Sahra Wagenknecht es miembro del consejo de los directores en Die Linke y diputada del Parlamento Europeo.
Es miembro del Kommunistische Plattform (Plataforma Comunista) de La Izquierda
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Rafael Poch (La Vanguardia)/La Republica.es
El peor enemigo histórico de la socialdemocracia alemana no ha sido la derecha, sino la izquierda. En los años veinte del siglo pasado fueron los comunistas, cuya revolución alemana de 1918 fue aplastada, entre otros, por los socialdemócratas. Antes, unos y otros se habían dividido en su actitud hacia la Primera Guerra Mundial; los socialdemócratas la apoyaron y los comunistas no.
Ha llovido mucho desde entonces, pero algo de eso permanece. Hoy, el partido a la izquierda del SPD, Die Linke, es el enemigo principal. Por estar contra la guerra de Afganistán, contra la OTAN y contra el modelo neoliberal de Unión Europea, queda fuera de lo que en Alemania se considera la respetabilidad política. Lo recordó el domingo por la noche el veterano socialdemócrata Egon Bahr, un colaborador de Willy Brandt y una de las cabezas mas finas del SPD.
En una tertulia televisada, Bahr, de 87 años de edad, dijo que en Alemania no hay cinco partidos, sino cuatro. El quinto es Die Linke, no existe porque está fuera de la corrección. "Hasta que no regrese al consenso general, no podrá ser integrado", dijo. La opinión de Bahr refleja el viejo prejuicio histórico en su estado actual
Cada vez es más difícil expulsar a Die Linke del terreno de juego, simplemente porque vaya algo más allá de la conservadora política alemana, tradicionalmente secuestrada por la "razón de Estado", que históricamente ha ahogado todo impulso transformador en este país. La situación es tanto más absurda cuando, en las próximas semanas, Die Linke podría entrar en el gobierno en tres regiones alemanas; Sarre, Turingia y Brandenburgo, y cuando Die Linke ha sido el tercer gran vencedor de las elecciones generales del domingo, por detrás de Merkel, que ha logrado su segundo mandato de gobierno y los liberales del FDP, que han registrado un sensacional avance de casi 5 puntos y regresan al gobierno federal después de once años.
Die Linke ha subido más de tres puntos respecto a las anteriores elecciones, pasando de, 8,7% a 11,9%, y de 53 a76 diputados en el Bundestag. Además, en el Sarre tienen el 21,6%, en Turingia el 27% y en Brandenburo el 27,2%.
El SPD no puede ningunear a un partido, aunque tenga por referente histórico a Rosa Luxemburgo, la revolucionaria asesinada con complicidad socialdemócrata. Que el antiguo candidato a la cancillería y ministro del SPD, Oskar Lafontaine, sea el líder de un fenómeno que le roba votos, es muy irritante para el SPD, pero en el día de hoy, no se puede ignorar y considerar como una broma, a un partido que es segunda y tercera fuerza en varias regiones, incluida la capital, Berlín, donde ha empatado con el SPD como segunda fuerza (22,2%), registrando un 7,2% en el distrito en el que es menos popular y un 41,2% en el más alto.
En Berlín Die Linke ya gobierna y que lo haga en regiones como Turingia, Sarre y Brandenburgo en las próximas semanas depende, sobre todo, de la voluntad del SPD. En Brandenburgo, el SPD puede optar entre gobernar con Die Linke, su pariente ideológico, o con la CDU.
La reunificación de Alemania cambió muchas cosas y la crisis cambia muchas otras. El SPD puede gobernar o no con Die Linke, pero no puede hacer ver que no existe, como sugirió Egon Bahr.
Fuente:La Vanguardia/ LaRepública.es/ Edición de PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/ Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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