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Por Bolívar, Petión y Chávez ayudemos a Haití
Por: Angela Bolívar
En marzo del 2007, nuestro Comandante: Presidente Hugo Chávez, estuvo de visita en Haití, allí fue recibido y aclamado por ser lo que es: “un líder sembrador de esperanzas para los pueblo oprimidos”. En los días que el presidente estuvo en Haití, recuerdo haber visto por VTV muchas manos de compañeros haitianos queriéndole tocar y abrazar, nunca me imaginé que hoy, después de un año, yo también iba poder abrazar no al Comandante, pero sí a algunos de esos compañeros haitianos en los que nuestro comandante sembró la esperanza.
Sinceramente no consigo palabras como expresarles lo que quiero decir a través de este medio, la emotividad me nubla la mente; quisiera decirles que ojalá todos tuviéramos la oportunidad de escuchar a los compañeros, escuchar sus historias de sufrimiento, de saqueo sistemático, de resistencia; pero también de esperanzas.
Algunos de estos compañeros nos recordaron con humildad que la revolución bolivariana nació en Haití cuando Pétion ofreció toda la ayuda a Bolívar; esa reflexión fue contundente para mí y siento mucha vergüenza de no haber hecho algo por aliviar el sufrimiento de este pueblo hermano.Estoy convencida de que, con el pueblo Haitiano más que con ningún otro, tenemos un compromiso moral y ético muy grande, especialmente por ser la primera referencia que inspiró confianza y respeto para el resto de América, al convertirse en el primer país del Caribe y de América del Sur en alcanzar su absoluta independencia el 1º de Enero de 1804.
El Centro de documentación e información sobre Haití: Pétion – Bolívar, (1981), citado por Núñez (2007), señala que "la influencia ideológica y social de Haití sobre Bolívar fue fundamental para su decisión irrevocable de luchar por la abolición de la esclavitud y la servidumbre en las colonias hispanoamericanas"; también señala que “entre 1815 y 1816, Pétion ofreció a Bolívar la ayuda considerable de varios miles de fusiles, miles de libras de pólvora, otras tantas de plomo, una imprenta, decenas de oficiales haitianos y cientos de voluntarios.”
De lo expuesto se desprende la responsabilidad histórica de ayudar a Haití por Bolívar, Pétion y por nuestro Comandante Hugo Chávez, a quien no siempre sabemos interpretar y ayudar en su noble labor de integración, solidaridad, cooperación y unión entre los pueblos de América Latina.
Nuestro Comandante, cuando estuvo en Haití, dejó sembrada la esperanza de que nuestro país, al igual que el heroico pueblo Cubano, les ayudaríamos. La información más reciente que tenemos de Haití es que hubo algunos muertos y heridos por el acceso, control y consumo de alimentos.
No me voy a detener a detallar, sólo quiero exponer algunas líneas generales sobre la producción, distribución y consumo de alimentos y una propuesta de ayuda para el pueblo Haitiano.
Todos sabemos que en relación a este tema, existe una crisis a nivel planetario debido a múltiples causas, entre las cueles está el aberrante manejo que el modelo capitalista le confiere a los alimentos, es decir, desde la óptica capitalista, los alimentos son percibidos como cualquier otra mercancía en la que prela su valor de cambio por encima de su incalculable valor de uso, como bien imprescindible para el normal desarrollo y subsistencia del ser humano, todo ello aunado a un modelo de producción y consumo de alimentos estandarizados y cartelizados por los grandes países “desarrollados”, así como un modelo de producción agrícola corporativo, altamente dependiente de energía fósil, uso excesivo de agrotóxicos, maquinaria y deforestación entre otros, todo lo cual ha provocado acumulativamente grandes impactos en lo ambiental, social y económico.
Dolorosamente, Haití constituye la trágica demostración extrema de lo que expresamos. En el caso de nuestro país, sectores de la burguesía productora e importadora de alimentos e insumos para la agricultura, han intentado desestabilizar utilizando como estrategia imperialista la disminución de la oferta de algunos alimentos e insumos; sin embargo, las distintas instituciones del Estado, a través de un conjunto de acciones articuladas, han logrado contrarrestar tan infame intención.
