Por: Jerónimo Carrera (*)
Alvaro Cunhal, un gran dirigente del Partido Comunista Portugués de quien guardo el recuerdo de haberlo conocido durante sus años de prolongado exilio en Praga, escribió un extraordinario libro con el acertado título de O Partido com paredes de vidro, del cual tengo un ejemplar (Ediciones Avante!, 5ª edición, Lisboa 1985).
Lo menciono porque esta semana pasada, cuando me dijeron que al Partido Comunista de Venezuela lo quieren hacer desaparecer desde eso que llaman “el alto gobierno”, claro que no lo pude creer. Pero luego he leído tanto en el oficial Diario Vea como en el semioficial Ultimas Noticias, ambos del domingo 12-10-08, y dirigidos respectivamente por los muy apreciados antiguos dirigentes del PCV, amigos míos, Guillermo García Ponce y Eleazar Díaz Rangel, que se confirmaba dicha versión. Una versión tan disparatada que me sonó, inicialmente, como originada en los más ineptos círculos de esa quinta columna que en Venezuela se autocalifica como “oposición”.
Pues recordé el libro del camarada Cunhal porque a ese partido suyo también lo quiso hacer desaparecer un dictador fascista hoy olvidado, Oliveira Salazar, compinche de Mussolini y de Hitler pero luego un protegido por las potencias occidentales hasta su muerte, igual que lo hicieron con el español Francisco Franco. Durante cuatro horribles décadas ambos dictadores hicieron barbaridades para acabar en sus países con los comunistas, cosa que nunca pudieron lograr, naturalmente.
Ya debería saberse muy bien que como seres humanos los comunistas también somos mortales, pero no sucede lo mismo con un partido de los comunistas, que es el partido de una clase social y no de una o unas determinadas personas. Esa es la inmensa diferencia que hay entre el partido de la clase obrera y los partidos de la burguesía, llámense como se llamen.
Un partido comunista, en cualquier parte del mundo, tiene más o menos las mismas características. Esto se explica por el hecho de ser partidos nacidos de la clase obrera, del proletariado, que como bien lo señalaron Marx y Engels por naturaleza es internacional.
En el plano ético, un partido comunista tiene “paredes de vidrio”, y es que nada tiene para esconder, cosa que sí ocurre con frecuencia en los partidos burgueses o pequeñoburgueses. En cambio, los basamentos de todo partido comunista son del más indestructible acero: la teoría del marxismo-leninismo. Además, en cuanto al caso de Venezuela, al PCV nadie ni nada ya lo podrá borrar de la historia ni del “mapa político”.
P.S.- En estos días de octubre, no podemos dejar de rememorar aquel trágico episodio de la invasión de Granada, nuestra vecina pequeña isla en el Caribe, por tropas de Estados Unidos. Ocurrió en 1983, exactamente hace veinticinco años, con la muerte del camarada Maurice Bishop, a quien tuve el honor de conocer y le hice una larga entrevista que apareció publicada en la prestigiosa Revista Internacional, de Praga.
Por cierto, todavía en Granada están prisioneros Bernard Coard y otros doce revolucionarios granadinos, involucrados en ese doloroso episodio, de quienes nadie parece acordarse para pedir su liberación.
Otro P.S.- Ha fallecido la semana última en Caracas uno de los primeros militantes de la Juventud Comunista de Venezuela, el camarada guayanés Rubén Ruiz, médico graduado en la República Democrática Alemana, mi amigo de viejos tiempos junto a los también ya desaparecidos Alí Lameda y Cayetano Ramírez, comunistas de toda la vida. Y María Teresa centenaria.-
Cien años de vida está cumpliendo ahora una mujer venezolana de gran temple, María Teresa Castillo, luchadora comunista de los años ’30 y ’40, que fue esposa de otro gran camarada de aquella época, Miguel Otero Silva. Ella nos acompañó por largo tiempo en el Consejo Venezolano de la Paz, presidido por el hoy casi olvidado General José Rafael Gabaldón, ese ilustre personaje andino, más digno de ser llevado al Panteón Nacional que uno grotesco conocido como “El Cabito”, que tanto daño le causó a Venezuela.---
(*) Presidente del Partido Comunista de Venezuela PCV
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda