Jesús nace en la Palestina histórica, que con el tiempo toma la denominación de Tierra Santa. De esa forma es conocida por los historiadores de su época y por los textos que hacen mención de esta tierra con más de 10.000 años de historia conocida, donde consta la ciudad Estado más antigua del mundo: Jericó, Estado Palestino.
Con esos antecedentes resulta desafortunada la publicación del sábado 19 del diario que dirige, en donde en primer término se mencionan fronteras no reconocidas por el Derecho Internacional, como también una denominación “Cisjordania” que no comprende todo el territorio de la nación y Estado de Palestina, reconocida por más de 130 países (entre ellos Chile desde enero de 2011), más del doble de los Estados que reconocen al ocupante.
Hoy las fronteras de Palestina y la entidad ocupante se encuentran establecidas por la resolución de partición de la AG de la ONU 181 de 29.11.1947, a la cual incluso concurrió la entidad ocupante con su voto favorable siendo, a nuestro entender, la única norma vigente a la fecha, por cuanto los territorios ocupados por la fuerza no pueden ser anexados por el victorioso, concepto que reafirma la resolución 332 del Consejo de Seguridad de la ONU del año 1967.
Creer lo contrario es reconocer acuerdos que la entidad ocupante ha desconocido de forma sistemática desde su suscripción. Quien no cumple con su obligación no puede esperar que la comunidad internacional le dé valor a lo firmado. En consecuencia, la norma señalada es la vigente y sobre la cual se debe trabajar para una paz justa y duradera en el lugar donde nació Jesucristo.
Fuente: Palestina Libre/PrensaPopularSolidaria
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