El orgullo de ser comunista
Ser COMUNISTA es la asunción de una posición de clase firme cuya meta es luchar por acabar con el sistema de explotación del hombre por el hombre (capitalismo) e instaurar la sociedad justa y equilibrada (Comunismo Científico) donde, no exista ni opresores ni oprimidos, ni ricos ni pobres; donde el fruto del trabajo social y colectivo satisfagan las principales necesidades materiales y espirituales, y, donde el soñar, crear y amar sea la gran realización del genero humano.
Ser COMUNISTA es la convicción de la rebeldía consciente y con conocimiento contra este sistema de cosas injustas (capitalismo) que favorece a una minoría y, somete a la miseria y dolor a la inmensa mayoría del pueblo trabajador, mutilándole el principio de la creatividad y productividad del ser humano para su propia emancipación.
Quienes asumimos el comunismo como ideología y como teoría de la revolución social estamos convencidos de la inevitabilidad de la sustitución del capitalismo, sistema basado en la explotación y la opresión del trabajador, por otro donde desaparezcan ambas para dar paso a otro nuevo, sin explotados ni explotadores, basado en la justicia social, la igualdad, la solidaridad, la plena libertad: el socialismo.
Los comunistas obramos en la teoría y práctica de acuerdo con los objetivos que perseguimos. El que de palabra es comunista pero actúa como un canalla no es comunista.
Los comunistas no toleramos la explotación ni la injusticia.
Los comunistas odiamos toda clase de opresión y explotación. Odiamos a los opresores y explotadores.
Los comunistas somos marxistas, porque analizamos la sociedad y sus contradicciones bajo las ideas de Marx, no por fanatismo religioso, sino porque encontramos en ellas la posibilidad de entender como cambiarla, identificando a nuestros aliados entre los desposeídos, privados de libertad y explotados, y reconociendo a nuestros adversarios en quienes usufructúan del trabajo de otros y destruyen el medio ambiente, por el afán de lucro que les permite el derecho a la propiedad, los medios de producción y los recursos naturales.
Los comunistas nos organizamos para cambiar la realidad en base a principios como la disciplina consiente, la unidad de acción, la critica y autocrítica, y el centralismo democrático, de manera de conjugar la libertad de opinión en la discusión para la construcción colectiva, con la efectividad en la acción de una dirección única y solida como el acero.