transacciones directas con los servicios de inteligencia del Eje a espaldas de sus miembros.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética luchaba por su existencia en una lucha a muerte contra el fascismo alemán, los trotskistas animaban a los trabajadores de Gran Bretaña a declararse en huelga, minando así el esfuerzo de guerra en ese momento de la historia en que el único beneficiario era el fascismo. Minando el esfuerzo de guerra de Gran Bretaña después de que la Unión Soviética se hubiera enzarzado en una lucha a vida o muerte contra el fascismo, estos trotskistas se convirtieron en instrumentos del fascismo en la lucha contra la Unión Soviética.
El papel del pseudo-radicalismo trotskista durante la guerra arroja alguna luz sobre el papel que había jugado antes de la guerra. Sólo cuando entendemos este hecho podemos apreciar plenamente la contribución realizada por W. Dixon. Continuará la controversia sobre si los representantes del trotskismo mantuvieron transacciones directas con los servicios de inteligencia del Eje a espaldas de sus miembros.
Sin embargo, lo que no puede negarse es que el trotskismo, debido a su radicalismo de extrema izquierda, se convirtió en un movimiento, objetivamente hablando, al servicio de las clases reaccionarias y de sus mercenarios fascistas en la lucha contra el socialismo.
La contribución de Dixon es un oportuno recordatorio de los peligros del radicalismo pseudo-izquierdista en el movimiento obrero actual.
Fuente: Envíos a Nuestro Correo/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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