En este sentido, es importante señalar la percepción bien clara que tiene nuestra revolución de la diferencia entre lo táctico y lo estratégico. Entre las acciones tácticas, la importación de alimentos ha sido una de ellas; garantizando el suministro seguro.
En el ámbito de las acciones estratégicas se trabaja para que la mayoría de los alimentos que consumimos los venezolanos provengan de nuestros campos, para de esta manera alcanzar la tan anhelada “soberanía agroalimentaria”.
Algunas de las acciones estratégicas se han materializado en: la recuperación de tierras en manos del latifundio, la recuperación de infraestructuras para la producción agrícola, tales como: sistemas de riego, vialidad, laboratorios, plantas de almacenamiento y procesamiento así como la formación de talento humano en tecnologías sustentables.
Quienes estamos adentro sabemos la vergonzosa situación en la que se encontraban, y continúan encontrándose, muchas infraestructuras agrícolas desmanteladas sistemáticamente por los gobiernos adeco-copeyanos, y que nueve años no han sido, ni son, suficientes para recuperarnos y profundizar la revolución en forma pacífica y satisfactoria dentro del aun Estado burgués.
Sin embargo, por primera vez en toda la historia de nuestro país, hoy contamos con cerca de dos millones de hectáreas de tierras recuperadas del latifundio, en las cuales se realizan esfuerzos para ponerlas en plena producción responsable y sustentable; contamos con la red nacional de laboratorios para la producción de bioinsumos, conformada por más de veinticuatro laboratorios, así como con financiamientos distintos a los de la banca usurera, a través del Banco Agrícola de Venezuela, Fondas y el Banco de la Mujer entre otros.
Nuestras condiciones, a diferencia de las de Haití, son de abundantes recursos (tierras, aguas, bosques, petróleo, gas, hierro, aluminio, por nombrar algunos) todavía distribuídos de forma muy desigual pero con el convencimiento de que, más temprano que tarde, un nuevo Estado Socialista junto al pueblo organizado, garantizarán con equidad y justicia, el acceso y control de estos recursos, proporcionando la mayor suma de felicidad a nuestro pueblo.
Haití, con apenas 27.000km2 equivalentes a 2,700.000Has. y (8) ocho millones de habitantes y una dantesca pobreza material, apenas puede garantizar una muy pequeña parte de lo que se consume, aunado al hecho de que casi todos sus recursos naturales se encuentran en situación de alto riesgo (suelos, agua, bosques entre otros).
En base a tal situación, en la actualidad un grupo de compañeros Haitianos – Venezolanos, realizamos el trabajo voluntario de elaborar una propuesta de proyecto sociopolítico-técnico-productivo, la cual será presentada al Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras en fecha próxima. Estamos razonablemente seguros de que contaremos con el apoyo y solidaridad de todos los entes adscritos al MPPAT, especialmente del compañero Ministro Elías Jaua.
La propuesta se titula: Cumbé de producción agrícola integral para el ALBA “Presidente Petión”. Tomamos el concepto de cumbé por su importancia histórica y por su significativa definición: “Territorio libre donde se resguardaba y cobijaba a esclavos e indígenas que se alzaban contra la opresión colonial”.
En esta cumbé de producción agrícola integral, se aspira desarrollar un sistema que integre la producción, distribución y consumo de alimentos bajo principios agroecologicos como base de una agricultura sustentable en la cual los hermanos Haitianos y Venezolanos, en un esfuerzo mancomunado, formemos talento humano en lo sociopolítico, técnico y productivo, para así establecer el intercambio, no sólo de alimentos y plántulas de frutales, sino de talento humano formado sociopoliticamente, tomando consciencia de que el problema de los alimentos pasa por reemplazar el modelo de producción y consumo capitalista, el valor de cambio que le confiere el capitalismo a los alimentos y la disciplina revolucionaria, para trabajar y generar técnicas de producción sustentables y responsables que permitan la recuperación de suelos, aguas, bosques y la biodiversidad, a la vez que el suministro de proteínas, vitaminas y minerales de origen vegetal y animal para, de esta manera, garantizar seguridad y soberanía agroalimentaria Venezolana-Haitiana, persuadidos de que, sin soberanía agroalimentaria no habrá emancipación plena.
angela_bolivar@yahoo.com