Editorial TP 240: ¿Sacudón sin golpe de timón? |
Ese 15 de julio anunció que sí se hará la “revisión completa, profunda, detallada”, pero prolongó dicho plazo hasta el 15 de agosto, para hacer reuniones programadas con cada ministro.
Previamente, el 7 de julio, el PCV públicamente –que desde hace años es casi la única manera para hacer llegar sus propuestas– le planteó al presidente Maduro que se prolongara el plazo inicial anunciado, por cuanto la magnitud y profundidad de los problemas en la estructura y funcionamiento del Gobierno ameritan un análisis que no podría hacerse seriamente en tan corto tiempo. Y difícilmente podrá lograrse para el 15 de agosto.
Pero, además, el PCV le expresó la necesidad de ampliar sensiblemente el abanico de instancias y factores con los cuales discutir este tema, por cuanto las y los ministros manejan una parte de la información –con su particular perspectiva interesada en mantener su cargo–.
Pero más allá de estos funcionarios están las y los trabajadores de estas instituciones, que saben mucho mejor de los errores y las deficiencias que se vienen arrastrando desde hace años; y las organizaciones políticas y sociales revolucionarias, que defienden el proceso en la calle, también deben poder participar.
Mucho se habla –comúnmente de la boca para afuera– de “el legado del presidente Chávez” y del “golpe de timón” que planteó el 7 de octubre de 2012.
En estos días, en los que se llevan a cabo muchas actividades conmemorando los 60 años de su nacimiento, sería bueno que muchas y muchos –sobre todo quienes tienen las mayores responsabilidades– relean ese discurso de quien dicen que es su padre:
“Por allá alguien le quería poner a una avenida “socialista”, panadería socialista, Miraflores socialista. Eso es sospechoso, porque uno puede pensar que con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo.
(…) no debemos perder de vista, compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar.
(…) Necesitamos un nivel de interacción, de comunicación, de coordinación, de cruzamiento o cruce de planes, de diagnósticos, de problemas, de acción conjunta. (…) sin integración en la visión, en el trabajo, en todo esto, difícilmente lo lograríamos.
(…) Veo algunos programas de nuestro canal, el canal de todos los venezolanos (…) ¿Por qué no hacer programas con los trabajadores? Donde salga la autocrítica, no le tengamos miedo a la crítica, ni a la autocrítica. Eso nos alimenta, nos hace falta.
(…) Lo que nos falta es más voluntad y, a lo mejor, seguramente, más capacidad. Atrevámonos, hagámoslo. Es necesario.”
Y, si quieren seguir revisando materiales, pueden releer las palabras de Chávez en Consejo de Ministros, el 5 de noviembre de 2012:
“Les prometo un sacudón, un sacudón producto de las inspecciones (…), esto va a ser un proceso dialéctico de aprendizaje, para buscar causas de las fallas, de muchas fallas que hay.
(…) hay mucho contrarrevolucionario enquistado que no sólo no hace nada para arreglar los problemas sino que más bien él es parte del problema, el contrarrevolucionario o el corrupto o el que no atiende a los trabajadores, bueno y ¿por qué se va a dañar una máquina y no la van a arreglar? Y si se va a inaugurar una fábrica ¿cómo es que nadie pensó en la materia prima?
(…) Entonces un elemento fundamental en este esfuerzo de aprendizaje, en este sacudón por dentro es darle poder a los trabajadores, que puedan, que eso no quede en manos de un gerente que vive en Caracas (…)”
Fuente: Tribuna Popular-PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
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